Capítulo 1: el inicio

Dios no nos hizo todos iguales, eso es algo que aprendí cuando era joven. Todas las personas son únicas y a la vez muy parecidas, algo que era mucho más evidente en la época actual. Para poner en contexto tengo que señalar la situación, hace aproximadamente doscientos años nació un bebe luminoso, exactamente como suene, hace doscientos años nació un bebe en el que su cuerpo estaba recubierto por una sustancia vio luminiscente que lo hacía brillar como un foco. El suceso asombro o más bien conmociono a todo el mundo, los científicos fueron incapaces de encontrar él por qué de la manifestación de esta condición tan inusual. En ese momento fue muy extraño y unos meses después más y más personas comenzaron a manifestar de manera aleatoria capacidades sobrehumanas, súper fuerza, súper inteligencia, fueron muchos e increíblemente variados, su surgimiento fue tan rápido que fue alarmante, la población como era de esperarse entro en pánico, discriminación, marginamiento, huelgas, protestas e incluso violencia explícita fueron las contramedidas de la gente hacia los "súper humanos" como eran llamados.

Los gobiernos de todo el mundo tuvieron que trabajar juntos para estabilizar la situación y después de mucho tiempo y esfuerzo lo lograron. Como cada habilidad variaba de persona a persona esas capacidades sobrehumanas se empezaron a llamar "peculiaridades" o "quirks", en un principio solo eran aumentos exponenciales de capacidades humanas naturales como la fuerza o la velocidad, pero, con el pasar del tiempo y con el aumento del porcentaje de gente que poseía una peculiaridad, el cual paso del diez por ciento de la población mundial a más del cuarentaiocho por ciento, estos comenzaron a ser aún más variados y claro no falto la gente que decidió "aprovechar" sus peculiaridades. la tasa de criminalidad creció hasta los cielos, sin embargo, donde puede haber oscuridad también puede haber luz. con el surgimiento de los criminales surgieron los "héroes", personas que usaban sus poderes para combatir a los "villanos". Todo comenzó a ser como en las historietas cómicas de antes y de la nada el gobierno hizo un movimiento que nadie se lo esperaba, el heroísmo paso de ser simples actos de bondad a ser un trabajo, un trabajo remunerado por el gobierno.

Como ser héroe era un trabajo, se requería educación y fue así como surgieron las escuelas de héroes, donde se entrenaban a los jóvenes para que combatieran al crimen en el futuro.

Ser héroe era el sueño de muchos niños, el mío incluido, aunque no fue fácil y hubo muchos obstáculos de por medio

Esta es la historia de cómo me convertí en el héroe número uno

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Era un día común y corriente en uno de los muchos parques de Tokio, gente caminando por ahí, niños jugando en los juegos con sus padres a lo lejos viendo y cuidando

"¡k-k-kachan para!" si un día normal, un niño de pelo rubio ceniza y espinoso de talvez cinco o seis años con ojos de color rojo, una camiseta naranja y pantaloncillos azul oscuro, este no era otro que bakugou katsuki el cual estaba "jugaba" con otros niños, flanqueado a cada lado de él estaban sus dos secuaces, un niño con algo de sobrepeso, una camiseta amarilla y pantaloncillos azules, lo más destacable de él eran el par de alas de murciélago rojas que surgían de su espalda. Del otro lado estaba un chico alto y delgado del cual sus dedos se estiraban más de lo que deberían. Frente al grupo de niños había otros dos, uno de ellos estaba en el suelo, llorando y algo golpeado, el segundo llevaba una camiseta blanca y pantanosillos amarillos algo amarronados, tenía ojos verde hoja al igual que su cabello encrespado que también poseía algunos reflejos negros además de pecas en su cara, este era Izuku Midoriya.

"¿detenerme?" dijo Katsuki o como era apodado por Izuku, kachan, de manera burlona antes de soltar una leve risa "¿y quién va a detenerme?" pregunto de manera retórica, izuku se vio nervioso más de lo usual, no tenía respuesta a esa pregunta, en un momento de valentía levantó sus puños y se puso una posición de combate genérica, trago saliva y dijo "¡y-yo l-lo hare!" de la manera más segura que pudiera, aunque su tartamudeo lo traiciono un poco

Katsuki abrió los ojos con leve sorpresa al igual que sus secuaces, no duro mucho cuando empezó a reírse a carcajadas, los chicos que lo acompañaban también se reían, el de las alas de murciélago casi se cae al suelo por perder la concentración mientras volaba, el niño que estaba en el suelo se levantó lo más rápido que pudo y salió corriendo en vista de que sus atacantes estaban distraídos. Cuando katsuki termino de reír se limpió una lagrima que bajaba por su rostro de reírse tan fuerte y de repente choco su puño contra su palma activando su quirk, una ligera explosión surgió de su palma seguida por humo. El Quirk de Katsuki bakugou se llamaba "explosión" una particularidad que provocaba que las palmas de sus manos exudaran un líquido parecido a la nitroglicerina y poder encenderla a voluntad provocando potentes explosiones, este era un quirk absurdamente poderoso y al niño rubio le encantaba que se lo dijeran. El chico se fue acercando lentamente a izuku con una sonrisa para nada amable, bueno, izuku todavía podía defenderse con su propia peculiaridad, bueno… ahí es donde recaía el problema, el Quirk de izuku no se había manifestado todavía, el formaba parte de ese veinte por ciento de personas en el mundo sin peculiaridad, no savia cuando o cual seria, la edad promedio para manifestar una era a los cuatro años, cinco a lo más tardar, luego de ese periodo de tiempo era extremadamente raro que se manifestaran, solo alrededor del cinco por ciento del ochenta por ciento de la población con quirk eran "manifestaciones tardías" como se los llamaba usualmente.

