Hace unos días se me ocurrió esto, tras volverme a viciar al Fire Emblem despues de haberlo dejado aparcado durante un tiempo, pensé en que no estaría mal escribir un Seth/Eirika... Aunque a ver que sale... Supongo que será un Two-Shot o una historia de 3 capítulos como mucho, no quiero alargarme demasiado (Aunque a la gente que ha leido el primer cap ya me dicen que quieren un Fic de muuuchos capitulos XD)

Y esto se sitúa entre los capítulos 15 y 16, cuando Ephraim y Eirika se han rencontrado en Jehanna y van hacía Renais, a retomar SU castillo, nuestros dos majos (AKA nuestros protas) ya han tenido el Apoyo A, en el que Seth le suelta a Eirika que no pueden estar juntos bla bla bla, ¿pero realmente piensa eso? ¿Y Eirika cree que es correcto? Pues ahora lo veremos en...:

One in a million (Y he descubierto para mi disgusto que "Hannah Montana" tiene una canción llamada así O_o, y yo me había inspirado en la de Yamapi... En fin.)

Ah, y decir que intentaré que salgan todos un poco, menos Syrene que aún no está (Pobre, con lo bien que me cae)

PD: Decir que también se verán un poco otras parejas, claro está :D XD Sobretodo (hay que reconocerlo) a Ephraim y Tana.


Los príncipes (Y las princesas, por supuesto) de los 4 reinos invadidos por Grado: Renais, Frelia, Rausten y Jehanna, se reunieron todos en una muralla improvisada no muy lejos del derruido castillo de Jehanna, donde apenas acababan de acabar con Caellach "Ojo de Tigre" y, por fin, con Valter "Adularia", que les había dado muchos problemas.

-Tana - Empezó a decir Innes, con su cara seria invariable - Deberías volver a Frelia, ahora que hemos terminado con Grado...

-¡Innes! - Soltó ella, muy mosqueada con la actitud de su hermano - Deja de decirme eso de una vez...

-La guerra es para los soldados, hermana - Le volvió a decir él, impasible

-Dejad de pelearos, por favor - Suplicó Eirika, mirándoles a los dos

-Exacto, no tenemos tiempo para peleas fraternales - Dijo Ephraim, molesto - La situación es grave y solo hacéis que pelearos

-Que tu no te ocupes de tu hermana no significa que los demás no lo hagamos, Ephraim - Se giró James para contraatacar verbalmente contra él - No te inmiscuyas en mis asuntos.

-¡Pero serás...!

-¡Oh vamos, dejadlo ya!

L'Arachel y Joshua miraban la escena, una escandalizada y el otro (a pesar de la perdida de su madre) evitando reirse casi sin conseguirlo.

-Nobles compañeros, creo que esta discusión no llegará a buen puerto, Tana ha demostrado ser una guerrera excelente, y creo, Innes, que debería quedarse. - Dijo L'Arachel, intentando de una vez por todas zanjar la discusión.

-Y no nos sobran unidades voladoras, si se me permite añadirlo. Los jinetes de Pegaso y Wyvern son muy utiles, hay que reconocerlo - Dijo Joshua. La verdad es que se sentía algo raro de estar allí con los príncipes, después de haber ocultado su identidad y haber viajado con ellos como un simple mercenario mas

Innes pareció acceder, pero no dejó de mirar con cara recriminativa a los demás

-En fin - Dijo él - ¿Que hay que hacer ahora, pues?

-De momento las únicas posibilidades de vencer radican en las piedras sagradas, así que... - Empezó a decir Ephraim

-¡Así que hay que ir a mi amado Rausten a buscarla! - Dijo

L'Arachel, feliz por el fin de la pelea.

-Pero antes hay que ir a Renais a por la de nuestro reino - Dijo Eirika, apenada. Volver le supondría un duro golpe

-Exactamente - Dijo Ephraim - Los espías nos han comunicado que ahora esta ocupado por Orson, pero...

-Después de haber vencido a Valter y a Caellach no creo que nos suponga muchos problemas, sea quien sea - Soltó Joshua, con una sonrisa

-Eh, que era el segundo general de Renais... Tan malo no es - Dijo Eprhaim

-Lo suficiente malo para traicionaros

-Basta ya, Innes, si estas enfadado conmigo no lo pagues con los demás - Dijo Tana, con voz de suplica

-...Está bien. Hay que pensar que las hordas de monstruos se están haciendo mas poderosas, hemos de llegar a Renais en el menor tiempo posible, y no está precisamente a dos días de camino - Dijo él, intentando acabar ya con esa reunión.

