Sonic the Hedgehog
Speed Riders
Un amigo mío me proponió continuar mi One-Shot "Silver the Hedgehog: Flare Riders", y decidí hacerlo con mi primer fic de varios capítulos en esta página.
No se mucho sobre carreras, pero los pocos review que recibí por mi One-Shot fueron positivos, y me animé a hacer esto: un mini-fic de mínimo 10 episodios.
Sin más, espero que les guste.
Sonic ni alguno de sus personajes me pertenecen, sino a Sega y al Team Sonic como tal.
Chapter 1: La Caída de Eggman.
Los ruidos de las explosiones eran lo más notable en aquella nave...
Los fragmentos metálicos volaban por doquier, mientras aquel singular grupo avanzaba velozmente.
Nave tras nave era derribada por ellos, mientras a su camino no dejaban más que destrucción a su paso.
El famoso erizo azul los lideraba, adentrándose en la nave principal de toda la flota a gran velocidad, mientras que detrás de él, Miles Prower, Knuckles the Echidna, Amy Rose, Shadow the Hedgehog, Rouge the Bat y Silver the Hedgehog discurrían dentro de aquella fortaleza volante en forma de pez. Otro personaje los seguía de cerca, vigilando la retaguardia. A diferencia del resto, era un robots, y no se transportaba con aquellos singulares deslizadores.
Los Extreme Gears.
Unas tablas voladoras muy populares últimamente, que estos audaces corredores usaban de transporte mientras atacaban al humano más peligroso al que se habían enfrentado...
Eggman.
Ya no podían permitir que su presencia siguiera siendo una amenaza para el mundo entero. Ya no podían permitir que siguiera lastimando a inocentes a su justo...
El ataque a Central City fue la gota que colmó el vaso.
Los héroes se desplazaron a gran velocidad por la última nave en pie de la Egg Fleet, donde se supone se escondía el científico, hasta que se toparon con dos caminos distintos, que los llevaban a diferentes puntos.
-Aquí es donde nos separamos. -Expuso Sonic con una pequeña sonrisa. -Rouge, Omega, se los encargamos. El resto, pongámonos en movimiento. Eggman nos espera.
El grupo se dividió, siguiendo el dúo de la murciélago y el robot un camino y Sonic y los demás el otro, hacia la sala de control donde encontrarían a su buscado enemigo.
Sonic y compañía se adentraron por un último pasillo de aquella fortaleza aérea. Los Egg Pawn y Egg Fighters caían como moscas ante aquel grupo, que reventaba robots, derribaba mechas, y destruía torretas como si fueran todo un batallón militar.
Pero eran solo un puñado de osados adolecentes, dispuestos a todo.
El líder del grupo, encima de un Extreme Gear azul y blanco, denominado por el erizo como "Star Blue", los guíaba por la nave. No era muy distinta a la Egg Fleet que exploraron hace algunos años, cuando Metal Sonic enloqueció, pero no todos los caminos coincidían, o no lograba recordarlos muy bien.
Los pensamientos del erizo azul fueron interrumpidos por uno de sus compañeros y uno de sus más grandes rivales. Shadow, mejor conocido como la "forma de vida suprema", se trasladaba velozmente junto a él con su Black Shot, aquel Extreme Gear negro y rojo que tan preciado era para el erizo negro, quien habló.
-¿Estás seguro de que este era el camino? -Preguntó.
-Tú también estuviste aquí.
-Pero tú eres quien nos metió en esta nave, así que más te vale llevarnos hacia nuestro objetivo y que esto no sea una pérdida de tiempo.
-Descuida, Shady. Rouge se infiltrará en la computadora central para abrirnos la puerta a Eggman y a Omega al motor principal. Una vez venzamos al viejo, haremos explotar todo y nos marcharemos. Sencillo.
-Ojalá fuera tan sencillo. -Replicó Shadow, propinando una patada contra un robot que intentó atacarlo por la espalda. -Este chatarrero está plagado de máquinas asesinas.
-¿Estás preocupado?
-Sueñas. Es solo que no me gusta gastar mis fuerzas antes del último enfrentamiento contra nuestro enemigo.
-¿Ya estás cansado? ¡Pero si yo apenas empiezo! -Rió Sonic, destruyendo de un ataque giratorio a un Egg Pawn, para después aterrizar de nuevo sobre su transporte. -Estos robots ya no son nada para nosotros.
