"La fábrica" había cerrado, o eso pensaron Marin y Aioria hasta que se embarazaron luego de 16 años de su último hijo. Y el problema no es la llegada de un nuevo integrante, sino que todavía no terminan de sobrevivir a los dos anteriores.

Saint Seiya no me pertenece, y no pretendo lucrar con nada de lo que escriba al respecto.


Capitulo I

Es de mañana.

¿Cómo lo sé?

Bueno, es difícil ignorar un estómago si lo tienes prácticamente sobre tu cabeza. Y a ella le gusta tomarse un jugo fresco antes de desayunar con los demás. Supongo que eso calma sus las nauseas matutinas, que prácticamente ya no tiene desde hace semanas.

Pero siempre pueden volver.

Oh.

El sol esta fuerte. Esto refuerza mi hipótesis que estamos en verano o una primavera que se fue al corno. O ambas. No lo sé, aún no he abierto los ojos y creo que me faltan un par de semanas para hacerlo.

¡Ah!

¡No, mamá! ¡No te rasques ahí! ¡Esta mi pie! ¡Me da cosquillas!

No…no…bueno, bueno. Quizás deba moverme de posición.

Un poco más a la derecha.

Ahí estoy mejor

Lo bueno de los embarazos simples es el espacio. Una vez compartí con gemelos.

Fui el mal tercio, jamás me los volví a cruzar, ni en vida ni en la muerte.

Esto de poder recordar vidas pasadas antes del nacimiento es bastante entretenido y te da que pensar para pasar el rato. Lo único que hago desde hace meses, es girar, acomodarme, dormir, comer, acomodarme, dormir, acomodar, patear, y volver a dormir.

No, momentáneamente mi vida no es TAN ocupada.

Pero ya lo será.

Lo sé.

Lo escucho todos los santos días; es complicado no hacerlo. Al inicio solo se oían a lo lejos, ahora es en vivo y en directo. Cada indirecta, cada improperio, cada portazo, el casi rugido de quién es mi padre ante estos últimos.

No mal interpreten. Es un buen hogar, hay mucho amor alrededor y lejos de lo que puedan decirse, el cariño no se disipa. Y mamá podrá mostrarse enojada ante todos los enfrentamientos pero en la mitad de ellos se ríe internamente. Lo sé porque cuando tiene golpes de alegría me entran unas cosquillas que ni les cuento.

Y no, no me gustan mucho las cosquillas.

¿En qué iba?

Ya despertaron.

La queja de Rojo, quien es mi hermano mayor, es clara al tiempo que se acerca.

— Buen día, mamá— lo escucho. Cambia el tono inmediatamente. Una, porque mamá no es con quien se enoja, y dos, porque él es muy objetivo. NO es de trasladar sus emociones negativas a los demás.

— Buen día, cielo ¿Tienes entrenamiento?—

Ah, ese es otro punto.

Vine a parar a una especie de secta que brilla y lanza luces.

¿Cómo lo sé si aún no abrí los ojos?

Verán, y esto ocurre en todas las reencarnaciones, de haberlas, el mundo que nos rodea es perfectamente visible a través de los colores.

Por ejemplo, yo sé quién es mi padre porque cada vez que se acerca a mi madre es como si una esfera enorme color dorada rodara hacia mi. El corazón de mamá comienza latir fuertemente… y no es muy cómodo, pero uno se acostumbra.

Mi hermano, por otro lado, antes de poder conectar su voz con su persona, para mi era Rojo. Uno muy especial que se la pasaba peleando con Amarillo.

Pero vuelvo a mi punto.

En una oportunidad al parecer fuimos atacados. Yo estaba muy, pero muy pequeño en ese entonces, por tanto solo me pude guiar por los colores. Y fue como una fiesta de fuegos artificiales potenciada por un millón.

Puedo darme por bendecido aunque sea un recuerdo al que solo podré acceder cuando vuelva a reencarnar, si lo hago.

Mmm.

Banana.

— ¡Buen día!— Amarillo llega con todo ese exceso de energía, y abraza a mamá.— ¡Hola panza!

¡Como odio que hagas eso! ¡No me grites! ¡No estoy sordo!

— Auch— se queja mi madre ante mi patada— Amor, tal vez debas bajar un poco la voz. No parece gustarle tanta…efusividad.

— Perdón, es que hoy la panza se ve especialmente redondita y me dio mucha ternura.

¡Yo no estoy gordo!

Y si, esa es Amarillo, o desastre, como suele llamarla Rojo. Va por ahí muy suelta de todo y no parece tener mucha idea de lo que hace de su vida. He escuchado que está retrasada en conseguir/ reclamar algo, pero nunca terminan de cerrar la idea.

Padre dice, cuando está solo con mamá, que tal vez no es lo suyo, a lo cual mamá responde que Amarillo tiene sus tiempos, siempre los tuvo, así como Rojo.

Mmmm

Al parecer mis hermanos se parecen tanto…que tal vez sea el disparador de sus peleas: ambos hacen las cosas a su modo.

"Hijos de león" escuché una vez, de otra esfera dorada que no era mi padre.

Vaya a saber a qué se refieren, hasta dónde sé, los leones no hablan.

¿O sí?


¡Buenas!

Hace tantos años que no dejaba nada por el fandom de Saint Seiya, que me da nostalgia. Sí he estado en contacto con los fanfics a través del hermoso universo que Misao CG ha creado.

En si, son pequeños cortos de como me imagino al un tercer hijo de la pareja Marín/Aioria.

Si, ya sé, pero pongamos ganas e imaginemos que los Dorados ESTAN VIVOS y aún en el Santuario, lograron hacer su vida.

Espero que los disfruten ;)

¡Nos leemos!

Grisel