-Me parece correcto, Innes, por una vez estoy de acuerdo - Dijo Ephraim, intentando ser conciliador - ¿L'Arachel, la piedra de Rausten está a salvo?

-Aha, los trovadores y los sacerdotes de la corte la tienen bien custodiada.

-Pues no se hable mas entonces, descansemos esta noche y mañana partiremos hacia Renais con los que quieran seguir con nosotros - Dijo Ephraim

-Oh, vamos hermano. ¿Crees que alguno querrá perderse el final de la guerra? Todos han sido muy valientes hasta ahora - Dijo Eirika con una sonrisa

(…)

Eirika estaba harta. Harta de las hordas de monstruos que les acechaban, harta de que su hermano y Innes fueran detrás de ella como si no pudiera defenderse solita (Tanto que a veces tubo que reprimir la idea de pedirle a Tana que la llevase en su caballo alado), y harta de caminar. La verdad es que no quería descansar hasta ver Renais reconstruido, pero cada vez tenía menos ánimos para seguir andando. Aquella tarde, como ya era habitual en campo abierto, acamparon y pusieron su pequeño campamento cerca de un río. Aquel día había sido especialmente duro, y Moulder, Natasha y L'Arachel habían tenido que estar curando a los heridos por lo menos el triple de lo habitual, tanto que Lute, Saleh y Artur se habían tenido que unir a los que aquella tarde pasaban al lado de los guerreros a curarles. Ewan, que ya estaba acabando sus estudios, intentó aprender como se usaba un bastón de curación sin demasiados resultados, aunque Natasha le insistió de seguir intentándolo y que no era lo mismo que hacer magia de Anima.

-Ewan, primero debes dominar a la perfección la magia que te he enseñado. Luego ya aprenderás a usar otras magias. - Le dijo Saleh, impasible como era de su habitual

-¡Si, maestro! Seguiré practicando - Le dijo él, mientras se giraba para irse a buscar a Ross y a Amelia, que habían quedado para irse a investigar al lecho del río.

-Son como niños - Protestó Kyle - A veces no se porque los llevamos con nosotros

-Vamos Kyle, hay que reconocer que Ross y Amelia han mejorado mucho, cuando se unieron no sabían levantar correctamente sus armas, y míralos ahora - Dijo Colm, mientras afilaba su daga - A veces me sorprende de lo rápido que pasan las cosas

-Tu estate atento no sea que aparezcan liches, convicto - Kyle le reprobó

-Si Sir Kyle, lo que usted me mande - Le contestó Colm, riéndose - ¿Y Neimi? ¿La has visto, Kyle? - Añadió con voz preocupada

-Creo que se ha ido con Natasha y Vanessa a buscar algo de fruta silvestre

-¿No es peligroso que se vayan solas por ahí? - Dijo Franz, que pasaba por ahí llevando unas espadas de repuesto al carro, con voz preocupada

-¿Estas de guasa, hermanito? - Le dijo Forde, que había estado tumbado al lado de Kyle (Que estaba sentado) en todo momento - Neimi le clavará una flecha en la cabeza a cualquiera que vea sospechoso,...y Vanessa le pegará un golpe de lanza.

-¿Vosotros dos no teníais que montar tiendas, vagos del culo? - Ephraim se acercó a sus dos fieles caballeros (Y colegas) al ver que estaban tirados en la hierba - De Forde no me sorprende, pero Kyle...

Kyle miró a Forde con cara de quererlo matar, mientras Franz siguió hacia el carro después de saludar a su príncipe

-¿Forde, porque no me has dicho que teníamos que montar tiendas, mentecato?

Forde le quitó importancia al asunto

-Bueno, te lo iba a decir ahora, después de descansar un poco... Estoy molido y un electochacal me ha mordido en la pierna, Moulder me ha dicho que no es nada, pero tiene una pinta muy fea.

-Claro claro... Eres un vago, deberías mirar mas a tu hermano - Le dijo Kyle, que estaba señalandole a Franz, que estaba ordenando el carro.

-Adoptalo, se parece demasiado a ti o al general... Que, por cierto, ¿donde se ha metido? - Forde se extrañó de que Seth no estuviera por ahí repasando el código del honor de los caballeros de Renais por no haber montado las tiendas a la hora - Ephraim, ¿Y Seth?

-¿No te acuerdas que se lo ha estado a punto de comer una Maal? Lo último que se de él es que Natasha le iba a curar otra vez, pero mi hermana ha enviado a L'Arachel a curarlo con una cara muy rara

-Je

-¿Tienes algo que decir, Colm? - Le preguntó Ephraim a Colm, inquisitivo

-Príncipe Ephraim, me resulta muy gracioso que su general sea el intento de aperitivo de una araña gigante, y que luego su hermana no deje que le cure Natasha, sino L'Arachel

-Si, es un tanto extraño, Ephraim - Dijo Kyle

-Bueno, quizás Eirika prefería que lo curase L'Arachel porque es mejor curandera que Natasha...

