Vuelo al Corazón.

Descargo: Ni Glee ni sus personajes me pertenecen, cualquier coincidencia con la realidad es casualidad. Esta es una historia ficticia.


Capitulo 1.

Con un click, el sonido de la cafetera daba el Ok de un exquisito expreso ya listo, el aroma de la cafeína inundaba toda la habitación, la luz entraba por los enormes ventanales con madera color caoba y se podía sentir las olas romper cerca. Una piel blanca y unos cabellos rubios se movían entre las sabanas de algodón color negro, mientras las piernas de una morena la zafaban, unas uñas de color rojo apretaban cada cuadradito de su abdomen. La rubia comenzó lentamente abrir sus ojos, buscando su reloj rápidamente se dio cuenta que se había quedado dormida para el vuelo matutino que tenía ese sábado post fiesta.

-Dios!-grito de un salto cayéndose de la cama

-¿Quinn qué pasa?- dijo una voz de una adormilada adormilada morena que no tenia intenciones de dejar aquella cama.

-Hey… este…yo..- balbuceaba la rubia

-Vanessa, me llamo Vanessa ¿ya no recuerdas?-dijo la chica molesta zafándose de las sabanas

-Claro claro lo recordaba es solo que..- dijo incomoda la rubia mirando hacia la puerta con gesto de invitación a dejar su cabaña.

-No es necesario que lo digas, suficiente humillación- dijo la morena recogiendo su ropa del suelo- me advirtieron que eras así, pero no quise creerlo. Adiós Quinn- dijo dando un portazo y saliendo de la cabaña

-Dios.. Quinn Fabray tú y tu problemas de recordar nombres!- dijo suspirando mirando la habitación- mmm ¿Que iba hacer…? Ha si café!- dijo dirigiéndose a su moderna cocina

En aquel momento suenan fuertes e insistentes golpes en la puerta, esa no podía ser nadie mas que …

-Ya voy…!- grito tomándose la cabeza, el dolor era insoportable

-¿Qué diablos haces Fabray? George me está llamando como loco desde recepción, avisándome que nuestra mejor piloto aun no llega para el viaje a Nesau que fue organizado hace 2 semanas, todos te están esperando. ¿Como crees que cuidare tu trabajo si sigues así?- dijo molesta tachonando el suelo

-Santana, puedes dejar de gritar.. Mi cabeza se me parte.- pedía Quinn hablando más despacio de lo normal y sobando sus sienes.

-Estúpida, estoy hablando con el tono normal, pero seguramente tus estas con una gran resaca después de beberte todo anoche en la fiesta de los turistas del hotel.

-Basta Santana, no eres mi jefa..-decía Quinn sirviendo dos tazas de café

Santana rodó los ojos. Y marco un número de teléfono desde su celular.

-George, si.. Se sentía mal, al parecer algo le hizo mal al estomago así que recién se está preparando.. Si.. Si no te preocupes, dile que les daremos como atención un paseo gratis en la isla mañana por la mañana. Vale adiós.

-En 20 minutos Fabray, te esperan todas esas personas en recepción.. ¿Te das cuenta en lo que me puedes meter? No soy tu jefa pero si soy coordinadora de este hotel y jefa en recursos humanos.

-Pues no hagas nada mas.. Muy simple. – dijo la rubia mientras se metía en la ducha seguida por su amiga.

Santana se dio cuenta que había un brasier tirado en el suelo.

-¿Otra conquista rápida anoche?

-Ya me conoces.. ¿de qué tanto te espantas?- le sonrió la rubia con indicios de superioridad.

-Me espanto.. Claro que me espanto Quinn, ha pasado un año ya! Un año y tú sigues igual.. ¿Esa es tu forma de superar las cosas?- dijo su amiga molesta

A Quinn de un momento a otro se le cambio la cara.

-Vaya.. ¿en que momento te volviste Psicóloga?- se mofo- No hables de lo que no sabes Lopez

-¿Que no se..? Quien ha sido la que ha estado contigo. Dime. ¿Quienes decidieron venirse a vivir acá y alejarnos de todo..? Fui yo quien te trajo, sé que es difícil.. Pero..

-Pero nada, cállate. Soy así- dijo cortando sus palabras, el mismo tema repetitivo dentro del último año.