-¡Eh, ustedes! ¡Céntrense más en pelear que en platicar! -Les reclamó Knuckles a ambos, despedazando con sus fuertes puños a un robusto mecha, que cayó hecho trizas al suelo.
-¡Sonic, estamos por llegar a la sala de control! -Anunció Tails, movilizándose junto al equidna rojo. -¡Hay que prepararse!
-Bueno, solo hay que esperar que Rouge haga su magia. -Musitó el erizo azul con una sonrisa...
En otra sección de la nave, cierta murciélago encima de un Extreme Gear combatía a unos pocos robots, que parecían tener órdenes de impedirle entrar en la sala donde se encontraba la computadora con la red informática de toda la nave. Rouge destrozó a las máquinas con sus potentes piernas, propinando devastadoras patadas que penetraban las armaduras de los robots sin dificultad.
En menos de tres minutos, el sitio estaba limpio de máquinas, y la murciélago observó con cierto interés la cerradura electrónica de la puerta.
Intentó hackearla, pero el sistema de seguridad era demasiado avanzado, por lo cual tardaría un rato. Pero alguien le hizo el favor de abrir la entrada rápidamente.
Un misil se estrelló contra la puerta de acero reforzado, que no soportó el tremendo impacto y cayó. Una vez la entrada cedió, Rouge le guiñó el ojo a Omega, quien acababa de llegar.
-Gracias, cariño. -Dijo, accediendo a la sala seguida del robot. -Pero en serio deberías considerar usar tú también un Extreme Gear o siempre te quedarás atrás.
-No necesito de esas máquinas inferiores para movilizarme. Puedo actualizarme a mí mismo y listo. -Respondió Omega con una voz robótica y sin sentimientos.
-No te estreses, Omega. Era solo un consejo. -Aclaró la murciélago sin mirarlo, ya que se había encaminado hacia la computadora presente, y empezó de inmediato a ejercer sus tácnicas de hackeo. -Este sistema es incluso más avanzado que el de la cerradura. Pero esta vez tus misiles no nos ayudarán.
-Podría ayudarte con eso. -Omega convirtió su brazo en un cañón, y sin vacilar ni un segundo disparó un proyectil que se dirigió hacia una tropa de Egg Pawn que acababade entrar. -Mejor apresúrate. Los demás son objetivos vulnerables donde se encuentran.
-Trabajo lo más rápido que puedo... -Contestó Rouge, tecleando lo más rápido que podía, hasta que soltó un grito de triunfo. -¡Es hora de abrir las puertas!
Pulsando un botón final, cada puerta en aquella nave se abrió de par en par, incluyendo la que llevaba al cuarto de control y al generador central.
-Misión cumplida. -Dijo Omega, despedazando con sus garras metálicas a un Egg Shooter. -Nueva misión: destruir el generador de la nave.
-Recuerda esperar la señal, grandulón. -Puntualizó Rouge, subiéndose en su Extreme Gear: Temptation. -O volarás esta cosa con nosotros dentro.
-Recibido. -Repuso Omega, utilizando sus propulsores para desaparecer de la sala a gran velocidad, mientras Rouge tomaba otro camino.
-Ahora Eggman, es el momento de empezar el juego. -Susurró la murciélago con una pequeña sonrisa.
El grupo accedió dentro de la sala de control, con Sonic, Shadow, Silver y Knuckles liderándolos, alerta y en posturas ofensivas por cualquier emboscada. Pero vaya que se sorprendieron al encontrar solo a Eggman, sentado tranquilamente en un cómodo asiento enfrente de los controles de la nave.
-Saludos, doctor. -Comenzó Shadow, adelantándose. -¿No esperaba nuestra visita?
-Oh, todo lo contrario, mi oscuro amigo. -Negó el doctor con una oscura sonrisa. -Solo esperaba que entraran aquí... para enseñarles mi nueva arma.
De pronto, un ser metálico de tres metros, de armadura color rojo, y algunas líneas negras que lo atravesaban, apareció junto a su creador. Tenía una apariencia ligera y audaz, con un visor rojo en su cabeza, y una especie de antena encima. Sus brazos eran tentáculos largos y espinosos, mientras que no tenía piernas, y levitaba gracias a un extraño artefacto en su parte inferior. Lo más notable de todo, era el hecho que tuviera una preciosa gema incrustrada en su pecho, de un color rojo apagado, pero con un brillo tenebroso.