Pero todos sabían que las curaciones de Natasha eran, de todos los curanderos que tenían, la mejores, así que esa no era la solución.

No - Dijo finalmente Ephraim, después de un silencio incomodo - No creo que sea por eso...

-¿Y porque no se lo preguntas, Ephraim? - Soltó Forde mientras se colocaba mejor en la hierba húmeda - No es tan difícil, algún motivo habrá.

Y dicho y hecho, Ephraim echó un grito fuerte de llamada a su hermana, que estaba ayudando a Tana, Marisa (Que tenía una increíble habilidad para cortar cebollas sin derramar ni una lagrima) y Artur (Que era un chef magnifico ahí donde no lo parecía) con la cena de esa noche. Eirika fue corriendo todo lo que le permitieron sus cansadas piernas hasta donde estaban esos cuatro charlando

-Dime, hermano - Dijo ella, con una sonrisa

-Oye... es que nos estábamos preguntando si hay algún motivo por el cual has enviado a L'Arachel a curar a Seth, así "evitando" que lo hiciera Natasha.

Eirika por un momento parecía que iba a flaquear, pero contestó velozmente

-¡Oh! ¡No ha sido a propósito! Es que a lo lejos he visto cojeando a Joshua y he pensado que requería una "mano experta" - Dijo ella, rápida y concisa. Todos sabían a que se refería Eirika con "mano experta", que esos dos estaban juntos y se amaban era un secreto a voces que ni Joshua ni Natasha intentaban desmentir

-En ese caso, perdóname, pensaba que tenías algún tipo de manía absurda a Natasha - Dijo Ephraim, sin ni siquiera inmutarse

-Claro que no, considero que es una Obispo excelente y que sin sus curaciones no podríamos seguir adelante... Y si me disculpáis, debería ir a ayudar con la cena.

-¡Disculpas aceptadas, princesa! - Dijo Forde, gracioso, mientras ella se iba con largos pasos.

Ephraim hizo una mueca, Eirika le había engañado burdamente, porque sabía que ese día si alguien no se había lesionado había sido Joshua (Que estaba regodeándose con García, Duessel y Gerik de su mejor día como espadachín, con un total de 20 golpes perfectos en solo un día)

-Oye, Ephraim, si quieres puedo... - Empezó a decir Kyle, preocupado por la situación

-No, no hagas nada, Kyle. Quiero descubrirlo yo mismo. Aunque me parece que se por donde van los tiros

Pero realmente, parecia no importarle demasiado, simplemente estaba decepcionado de que su hermana no quisiera contárselo.

(…)

Eirika seguía estando harta. Harta de que su hermano la persiguiese y le pidiera explicaciones como si fuera una niña. Solo quería que un hombre la protegiese, y ya lo había echo el doble o el triple de veces que lo había echo su hermano, el cual (aunque intentase que ella no se diera cuenta), prefería ir detrás de las faldas de su amiga Tana, mientras Innes iba detrás de ella misma (Aunque L'Arcahel había desarrollado misteriosamente un interés por él demasiado raro, dado a como eran de distintos). Como ese mismo día por ejemplo, que mientras Tana y Ephraim estaban intentando ligarse uno al otro desesperadamente (Porque se les notaba mucho que tenían rollo, aunque Innes estaba un poco ciego para no verlo) y Innes estaba distraido hablando sobre langostas con la Valkiria princesa de Rausten (Oh, mi querido amigo, ¡las de Rausten son muchísimo mas jugosas y sabrosas!) y los demás ya tenían suficiente con lo suyo (Lute estaba debatiéndose por si vencer a un oculus o a un lich, Artur y Natasha estaban purificando el lugar y los caballeros alados estaban venciendo a las gárgolas con Neimi) cuando una maal se había acercado demasiado a ella, y al intentar vencerla se le había partido su estoque en dos. Cuando todo parecía que la maal le iba a clavar sus afiladas y venenosas garras, un caballero con una armadura gris azulada oscura se interpuso en el camino a la velocidad del rayo, cayendo ella estrepitosamente en el suelo con los ojos cerrados y oyendo un grito de dolor.

-Monstruo maligno, ¡vuelve al infierno! - Oyó a Artur, que estaba cerca de ellos como le echaba un resplandor a la araña gigante y caía estrepitosamente en el suelo.