-Eso es lo peor Quinn.. Tu no eras así, ahora solo te dedicas acostarte con chicas por una noche e irte de fiesta, beber hasta perder la conciencia, esa es tu vida ideal.. sexo de una noche

-¿Y que quieres que busque, el amor?- rio

-¿Podría ser no? Darte una oportunidad, una de verdad.

-Estamos en las islas Bahamas Santana, está repleto de playas paradisíacas y soy piloto de aviones, las mujeres vienen y se van, buscan difeversión, las chicas vienen a mí que quieres que haga? Además aquí nunca encontrare amor y tampoco es que quiera encontrarlo...ya sabes muy bien todo. El amor no existe, es una maldita ilusión romántica de los libros medievales.

-Vale.. Vale, no tendré nuevamente esta conversación… te pones pesada, hace lo que quieras Quinn..- dijo la latina saliendo del baño

-Sabes que te adoro- grito Quinn sacando su cabeza por la cortina del baño

-Te quedan 10 minutos Fabray, más vale que no me dejes mal-grito su amiga cerrando la puerta de su cabaña.

Quinn Fabray y Santana Lopez eran amigas desde la preparatoria, ambas entraron a estudiar turismo y se volvieron amigas inseparabables, Santana era como la otra hermana de Quinn y tanto Rusell como Judy la adoraban, al igual que Quinn era como la otra hija de los lopez, tanto Gloria como Pedro Lopez la adoraban. Después de terminar la carrera de turismo, Santana se especializo en administración hotelera mientras que Quinn pensó que no estaba hecha para el encierro por lo que se capacito en deportes extremos para posteriormente aprender a pilotear aviones.

Después de trabajar unos años en Miami y luego de algunos eventos desafortunados para Quinn, Santana acepto una oferta de trabajo en las paradisíacas islas de las Bahamas, insistiéndole a Quinn que sería lo mejor para recuperarse, se fueron a probar suerte al Grand Bahamas Hotel. Ahí la latina se desempeñaba como administradora y jefa de recursos humanos, mientras que Quinn trabajaba piloteando aviones, unicamente con su CharlyF, haciendo vuelos turísticos a los huéspedes.

Sabia que Santana se preocupaba, que siempre había estado con ella, pero era tarde… ni San ni nadie podía ayudarla.

Quinn tomo unos jeans ajustados, su casaca de cuero con cuello de chiporro y sus aviadores Ray Ban verdosos.

-Lista, allá vamos.- dijo mirándose al espejo.

Las Bahamas es una isla paradisíaca en el Océano Atlántico, que está compuesta por muchas islas pequeñas, esta colindando con Miami, tiene como capital Nassau y goza de clima privilegiado, existiendo muchas actividades acuáticas y de todo tipo para los turistas, las Bahamas se volvió uno de los destinos mas solicitados en todo el mundo. El Grand Bahamas hotel, era el complejo hotelero más grande de las islas, sus dueños eran millonarios y pronto harían un cambio en quien dirigía los hoteles.

-¿Srta Fabray, como se encuentra?

-Mejor George, no te preocupes- dijo sonriéndole mientras leía el itinerario del día.

-Bien, allá están esperando sus pasajeros y CharlyF está listo como lo pidió, recuerde que a las 15.00 hrs tiene otro vuelo Srta Fabray.

-¿Otro? ¿Y qué sucedió con Puck? A él le tocaba.- dijo bajando sus lentes de sol

-Al parecer lo enviarían a otro vuelo, por lo que Ud deberá hacerlo, la señorita Lopez me aviso temprano, dijo que Ud no tendría problema después de lo que habían hablado esta mañana.

Quinn rodaba los ojos, así era recibir favores y salvadas de trasero por parte de Santana.

-No hay problema, ahí estaré- dijo guiñando su ojo.

Después de recorrer el resto del hotel, llego hasta el aeródromo donde la esperaba el grupo de pasajeros.

-Quinn, finalmente llegas- dijo una guapa chica nerviosa

Jessica era una de las encargadas de los tours que entregaba el hotel, una chica muy dulce que hace unos meses se había unido al staff del Grand Bahamas. Blanca de cabello oscuro y curvas peligrosas, siempre había estado en la mira de la rubia por mas que lo intentaba, siempre recibía negativas de respuesta.

-¿Pues lo dudabas?- decía dándole un beso en la mejilla y solo por unos segundos Jessica se sonrojo y sonrió.

-No claro que no.. es solo que tenemos este tour y a las 3 nuevamente hacer otro.

