Harry miraba impaciente su reloj comenzando a enojarse , impaciente golpeaba la mesa débilmente y miraba su taza de cafe vacía . El clima era más frio de lo normal, no había dejado de llover en días ; tantos que ya ni si quiera recordaba la última vez que había visto el sol.
Las cosas habían pasado muy rápido; o quizás., en realidad, muy lento; debido a la agonía que había sentido en los últimos días, esa impaciencia frustración.
Pero tan solo verla a ella se sentía vivo, pero ese mismo era el problema… que ya casi nunca la veía. . se había vuelto extraño que tan solo le contestara algún mensaje. Cada vez que veía alguna lechuza llegar o incluso pasar se emocionaba y sonreía, sintiendo como su corazón latía con fuerza. Esperando que fuera algún mensaje de ella. A veces lo era, algunas palabras cortas. pero que lo llenaban de vida, lo devolvían a la vida lo suficiente como para poder aguantar una horas o días más sin ella, sin sus palabras.
Ni si quiera sabia como el mismos se había reducido a conformarse a sobrevivir con la migajas que ella le lanzaba. Esas palabras tan pequeñas, pero tan preciadas para el. Por eso mismo había esperado más de una hora en esa mesa , sin si quiera atreverse a ir al baño, sin moverse de su lugar con temor de que ella llegara y no lo encontrara ; debido a una mala coincidencia… a una mala jugada del destino… como muchas otras que anterior mente ya habían causado tanto daño. O al menos así lo consideraba Harry.
Un suspiro y al fin , después de casi 30 minutos más de espera volvió a escuchar abrirse de nuevo la puerta del pequeño y humilde pub donde estaba. Miro algo esperanzado, conteniendo el aire y entonces la vio entrando su melena roja alborotada y mojada, varios mechones le caían sobre ea cara mojándole todo el rostro y parte de la ropa.
Entró con dificultad cerrando un paraguas con desesperación. Su mirada chocolate recorrió el pub hasta que se detuvo justo para encontrarse con la mirada verde de Harry . Quien no logro esconder una sonrisa logrando solo una mueca algo graciosa. o eso creyó al ver la sonrisa con un toque burlón que soltó Ginny Weasley, mientras se dirigía hasta donde estaba el.
Pretendía estar enojado con ella. Haberlo hecho esperar más de u a hora...pero quizás en realidad estaba enojado con el mismo por el simple hecho de dejarse tratar así, de haberla esperado y saber, incluso, que la hubiera esperado tres horas más sin moverse de su asiento… a ella… solamente a ella.
-Lamento mucho la demora, Harry- saludo Ginny acercándose a el e inclinándose para darle un beso. Justo antes de que sus labios se tocaran ella se detuvo en seco y con una sonrisa algo triste giro un poco el rostro para que sus labios terminaran simplemente en la mejilla sin asurar de el.
- ¿Por qué tardaste? - pregunto Harry aun pretendiendo estar enojado. Esperando que su frialdad la lastimara aunque fuer aun poco.
Comenzaba a odiarla de tanto que la amaba. O eso le decía su mente a contra parte de sU corazón… se sentía confundido.
-Lo siento, Harry- respondió Ginny pareciendo si quiera notar el enojo de el- se me hizo un poco tarde después del entrenamiento nos invitaron A las chicas y a mí a comer un poco ; desojes de todo el esfuerzo...
-No nos hemos visto en semanas y cuando por fin te dignas a darme unos minutos de tu tan ocupado tiempo...
-Basta, Harry, ya te he pedido perdón - Ginny lo miro arrepentida. Al menos era sincera
Harry bajo la mirada con tristeza. Sabía que se merecía ese trato, el mismo se lo había buscado y a pulso y, quizás también era por eso que lo soportaba o más que eso , es que aun tenia esperanzas de seguir viéndola, de terminar formando hasta una familia con ella. Pero todo era cada vez más difícil, más duro y, no servía mucho de ánimo. Sentía que comenzaba a caer en la negación .