El grupo de tres chicos se abalanzo sobre izuku el cual lo único que pudo hacer fue poner sus brazos de manera que cubrieran su rostro y sus manos su nuca. Luego de eso siguió lo fue una paliza de veinte minutos en donde los dos chicos sostenían al peliverde de los brazos mientras su líder lo golpeaba en el abdomen pecho y rostro incluyendo algunas explosiones de por medio. Cuando la golpiza por fin termino el grupo de tres dejo al niño de pelo verde tirado en el parque

"eso es lo que te pasa por querer enfrentarme deku" dijo kachan con un tono de burla, en especial la última palabra "deku", ese era el apodo que katsuki le puso a izuku, era otra manera de leer su nombre y significaba alguien que no puede hacer nada. El niño de pelo encrespado se levantó del suelo y comenzó a caminar hacia su casa, era algo tarde, pero si se apresuraba llegaría a casa antes de que su madre llegara de trabajar y así podría cubrir sus heridas, incluso si las notaba inventaría una excusa para proteger a su amigo kachan, porque eso era lo que un héroe hacía.

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Al día siguiente izuku se encontraba en el medico junto con su madre inko Midoriya, una mujer de aparentemente treinta cinco o cuarenta años delgada y esbelta de ojos y cabello color verde como su hijo, pero sin los reflejos negros y el cual mantenía atado en un pequeño bollo detrás de su cabeza

Inko había llevado a su hijo al doctor por las heridas que según este se hizo cuando se calló de uno de los juegos del parque, llámelo sospechoso pero una caída no causaba quemaduras de primer y segundo grado, esa había sido la mitad de la razón por la que fueron al médico, la otra mitad fue porque inko estaba preocupada de que su hijo todavía no manifestara su peculiaridad.

El doctor termino de anotar algunas cosas en un portapapeles y se recostó en su silla detrás de su escritorio, "señora Midoriya, usted dijo que su hijo izuku tenía cinco años ¿verdad?" preguntó el médico, inko asintió y respondió "si, todos los niños en su escuela ya manifestaron sus peculiaridades, izuku es el único que no lo ha hecho todavía", el doctor asintió a las palabras de la mujer de cabello verde mientras cerraba los ojos y pensaba, luego de unos segundos dijo "lamento decirle esto pero creo que talvez su hijo no manifieste su peculiaridad, al menos no en el corto plazo"

Inko abrió los ojos como platos "¿p-pero por qué?" pregunto con terror, izuku no lo escucho por estar ocupado jugando con su figura de acción de All migth, su héroe favorito

"bueno, su hijo carece de la segunda articulación en el dedo meñique del pie, un rasgo de las personas que manifiestan Quirks, sin embargo, el tiempo más largo que una persona puede esperar a que este aparezca es hasta los cinco años, su hijo ya supero ese plazo por lo que puede que se trate de una 'manifestación tardía', es solo una teoría y puede que me equivoque, pero por lo que veo me apego a pensar que es la correcta"

Izuku seguía jugando con el muñeco de su héroe favorito cuando de repente su vista callo en tarro de cristal en el escritorio frente a él, era un frasco de paletas, los ojos le brillaron con la idea de poder conseguir un dulce y tiro del suéter de su madre para llamar su atención, "mama ¿puedo tener un dulce?" pidió, pero su respuesta fue "estoy ablando con el medico cariño", el niño insistió, pero su respuesta fue la misma.

Miro con el entrecejo fruncido el frasco de vidrio, el de verdad quería una paleta, ojalá fuera como el ratón Kamu, un personaje de una caricatura que vio en la televisión, era un ratón que robaba cosas usando un hilo en forma de lazo. Se imaginó a si mismo usando un lazo de hilo para tomar el caramelo, sabía que estaba mal robar pero de verdad los quería, de la nada sintió un peso extraño en su mano, desde luego no era su figura de All migth pues era mucho más liviana, cuando bajo la vista se encontró que la paleta roja que tanto quería estaba en su mano. Abrió los ojos como platos y dijo en un tomo asustado y sorprendido "who ¿Qué?", el médico y su madre aparentemente lo escucharon y se giraron para verlo con la paleta en la mano y muy sorprendido, "izuku ¿de dónde sacaste eso?" pregunto su madre en un tono entre sorpresa y regaño

"no sé, solo quería una paleta y apareció en mi mano" dijo el niño excusándose

El doctor frunció el ceño por las palabras del chico de pelo verde, verificó la distancia entre este y el frasco de dulces en su escritorio, estaba demasiado lejos como para que tomara uno de ahí sin que ni él o su madre lo notara "hijo" llamo y madre e hijo se giraron en su dirección "¿crees poder hacerlo otra vez, pero con esto?" pidió y sostuvo un lápiz en su mano lo suficientemente lejos como para que el chico no lo tomara con tan solo estirarse

Izuku entendió la orden, pero él no sabía cómo lo hizo, trato de hacer memoria y recordó que quiso imitar al ratón kamu, se concentró en el lápiz y otra vez se imaginó enlazándolo, tiro del hilo imaginario y de la nada el lápiz desapareció de la mano del médico y apareció en su mano. Todos miraron sorprendidos y quedaron callados unos segundos el cual se cortó cuando el doctor dijo "bueno, creo que estaba equivocado, felicidades hijo, al fin se manifestó tu quirk"

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Izuku camino por su casa en dirección a su baño ya que eran las nueve de la noche y se asechaba su hora de dormir, aunque todavía tenía que cepillarse los dientes, cuando llego al baño se subió sobre un banco para poder mirarse al espejo y así cepillarse, cuando termino escupió la pasta e hizo buches para quitarse lo que sobraba y luego de escupir el agua sonrió al espejo pues fue el mejor día de su vida porque al fin había aparecido su quirk, este era aparentemente un derivado de la peculiaridad de su madre, básicamente podía atraer cosas hacia él, la diferencia era que el Quirk de su madre hacia que las cosas flotaran hacia ella, el suyo en cambio provocaba que los objetos simplemente aparecieran en sus manos, pero tenía que "enlazar" un lazo imaginario al objeto que quería traer por lo que necesitaba saber dónde estaban.