-Pues no hay problema Jess, lo tengo controlado- dijo poniéndose sus Ray ban y acomodándose la casaca de cuero.

-Bien señoras y señores, ella es Quinn Fabray la piloto del hotel, ella se encargara de llevarnos a la isla Berry, será un vuelo tranquilo así que dedíquense a contemplar el paisaje.

-Señorita, suba- le dijo Quinn tomándola del brazo- tu iras conmigo aquí adelante-le guiño el ojo.

Después de dar inicio a los motores de la avioneta y ponerse los audífonos controles, la rubia inicio el despegue junto a Jessica a su lado, mientras los turistas tomaban muchas fotos del océano.

-¿Y qué tal has estado?- le preguntaba Quinn a Jessica cuando ya estaba mas estable el vuelo.

-¿Muy bien..y tú?

-Bien también.- le sonreía Quinn- no te vi anoche en la fiesta del hotel.

-Pues no soy mucho de ir a esas fiestas Quinn… aunque veo que a ti te gustan mucho.-dijo algo nerviosa

-¿Claro por qué no? Hay que divertirse Jess.. Eres una chica joven, ¿qué edad tienes?

-¿26 y tu?

-29 vez, no nos llevamos por tanto- le sonrió

-Bueno, el ser joven no quiere decir que siempre tenga ir a esas fiestas como tu- miro por la ventana

-Bueno yo no soy tan joven y me gustan muchísimo igual, serviría para que conozcas gente.- dijo acomodando sus audífonos

-Si.. Puede ser, conozco a pocas personas en la isla.- le sonrió Jess nerviosa.

-¿Cuando me dirás que si a una salida..?-pregunto la rubia con aquella sonrisa que despertaba hasta a los muertos

-Algún día Fabray..- sonrió respondiendo levemente el coqueto, lo cierto es que a Jess si le gustaba mucho Quinn, pero siempre la veía con chicas distintas y eso era lo que la detenía. El miedo a sufrir.

El viaje hasta la isla Berry fue tranquilo, sin novedad en el vuelo, llegando a los lugares Quinn solo se quedaba esperando el término del tour o muchas veces si era con Jess le gustaba acompañarla mientras enseñaba los lugares más importantes de la isla. No sabía pero esa chica tímida le llamaba la atención, le gustaba estar con ella y por más que siempre la invitaba a salir, ella siempre le decía que no. Quizás era lo mejor, aquella chica parecía tener buenos sentimientos… y ella.. Ella era un caso perdido que solo buscaba aventuras para olvidar…

Horas mas tarde regresaban a las Bahamas, después del tour por la isla Berry.

-¿Que tal el vuelo?-preguntaba Santana que se acercaba a ellas con un costoso traje ceñido al cuerpo.

-Pues muy bien, con Jess es imposible que sea malo- sonrió Quinn

Santana solo rodó los ojos, viendo como Jess no sabía donde meterse ante la cantidad de cumplidos por parte de Quinn.

-No le hagas caso Jess ella es así.- le dio un apretón- Bueno Fabray, entonces ya sabes que a las 15:00 hrs tienes un vuelo Nassau.

-Si algo supe, ¿al menos me dejaras almorzar no?

-Es tu trabajo, sabes bien que acá hay 3 pilotos, tu, Puck que lo envié a otra parte y Sam.. pero tu eres aclamada y solicitada por los turistas.

-Vale vale..

-Otra cosa Quinn, mañana o pasado llegaran los dueños del hotel, al parecer a ver cómo va el negocio y quizá hacer reestructuraciones, así que te pediré que te comportes

-¿Cuando no lo he hecho?-sonrió malévola

-Necesito que estés aquí y sin resaca ¿si? Y puede que te necesite para algún vuelo con el dueño. -Te veo más tarde Quinn- se despidió Santana.

-Como digas jefa- dijo la rubia despidiéndose con un gesto y volviendo a su cabaña

En la isla existían muchos lugares donde esconderte, el problema era que Santana los conocía todos, era difícil a veces poder alejarse del medio, aun estando en una isla en medio del Océano, a veces no tenía toda la paz que quería.

El vuelo había sido tranquilo y había cumplido con el encargo de Santana, era hora de una merecida ducha y quizás un paseo por el bar del hotel, siempre había posibilidad de que salte algo.

En el camino, se revolvió el cabello y acomodo su chaqueta, no necesitaba nada mas, pero lo que se encontró no lo esperaba. Jessica se encontraba cenando sola en el restaurante del hotel, Quinn pudo notar un gesto melancólico

-Hey..

