Notas iniciales: Este es mi primer fic, así que espero que les guste. No hay muchas advertencias para poner, solamente que Megumi me ayuda a escribir, cuando nos juntamos los sábados en la casa mía o en la suya a escribir. Así que es ella quien le pone onda y garra para que sea una de las mejores escritoras... ¡¡Gracias amiga!! Te re kiero un montón.

Dedicaciones: Por supuesto que va dedicado a Megumi Asakura!! I will rock you, bitch xD

El mejor campamento
-By Cherry Christina-

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Capítulo 1:
Nunca digas nunca

-¡QUÉ BIEN! -exclamó cuando le dijeron que el campamento no se iba a suspender por las lluvias de verano. ¡Había esperado tanto ese día! Ni siquiera lo había esperado tanto como el día en que llegase el primer beso entre ella y Lyserg. Amaba tanto a ese chico... Tanto, que sería capaz de matar por él.

-¿Contenta Pilika? -dijo él, neutralmente.

-¡Claro que sí, Lyserg! No te imaginas cuanto lo he esperado... -y se empezaba a perder entre sueños- Pero, ¡ya llegó!

-Qué suerte tienes tú al poder ir -y su sonrisa cambió- , porque yo no puedo.

-P-Pero... Lyserg... ¿C-Cómo... qué no puedes ir? -y el mundo se le fue abajo, como una torre de cartas.

-Lo siento, Pilika.

-Ah... No te preocupes...

-¿Sabías? Me dijeron que se hará un sorteo para ver quién va a estar con quién en cada habitación, y que habrán prendas, eso siempre y cuando los que salgan sean un chico y una chica. -tratando de animarla.

-¿En serio? -sin ningún interés dijo.

-¡Sí! Creo que las prendas son algo difíciles de cumplir. Puro romance.

Qué bien, lo que más quería hacer con él, lo tendría que hacer con algún desconocido, suficiente mala suerte había tenido, ¿no?

-¿De veras?

-Sí. Bien, Pilika, creo que ya es hora de irme. Ah! Creo que es una prenda por día. Pero si puedes hacer más, mejor. -y se alejó por el pequeño camino de tierra, que conducía a la fuente principal del parque en donde estaban.

-Nos vemos, Lyserg. -y le saludó.

-Nos vemos, Pilika-chan -y desapareció de la vista de ella.

"¿Quién habrá inventado esas prendas?" se preguntó.

Unos días después, el campamento dio inicio. Se irían a un campo de por ahí. En la escuela, antes de partir, hicieron el tan esperado sorteo. Una niña no más grande que Pilika, sacó un papelito de una urna y dijo:

-¡Usui Pilika!

Qué bien. La primera de todas. Debía pasar al frente y sacar otro papel. Le temblaba la mano, y no se cansaba de decir "Santa Madre, ¿quién me manda?". Deseaba con todo su corazón que saliese su gran amiga Anna, o por lo menos la más engreída del curso, Jeanne, pero no un chico. No señor. Saca un papel, y, al mirarlo, casi cae desmayada. Debía decir el nombre en voz alta:

-¡Tao... Tao Ren!

Hubo silencio total. Un chico de la misma edad que Pilika, unos dieciséis años, se paró. Todas las chicas empezaron a suspirar.

-Yo soy Tao Ren. -le dijo

-Encantada de conocerte, soy Usui Pilika. ¿Vamos a tomar el autobús? -tratando de no golpearlo ni de decirle un insulto.

-Está bien -y la tomó de la mano.

-¡Espera Pilika! -la niña le gritó- Toma, es para los siete días de campamento, son... las reglas, sabes a lo que me refiero, le dijo entre dientes y le entregó un pequeño papel escrito en rojo.

-Eh... sí, claro.

Creo que Pilika estaba yendo contra sus principios, bah, el más importante de todos sus principios: Ser una persona hipócrita. Estaba tratando de ser amable, dulce y atenta con el tal Tao Ren, pero no se podía dejar de darse bofetadas mentalmente. ¡Esto no era real! Pobre Pilika. Demasiada mala suerte había tenido en un día, ¿no?. Y ella que pensaba que sería mucha casualidad que pasara esto...

Tao Ren parecía ser una persona muy buena, cariñosa, pero con un gran defecto: odioso. Ja, ese tipo de personas eran las que Pilika odiaba. Lyserg había atrapado su corazón, ya que no era odioso (pero al fin de cuentas, tan sólo un poco). A este chico, en cambio, se le notaba en sus grandes ojos dorado oro lo mucho que había hecho renegar a su madre, o a su padre. La pobre de Pilika, ¡qué mala suerte!

