Hola otra vez *0*

Confieso que hace mucho que quería subir un fic únicamente de humor. No saben lo que me costó pasar esto a un formato de fanfic serio y oficial (sin caritas y todo eso), ya que todas las historias poco serias que he escrito las hago con iconos gestuales para plasmar claramente las emociones, tal y como escribo en este momento, en el comentario de la autora xD Por eso espero también haber descrito las escenas y armado los diálogos de forma que puedan imaginárselos claramente.

Como sea, sin más introducciones... les presento una de las mejores creaciones nacidas de mi total y absoluto ocio:


¿Qué dirían las naciones hetalianas si…?

1.- ¿Polonia les pide que se coloquen un vestido rosa chillón?

—¿Quieres ponerte un vestido? —preguntó con su típica expresión de niña superficial y cabeza hueca— ¡Seguro que se te verá super lindo!

A continuación, las reacciones…

Lituania

—Polonia, no creo que esté bien hacer algo como eso —respondió el lituano, sumamente incómodo.

—Ay, vamos, Liet —insistió—, estoy seguro de que te gustará cuando te veas.

—¡Polonia!

—¿Qué?

—N-No, no quiero —declaró con el ceño fruncido y un leve rubor en las mejillas.

—¡Qué aburrido eres, Liet! —le espetó, amurrado.

Veneciano

—¿Un vestido? —repitió con desconcierto— Pues… verás… yo prefiero los pantalones, así que no, gracias.

—Rayos —soltó, decepcionado—, y yo que pensé que te animarías.

España

—¿Ehh? —pronunció con un desconcierto mayor que el de Veneciano—… N-No, Polonia, gracias. Prefiero que esa clase de cosas se las pongan mis bailarinas.

—¡Pero podríamos bailar con ellas! —propuso con entusiasmo.

—No, no me entiendes —respondió mientras pensaba a toda velocidad en algo que lo ayudara a zafarse de la indecorosa propuesta del polaco lo más pronto posible—, aunque… tal vez Romanito quiera —sugirió con una media sonrisa.

Romano

—¡¿QUÉ?! ¡RELLÉNATE LAS *****, TRAVESTI DE ******! —vociferó enfurecido justo antes de bombardearlo con un montón de tomates.

—¡AAAHH! —chilló, espantado, protegiendo el vestido con su cuerpo mientras escapaba.

Suiza

Suiza no dijo una sola palabra: solo sacó su pistola y apuntó a Polonia con ésta. El muchacho corrió despavorido para esconderse detrás de Lituania, que se encontraba en ese lugar por casualidad.

—Ay, Dios… —murmuró el castaño, comenzando a avergonzarse de su amigo.

Y cualquiera pensaría que una respuesta como aquella habría aniquilado sus ganas de conseguir que alguien se colocase el dichoso vestido, pero Polonia era un poco masoquista…

Suecia

—¿Tú q'res que me p'nga eso?... —preguntó mientras lo observaba de una manera terrorífica. Polonia trató de mantenerle la mirada, pero no fue capaz, y comenzó a temblar como una hoja.

—… ¡ESTÁ BIEN, NO LO HAGAS! —chilló antes de esconderse detrás de Lituania… otra vez.

—Lo siento, señor Suecia —se disculpó el lituano por su compañero.

—¿Por qué no l' pr'gunt's a mi 'sposa?

—¡Oh! —saltó Polonia— ¡Qué buena idea!

Finlandia

—Hahaha —rió falsamente—, NO.

Letonia

—E-Ehh... verá, señor Polonia, creo que yo no debería usarlo, porque ese vestido es de mal gusto y arruinaría mi imagen de hombre. Pero como a usted no le interesa lo que digan los demás ni tampoco reafirmar su masculinidad, pienso que es usted quien debería ponérselo —opinó el letón con total naturalidad e inocencia.

Polonia se vio afectado por estas palabras y bajó la mirada de la misma manera que lo haría un niño regañado.

—¡LETONIAAAA! —profirió Estonia.

—¡Ahhh! —saltó Letonia— ¿Qué hice?