Para entonces Eirika olió a sangre, a mucha mas sangre de la que ya estaba acostumbrada a oler, y fue cuando se atrevió a abrir los ojos, temiendo lo que iba a ver...

La que la había protegido, por enésima vez, era Seth, que en ese momento se encontraba en un estado lamentable. Se había caido del caballo, y en su hombro izquerdo, visto por la armadura rota, habían unos cortes provocados por la maal que por lo menos tenían 5 cm de profundidad.

-... Estáis bien, princesa...? - Preguntó él, con voz débil. Erika no podía contestar a esa pregunta.

-...¡Tana! ¡Vanessa! - Gritó Eirika, desesperada por ver a alguna de las dos jinetes de pegaso. La segunda descendió rápidamente del cielo.

-Dígame, princesa - Dijo ella, solicita

-Tra... traeme a Natasha... - Dijo Eirka, que apenas podía hablar del golpe - O a cualquier curandero...

-A sus ordenes - Y salió volando otra vez con Titania a buscar a Natasha

-Princesa Eirika, de momento empezaré yo con la curación, si no te sabe mal - Dijo Artur, que tenía cara de ignorado

-Oh, claro. No había caído en ello, perdóname.

Así que Eirika, desde este horrible incidente, solo hacía que pensar que eso era otra cicatriz en el cuerpo de Seth y otra puñalada en su corazón, porque sabía que la causante de aquellas heridas y posteriores cicatrices era ella. Y Eirika sabía que Seth no se había tirado delante de una maal porque ella fuera su princesa, sino porque era la mujer que amaba. Una voz la sacó de sus pensamientos

-Eirika... ¡Eirika! - Dijo Tana, al verla en la parra

-Oh, dime Tana.

-¿Estás en las montañas de ahí atrás o estás aquí? Creo que deberías irte a descansar un poco, parece que estés absorta

-No debería, tu también... - Empezó a decir Eirika, pero Tana la cortó

-Eirika, nos conocemos desde que somos pequeñas. Estas preocupada por algo y necesitas descansar... Nos podemos apañar siendo tres, aparte que llamaré a Moulder para que acabe el guiso.

-¿Moulder cocinando? Se me hace un tanto extraño - Dijo Artur, que estaba allí al lado

-Mi padre me contó que antes de enrolarse como sacerdote, estaba en las cocinas de palacio... - Dijo Tana, muy alegre - Eirika, te lo suplico, vete.

-Gracias Tana, te lo agradezco

-Oh, no es nada. Aparte, mucho me temo que tengo parte de culpa de que estés así... Si no hubiera distraído a Ephraim...

Ella ya le había dicho a Eirika varias veces que le gustaba su hermano, y Eirika estaba feliz por ese echo, Tana era su mejor amiga y la prefería de cuñada antes que a L'Arachel (La cual, no era que le cayese mal, pero era muy especialita)

-Tana, no te preocupes... Bueno, luego nos vemos.

(…)

Seth también estaba harto (¿Seth harto? ¡Dioses!), harto de tener que luchar contra hordas de monstruos, harto de tener que esconderse en su coraza de frío caballero y general y no poder demostrar claramente como era (Todos lo tenían por un maniático de los votos y deberes de caballero). En aquel momento se encontraba apartado del grupo, un poco dentro del bosque, sentado con la espada apoyada en un árbol y muriéndose de dolor. Los bastones de curación eran buenos, por supuesto, pero las heridas también necesitaban tiempo para sanarse del todo.

Kyle lo debería estar buscando desesperadamente, pero en ese momento podría mandarlo todo al cuerno sin pensárselo dos veces. Bueno, todo no. Pensó en Eirika y con una mueca hizo algo parecido a unas risas. Siempre la tenía que sacar de problemas parecidos porque su hermano estaba en la parra con la princesa de Frelia. Claro que a él eso no le importaba en absoluto, quizá le había echo un buen papel delante de la princesa Eirika, con su papel de caballero perfecto y servicial, pero antes que general y caballero era hombre, pero un hombre que no podía permitir que su nuevo rey le cortase los huevos por meterle mano a su hermana. Bueno, en realidad por quererle meter mano a su hermana... Menudo escándalo se armaría, Ephraim como poco lo mataría, o eso quería pensar el...