-¿Para que me citaste. Ginny...?- Harry miro a Ginny dejando escapar un suspiro
-Antes que nada déjame irme a secar, siento que mi ropas pesa una tonelada- Ginny se levantó dirigiéndose al baño. Harry pudo ver como sacaba y escondía su varita rápidamente.
Sonrió mientras volva a ver su taza vacía .
No tardo mucho, apenas uno minutos o quizás menos cuando ya estaba sentada frente a el, dándole una sonrisa triste. .
-Harry...-comenzó algo titubeante.
-¿Desea ordenar algo?- se había acercado un mesero con una libreta .
-Oh...si… si… lo mismo que el, por favor -señalo Ginny a Harry. El mesero cerró su libreta y se fue con un aire impaciente.
-Nunca me gustaron mucho estos lugares muggles...pero sabes que ...-
-Es necesario y es la única manera de vernos estando seguros… sin sospechas... lo se lo se lo se. -la interrumpió Harry con un suspiro de impaciencia. Desde aquel día todos sus encuentros eran iguales...de la misma manera, comenzaban en algún lugar muggle...y terminaban en...
-Harry- volvió a empezar Ginny
-Dime-respondió Harry algo desesperado. La curiosidad comenzaba a poder más que el.
-Yo...- Ginny titubeaba mucho. Se limitó aponer su mano izquierda sobre la mesa dejando ver un gran anillo de oro con un enorme diamante, puesto en su dedo anular. Harry palideció.
-Harry... no podemos seguir viéndonos...al menos no como...lo hemos acostumbrado. a partir de ahora...solo será como amigos...hermanos. lo que éramos antes de ...todo...
Harry no respondió, solo miraba el anillo con odio
-Harry...- insistió Ginny algo asustada- me voy a casar...
-tu...- estallo Harry después de varios minutos. - tu...
-Un cafe y un sándwich de pavo- había vuelto a interrumpir el mesero dejando la taza y el plato enfrente de Ginny. - ¿algo más?
- no. gracias. - dijo secamente Ginny
El mesero se alejó sin decir nada, dirigiéndose hacia otra mesa con un aire algo bonachón donde se encontraban varias mujeres riendo.
-Tenias… hambre, creí qué solo sería el café- murmuro Ginny haciendo a un lado el sándwich y acercando la taza de café.
- Debía de comer… ya que tu te habías largado con tus amiguitas... y claro seguro algunos amigos... me dio hambre… yo te espere…puntual.
-Cuida lo que insinúas- lo reto Ginny sintiendo de golpe la indirecta de Harry. Era evidente.
- Slo digo la cruda realidad, no me gusta maquillar las cosas como a ti.
-Harry...ya basta… por favor.- Ginny trataba de calmarse- simplemente... vine para que todo quedara en paz y claro entre nosotros
- No no no…. me dejas esperando y vienes como si nada decirme que ya te casas con ese…. si! Muy bien ya vas a ser su esclava una lavadora que con tan solo un botón abre las piernas y lava la ropa al mismo tiempo!
Ginny lo miraba confundida-¿una lavadora? - su mirada comenzaba a llenarse de odio, pero sin dejar de lado ese toque de confusión- ¡no te permito que me hables así. Potter! con tus aparatos muggles... y mucho menos que me llames...
-puta...?- completo Harry escupiendo la palabra con rencor. Tan solo recibió una gran cachetada como respuesta. Logró ver como Ginny se contenía de sacar su varita.
-es todo...me voy.-
Ginny tomo sus cosas y salió rápidamente del local hacia la fría lluvia.
Harry bajo la mirada vio la varita y el bolso de Ginny; los había olvidado. los tomo con melancolía y comenzó a tratar de recordar; entre todos sus errores, cual había sido el peor… el que había desencadenado este dolor.
Contemplo la varita de Ginny y con una sonrisa amarga comenzó a recordar...