"Debo estar loca como para aceptar estar con alguien así" -pensó ella cuando subieron al autobús.

-No lo estás. -con total seguridad le dijo Tao- Además, si lo estuvieras, no te harías esa pregunta ¿no?. -se ve que el tipo tenía un aire de filósofo, o de psicólogo, en fin, de un loco TO-TAL.

-¿Cómo diablos... adivinaste lo que estaba pensando? -le preguntó sorprendida.

-No te importaría -soltó una sonrisa. Wow. Ahora entendió el porqué de tantos suspiros cuando dijo su nombre en el sorteo. Su sonrisa era maravillosa: una curva perfecta la doblaba. Sus labios parecían terciopelo, o seda, quién sabe, sólo la persona que los ha besado lo debe saber. Pero parecían intactos.

"Nunca digas nunca, Pilika. Llegará ese día" -lo pensó sin dudarlo.

-¡Eso es cierto! -la sorprendió Tao.

-Tao!!! ¡Deja ya de sorprender-!

-Ren -la interrumpió.

-Está bien. Ren, ¿podrías dejar de sorprenderme?

-Mmm... Si tú no me sorprendes con tus pensamientos, vale.

-Bien, vale, vale.

¡Ustedes no se imaginan cuánto lo odiaba! Odiaba a las personas así. Lo odiaba porque no era de su tipo. …l, era extravagante, presumido, agrandado, pero en el fondo era un buen niño. Ella lo sabía. Durante todo el viaje lo estuvo pensando. …l estaba sentado al lado de Pilika. Se había dormido. Pensó que él no le podría adivinar sus pensamientos, así que pensó en él. Mucho. Se sorprendió cuando su cabeza chocó con su hombro, y ahí se quedó. Pilika no hizo no dijo nada, por miedo a despertarlo.

-Tao... ¡Hey! ¡Despierta ya, Tao! -dulce voz le sonó en sus oídos.

-¿Mmm? -voz dormida

-¡Qué te levantes! -en un tono más fuerte le dijo.

-¿Por qué? -semidormido le dijo a Pilika.

-Oh... ¡Porque ya llegamos, grandísimo idiota! -le gritó.

-¿De veras? -en burla.

-No, por eso te pido que te levantes, ¿¡Para qué más!?

-Se sentía bien estar a tu lado.

Vaya. No se lo esperaba. Lo agarró de un brazo y salieron del autobús. Bajaron hasta la puerta de una gran cabaña. Los atendió la recepcionista. Era un ambiente cálido.

-Bienvenidos a nuestra cabaña. ¿Serían tan amables de decirme sus nombres? -les preguntó.

-Yo soy Usui Pilika -y la recepcionista tecleó su nombre.

-Tao Ren -y lo hizo de nuevo.

-Bien, según estos datos, estarán en la habitación catorce del primer piso. Pueden ir por las escaleras.

-Muchas gracias, señorita. -le respondió Tao.

Subieron hasta la habitación catorce. Abrieron la puerta, y se toparon con una bella habitación de dos camas de una plaza cada una, un amplio balcón en frente de las mismas y a la derecha, los armarios y el baño, con una bella puerta de madera.

-¡Qué hermosa es! -exclamó Pilika.

-Sí, es muy bonita. -dijo Ren.

-Yo me instalaré en la cama más cercana a la puerta de salida y tú a la del balcón, ¿sí? -dijo Pilika.

-Me da lo mismo.

Mientras Pilika guardaba su ropa en uno de los dos armarios, le preguntó:

-Y dime, Asakura, ¿cuántos años tienes?

-Diecisiete, ¿y tú?

-Yo también tengo diecisiete. -y luego hubo silencio.

-¿Eso era todo lo que querías saber? -preguntó sorprendido.

-Sí, ¿algún problema? -voz desafiante

-N-No, ninguno. -se ve que la voz de ella le había dado miedo.

Éll estaba recostado en su cama, y ella estaba leyendo un libro. Una suave brisa rozó la cara de Pilika, y ésta quedó dormida. Ren la contemplaba.

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Notas de la autora:

Primer capítulo del fic. Espero que les haya gustado!!!!!! n.n

Esto, paso a paso, se pondrá más interesante. Trataré de actualizar lo más rápido posible, pero la escuela me está matando, creo que a Megumi le pasa lo mismo. Es algo complicado, pero ya me las arreglare n.n

Por cierto al ser mi primer fic quisera que me dejaran muchos reviews... Se los agradeceria!! )

Perdonen si hay errores de ortografía )

Saluditos!!!!!!!