...Porque Ephraim ya sabía que su mas preciado y único general estaba loco por su hermana, y viceversa también, y la verdad es que lo veía con bastantes mejores ojos que los demás se pensaban, ya que Seth deseaba fervorosamente protegerla, y ya era mas de lo que hacía Innes, disparando flechas a lo lejos como si de una nena cobarde se tratase (Con perdones para Neimi, que realmente disparaba con el arco 2000 veces mejor que el príncipe chulesco), e insistía que su hermana Tana era una inútil. ¡Pero si ya era mejor que él! Así que realmente el príncipe (Casi casi rey, por la muerte de su padre) Ephraim tenía muy claro a quien prefería de cuñado, ¿e igualmente, que príncipe quedaba mas? ¿Lyon? Imposible, por lo que había visto estaba loco, hacía año y medio lo hubiera considerado, pero ya no. ¿Joshua? Ya estaba con Natasha, y dudaba mucho que el príncipe de las dunas blancas dejase a la cleriga, había que reconocer que la chica era preciosa. Y no le iba a pedir a su hermana que se casase con un consejero de Carcino... Y aún menos que se casase con Innes. Menudo cascarrabias de cuñado iba a tener (Cierto, porque de esa no se iba a librar igualmente, que es el hermano de Tana). Y aparte de ellos solo quedaba él, y aunque la quisiera mucho, no se iba a casar con ella (Principalmente porque eso sería incesto y no es plan de que sus hijos sean memos)

Pero volvamos con Seth. Estaba totalmente dolorido, y no podía hacer nada mas que reposar, estuvo sentado largo rato, pensando en Eirika y en todo lo que la amaría y querría, oyendo de vez en cuando a alguien de su grupo que pasaba alegremente hacía el río a pegarse un bañito reconfortante o iban a buscar alguna fruta silvestre para hacer un postre delicioso. Siguió allí, "disfrutando" del dolor, hasta que empezó a llover.

-Genial - Pensó Seth, hastiado - Lo que me faltaba ya, que ahora me llueva

Aún así, no se iba a mojar demasiado, los árboles eran espesos y había escogido uno lo suficientemente grande para no ponerse calado. Escuchó voces desde el campamento, de histeria por la lluvia, como si ya no estuvieran acostumbrados a ella, suerte que esa noche no le tocaba guardia.

De repente, oyó una voz femenina, suave y dulce, llamándolo por su nombre, como un susurro. Eirika había ido a buscarlo. Pero no se levantó para buscarla, ya le vería

(…)

-¡Llueve! - Gritó Neimi, histérica, mientras se metía en una de las tiendas junto a Colm y Artur - Oye Lute, ¡que te mojas!

-La lluvia es algo natural, me relaja - Le dijo ella

Kyle, Forde y Franz también se refugiaron en la tienda de los caballeros de Renais, mientras veían como Vanessa y Moulder dejaban sus quehaceres y se metían en una tienda adornada con motivos Freilianos.

-Ewan, no intentes hacer magia de fuego ahora, te saldría el tiro por la culata - Dijo Saleh, al verle las intenciones

-¡Vale, maestro!

Tethys se fue con Marisa (Que apestaba a cebolla) y Gerik a la tienda de Saleh y Myrth, mientras el joven Ewan se metía en una con Amelia y Ross. La verdad es que se habían desacostumbrado a la lluvia, porque en Jehanna apenas llovía (Por eso que es un desierto y tal). Duessel, Knoll y Cormag tenían guardia junto a Dozla (Juas Juas Juas, ya me lo llevo conmigo, Lady L'Arachel) y Rennac (Arrastrado por Dozla a ordenes de L'Arachel, que se había quedado en la tienda calentita a pesar de que también tenía guardia, alegando que ella debía descansar de combatir las hordas del mal). Garcia se había quedado con Gilliam en el río, que se estaban bañando mientras se explicaban batallitas, y Joshua se había apropiado una tienda para él y Natasha. A Ephraim no le tocó otro remedio que encerrarse con Innes en la tienda de los príncipes, mientras veía como Tana se metía en la de las princesas, donde se suponía que estaba su hermana gemela descansando.

…Pero no era así, Eirika se había ido al bosque, al no encontrar a Seth por ningún sitio. Estaba muy preocupada por él, cada vez mas, primero era la herida que le había echo Valter, y muchas otras que tenía de protegerla. Y ahora estaba lloviendo, no quería que cogiese un resfriado. Lo llamaba, muy flojo, para que nadie la oyese, tenía miedo de que la pillasen haciendo eso, tan indebido de una princesa.

-¿Seth…? - Preguntó, muy silenciosamente, con temor y miedo, pero de golpe alguien la agarró de un brazo y la tiró (casi) al suelo. En lugar de comerse un árbol, como era lógico de un bosque, cayó encima de un hombre.

-Lady Eirika, os estáis mojando - Dijo él, con voz grave.