-¿Qué es esto, doc? ¿Algún robot patético que tenías guardado bajo el bigote? -Se mofó Sonic, nada impresionado, mientras sus compañeros se preparaban para un posible combate.
-Ríe mientras puedas, erizo. -Contestó el doctor con una gran sonrisa. -Pronto, todo acabará para ustedes. ¡Les mostraré el poder de mi Egg Phantom! ¡Ataca ahora!
El androide se desplazó hacia sus enemigos con un rápido impulso, intentando embestirlos, pero todos se dispersaron de inmediato. Sonic y Shadow fueron los primeros en atacar, con un Spin Dash simultáneo que el Egg Phantom resistió sin problemas. El robot agitó sus extremidades contra los erizos, intentando azotarlos, pero Knuckles apareció frente a ellos y atrapó los látigos espinosos de su enemigo. Amy y Tails aprovecharon ese instante, y atacaron juntos con un poderoso martillazo y un rápido latigazo respectivamente en la espalda de la máquina, que no hizo más que trastabillar un segundo.
El Egg Phantom agitó sus tentáculos con fuerza, tumbando a Knuckles de su Extreme Gear, la Red Rock, y lo estrelló con gran fuerza contra el suelo. Pero el robot nunca se esperó que antes de volver a atacar al equidna, una luz turquesa envolviera sus miembros, inmovilizándolos. Silver apareció a un costado del Egg Phantom, y de un rápido movimiento, lanzó una onda psíquica que derribó temporalmente al ser mecánico.
Eggman no pareció alterarse al ver esto, y siguió contemplando el enfrentamiento con algo de interés, riéndose internamente de que todos sus enemigos se enfrascaran en la pelea, sin fijarse en el medidor de energía que aparecía en la pantalla enfrente del doctor.
-Solo 14 minutos más...
El Egg Phantom se levantó de golpe, y rugiendo furiosamente, desató una onda expansiva de Chaos Energy que alejó a todos sus enemigos, incluyendo a Silver. Una vez sus latigos estuvieron libres, intentó atrapar al erizo plateado con ellos, pero Shadow lo evitó, apareciéndose enfrente de Silver, para teletransportarse con él lejos de ahí.
Amy intentó aproximarse silenciosamente por su espalda y así propinarle un devastador martillazo, pero el Egg Phantom logró detectarla a tiempo, y así la repelió con un solo, pero poderoso azote. La eriza salió despidida hacia el otro lado de la amplia habitación, pero Sonic la atrapó en el aire y juntos aterrizaron en el suelo.
El erizo azul la bajó delicadamente junto al Extreme Gear de la chica, y con una rápida ojeada, comprobó que se encontraba bien.
-¿Te duele algo?
-Descuida Sonic. Solo me tomó por sorpresa.
-Ten más cuidado la próxima vez.
-No soy una damisela en apuros. Sé cuidarme sola.
-Eso no lo dudo.
-¿Entonces...?
-Me preocupo por tu seguridad. Es todo.
-¿En serio?
-Obvio.
-¿Por qué?
-Bueno...
-¡Oigan, ustedes dos! -Les gritó Shadow, interrumpiéndolos. -¡Dejen de parlotear y muévanse a ayudarnos!
Amy estaba por decirle algo, pero el Egg Phantom, quien estaba siendo apaleado por Knuckles, Tails y Silver, disparó desde su visor un poderoso láser de una destructiva energía, que devastó todo a su paso. Los héroes la evadieron ágilmente y, rodeando al robot, contraatacaron.
Desde seis direcciones distintas, los héroes arremetieron contra el Egg Phantom como un veloz enjambre. Tan rápidos fueron, que el androide no alcanzó a detenerlos a tiempo y fue golpeado desde todos los ángulos con múltiples embates y golpes.
Sonic terminó la ofensiva con un poderoso Spin Dash a la cabeza de su enemigo, que terminó por caer de nuevo, desplomándose de espalda contra el suelo...
Por varios segundos, la máquina se quedó completamente quieta: inmóvil sobre el piso por un breve periodo, que para los héroes, fue tan largo que creyeron haber triunfado.
Pero no fue así.
El Egg Phantom volvió a incorporarse, aparentemente más furioso, pero, cuando estaba por rugir de nuevo, un veloz destello violeta impactó contra su cabeza, haciéndolo amedrentarse.