Se estremeció de emoción repentinamente, no podía esperar a experimentar con su peculiaridad y analizarla, algo que hacía con todos los héroes que conocía, All migth, endeavor eran algunos incluso lo había hecho con esa nueva heroína que apareció hace poco midnight, por alguna razón su madre le dijo que no la viera, pero como amante de los héroe y heroínas por igual le era imposible no hacerlo.

De repente por el rabillo del ojo pudo ver algo extraño reflejado en el espejo, centrándose en el objeto no identificado se calló del banco en el que estaba parado, mirando en dirección de la puerta vio lo que no podría ser otra cosa más que una sombra, una mancha negra y amorfa con dos círculos blancos que parecían ojos los cuales se fijaron en él, se acercó un solo paso y solo eso falto para que izuku soltara un grito digno de una película de terror, de repente la sombra se desvaneció como si jamás hubiera estado ahí. Izuku respiro pesado, eso había sido aterrador, y sin embargo no termino ahí, tan repentinamente como noto a la sombra empezó a escuchar cosas, eran voces, susurros violentos que decían cosas aleatorias y sin sentidos, todas al mismo tiempo y sin parar. El peliverde se acurruco pegando las rodillas a su pecho y tapándose los oídos en un intento de hacer que las voces y susurros pararan, no sirvió de nada por lo que comenzó a gritar "¡paren por favor! ¡¿Quiénes son?! ¡¿Qué dicen?! ¡no los entiendo! ¡basta!" y tan repentinamente como llegaron se fueron, el baño quedo en un silencio crepuscular con izuku hecho una bolita al lado de la bañera, unos segundos después apareció su madre sobresaltada y con una escoba en las manos

"¡izuku! ¡¿Cariño que paso?!" pregunto ella saliendo disparada hacia su hijo para consolarlo, el niño estaba soltando algunos sollozos y de repente rompió en llanto "¡mama! ¡el monstruo feo quiso acercarse y estaban esas voces! ¡tuve mucho miedo wha!" dijo entre llanto al mismo tiempo que balbuceaba cosas al azar sobre voces y susurros. Inko consoló lo mejor que pudo a su asustado hijo, ¿monstruo? ¿voces? ¿Qué era todo eso? No tenía tiempo de pensar en una respuesta, por ahora necesitaba calmar a su hijo

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Inko jugó con sus dedos nerviosamente mientras estaba sentada en la sala de espera del hospital, estaba aquí esperando desde que un médico se llevó a su hijo para revisarlo, ¿Qué demonios había pasado en ese lugar? Reviso el baño de pies a cabeza y no encontró absolutamente nada fuera de lo normal, pero su hijo seguía afirmando que había visto a un monstruo de sombra y escuchó voces

"¿señora Midoriya? Una voz llamo su atención de repente y cuando la mujer de cabello verde se giró vio que se trataba de la doctora que revisó a su hijo, se paró de un salto y dijo "si soy yo, ¿está mi hijo izuku bien? ¿está herido?" pregunto desesperada y hubiera seguido, pero la médica la paro levantando una mano

"su hijo está bien, físicamente hablando al menos" dijo la mujer

Un nudo se formó en la garganta de inko cuando pregunto "¿q-que quiere decir con eso?"

"sígame, esto será mejor hablarlo a puerta cerrada" dijo la doctora y comenzó a caminar hacia su consultorio seguida por una muy preocupada y nerviosa peliverde, una vez llegados ahí se sentaron y la mujer comenzó "señora Midoriya voy a ser muy directo en esto" paro un segundo para tomar aire y prepararse para lo que iba a decir, fueron los segundos más largos que inko alguna vez haya experimentado en su vida, la doctora la miro a los ojos y dijo "su hijo tiene psicosis", esa noticia hizo sentir a la mujer de cabello verde que una tonelada caía sobre ella

"¿p-p-psicosis?" pregunto inko a lo que la médica solo asintió "es una enfermedad psiquiátrica que provoca la distorsión de la realidad en aquellos que la padecen, estos tienen alucinaciones visuales o auditivas de manera aleatoria, este trastorno aparece casi siempre en jóvenes de entre trece a catorce años, aunque hay casos extremadamente raros en los que puede manifestarse antes de los diez años" explico

"¿pero hay un tratamiento verdad?, ¿verdad?" pregunto desesperada Inko, la doctora volvió a asentir "hay manera de tratar la psicosis, el problema es que es un procedimiento bastante caro y extenso además de que no siempre es infalible" los ojos de mujer de cabello verde se llenaron de lágrimas y así como así comenzó a llorar, la doctora puso una mano en el hombro de la mujer para intentar reconfortarla, este era un momento difícil

Y sin embargo ahí no terminaba el sufrimiento de la familia Midoriya

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Madre e hijo se detuvieron cuando un semáforo dio rojo, el auto en el que estaban se encontraba en un silencio abisma. Habían estado así desde que salieron del hospital y se dirigieron a su casa, inko estaba preocupada e izuku mantenía sus ojos cerrados y sus orejas tapadas con miedo de que las voces o el monstruo del baño aparezcan de nuevo. Inko vio esto y soto un largo suspiro, pero de repente y de la nada una persona se subió al auto, este estaba vestido con un abrigo negro y traía una mochila

"¿qué cree que ha…?" empezó a decir inko, pero las palabras murieron en su garganta cuando el extraño hombre saco de su abrigo una pistola y apunto a la mujer con ella, "cállate y conduce" ordeno y la mujer de cabello verde hizo lo que le decían arrancando a fondo sin esperar que el semáforo diera verde

