Declaimer: los personajes de Kuroshitsuji no son míos, son obra de Yana Toboso.

Hola holaa, llegue con una linda historia de Kuroshitsuji, mi anime predilecto en este momento *-* se me ocurrió en un ataque de inspiración, sin mas que decir los dejo leer tranquilos :DD

Pequeña anotación que me olvide: la historia esta narrada por Lizzy (Elizabeth) ahora si sigan la lecturaa .

Wilted Flower

Baje con cuidado del carruaje, me detuve un momento frente a los rosedales que decoraban la mansión Phantomhive, estaban cuidadosamente podados y tenían aquellas rosas blancas y delicadas que tanto le gustaban. Extrañaba demasiado aquel hermoso paisaje que me brindaba la mañana de Londres, la brisa fresca de primavera que inundaba mi alma con su embriagadora fragancia. Ni siquiera los viñedos de Francia se comparaban con esto, luego de estar casi un año en el extranjero, tuve que volver, tenia la necesidad de ver su fino rostro otra vez.

Llame la entrada principal con cautela, recordaba aun las reprimendas que me hacia al entrar sin haber avisado, la gigantesca puerta se abrió y ante ella apareció ese cuervo, el mayordomo más perfecto que pueda existir: Sebastian Michaels. Lo mire con recelo, volví a mi postura inocente e infantil de siempre, noto mi cambio de humor, no lo menciono por cortesía.

-Lady Elizabeth, ¿vino a ver al joven amo?- sonrió falsamente, nunca le agrado mi visita en la mansión.

-Claro Sebas-chan ¿podrías decirle que venga a mi encuentro?- sonreí, la sola idea de intercambiar palabras ya me emocionaba, después de tanto tiempo vería a mi amado prometido.

-Enseguida, ¿desearía tomar algo?- no estaba de humor para competir con el, solo me limite a entrar a la mansión y mirar los diferentes cuadros y objetos extravagantes que se encontraban adornando la morada.

-Sírvenos a ambos un té earl grey acompañado con trifle en el jardín por favor- no tuve el valor de mirarlo, esa mirada solo me aterraba mas, ese mayordomo, tan oscuro y cerrado, salido del infierno.

Recorrí la mansión en busca de Meirin, Finny y Bard, me pareció extraño el abrumador silencio que cubría la residencia. Suspire derrotada, luego preguntaría por la presencia de ellos tres, volví al jardín, corriendo hacia los hermosos rosedales, me acomode en el césped y contemple nuevamente esas exquisitas flores, con cuidado de no lastimarme, arranque una pequeña rosa, parecía que se estaba marchitando, por esa estática no encajaba con las demás, gracias a eso me recordaba a el .

-Elizabeth, tiempo sin verte- su voz fluyo por la brisa, un pequeño temblor recorrió mi espalda al ver su sombra en los arbustos, me levante con tranquilidad y escondí la flor cortada.

-¡Cieel!- no pude reprimir mis ganas de abrazarlo, después de todo, siempre había sido así nuestra relación, claro que solo yo participaba.

-Por favor, compórtate- siempre mantenía su postura rígida, inquebrantable. Tuve que alejarme repentinamente porque había llegado esa imborrable sombra que lo seguía.

-El té ya esta listo- me dirigió su fría mirada, siempre protegiéndolo de cualquiera que se atreva a interferir en aquel entorno, digo solo de ellos, alejados de todos. Fui campante a la pequeña mesa de cristal que se encontraba oculta dentro del enorme jardín, sobre ella estaba la merienda servida en vajilla de porcelana china. Nos sentamos enfrentados, no sabia como apaciguar esa tensión que se hallaba entre nosotros, observe la bebida que se encontraba frente a mi, di un par de sorbos y probé el trifle, amaba las cosas dulces, pero no era el momento adecuado, comencé a hablarle sobre mi viaje al continente, esos hermosos lugares que visite, pero parecía que conversaba sola, porque el ignoraba mi presencia.

-Ciel, quisiera hablar seriamente sobre nuestro futuro casamiento…- me detuve un momento, había logrado llamar su atención y la del oscuro mayordomo.

-Si no es molestia, ¿podrías pedirle a Sebas-chan que nos deje a solas?- con un movimiento de cabeza le dio a entender el mensaje, retirándose al interior de la mansión.

La fija mirada azulina me ponía nerviosa, pero recordé a que vine, no era por mi, era por su bien, esa era mi intención, ayudarlo.

-He cancelado esta mañana nuestro compromiso- su expresión era casi igual, solo un extraño brillo había cambiado en sus ojos, no sabia si había entendido mis acciones, pero ya no había vuelta atrás.

-¿Q-que dices?- era peculiar contemplar esa muestra de incredulidad en una persona que era sínica, calculadora e inmutable como él, al parecer no le eran del todo indiferentes mis acciones, pero eso acabaría hoy.

-Yo te amo, Ciel…- mi voz comenzaba a temblar, requería toda mi fuerza de voluntad el terminar esta deplorable declaración –pero, no quiero atarte a mí cuando sé que tu corazón nunca me aceptara- el trataba de entender la razón detrás de mis simples palabras, aun necesitaba decirle más.

-Lo único que pido a cambio de esta acción, es tu felicidad- una muestra de gracia apareció en su bella cara, sabia que esa simple idea le era divertida, no tenia esperanzas sobre si mismo.

- Podrás lograrlo solo si te abres a la persona que amas- no pensó que yo conocería sobre los sentimientos que tenia, los que todavía se negaba.