Rouge the Bat aterrizó junto a sus compañeros una vez atacó a su adversario, con una sonrisa intrépida en su rostro.
-Creo, doctor, que tenemos una gran ventaja sobre usted ahora. ¿No sería mejor rendirse antes de que se arrepienta? -Le proponió Rouge a Eggman, mientras observaba disimuladamente el comunicador en su muñeca, cuyo cronómetro señalaba que faltaban solo 2 minutos.
-¿En serio me propones tal cosa cuando la victoria está casi en mis manos? -Rió Eggman, mientras el Egg Phantom volvía a elevarse. -¡Esto apenas inicia!
El gran robot rojo azotó sus tentáculos contra el suelo, desatando repetitivas ondas de choque que hacían temblar el lugar. Todos se esforzaron lo más posible para evadirlas y, aunque fue difícil, lograron salir ilesos.
Pronto empezaron un nuevo ataque, con Shadow y Rouge liderándolos. El erizo disparó un Chaos Spear al pecho de la criatura metálica, que creó una barrera protectora para cubrirlo, pero perdió de vista a su otro objetivo, que logró escurrirse entre el campo de fuerza, y así propinar una potente patada en el visor de la máquina, que retrocedió en seguida.
Y era obvio que los demás aprovecharían: Tails y Silver salieron disparados hacia el Egg Phantom, mientras el erizo creaba campos telequinéticos que los protegían de los azotes del alocado robot. Una vez estuvieron lo suficientemente cerca, el zorro amarillo embistió a la máquina frontalmente, y aunque el ataque no fue muy fuerte, hizo lo suficiente como para que Silver pudiera acertar el golpe de gracia: envolviéndose así mismo en una esfera de luz psíquica, se lanzó como una bola de demolición contra el pecho del robot, magullándolo un poco. Sin embargo, ni siquiera pudo recobrarse, ya que sus otros enemigos atacaron también.
Knuckles apareció encima del robot, golpeándolo en la cabeza con sus dos puños cerrados, con la fuerza suficiente como para lanzar al Egg Phantom contra el suelo. Pero antes de que colisionara contra éste, Amy lo interceptó con el martillazo más poderoso que podría propinar, bateando a la enorme máquina hacia quien daría el último golpe...
Sonic, en lo más alto de la habitación, descendió como un cohete, dejando una estela de viento azul a su paso, mientras se dirigía directamente hacia la cabeza del robot... El Egg Phantom intentó bloquearlo con sus tentáculos, pero le fue imposible: el erizo azul fue demasiado rápido; y su golpe, fulminador.
Un hoyo chispeante apareció en el rostro del robot, que concluía en su nuca, de donde emergió Sonic, triunfante, antes de aterrizar en el suelo con su Blue Star en alto, y con una confiada sonrisa.
El erizo había atravesado de par en par al Egg Phantom, que inmóvil, se precipitó nuevamente a tierra, pero esta vez, a diferencia de las anteriores, no volvió a levantarse.
Todos emitieron un grito de júbilo, exceptuando a Shadow, cuyos ojos rojizos estaban clavados en el científico presente en la sala de control, que no se había movido de su lugar en toda la batalla, y aún los observaba con una confiada sonrisa.
-Ya no tienes más opciones, doctor. -Le confrontó Shadow. -Ríndete antes de que hagamos algo que puedas lamentar.
-¡Jojojo! Sepan que no les tengo miedo, enanos. -Aseguró Eggman, entrelazando sus dedos. -Esta pequeña distracción duró lo suficiente como para que el generador dentro de mi pequeño proyecto estuviera al 100%. ¡Es hora que se libere el verdadero poder de mi Egg Phantom! El Phantom Ruby nos dará la fuerza como para aplastarlos a todos ustedes de una vez por todas, insignificantes insectos. ¡Conozcan mi poder absoluto, en todo su esplendor!
-No tengo ni una remota idea de lo que piensa hacer, pero no quiero averiguarlo. ¡Omega, destruye esta cosa! ¡Todos afuera! ¡Ya, ya, ya!
Una vez el robot recibió la señal de Rouge, arremetió contra el enorme motor de la nave, destruyéndola sin problemas, lo cual causó que toda la fortaleza aérea empezara a destruirse.
Los carismáticos personajes evacuaron la nave en seguida, pero Eggman no se movió de su lugar, aún con aquella inquietante sonrisa esbozada en su rostro...