Izuku abrió los ojos lentamente y lo que vio fue a su madre conduciendo a alta velocidad por la calle mientras un hombre extraño le apuntaba con una pistola "¿mama?" dijo el en voz baja y su madre se giró hacia él, "tranquilo cariño, todo está bien" esta le dijo, una mentira demasiado obvia incluso para el

"¿quién es ese hombre?" "¡está amenazando a mama!" "¿Qué hacemos?" "¡hay que pelear!" "¡toma la pistola!" "tenemos que huir" "¡salta del auto!" "¡pelea!" "huye y busca ayuda" "tan inútil que no sabe qué hacer" "¡deku!" "defiéndela" "huye" "¡pelea!" "¡busca ayuda!" las voces empezaron a gritar órdenes y sugerencias, todas al mismo tiempo, se tapó los oídos con más fuerza que antes y empezó a hiperventilarse

"¿Qué demonios le pasa?" se preguntó en voz alta el hombre de negro "¡cálmate niño!" ordeno más izuku no lo escucho por la cantidad de voces que hablaban al mismo tiempo y no lo dejaban escuchar nada del mundo real "¡espera! ¡no le hagas nada por favor te lo ruego!" pidió desesperada inko. Pero de repente un auto los envistió, por un lado, en un segundo todo comenzó a volar y luego fue solo negro

Lentamente izuku comenzó a abrir los ojos y lo que vio fue fuego, abrió los ojos por completo y miro el panorama en el que estaba, el auto de su madre estaba volcado encendido en llamas "¡mama!" grito y salió corriendo hacia él, vio como alguien empezó a patear la puerta hasta que esta se abrió del auto salió el hombre de negro, saco la mochila y se fue corriendo lo más rápido que pudo. Izuku se adentró en el auto volcado y saco a su madre de el "¡mama! ¡¿mama estas bien?!" pregunto el niño, la mujer de cabello verde empezó a toser y de su boca salió sangre "estoy bien cariño" le dijo a su hijo, una burda mentira

"espera mama, espera un poco más" dijo izuku "¡ayuda!" grito, la calle estaba desierta "¡alguien ayuda!" pero aun así siguió gritando

"NO SE PREOCUPEN" de repente alguien dijo, esa voz, izuku la conocía a la perfección, se giró en dirección de la voz y lo vio, All might, el símbolo de la paz estaba allí, un hombre sumamente musculoso de dos metros veinte y vestido con su traje de héroe azul, rojo y blanco "PORQUE YO ESTOY AQUÍ" termino y comenzó a reír

"All might eres tú de verdad, por favor salva a mi mama" pidió Izuku entre desesperado por su madre y emocionado por tener frente a él a su héroe favorito

"NO TE PREOCUPES IZUKU, YO SALVARE A TU MADRE" dijo el hombre musculoso y el niño peliverde no podía creerlo, ¡All might sabia su nombre!, se acercó para salvar a la mujer de cabello verde, pero este apenas toco a su madre para levantarla, desapareció, como un espejismo en el desierto, los ojos de izuku se llenaron de confusión, busco por todos lados al héroe, pero no lo encontró, de repente la voz de su madre llamo su atención "cariño" dijo y extendió su mano ensangrentada para tocar el rostro de su hijo "cuídate por favor" fue lo último que dijo antes de que sus ojos perdieran el brillo y su brazo callera flojo

"mami" dijo Izuku y agito el cuerpo sin vida de su madre, "¡mama!" llamo otra vez sin respuesta, solo silencio "¡mamaaaaaa!"

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Era un dia nublado en Tokio, un día perfecto para un funeral. Izuku vestido con un par de pantaloncillos negros, una camisa blanca debajo de un saco negro, miró como el ataúd donde estaba su madre bajaba lentamente dentro de un foso en la tierra.

¿estaba realmente allí?, luego del accidente unas personas estuvieron lo suficientemente cerca como escucharlo todo e ir a ayudar, llegaron a tiempo para salvar a izuku, pero no para salvar a su madre, cuando al fin llegó la ambulancia intentaron revivir a la mujer llevándola al hospital, pero un fragmento del auto le había perforado el abdomen, se había desangrado demasiado rápido. En el hospital también le habían explicado al niño sobre su enfermedad, ahora no sabía si de verdad su madre estaba en ese ataúd, si todo los que lo rodeaban estaban en realidad ahí, el dolor de la tía mitsuki, las lágrimas que más de uno soltaba, la lluvia que caía, ¿era todo un truco que su mente le estaba jugando?

De repente sintió una mano apoyarse en su hombro, mirando por encima de él y vio a su tía mitsuki, con un vestido largo y un saco negros, un pañuelo en la mano y lágrimas a cantaros como la lluvia "izuku-kun" dijo su nombre entre lágrimas, "puedes llorar, está bien"

El niño peliverde no dijo nada, era real, todo era real, solo dio una sonrisa falsa y dijo "tranquila mitsuki-obasan, estoy bien" una burda mentira

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Eran aproximadamente las siete de la mañana, el sol apenas estaba saliendo y la gente empezaba a movilizarse para ir a sus trabajos o a la escuela. Pero dentro de una habitación en un complejo de apartamento, debajo de una pila de sabanas, alguien no se preparaba.