-Lamento decirte que te confundes, yo no soy capaz de amar- su voz sonaba quebrada, triste. No iba a renunciar para que el siga como hasta ahora.

-Sé que te desvives por Sebastian, no me lo niegues- un pequeño rubor carmín se poso en sus pómulos, corrió la mirada a un costado, era la primera vez que lo veía avergonzado.

-No tiene importancia, mis estúpidos sentimientos no son correspondidos- volvió aquella mirada oscura, triste y solitaria que lo acomplejaba todos los días.

-Si fuera así no te cuidaría con tanto empeño cada día, ni se pondría celoso cuando te visito- sonreí irónicamente, podría servirle de algo a mi amado, pero algo me lo impedía, sentía una fuerte opresión en mi pecho y un nudo en la garganta, los cuales no me dejaban seguir tan fácilmente.

-Yo solo deseo ver tu sonrisa antes de volver a Paris, no te desanimes por favor, sé que te ama- no pude evitar mi patético llanto, había colapsado, todos mis sentimientos se agolpaban en mi corazón sin dejarme continuar. La cálida mano del conde seco los rastros de llanto que había en mi rostro, encontrando mi mirada con la suya.

-Lizzy, ¿me harías el honor de bailar este ultimo vals conmigo?-su mano se ofrecía para mí, la tome, lentamente comenzamos a danzar, con algo de torpeza iba siguiendo sus pasos por el jardín mientras el viento silbaba una extraña melodía, aquella que escuche al encontrar una noche al titiritero. Tenía una paz interior perfecta, había logrado calmar mi alma, me deje llevar por Ciel y la macabra melodía.

London Bridge is falling down, falling down, falling down. London Bridge is falling down, my fair lady… London Bridge is falling down, falling down, falling down. London Bridge is falling down my fair lady…

Pronto el sol de la tarde comenzó a bajar, y nuestro baile seguía el mismo ritmo, hasta detenerse a principios de la noche. Su pálido rostro dubitativo resplandecía bajo la tenue luz de la luna, al igual que la rosa blanca marchita que había tomado del rosedal.

-Por favor, llámalo, tengo que comunicárselo yo-me miro extrañado, pero aun así asintió, lo nombro con la intención de que acudiese con nosotros, ese mayordomo.

-Sebas-chan…- rebajaría mi orgullo por única vez, solo para hacerlo del modo correcto.

-El compromiso que existía entre tu amo y yo ha sido anulado- lo mire una vez mas, estaba renunciando a mi sueño junto con el – no volveré a ser un estorbo entre ustedes, con la condición de que él sea feliz, es lo único que deseo.- sentí otra vez una punzada en mi corazón, mi expresión era triste, había admitido la derrota, pero ese demonio lo que hizo fue mirarme altaneramente, había ganado.

-No se preocupe, señorita, esta en buenas manos- un pequeño sonrojo apareció en los pómulos del menor, se notaba la comunicación y el cariño que había entre ambos, ese lazo irrompible que los ataba en un mismo destino, un lazo entre un demonio y una flor marchita.

-Muéstrame antes de irme una ultima sonrisa ¿sí?- tome la flor cortada y se la extendí, con delicadeza, la tomo entre sus manos, contemplo la pequeña rosa blanca, que poco a poco había ido perdiendo sus pétalos en el camino de su vida, pero, si se ponía en agua, y se cuidaba con cariño, podría llegar a florecer nuevamente, al igual que él.

Miro a Sebastian, al cual amaba mas que a nadie, el mayor le devolvió la mirada enternecido, volvió avergonzado a observar la flor que moría lentamente, levanto su cabeza, y entre ese cabello grisáceo, debajo de ese ojo zafiro pude ver luego de tanto tiempo la hermosa sonrisa que me brindaba Ciel. Un par de lagrimas se me escaparon y mi rostro no expresaba toda la felicidad que tenia, abrace con fuerza al joven, que correspondió tiernamente mi acto, no podía creer en la visión que tenia, pero eso era lo único que necesitaba para seguir en pie. Despacio, me separe y borre todo rastro de lagrimas, debía irme a pesar de la oscuridad de la noche, estaba atrasando la hora de la cena.

-Espero que nuestros caminos vuelvan a cruzarse, te deseo lo mejor junto con Sebas-chan, adiós, Ciel…- me di la vuelta hacia donde se hallaba el carruaje, pero sentí como mi brazo fue tomado, volví mi vista él se acercó, colocando un simple beso en mi mejilla izquierda, me ardía ese pequeño contacto, fue considerado conmigo, sonreí una vez mas solo para él y continué mi camino. Subí con cuidado y el transporte comenzó a avanzar, cuando de lejos me asome, pude verlos a los dos, juntos, tomados de la mano. Era feliz, había venido para ver como aquella flor, casi muerta volvía a renacer.

Continuara...

Es extraño hacer este fic, odio con mi alma a Lizzy, pero me siento identificada con el sentimiento u.u ¿Qué les parecio mi historia? Háganme saber su opinión, soy abierta a cualquier tipo de criticas, mientras sean dichas de buena manera :D Respondere a sus reviews, asi que no sean timidos y déjenme uno, súbanme la autoestima que tengo c:

Les aviso que dentro de poco subire el segundo y ultimo capitulo, contando la historia desde el angulo de Ciel, asi que no dejen de seguirla ^^

Desde ya gracias por leer, su autoraa Bakaa-chan~~