Los héroes abandonaron la fortaleza aérea de inmediato, usando sus respectivas tablas voladoras para mantenerse estables mientras descendían hacia el suelo, que estaba a millones de metros abajo.
Muy cerca de ellos, la última nave de la Egg Fleet estalló por los aires, dejando con su destrucción un sepulcral silencio en aquella noche estrellada.
Roto por los festejos de victoria de los héroes, que se felicitaban entre sí y celebraban su triunfo.
-¡Esta vez sí que nos lucimos! -Dijo Tails, emocionado. -¡Vencimos a Eggman de una vez por todas! ¡Y casi sin problemas! ¡Fue fantástico!
-Y todo se lo debemos a ése que viene por allá. -Añadió Rouge, sonriendo de lado. -¡Omega, gran trabajo!
-Gracias. -Respondió el robot, usando sus propulsores para acercarse al grupo.
-¡Lo hiciste genial, compañero! -Le felicitó Silver, guiñándole el ojo. -¡Gracias a ti acabamos con Eggman!
-Me alegra haber sido el componente clave para vencer al doctor, aunque me hubiera gustado despedazarlo con mis propias manos. -Alegó Omega, cerrando sus puños. Silver solo se limitó a alejarse incómodo.
-Oye, faker. ¿Por qué estás tan callado? -Le preguntó Shadow a Sonic, notando que no dejaba de observar los restos de la nave caer.
-Es solo que no creo que hayamos derrotado a Eggman... tan fácilmente...
-Pues así pasó. ¿Qué no ves? -Contestó Shadow, señalando la destruida nave desplomarse lentamente hacia tierra. -Nada pudo sobrevivir a eso. Ganamos, y deberías contertarte con ello.
Sonic no dijo nada, y se mantuvo pensativo. Había enfrentado a Eggman muchísimas veces, y cada vez que lo vencía, regresaba a los meses, y ya estaba acostumbrado a eso. Pensar que por fin lograron acabar con él parecía ser solo un sueño, pero no. Era real. Ignorando sus dudas, empezó a desplazarse hacia sus amigos para convencerse así mismo de que Eggman había muerto...
Pero otra vez no fue así.
Pronto, un brillo rojizo teñió el ambiente de rojo por unos segundos, y una enorme figura oscura empezó a emerger de los restos de la nave caída.
Un gigantesco robot, muy similar al Egg Phantom, pero con una apariencia más terrorífica, se encontraba levitando en el aire. Era inmenso, quizás del tamaño de la mitad de la nave que acababa de ser derribada. Contaba con múltiples tentáculos, enormes, y repletos de espinas, además de grandes cuernos, y su visor rojo había cabiado su apariencia, teniendo ahora más asimilación con un ojo, que resultó ser la cabina donde el Dr. Eggman, con una divertida sonrisa, los observaba.
-¡Saludos, mis queridos enemigos! ¿Me extrañaron?
-Este asqueroso vejestorio no se muere con nada. -Bufó Knuckles, tronando sus nudillos.
-Tendremos que obligarle a desaparecer. -Respondió Shadow, preparándose para otro combate.
-Veo con tristeza que nunca dejan de subestimarme. ¿En serio creen que el ser más inteligente de este mundo sucumbiría ante la explosión de su propia nave? ¡Han destruido mis fortalezas volantes en tantas ocasiones que ya hasta perdí la cuenta! ¿Y me eliminaron? ¡No! ¡Aquí estoy, listo para volver a enfrentarlos, para demostrar que mi visión del mundo es la correcta! ¿Quieren luchar conmigo de nuevo? ¡Pues los espero, pero les advierto que esta vez tengo a mi lado una fuente de poder infinita, que supera sus espectativas por completo! ¡El Phantom Ruby!
Y entonces, todos notaron la gema roja, todavía incrustrada en el pecho de la bestia, pero esta vez, se veía minúscula en comparación con su gigantesco portador.
-Así que eso es lo que le da fuerzas, ¿eh? -Sonrió Sonic, rascándose la nariz con su típica mirada de confianza. -¡Tu mayor fortaleza también es tu debilidad! Si arrancamos eso de tu robot, perderá toda su fuerza y te venceremos sin problemas. ¡Pan comido!
-Tan solo inténtalo, Sonic. -Le retó el doctor, mientras el Egg Phantom rugía con mayor intensidad, desafiando a sus enemigos a dar el primer movimiento.