-¿Seth? - Dijo ella, mientras podía oler su varonil aroma - Te estaba buscando…

-No debería. Está empapada y su hermano debe estar buscándola.

-Mi hermano cree que estoy en mi tienda, Seth… Y aparte, mi deseo estar contigo.

Seth se quedó mudo. ¿Qué podía decir ante ello? ¿Acaso su deseo no era el mismo?

-Lady Eirika, mi mas ardiente deseo también es estar con vos, pero se que no es correcto…

-…Ya lo sé, Seth. ¿Pero crees que lo que sentimos el uno por el otro no lo es, de correcto?

Seth la abrazó contra su pecho con mucha fuerza. Ella estaba helada, con todo el pelo mojado y unas cuantas hojas pegadas a el. Eirika notó como el corazón de él iba a tres mil por segundo

-Seth, ¿estas bien…?

-Sinceramente, Lady Eirika, no. La herida me duele horrores y mi alma se parte en dos por hacerle esto al príncipe.

-Seth, mi hermano… Ephraim seguro que lo entiende

-No lo sé, Mylady. Un amorío entre una princesa y un caballero…

La cara de dolor de Eirika atravesó el pecho de Seth con la misma eficacia que lo podría haber echo una daga afilada.

-¿Y que mas da lo que seamos? - Dijo ella, muy dolida por el rechazo de él- El amor no entiende de clases, no entiende que yo sea tu señora y tu seas mi vasallo, solo nos amamos y eso es lo que cuenta.

-Pero Eirika, y tu…

-Mi hermano está mas ocupado intentando ligarse a Tana, que para fijarse que su gemela está enamorada de su caballero mas leal. Te lo suplico…

La situación no podía pintar peor, se estaban llenando de barro y la lluvia les estaba empezando a calar.

-…Lady Eirika, aquí no nos podemos quedar mas. Vamos a resfriarnos y su hermano me mataría aún mas… Vayamos a mi tienda.

Eirika se sobresaltó, Seth ofreciendo llevarla a su tienda parecía un sueño. Hizo que se levantara y se cubrieron con la capa de él. Fueron hacia el campamento donde vieron a Dozla con una antorcha haciendo guardia y cantando en voz baja.

-¿Como vamos a pasar…?

-No se preocupe, Mylady. Haremos un rodeo.

Al final, lo consiguieron, porque Duessel había distraído a Dozla diciéndole que no era la mejor hora de hacer cánticos sobre la futura reina de Rausten, ya que había salido Kyle a quejarse sobre una voz grave y poco melodiosa cantando no se que de "Mi princesita muy bonita va a volverse reinacita"

-Sir Kyle siempre protesta - Dijo Eirika, con voz temblorosa del frío, mientras entraba en la tienda - Está bajo mucha presión y por eso está así…

Si hubiera estado en forma, Seth se hubiera reído.

-Lady Eirika, eso no le extenta de ser un malhumorado

Seth se giró para dejar su lanza de plata, y de repente oyó como si un sonido de tela y metal cayera al suelo suavemente, cuando se giró, vio para su sorpresa y gran deleite (al mismo tiempo que para su desgracia) que Eirika se estaba sacando la armadura mojada como si nada, como si Seth no estuviera por allí con cara de "Esta mujer me va a matar"

-Eirika, ¿que estas haciendo?

-Estoy totalmente mojada, Seth. Si no me quito la ropa me voy a resfriar…

"Y a mi me va a dar un infarto" - pensó Seth, mientras palidecía al ver que ella seguía quitándose ropa.

-Seth, te vas a poner malo. ¿No deberías quitarte también…?

-No creo que sea buena idea - Dijo él, empezando a contenerse para no tirarse encima de ella y besarla hasta el amanecer. Eirika cruzó los brazos, lo que hizo que los pechos se le remarcaran mas debajo de la camiseta mojada, y él tuvo que controlarse aún más de no comérsela allí mismo.

-General, creo que ya estás lo suficientemente mal para encima pillar una neumonía, y eso no se cura con bastones.

Él no tenía elección, ya que ella se le acercó y me empezó a soltar la armadura con deliberada lentitud y suavidad, sin malas intenciones de por medio.

-De acuerdo, tiene razón, Mylady.

Pero Eirika no se separó de él, y le miró a los ojos

-Enséñamela.

A Seth le iba a entrar un ataque de histeria

-¿Qué?

-La herida, Seth.

-Ah, claro.

Eirika se separó un poco mientras Seth se quitaba la vestimenta y se quedaba con el pecho descubierto. Eirika pudo ver las múltiples cicatrices que tenía él, ella puso una mano sobre la que le había echo Valter aquella noche. Seth se estremeció al notar el contacto de la piel fría de ella.