De repente una alarma sonó en la mesa de luz al lado de la cama, un brazo de asomo por entre las sabanas y golpeo el despertador apagándolo, la habitación quedo en silencio total, un solo rayo de luz traspasaba las cortinas entreabiertas y de repente otro despertador más lejos empezó a sonar, la sabana se movió ligeramente tratando de ignorarlo, pero el sonido intermitente del aparato era demasiado molesto como para hacerlo, el brazo volvió a asomar por las sabanas, se extendió para apagarlo pero estaba más lejos de lo que él llegaba, de repente tomo el primer despertador y se lo arrojo al segundo provocando que se detuviera. Otra vez el lugar estuvo en silencio, nada se movió por un minuto entero hasta que una tercera alarma sonó al otro lado de la habitación, un suspiro cansado salió del montón de sabanas y estas se movieron revelando a quien estaba debajo, un chico de catorce años, cabello verde despeinado y revuelto, ojos verdes con leves ojeras debajo y pecas. El adolecente se pasó un mano por la cara para levantarse de la cama e ir a la otra punta de la habitación para apagar el despertador, cuando apago el aparato miro hacia la puerta y luego devolvió su vista hacia la cama, por su mente paso la idea de volver a dormir, no tenía energía o ánimos para el día y de la nada un cuarto despertador se encendió. El adolecente suspiró y la desactivo para luego salir de su habitación

Fuera de la habitacion el departamento estaba increíblemente oscuro, las cortinas estaban cerradas y las ventanas cerradas, no solo eso el lugar estaba impecable, como si nadie lo hubiera usado en años, ni siquiera volaba una sola mota de polvo y encima de la mesa frente al sofá había una foto de una mujer de cabello verde lizo la cual estaba sonriendo con calidez a la cámara y rodeando la foto había una cinta negra y frente a ella un incienso.

Izuku ni siquiera se detuvo a mirar y paso directamente a la cocina, una vez llegado sacó de un estante una sarten y la puso sobre la cocina, se dirigió al refrigerador en busca de huevos y cuando la abrió la vio repleta de huevos, todos los estantes y recovecos llenos de huevos que incluso algunos se cayeron, pero cuando estos tocaron al suelo, todos desaparecieron dejando nada mas que un par de verduras secas y desperdigadas, un par de latas, un cartón de leche semivacío y tres huevos en la puerta, el peliverde tomo uno de los huevos y se dirigió nuevamente a la cocina, encendió la hornalla y rompió el huevo para verterlo en la sarten.

Izuku miro con ojos cansados como el huevo se cocinaba, como de la nada su forma cambiaba y se retorcía para luego gritar con dolor y volver a su forma original, todavía podía escuchar cómo se reían de él. El huevo termino de hacerse y el chico lo sirvió en un plato, se lo comió con la vista perdida en la nada, cuando termino puso el plato en el fregadero y fue a su habitación para vestirse, ya allí abrió uno de los cajones de ropa, saco su uniforme de escuela y cuando saco la chaqueta negra con botones dorados, debajo de esta encontró una pistola, un revolver.

Izuku miro el arma por unos segundos antes de tomarla, abrió el tambor y lo vio, de los seis agujeros que había, cinco estaban ocupados por una bala y uno solo estaba vacío, el peliverde volvió a cerrar el tambor, lo giro y tiró del martillo hacia atrás, apunto al cañón a sus cien, apretó el gatillo y nada, había dado justo en el lugar sin bala. Lejos de verse aliviado por haber esquivado a la muerte, en su lugar se vio desanimado, casi hasta podría decirse decepcionado.

Soltó un largo suspiro, se vistió con su uniforme, tomo su mochila y salió del departamento. Apenas bajo las escaleras hacia la calle se topó con alguien, ese alguien era bakugou mitsuki, su madre adoptiva. Luego de la muerte de su madre la familia bakugou lo adopto dado que él no tenía familiares, ninguno de sus padres tenia tíos o primos que se pudieran encargar de él y su padre había muerto hacía dos años en un accidente de avión. Vivió unos meses en la casa bakugou, eran una familia amorosa a pesar de lo que uno podría pensar teniendo en cuenta el temperamento de la mujer rubia, solo no contaron con un pequeño problema, un rubio y muy molesto problema, Katsuki no soportaba que izuku viviera en la misma casa que él, por lo que cada que podía intentaba echarlo, ya sea dejándolo fuera de la casa o tratar de que alguien más lo llevara lejos, jamás dejo de instigarlo, incluso abecés, iba tan lejos como para golpearlo o incluso tratar de que metiera en algún accidente. Los padres del niño intentaron por todos los ángulos, incluido en castigo físico, para que al menos soportara la presencia del peliverde en la casa, pero nada funciono. Los bakugou llegaron a una solución temporal, izuku viviría en la casa de su madre hasta que Katsuki entendiera que debía vivir con izuku, la solución temporal al poco tiempo se hizo un permanente puesto que no era un problema para nadie, izuku sabia como vivir solo, y Katsuki no tendría a deku cerca.

"¡hola izuku-kun! ¿Qué tal todo?" pregunto la mujer con entusiasmo, el peliverde levanto la mirada del suelo y la miro para responder "bien". Mitsuki hizo una mueca casi imperceptible y dijo "¿estas yendo a la escuela? Si quieres puedo llevarte, no sería ningún problema"

"no, estoy bien, solo caminare" respondió el chico "adiós mitsuki-san" se despidió y comenzó a caminar en dirección de su escuela, "a-adiós izuku-kun" se despidió la mujer, la sonrisa temblorosa que había estado sosteniendo callo con un suspiro, no perdió mucho tiempo y subió las escaleras en dirección de la antigua casa de los Midoriya, una vez entro allí lo vio exactamente igual que la última vez que vino hacia un mes, todo estaba impecable, pero no era el orden de la dedicación de mantener todo limpio, era más bien el orden del desuso, la concina, el baño y la habitación de izuku eran los únicos sitios en donde parecía que una persona habitara, el refrigerador, la cocina y la cama eran lo único que parecía ser usado. Mitsuki se adentró en la 2habitación del peliverde y como la última vez abrió los cajones, no le costó casi esfuerzo encontrar lo que buscaba, dentro de cada cajón de ropa había por lo menos un arma y debajo de la cama encontró una escopeta, todos ellos estaban cargados

soltó un suspiro y se fue a sentar en el sillón, en la mesa frente a ella estaba la foto de inko rodeada por una cinta negra, "ay inko ya no sé qué hacer, quiero ayudarlo, pero no sé cómo, no sé si toma sus medicinas o si está comiendo bien por estar lidiando con el estúpido de mi hijo" le dijo la mujer a la fotografía con un tono de culpabilidad "quiero hablar con él y que me diga que está mal, pero siempre me desplaza y me dice que está todo bien ¡y sé que no está todo bien! ¡¿qué chico en su sano juicio tiene un arma en su cajón y juega a la ruleta rusa con cinco balas?!, no importa cuántas veces se las quite simplemente parece encontrar más" de repente paro cuando un nudo se formó en su garganta "por favor cuídalo donde sea que estés"