Los héroes se lanzaron al ataque sin titubear, pero antes de que pudieran acercarse, el enorme androide ejercío una poderosa presión desconocida, que alejó a todos de él en segundos. Y antes de que los presentes alcanzaran a digerir lo sucedido, la mortal máquina volvió a atacar, embistiendo a todos sus objetivos con su inmenso cuerpo.
Los héroes se recuperaron del golpe de inmediato, y aunque algunos cayeron de sus Extreme Gear y se desplomaron al vacío, fueron rescatados por Silver y Tails, regresando a sus tablas voladoras. Una vez todos estuvieron unidos, encararon a su nueva amenaza: un mejorado Egg Phantom, bastante peligroso y mortal.
Debían tener cuidado para conseguir derrotar a esa nueva amenaza, y fracasar no era una opción.
Los chicos rápidamente se transportaron hacia la enorme bestia de metal con sus Extreme Gear, pero antes de que pudieran iniciar el ataque, Tails se percató de algo alarmante.
-¡Muchachos! ¡Los Extreme Gears están perdiendo mucha energía con cada segundo que pasamos en el aire! ¡Si no encontramos una superficie para deslizarnos sobre ella estaremos en problemas!
Al oír esa advertencia, el grupo se tensó. Una cosa era descender hacia tierra lentamente, pero otra muy diferente era tener una batalla a gran velocidad en el aire. Las patinetas voladoras no estaban diseñadas para mantenerse flotando a gran altura por tanto tiempo, y si no se apresuraban, terminarían perdiendo al caer hacia el vacío.
Sin embargo, una osada idea surcó la mente del erizo azul por unos segundos. Era arriesgado, pero parecía ser la mejor opción que tenían. Y sin más, la anunció a sus compañeros:
-¡Hay que patinar sobre sus tentáculos! ¡Esquiven los pinchos!
-¡Entendido! -Respondió Silver, inclinando su Extreme Gear, la Psychic Wave, hacia un costado para aterrizar sobre uno de los inmensos miembros de la criatura, y desde allí comenzar a desplazarse hacia el cuerpo, recorriendo la extremidad del robot y evitando las espinas que se interponían en el camino con una grandiosa habilidad.
Los demás imitaron al erizo plateado, discurriendo por los látigos del androide con espectaculares maniobras y técnicas, hasta que estuvieron por llegar al cuerpo del Egg Phantom, quien no pensaba dejarse derrotar tan fácilmente.
-¡¿Creen que derrotarme será así de sencillo?! -Vociferó Eggman, activando un interruptor de sus controles un segundo antes de que Sonic tocara el Phantom Ruby.
Una descarga de energía sumamente poderosa envolvió al enorme robot, produciendo un infernal dolor en los enemigos encima suyo, que se alejaron de inmediato del robot, y empezaron a caer como peso muerto al vacío.
-¡Ninguno de ustedes está al nivel de enfrentarse a mí ahora! ¿Entendieron? ¡Ahora, mueran como las plagas que son! ¡Desaparezcan de mi vista de una buena vez!
El Egg Phantom estaba por volver a atacar, canalizando una gran cantidad de energía en su ojo, cuando un misil detonó justamente encima del Phantom Ruby. La máquina convulcionó por el ataque, mientras retrocedía de golpe, encarando encolerizado a su agresor.
-Oh, pero si eres tú... -Dijo Eggman, sonriendo con interés. -Mi proyecto estrella... Omega.
-Es un gusto volver a encontrarme contigo, doctor. -Respondió el robot. -Así podré aniquilarte personalmente.
-Inténtalo, traidor. -Desafió el científico, divertido. -Y ahora que lo pienso... me recuerdas mucho a uno de mis primeros robots Serie-E... ¿Cómo era que se llamaba...? ¡Oh, sí! E-102 Gamma. Fue uno de mis mejores inventos, pero lamentablemente se rebeló contra mí, como tú, y destruyó a mis otros Serie-E. ¿Sabes lo que pasó con él?
Antes de que Omega pudiera reaccionar, el Egg Phantom desapareció en un segundo, y reapareció encima del robot Serie-E, apresándolo con sus filosos tentáculos.
-¡Omega! -Gritaron Shadow y Rouge, siendo éstos los primeros en recuperarse de la descarga, coger sus Extreme Gear y conseguir estabilidad en el aire.