-Esa herida no le debe causar arrepentimiento, a pesar de que me duela estoy orgulloso de ella, porque me la hicieron protegiendo a lo que mas quiero

Eirika le miró a los ojos otra vez, en ese momento los tenía apagados y oscuros, reflejando el dolor que le hacía la herida del hombro.

-Para mi esa herida refleja tus sentimientos hacía mi, pero me sabe mal que pagues tanto por ellos.

Y ella le abrazó, mientras caía un trueno no muy lejos de allí, que los hizo estremecerse.

Se vio fuego no muy apartado de donde estaban

-¡Falsa alarma! - Gritó Cormag - Ha sido un rayo, ¡volver a dormir!

-¡Los enemigos han podido lanzarlo! - Dijo Lute al mismo tiempo que Saleh, que habían sacado la cabeza de sus respectivas tiendas.

-Juas Juas Juas, ha sido un rayo natural, sabios!

-Bueno, en tal caso… Durmamos.

Todos se volvieron a esconder, mientras los guardianes nocturnos siguieron patrullando bajo la lluvia. Eirika se había abrazado a Seth con fuerza por el rayo.

-Lady Eirika, me estáis haciendo daño

-Oh, perdona…

E intentó apartarse, pero Seth la había cogido de la cintura.

-Seth, estas helado

-Hace frío, Mylady. Y usted está medio desnuda.

Entonces Seth le pasó, separándose de ella y desde un lado de la tienda, una camisa suya que estaba perfectamente seca. Le llegaba hasta las rodillas, así que ella se sacó las botas rojas y la falda, quedándose solo con la camisa. Él también se acabó de sacar lo que le quedaba de armadura, así que estaban los dos con paños menores.

-Mejor si nos ponemos ya a dormir, Mylady. Mañana será un día duro.

-Ya…

Así que se pusieron en medio de las mantas, tirados en el suelo húmedo, y Eirika buscó el calor de Seth entre ellas.

-Lady Eirika, cada vez me siento mas culpable de estar haciendo esto…

Pero Eirika no tenía cuerpo para excusas

-Seth, ¿no estás bien aquí conmigo? ¿Acaso no te sientes… bien?

-Por supuesto que si, Mylady.

-Entonces deja de pensar que está mal, por favor…

Así pues, Seth obedeció y abrazó a Eirika por la cintura, cogiéndola con su brazo derecho, que era el sano, y hundió su cabeza en su pelo azul.

-Seth, me parece que me voy a quedar con tu camisa

(…)

Ephraim se levantó, cuando se aseguró de que realmente Innes no iba a volver, y salió a la lluvia. Se dirigió a la tienda de su hermana y Tana, teniendo casi la certeza que solo encontraría a una de las dos. Y en el caso de que estuvieran las dos, alegaría una visita nocturna a su adorada hermana (Y para ver a Tana, claro)

En realidad empezaba a entender porque Eirika no quería decirle nada sobre lo que sentía por el general, ya que a él le daba vergüenza confesarle a su hermana lo que sentía por su amiga. Primero, no sabía como entablar una conversación sobre ello:

-"Eirika, ¿sabes que tu amiguita Tana está de muy buen ver? Es que me la quiero ligar"- la reacción de su hermana podía ser muy exagerada, hasta quizás le pedía a Forde y a Kyle que le dieran una tunda por ser tan tonto. Y segundo, ella tampoco quería decirle nada a él. Llegó a la tienda de las chicas, y entró no sin antes sentir un leve espasmo de susto, que reprimió rapidamente. Innes no se iba a enterar de nada de esto, demasiado ocupado.

-Mmmm…¿Eirika? - Dijo Tana, medio dormida - ¿Qué te has hecho en el pelo?

-Tana, soy Ephraim

-¡Oh! - Dijo ella, tapándose mejor - Y…¿Qué haces aquí?

-Bueno, he venido a comunicarte que tu hermano se ha ido a charlar con L'Arachel toooda la noche sobre la gastronomía de tu país… Creo que está muy orgulloso de vuestros corderos al ajillo.

-Ya… Es su plato favorito.

-Y bueno, también he venido a ver si estaba Eirika, tal me parece que no. ¿Sabes donde está?

-Emh… Ephraim, yo…

-Tana, dime la verdad. ¿Está con Seth, no?

Tana tragó saliva. Eirika la iba a matar.

-Bueno…emh…Si. Eso creo.

Ephraim suspiró aliviado. Otra que no iba a volver durante toda la noche, perfecto para su plan.