Jess cambio su gesto rápidamente y se giro.

-Quinn.. ¿Qué haces aquí?

-Trabajo aquí.- le sonrió –¿Que sucede jess?-no pudo evitar y pregunto

-Cosas… no creo que te interese Quinn, mira hay muchas chicas que te miran como si fueses un trozo de carne.. Puedes ir, no hay problema- dijo dándole un sorbo a su copa de vino y obligándose a sonreir

-Si no te importa…- dijo corriendo una silla para ella y llamando al mesero- te acompañare en la cena, si no es molestia claro?-dijo mirándola con esos hermosos ojos verdes.

-Cla..cla claro que no, me vendría bien algo de compañía- dijo sonrojada

-Bien, pues cenemos.. y si quieres.. Mas rato, me cuentas. Si no, está bien también- sonrió Quinn

Sin pensarlo ninguna de las dos la velada fue agradable, terminaron caminando por la playa y contándose anécdotas de cuando eran pequeñas y Quinn explicándole su excéntrica relación de amistad con Santana.

-Entonces se conocen desde siempre…- afirmaba Jess que llevaba sus tacones en las manos para ir descalza por el mar

-Bueno se podría decir que si, además nuestros padres son muy amigos. Somos todos una familia muy grande.-le contestaba Quinn

-¿A que se dedican tus padres Quinn?

-Bueno tienen una empresa de turismo extremo, no por nada me apasiona esto.. y bueno Papá también pilotea avionetas como yo- sonrió formando margaritas en sus mejillas, le llegaba de pleno el reflejo de la luna de un cielo espectacular.

-Debe ser muy entretenido que todos se dediquen a lo mismo-se rió Jess- Pero tengo una duda…

-Tu dirás…-se detuvo la rubia en su caminar y la miro.

-¿Porque te viniste a trabajar hasta acá, en medio del océano cuando tenias todo en Miami?

Esa pregunta Quinn no se la esperaba, le cayó como balde de agua fría a pesar de la sensación térmica de ese momento. Jess hablaba poco, eso la perturbaba a veces pero en aquel minuto hubiese preferido sus escuetas palabras.

-Mmmhhmm-carraspeo incomoda la rubia- creo que será mejor que nos vayamos, mañana madrugamos ambas.- dijo comenzando a volver al hotel, no se había dado cuenta lo que se habían alejado tanto.

Jess la miro extrañada y rápidamente le alcanzó los pasos.

-Vaya.. Creo que encontré el punto débil de Quinn Fabray. Desde que te conozco, nunca te había visto tan incómoda con una pregunta.- le dijo mirándola a los ojos. De un momento a otro toda la timidez de Jess se convirtió en curiosidad, teniendo un ataque de valentía.

-¿No es que hayamos hablado mucho no?.. ¿No recuerdas que siempre me evitabas?- dijo la joven piloto acercando su cuerpo más de lo normal hacia Jess. Con aquella distancia era fácil reconocer sus ritmos de respiración.

A pesar de su incomodidad, Jess no se alejo y la enfrento.

-¿Tan difícil es responder Quinn? ¿Por qué una persona con tanta energía y que vuela como tu, quiso alejarse de todo viniéndose a pilotear aviones en la mitad del océano Atlántico?

Quinn aunque estaba impresionada por la voz de la otra interlocutora, se acerco más y le respondió.

-Pues hasta los que volamos más alto, también podemos tener alas rotas. Esta isla me da lo que necesito.- Dijo nuevamente comenzando el paso lento.

-¿Sexo ocasional, comida y dormir? Eso lo tendrías en cualquier parte.- dijo su acompañante ladeando la cabeza y parándose frente a ella, se había convertido en un juego de dimes y te diré.

Quinn rió, era verdad en cierta forma Jessica algo tenia de razón pero realmente no tenia idea.-No Jess… sólo libertad y sanar..


Vuelvo con mi nueva historia, esa que les comente que tenia en mente. Espero me hayan extrañado, yo si.. la inspiración solo llega y ahora plum! llego.

La Actualización será según pueda, eso si siempre tratare de que mantengan el hilo de la historia.

Vuelo al Corazón desde ya aclaro que es una historia de Romance, drama y aventura. Se desarrolla en una isla que es las Bahamas.

El personaje de Jess es la actriz: Lucy Hale.

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Kisses