Pronto, el resto del equipo los imitó, pero no tenían ni idea de como ayudar asu robótico aliado.
-Pagó con su vida por traicionarme. -Concluyó malignamente el doctor, mientras el Egg Phantom presionaba más a Omega, intentando atravesar su armadura con sus espinas. -Y ese será también tu destino.
-¡Suficiente! -Exclamó Shadow, teletransportándose enfrente de Eggman. -¡Escúchame bien, Eggman! ¡Nadie se atreve a hacerle eso a uno de mis amigos! Atrévete a continuar dañando a Omega, y te arrepentirás.
El doctor solo miró sorprendido a Shadow, pero a los segundos, le sonrió burlonamente y contestó.
-No me interesa lo que diga un engendro como tú.
La cabina del robot, donde Eggman se encontraba, se iluminó, irradiando grandes cantidades de energía. Pero Shadow, lejos de intimidarse, empezó a envolver sus manos en una poderosa energía, mientras la Black Shot bajo sus pies parecía no ser afectada por ésta.
-Grave error. -Susurró el erizo negro, tiñendo su cuerpo de rojo gracias a aquella energía. -¡Chaos Blast!
La explosión de Chaos Energy fue lo suficientemente potente que parecía ser una estrella roja que iluminaba el cielo nocturno. El estallido fue feroz, tanto así que el Egg Phantom recibió pocos daños por el ataque, pero lo más sorpresivo fue que el Phantom Ruby parecía reaccionar a la energía de Shadow, por lo cual emitió tal detonación de energía que tanto el erizo como el robot salieron disparados a dos direcciones distintas. El androide soltó a un lastimado Omega, que hizo lo posible por no desplomarse a tierra.
Los demás se acercaron a ellos rápidamente y los auxiliaron. Las heridas de Omega no fueronmuy graves y empezaron a regenerarse, mientras que Shadow solo se encontraba algo cansado. Más allá de eso, aún podían combatir.
El Egg Phantom pareció recuperarse de la explosión, regresando a batallar, cuando Eggman habló.
-Eso me tomó por sorpresa. -Admitió. -No esperaba que la Chaos Energy generara tales reaccionar volátiles al hacer contacto con el Phantom Ruby. Pero después arreglaré eso. Ahora mismo, debo asegurarme de que ustedes no me vuelvan a molestar. Les demostraré el verdadero poder del Phantom Ruby, y lo caótico que puede ser. ¡Presencien la Infinidad encarnada en una gema! ¡Presencien el poder infinito del Phantom Ruby!
Con un potente rugido del Egg Phantom, una esfera de energía roja empezó a rodearlo, que se expandía poco a poco, hasta que alcanzó a cada uno de los héroes, quienes comenzaron a flotar en un espacio sin gravedad. Al mismo tiempo que esto sucedía, el Phantom Ruby se iluminó con gran fuerza, y emitía un misterioso sonido, titilante, que parecía alargarse hasta volverse eterno, monótono, ahogado.
Ahora, con los héroes inmovilizados en aquel espacio rojizo, el Egg Phantom los atacó con todo. Con múltiples feroces azotes, cada uno de los presentes empezó a caer, uno tras otro, hasta que solo uno quedó consciente...
Sonic.
-Y estamos aquí... -Comenzó Eggman, complacido al ver el furioso semblante de su más odiado enemigo. -Donde todo termina... Donde por fin acabo contigo, el mayor obstáculo que se ha entrometido en mi camino todos estos años, y me ha impedido hacer realidad mi sueño. Por fin, terminaré contigo, y alzaré el Eggman Empire de las cenizas de este planeta. Y no podrás hacer nada para evitarlo. Siempre con tu odiosa personalidad heroíca, ayudando a los culpables de que este mundo esté manchado con la imperfección, pero ya no más... Hoy todo termina, Sonic the Hedgehog. Tu vida, y las de tus amigos serán el precio por interponerte en el nacimiento de la nueva era. Ya es demasiado tarde para evitarlo. ¿Tus últimas palabras?