-¿No te molesta? - Dijo Tana, muy flojo

-¿El que? Que mi hermana se haya enamorado de un general? En absoluto, ¿crees que preferiría que estuviese con tu hermano? Yo solo quiero que sea feliz, sea al lado de quien sea… Menos de Innes, gracias.

Tana se hizo un poco la ofendida

-Que manía le tienes a mi hermano - Dijo ella, picada

-No es manía, simplemente no tiene tacto alguno. ¿Acaso no has oído el grito que ha pegado L'Arachel cuando ha entrado en su tienda?

-¿Ha gritado?

-Seh, justamente cuando ha caído el trueno. Me parece que está desarrollando magia de Anima esta mujer... Ha llamado a tu adorado hermano "Hombre Insolente".

Tana rió, se imaginó la escena a la perfección, con L'Arachel desmayándose y su hermano cogiéndola en volandas hasta su cama improvisada de mantas.

-Ya se que es muy gracioso, pero... Me está entrando frío - Dijo él, como quien no quiere la cosa

-Emh... Me parece que tu también eres un hombre insolente, Ephraim - Dijo Tana, quien era lo suficientemente inteligente para verle las intenciones al príncipe que tanto le gustaba

-Lo vas pillando. He aprovechado que mi hermana y Innes han decidido hacer una excursión nocturna (Cada uno por su lado, por supuesto) a otra tienda y se me ha ocurrido venir a verte y a pasar la noche los dos juntos ¿Te molesta?

-Para nada - Dijo ella, mientras le dejaba un hueco en las mantas - Eres un pervertido, de querer pasar la noche con una chica que ni siquiera esta comprometida contigo.

-Cuando termine la guerra ya se lo diremos a tu padre - Dijo él, mientras se abrazaba a ella por la espalda

-Y a mi hermano.

-Ya veremos - Dijo él, ya medio dormido - Que se entere el día antes de la boda, que si no la va a liar parda.

-¡Ephraim!

-Vale, vale. Se lo diremos

(...)

Se oía a Rennac maldiciendo a L'Arachel por lo bajini, mientras Cormag estaba cerca de donde estaban las monturas, cuidando de ellas y comprovando que descansasen. Duessel estaba sentado delante de la hogera improvisada y mirando al infinito. Pero no era por eso que Seth no lograba conciliar el sueño. La suave respiración de Eirika acompasaba con el ritmo de la noche, con la lluvia que aún caía encima de la tela de la tienda, y eso le hacía estar nervioso, por si por casualidad entraba alguien y les pillaba con las manos en la masa. Simplemente aquello parecía un sueño idilico, pero a pesar de todo, estaba muy comodo, sentía el cuerpo de ella contra su pecho, estaba ardiendo.

-Mmm... - Murmuró ella, en sueños.

Realmente se encontraba sobrecogido por su belleza, tenía ganas de no soltarla nunca más, y de que estuvieran juntos para siempre. La miró, totalmente dormida, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, y tuvo que reprimir el lujurioso deseo de besarla.

-"¿Y porque no?"- Pensó su parte de hombre, quizás mas rápida que su parte de general - "Vamos, la tienes aquí medio desnuda a tu lado dormida y no serás capaz de darle un suave beso? ¿Y a ti te llaman el general argénteo? Eres un maldito cobarde, Seth... Venga ya, ¡si ni siquiera se va a dar cuanta! - Pero su parte de general y caballero le respondió - "Es mi princesa, ¡no puedo hacerlo...!" - Pero su parte de hombre ansioso estaba empezando a tener la voz cantante. Tragó saliva, era un deseo ya inevitable.

Así que, lentamente, temiendo despertarla pero con actitud firme, procedió a besarla, pero no podría imaginarse que ella seguía despierta... Así que cuando rozó sus labios con los de ella, Eirika abrió los ojos con sorpresa, impresionada por el golpe de valor de su caballero. En cuanto Seth se intentó separar de ella (Al darse cuenta irremediablemente de que estaba despierta), le fue imposible, ya que ella le devolvió el beso, con mucha mas fuerza y pasión de por medio.

-"...Al cuerno mis votos de caballero" - Logró pensar él en una milésima de segundo antes de corresponder ese beso pasional. No pararon de besarse hasta quedarse sin saliva, lo cual fue mucho rato despues.


Próximamente el siguiente capitulo. ¿Que os ha parecido? Ya se que Seth parece un tio moñas, pero el pobre parece tan cortado para estas cosas... XD (Y que conste que Seth es mi personaje favorito, eh? Juntamente con Joshua, los dos me chiflan)

Y si, se que me porto muy mal con Innes XD Me cae fatal, no os voy a engañar.

¡Nos leemos! :D ¿Reviews?