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Izuku camino por la acera en dirección a su escuela, tenía la cabeza baja y la vista pegada al suelo, el solo miraba el suelo y como este cambiaba, abecés las esquinas aparecían de la nada, carteles de construcción o cemento fresco que no veía hasta último minuto o que no deberían estar allí. Eso podía soportarlo, tantos años viviendo con esto había aprendido a distinguir lo real de las alucinaciones, pero algunas veces no podía diferenciarlos, su mente simplemente se reía de él mismo, las voces no se callaban en casi ningún momento, se la pasaban gritando, maldiciendo, desvariando o a veces simplemente riéndose. Era como vivir una pesadilla constante.

En un momento del viaje se encontraba frente a un cruce de calles, los autos pasaban a gran velocidad frente a él, que fácil sería simplemente dar un paso adelante y todo terminaría, ese pensamiento paso por su mente, soltó un suspiro, pero de seguro saldría mal como siempre.

Esa mañana no había sido el primer intento de izuku de terminar con todo, en realidad lo había intentado cientos de veces, fueron tantas que perdió la cuenta, pero por más que lo intentara siempre salía mal, no importa con que tratara, siempre algo intervenía y le salvaba la vida, si intentaba saltar frente a un auto este frenaba a tiempo, si intentaba tirarse de algún lado algo siempre estaba debajo para amortiguar su caída o alguien lo salvaba de caer

Una vez quiso cortarse las venas en el baño, un vecino creyó que tenía una fuga de gas y llamo a un técnico, lo encontró y lo llevo al hospital, lo mismo paso cuando quiso colgarse una biga en un callejón y la cuerda simplemente de rompió. Jugaba a la ruleta rusa casi todos los días con cinco balas y un solo espacio vacío y siempre daba en el espacio vacío, ¿y porque no llenaba el ultimo agujero? Porque incluso aunque quisiera negarlo, como todo ser humano todavía le tenía miedo a la muerte, en todos esos intentos le tuvo miedo a lo que venía después, a ir a un lugar peor y sufrir el mismo tormento, que nada terminara.

Fue sacado de sus pensamientos cuando una explosión llamo su atención, giro su cabeza a la derecha y vio a una aglomeración de personas las cuales miraban algo a lo lejos, el peliverde siguió la vista de la multitud y vio a un hombre con una cabeza parecida a la de un tiburón humanoide y con alrededor de cuarenta metros de alto, el sujeto era sin duda llamativo, pero no era a él a quien la multitud estaba mirando, sino a los que lo estaban deteniendo, alrededor del hombre gigante había una bandada de héroe, todos con disfraces y apariencias distintivas de los cuales se destacaban tres por ser los más famosos, el primero era death arms, un hombre musculosos muy alto y de manos grandes, el segundo era kamui Woods, un sujeto de estatura normal y que parecía estar hecho de madera y la tercera era mount lady, una heroína que había debutado hacia poco, ella tenía el cabello rubio, ojos color rosa y blanco y media alrededor de sesenta metros de alto por su quirk, la misma usaba un traje ajustado blanco y morado que volvía locos a la mayoría de los hombres y daba envidia a las mujeres.

"que ser tan despreciable, usaste tu poder para tus fines egoístas, por eso te capturare con mi técnica más poderosa" dijo kamui Wood con un tono algo exagerado mientras estaba parado en cuclillas sobre uno de los vagones del metro, extendió su brazo hacia adelante, un gran número de ramas surgieron de su brazo comenzando la técnica y envolviendo al criminal "¡cárcel de…!" grito su técnica pero cuando estaba a medio camino de completarla se escuchó que alguien gritaba y de un segundo a otro mount lady estrello una patada en el hombre gigante, su tamaño no fue un gran problema dado que la mujer lo superaba por veinte metros, el criminal cayó al suelo y se encogió dado que quedó inconsciente, aunque seguía siendo más grande que una persona normal

"¡que geniales que son los héroes!" dijo una mujer en la multitud

"si, genial desde luego" dijo un reportero y él, como muchos otros, comenzaron a sacar fotos y grabar a la mujer de rubia gigante la cual estaba con sus manos apoyadas en sus rodillas e inclinada hacia adelante en una posición en la que dejaba al descubierto su… parte posterior

Izuku miro con fascinación a los héroes, una de las pocas cosas que conservaba a pesar del tiempo, de pequeño su sueño siempre fue ser un héroe, alguien quien pudiera salvar a la gente con una sonrisa como All migth, pero todo se había ido al desagüe por su enfermedad y su Quirk.

Soltó un repentino suspiro, su quirk, como su madre había muerto y no tenía familiares vivos el doctor con el que descubrió su peculiaridad fue quien hizo el registro, su Quirks se llamó "thief" que significaba ladrón en inglés y su descripción decía que tenía la capacidad de robar lo que sea, siempre y cuando sepa dónde está. En la escuela nadie quería estar con él, todo había comenzado con un rumor de que había robado el almuerzo de uno de sus compañeros, no había sido cierto, fue una trampa de Katsuki para hundirlo, solo empeoro cuando su enfermedad salió a la luz, ¿quién quiere estar con el niño loco que escucha voces y ve cosas? Nadie, tenían miedo de que se contagiaran.