—¡Letonia, alégrate de que no le dijiste eso al señor Rusia, porque él es verdaderamente malhumorado y nos habría hecho sufrir por tu culpa!

—¿Qué dijiste, Estonia? —preguntó Rusia, que justo pasaba por allí, con su típica sonrisa indescifrable— Estoy acá...

El estonio chilló como un puerco, completamente aterrado.

—¡Oh! ¡El tarado soviético! —soltó Polonia antes de desaparecer en dirección a Asia.

China

—¡Hahaha! —rió divertidísimo— ¿Es el día de los inocentes en tu país o qué?

—¿Pero cómo crees? ¡Te lo estoy pidiendo de verdad! —exclamó con una amplia sonrisa segundos antes de ser golpeado en la cabeza con un wok.

—Hermano, ¿qué es esto? —preguntó Hong Kong minutos después al ver a un joven rubio con un gran chichón en la cabeza que yacía inconciente en el suelo.

—Ah, nada importante —respondió China con total indiferencia—. Puedes deshacerte de él si quieres.

Japón

Después de recuperar la consciencia y despertar en el patio de la casa de China, Polonia decidió visitar al país del sol naciente. La gente de su nación solía ser tan "abierta de mente" que, seguramente, aceptaría… o al menos eso pensó.

—Ehh... ehh... ¡eeehhh...! Lo pensaré —pronunció antes de marcharse a toda prisa, probablemente para esconderse de él.

—¿Ahh? ¿A dónde va? —se preguntó el polaco, comenzando a deprimirse—. Bah, tal vez en América tenga suerte…

Canadá

—Ehh... no, gracias, señor Polonia —contestó algo nervioso—, creo que se vería mucho mejor en usted.

—¡Sí! ¡Eso es, como, totalmente cierto! ¡Pero yo quiero que te lo pongas tú!... ¿Eh? ¿Canadá? ¿Dónde estás?

Estados Unidos

—¡Ahahahaha~! ¡Qué buen chiste, Polonia! —rió antes de marcharse mientras bebía Coca-Cola.

—¡Oye! —lo llamó— ¡No era un chiste!

Estados Unidos volteó por un momento para responder:

—Los héroes como yo no usamos vestidos.

Dicho esto, dio media vuelta y desapareció de su vista.

—Qué excusa tan mala —gruñó para sí.

Reino Unido

—¡¿Q-Qué?! ¡¿Te volviste loco?! ¡No quiero ponerme una cosa así! —profirió con el rostro del mismo color que una frambuesa.

—¿Pero por qué te pones tan nervioso? —preguntó— ¿Es que acaso tienes ganas, pero, así como que te da miedo no verte tan fabuloso como yo? —inquirió, tratando de persuadirlo.

—¡NO! ¡Me niego porque es absurdo! —le espetó— ¡Ahora déjame en paz! ¡Tengo mejores cosas que hacer!

Austria

—Disculpe, señor Polonia, ¡pero esto es inaceptable! —exclamó con el ceño fruncido— ¡Un caballero como yo debe cuidar su reputación! —declaró antes de cerrarle la puerta de su casa en la cara.

—Oh… ¡Hasta ahora nadie ha querido! —se quejó mientras bajaba la mirada, decepcionado.

Finalmente…

Francia

—Hmm... solo porque quiero divertirme podría decirte que sí, pero creo que me viene mucho más el rojo, ¿no crees? —respondió con un tono increíblemente empalagoso— Aunque el rosa no me incomodaría para nada…

—¿En serio quieres ponerte uno? —preguntó con los ojos brillantes de la emoción— ¡Genial! Iré a buscar más —anunció antes de alejarse del francés en busca de nuevos vestidos.

—Y yo llamaré a Hungría mientras tanto… para que se nos una —murmuró con una sonrisa picarona al mismo tiempo que sacaba su teléfono celular.


Bueno, eso es todo por ahora. Pronto subiré más ocurrencias xD total, el ocio me sobra, y las ideas tontas, también~~

Si reíste al leer esto, podrías dejar un review, por favor?