SECRETOS DE AMANTES
Por Itsaso Adhara
Este fic participa en el segundo reto de The Game is On del foro I´m Sherlocked.
Nota: Es mi segunda participación. Es un fic independiente, pero si quieren pueden tomarlo como la segunda parte del fic "El juego de la botella", recientemente publicado.
Como siempre gracias a Gudea por betear el capítulo; nena eres un sol.
"¡Larga vida y prosperidad al Imperio de Scotland Yard!"
—Sherlock, no puedes estar hablando en serio.
—Por supuesto que sí, querido John, por supuesto que sí…
—…
—No tienes nada que temer, mi querido John, para comenzar podemos ir lentamente, pero… es mejor si lo hacemos en un solo movimiento.
—No estoy tan seguro Sherlock, eso dolería mucho.
—¡Oh, vamos!, ¿dónde está tu valentía? Eres un soldado John, se supone que a pocas cosas le tienes miedo.
—No es que tenga miedo, sólo que de verdad quiero disfrutarlo y si lo hacemos así, podría dolerme, incluso me lastimaría.
—No lo hará, te lo aseguro, todo ha sido completamente calculado. Grosor, grado de elasticidad, profundidad y fuerza. Nada podría salir mal.
—…
—¿Entonces John? ¿Lo hacemos?
—…
—…
—De acuerdo, pero al primer momento que se sienta incómodo lo detenemos, ¿está bien?
—Me parece bien, John, jamás haría nada en contra de tus deseos.
—¡Ah!… Sherlock, despacio.
—Estoy yendo despacio…
—No, Sherlock, muévete un poco más a la izquierda… ¡Ah!, ¡sí, ahí!
—¡Perfecto, John!, tienes razón, ahí está perfecto… muévete tú también. ¡Sí!
—¡Sherlock!
—¡John!
—¡Sí, amor, más profundo! ¡Oh!
—…
—…
—Eso fue… no tengo palabras para describirlo Sherlock.
—¿Fantástico, revelador, exquisito, dulcemente decadente?
—¡Oh, cállate! ¡Jamás te volveré a contar ninguno de mis secretos!
—¿Por qué no? Si son de este tipo hasta podría animarme a compartirlos. La idea del dildo doble fue excelente.
—No, Sherlock, no me recuerdes que te conté esa fantasía, se supone que jamás debí hacerlo.
—Todo lo contrario moncher, fue lo mejor que pudiste haberme confesado. No deberías sonrojarte, somos una pareja y podemos hablar de todo, la confianza que debemos tenernos tiene que ser absoluta, si podemos confiar nuestras integridades físicas el uno al otro, más nuestros más oscuros secretos.
—¿Entonces… lo del trío, sería posible?
—…Quizás…
—De acuerdo, le avisaré a Mark… ¡Auch!... ¡Sherlock, eso dolió!
—¡Todos, menos Morstan!, ¡incluso aceptaría a Mycroft en nuestra cama! ¡Pero no a Morstan!
—Sherlock, no entiendo por qué no lo soportas.
—No lo soporto desde que estuvo a punto de casarse contigo.
—Eso fue hace tiempo ya, pensé que lo habías borrado de tu palacio mental.
—Créeme lo he intentado, pero está grabado sobre una de las paredes en bajo relieve.
—Está bien, pero tú te lo pierdes… ¡Oh, espera! ¡Apenas han pasado cinco minutos!
—Lo hago para evitar que pienses en alguien más que en mí.
—…¡Ah! ¡Sherlock!, ¡tú eres el único en mi mente!... ¡Suéltame! ¡No puedo tocarte libremente en esta posición!
—No importa, sólo siente John y más te vale que únicamente pienses en mí, porque de lo contrario… ¡ah!... Siempre, tenlo presente, haré todo lo posible para destruir a esa persona.
—¡Eres un maldito Otelo!
—Sí, lo soy, porque tú eres mi Desdémona. No se te olvide nunca John, eres mi Desdémona…
FIN