Algo por el rabillo del ojo llamo su atención, alguien en la multitud guardo su billetera, pero la mitad sobre salía de su bolsillo, el peliverde desvió la mirada, pero todavía seguía concentrado en el hombre, uso su peculiaridad y enlazo con un hilo imaginario la billetera del hombre, de la nada la billetera apareció en sus manos, tomo el dinero y la arrojo detrás de si. No solo su quirk y su enfermedad eran lo que le impedía ser un héroe, fueron todas sus acciones, con su quirk hizo exactamente lo que se suponía que debería hacer con él, lo que su nombre indicaba. Por un largo tiempo fue un ratero que robaba en las multitudes, siempre se mantuvo de lo que los bakugou le daban cada mes, pero no quería que ellos gastaran su dinero en alguien como él, robaba para no tener que gastar nada de esa pensión, había robado de todo, billeteras, teléfonos, joyas, computadoras, una vez entro en una casa en el barrio rico de Tokio y salió sin que lo descubrieran, pero nunca asalto a nadie, no tenía el valor para herir a una persona. Todas sus acciones eran contrarias a los principios de un héroe, había abandonado ese sueño hacia mucho, y, sin embargo, muy en lo profundo de él tapado por una nube de dudas y tristeza todavía asomaba un rayo de esperanza, la esperanza de que estuviera equivocado, de que todavía a pesar de todo lo que era y lo que había hecho, todavía podía ser un héroe

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Cuarenta minutos después de salir de su hogar izuku midoriy llego a su escuela, una preparatoria de nivel medio común y corriente exactamente igual al resto.

Estaba llegando con el tiempo justo, no quería quedarse con sus compañeros de clases, e allí otro de los problemas en su vida, su vida social era mala, no, era más bien casi inexistente, desde el prescolar cuando se descubrió su enfermedad pocas personas siquiera se acercaban a él, pero durante el último año de su escuela primaria de alguna manera alguien lo descubrió robando en la sala de profesores, lo castigaron, aunque eso no fue lo peor, lo peor fueron sus compañeros que parecía que le puso encima un cartel fluorescente que decía "cuidado, ladrón", el apodo de ladrón o ratero lo siguió hasta en la secundaria. Katsuki le dijo deku y luego de eso lo empezó a llamar ladronzuelo, una forma de burlarse de que incluso con un Quirk para eso, seguía sin poder hacer nada bien

Cuando llego a la puerta de su clase se quedó para fuera, jamás era fácil entrar, porque las voces tenían que dejar de hablar justo ahora. Respiro hondo y deslizo la puerta, el aula entera se quedó en silencio, trago saliva y avanzo hasta su banco sin mirar a nadie

"señor Midoriya, justo a tiempo, como siempre" dijo el profesor con una pequeña nota al final "bien, como iba diciendo, todos ya están en tercer año y deben ir empezando a pensar en su futuro" dijo el maestro mientras agitaba unos papeles en su mano, miro a sus estudiantes de manera seria hasta que dijo "a quien quero engañar, todos quieren ser héroes" termino el hombre y arrojo al aire los papeles, seguido de esto toda la clase uso sus peculiaridades, a pesar de ser ilegal, y gritaron en afirmación, solo dos personas no usaron sus Quirks, Izuku y Katsuki, Izuku porque su peculiaridad no era nada llamativa y porque tampoco creía del todo en la afirmación del profesor, Katsuki…

"¡por favor profesor, no me meta en el mismo saco que el resto de estos debiluchos" dijo el rubio cenizo con una expresión arrogante que disgusto a la mayoría de la clase y que no tardaron en representar, bakugou lo único que hizo fue pararse sobre su banco "¡escuchen todos, yo voy a ser el héroe más grande de todos, incluso más que All migth y para eso iré a la UA, tengo el puntaje más alto en las pruebas simuladas, nadie de ustedes malditos extras se meterán en mi camino" bramo con fuerza mientras soltaba leves explosiones de sus palmas para enfatizar su punto, todos en la clase empezaron a murmurar e Izuku soltó un suspiro, daría lo que fuera por entrar a la UA, aunque sea por unos pocos minutos. La UA era la escuela de héroes más importante de todo Japón, de ella habían salido héroes excepcionales de los cuales, All migth era uno.

"ahora que lo pienso, ¿Midoriya no quería entrar en la UA también?" pensó en voz alta el profesor, el salón quedo en un silencio crepuscular por lo que fue un minuto entero y de repente los murmullos estallaron otra vez, pero con más fuerza

"¿Midoriya quiere entrar a la UA? ¿siquiera tiene una peculiaridad?"

"no lo sé, jamás la he visto, creo que en realidad no tiene"

"¿no? Incluso si tiene no creo que la mayor escuela de héroes acepte a un ladrón como estudiante"

Los murmullos siguieron y el peliverde trato de hundirse aún más en su lugar, porque el mundo lo odiaba tanto, era cierto que hace un tiempo su sueño fue ir a la UA y ser un héroe, pero ese sueño murió cuando le llego la realización de que no podía ser uno. "¡ya todos cállense! La clase empieza ahora" grito el profesor y todo mundo se calmó, excepto una persona, Katsuki intentaba hacer un agujero en la cabeza del chico de cabello verde, ¿Cómo demonios es que el maldito deku quería ir a la misma academia a la que iría él? Ya mucho que tenía con tener que llamarlo su hermano legal, tendría que demostrarle una lección.

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"¡alguien detenga a ese ladrón!" el dueño de una tienda grito mientras que por la acera huía lo que parecía ser una masa de lodo viviente con ojos y boca, el lodo solo se ríos y grito "¡a ver si me atapan idiotas!"