-Siempre has hablado mucho. -Contestó Sonic, irritando nuevamente al doctor. -¿Y quieres saber algo más? Estás muy equivocado: se centras en lo malo del mundo y no quieres ver lo bueno. Ves el lado erróneo del planeta, y quieres destruirlo por eso. Vives una mentira, Eggman. Y si crees que eliminar a las formas de vida de la faz de la Tierra es la solución, ten en cuenta que no te lo permitiré. No importa cuantas veces lo intentes, siempre estaré allí para patearte el trasero. Protegeré al mundo de ti, Eggy. Y lo seguiré haciendo hasta que recibas lo que te mereces de una vez por todas.
-¡Silencio! -Gritó el doctor, controlando al Egg Phantom para que propinara un tremendo latigazo contra el erizo, atravesando el abdomen de éste con una de sus fatales espinas. -Esto ya terminó, Sonic. Y debes aceptarlo. ¡Perdiste!
La energía roja en el ambiente se extinguió, dejando caer los cuerpos inertes de los héroes hacia el vacío, y esta vez, nadie estaría allí para salvarlos.
Eggman contempló la escena complacido. Observó como su tan ansiada victoria estaba por llegar. Observó como Sonic perdía de una vez por todas...
Pero, como siempre, el erizo tenía una última sorpresa que revelar.
-No. -Salió de los labios del erizo, mientras sus ojos se abrían, y una estelar luz azul empezaba a bañarlo.
-¡Debe ser una broma! -Gritó Eggman lleno de frustración.
-No haz ganado, Eggman. Y nunca ganarás. -Continuó el erizo, montando su Blue Star. -Aún si nos derribas mil veces, volveremos a levantarnos. Siempre ha sido así, y siempre será así. Puedes hacer lo que quieras, pero el resultado siempre es el mismo. No lo evitarás, ni ahora, ni nunca. Y si crees que nos derrotaste, ¡pues piénsalo de nuevo!
El erizo voló como un jet hacia el Phantom Ruby, pero el Egg Phantom rugió con una enorme fuerza, provocando una onda expansiva que intentó hacer retroceder a Sonic, pero solo lo frenó unos segundos.
-¡Si piensas que solo tú, una pequeña rata azul, podrá vencerme, deberías resignarte! -Exclamó Eggman, confiado.
-¡En ese caso, no estará solo!
Un destello negro también surgió de la nada, y se unió a la lucha, posiocionándose junto a Sonic para confrontar al Dr. Eggman, quien se sorprendió por ello.
Shadow the Hedgehog, junto al erizo azul, se movilizaban como estrellas hacia el rubí que causaba todos esos problemas, con la intención de destruirlo. Y por supuesto, no lo harían solos.
Pronto, Tails, Knuckles, Amy, Rouge, Silver e incluso Omega volaron junto a los dos héroes, todos ellos animados por las palabras del erizo azul, determinados a triunfar...
Alarmado, Eggman activó nuevamente aquel espacio rojo que inundaba el lugar, pero para la incredulidad del científico, los animales no se detuvieron. Siguieron encaminándose a la fuente de poder del robot, sin detenerse por nada.
-¡No lograrán vencerme de nuevo! -Juró Eggman, controlando los tentáculos del robot para crear una especie de espiral enfrente del Phantom Ruby con las extremidades del Egg Phantom, y así protegerlo. Pero sorprendentemente, tampoco funcionó.
Los ocho destellos de distintos colores atravesaron los brazos del robot, destrozándolos, y llegaron al Phantom Ruby. Y Eggman contempló, asombrado, como el grupo lo destrozara, haciéndolo pedazos. Tan atónito estaba, que ni le importó que los héroes siguieran su curso a través del robot, atravesándolo de par en par...
-Esto no es posible... -Musitó el doctor, estático, sin reaccionar aún, aunque la pantalla frente a sus ojos le advertía que había perdido todos los mandos...
Y explotó.
El Egg Phantom, o mejor dicho, el Phantom Ruby estalló con la fuerza de mil infiernos. Su detonación fue tan potente, que todo el robot desapareció entre el fuego.
No quedó nada.
Los siete héroes con suerte lograron salir con vida de ahí, se estabilizaron a sus Extreme Gears, y presenciaron como su enemigo se destruía, y finalmente, después de todo ese sufrimiento, lograban triunfar...
Vencieron...
O eso creyeron todos.
¿Y bien? ¿Qué les pareció?
Es obviamente el como derrotaron a Eggman, suceso que se menciona en Flare Riders.
¡Les pido que dejen sus review, ya que son muy preciados para mí y me hacen valorar mi trabajo!
¡Gracias, y nos leemos!