"¿dónde estarán los héroes?" pregunto una mujer que transitaba el lugar tranquilamente cuando todo sucedió

"no lo sé, el incidente de esta mañana los ha estado manteniendo ocupados" dijo otro transeúnte

Desconocidos para ellos una persona ajena a la conversación estaba escuchando. El hombre no podría describirse de otra manera más que un zombi, era increíblemente delgado y su piel y huesos apenas estaba separada por algo de carne, tenía el pelo rubio enmarañado con dos flequillos que enmarcaban su demacrado rostro de ojos celestes y hundidos, al mismo tiempo llevaba puesto una camiseta y pantalones cargo de color verde oscuro barios talles más grande de lo que debería

De repente del cuerpo del hombre empezó a surgir un intenso vapor que al final se convirtió en una nube y de ella apareció ni más ni menos que el símbolo de la paz, All migth

"NO TEMAN" dijo el hombre musculoso de dos metros "¡PORQUE YA ESTOY AQUÍ!"

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Las clases habían concluido y todos se encontraban guardando sus cosas para irse a sus hogares. Izuku guardo lo último de su material escolar y serró su mochila, estuvo a punto de irse cuando de repente y sin previo aviso una mano se estrellará en su banco seguida por una explosión, no se necesitaba ser un genio para saber de quién era

"¡oi, deku escúchame bien porque no lo repetiré otra vez!" grito bakugou con ira en su rostro, Izuku lo único que hizo fue levantar levemente la mirada del escritorio aun sin mirar a los ojos al rubio en un indicio de que estaba escuchándolo "yo voy a ser el único de esta maldita escuela que entrara a la UA, si te metes en mi camino lo pagaras caro" dijo Katsuki frente a la cara del peliverde "la UA jamás aceptaría a un ladronzuelo loco e inútil como tú" fue lo último que dijo antes de que el peliverde lo mirara a los ojos y Katsuki se sorprendió de los cansados que se veían, eran casi como los de un anciano

"no te preocupes kachan" dijo Izuku mientras se levantaba del banco para tomar su mochila y dirigirse a la salida del salón "no te molestare nunca más" y con esas palabras se fue dejando atrás a dos chicos confundidos y otro entre enojado y confuso

Izuku camino por la escuela hacia el tejado, una vez allí se apoyó en una pared y metió su mano dentro de su mochila amarilla y de ella saco un revolver junto con un pedazo de papel el cual dejo a un lado, giro el tambor del arma y cuando se detuvo tiro atrás el martillo, lo metió dentro de su boca y disparo, nada, soltó un suspiro y saco el arma de su boca para abrir el tambor y ver que había dado en el único lugar sin bala, otro suspiro, guardo el arma y arrugo el papel. Otro intento fallido

Cuando por fina salió de la escuela tomo una ruta para ir a su casa, la ruta era por completo aleatoria, era una costumbre que tenía desde hace un año y sus voces no paraban de darle indicaciones sobre el camino a tomar. Su rutina diaria consistía en, levantarse, ir a la escuela y volver para no hacer nada todo el día y esperar el siguiente, de vez en cuando salía a robar, pero no era todos los días. Era una vida tan monótona que no podía soportar siquiera estar vivo.

Hoy tomo un camino en el que llego un punto en el que tuvo que pasar por debajo de un puente, todo iba normal cuando de repente "¡cuidado atrás!" una de las voces en su cabeza grito tan fuerte que por un segundo supero al resto que habían estado hablando desde que dejo la escuela, el peliverde reacciono casi por instinto y salto a un lado esquivando por los pelos los dos tentáculos de lodo que quisieron atraparlo

"¿Cómo fue que lo esquivaste? Bha, no importa, no tardare mucho en atraparte" dijo una voz proveniente del túnel, cuando Izuku se giró para ver quien había hablado se encontró que era lo que parecía ser una masa de lodo viscoso que no tardo en cargar hacia adelante, otra vez actuando casi por instinto el chico saco la pistola de su mochila y le disparo a la masa en la cara, pareció funcionar cuando este dijo "maldito mocoso" y estuvo por envestir nuevamente cuando de repente una tapa de alcantarillado salto disparada dentro del túnel, "Texas…" dijo una nueva voz en el túnel "¡smash!" termino y un puño se estrelló a gran velocidad en el hombre de lodo el cual se esparció dado que la fuerza detrás del puño fue tal que la propia presión del aire lo hizo explotar, sin embargo Izuku estaba justo detrás del criminal por lo que la ráfaga le dio también a él. Fue enviado a volar algunos metros lejos cuando de repente todo se hizo negro y quedo inconsciente.

Fin del capítulo 1

NOTA:

Ok ya es la segunda vez que no hago lo que digo, pero bueno que más da. He aquí una nueva historia que espero les guste, la verdad es que no he visto el anime de boku no hero academia solo he leído el manga asi que seguramente algunas escenas del anime no estén aquí.

Una última cosa. Dejare al final de los capítulos después de las notas normales alguna nota de Quirk o cosa por el estilo por si alguien no lo entendió del todo en el capítulo o si yo lo explique mal o fui muy conciso y di cosas por sentado que no lo estaban, si es así lo siento

Sin nada más que decir gracias por leer, un saludo y hasta la próxima

NOTA DE QUIRK:

Quirk: thief

Usuario: Izuku Midoriya

Capacidad/poder: le otorga la capacidad de robar cualquier objeto sin importar que sea, la distancia u ubicación del mismo, si se quiere robar algo que este fuera de la visión del usuario se debe conocer la ubicación exacta o aproximada del objeto deseado, los datos deben ser más precisos a mayor distancia esté el objeto a robar. Este Quirk crea lazos imaginarios que se usan para atar el objeto que se desee robar, es necesario tirar del lazo para atraer el objeto de lo contrario el objeto se quedara en su posición actual hasta que sea atraído, el usuario puede generar un máximo de diez lazos uno por cada dedo permitiéndole robar como máximo diez objetos al mismo tiempo

El tamaño, dimensión o peso del objeto a robar no tienen un límite pudiéndose robar cualquier objeto, la única peculiaridad que diferencia robar un objeto grande de uno pequeño es que a mayor sea el tamaño, dimensión o peso se deben usar más lazos o en su defecto usar uno solo más grueso al normal