Hola Chicos!

aqui esta mi especial de San Valentin, se los dedico de todo corazon, en especial a los seguidores de mi otro Fic, como se los he dicho ustedes hacen posibles las historias, espero la disfruten

-Los personajes pertenece a Craig Bartlettt y Nickelodeon
-los titulos de las canciones son solo para complementar la historia


Justo a tiempo

vísperas de San Valentín, la ciudad se abarrotaba de cientos de adornos y mercancía para regalar al ser amado en ese día tan esperado para los afortunados en el amor y simplemente una estrategia de marketing para vaciar los almacenes de lo que no pudieron vender en las navidades según los que tenían un corazón roto.

Cupido se encontraba realmente ajetreado, uniendo parejas, compensando aquellos que habían terminado, entregando flores y detalles.

-una flecha por aquí otra por allá, un dardo por acá, no tu no tu ya te enamoraste demasiadas veces.-

Pero este año era el año en el que cupido reuniría a dos rubios, ese era el objetivo, después de todo el amor estaba en el aire.

-En 3, 2 ,1 objetivo visualizado. Ahí estas pequeña este año no te me escapas y donde esta el jovencito con cabeza de balón, mmm ya lo ubique.-

cupido se encontraba escondido detrás de unos arbustos, tenia días vigilando al par de chicos que ahora cursaban su segundo año de preparatoria.

-mmm… ok en cuanto crucen la esquina disparare mi flecha y habré terminado mi trabajo… bien, un poco mas….un poco mas.-

-Mauuu!- para mala suerte del guardián del amor, su disparo fue interrumpido por la presencia de un gato que trataba de llamar si atención

-Ahora no gatito, no puedo atenderte, en otro momento te emparejare con una minina ahora necesito concertación, volvamos a nuestro objetivo.-cuando levanto la mirada vio que la chica de ojos azules había tomado hacia otra dirección y el chico con cabeza de balón se había detenido a comprar algunas cosas.

Sin pensarlo el gato salió disparado lejos, debido al gran berrinche que había propiciado cupido en esos momentos.

-NO, NO, NO!, ya no puedo soportarlo!, desde hace años este par se me ha escapado, Renuncio.-expreso cupido y es que era verdad desde hacia años cupido había intentado reunir a ese par pero por alguna extraña ironía del destino, no había logrado emparejarlos.


-permiso, permiso, disculpa.-cupido saltaba las filas de lo que aparentemente parecía una oficina de gobierno, de esas que sabes perfectamente que te atenderán en una horas.

-Disculpa preciosa podría ver a la concejal de las festividades.-

Cupido había podido colarse al principio de la fila, una que exactamente indicaba las fechas próximas a festejarse

-Hey Cupido haz fila, como todos!.- le dijo una vocecilla bastante peculiar

-Tranquilo conejo aun es mi turno, todavía no es San Valentín y hasta que den las 11:59 de del catorce aun puedo colarme al frente de la fila.- dijo burlonamente cupido

-Eres un pequeño mocoso en pañales, que justifica sus travesuras en nombre del amor.- soltó con rabia el conejo de pascua

-Por lo menos me festejan mas a mi que a ti conejito, a si que deja que las verdaderas festividades hablen.-

-Bien ya sacaste boleto, órale ponte en guardia!.-

-Huy el conejito ya se enojo, que vas hacer colita esponjada? tirarme huevos podridos?, mira que miedo te tengo!.-

-Eres un hijo de…..-

-Conejo, Cupido compórtense!- esta había sido la concejal de las festividades, era una mujer bastante mayor, vestía una túnica larga de color blanco, su rostro lo enmarcaba un chongo y un par de lentes que la hacían lucir mucho mas regordeta de lo que realmente aparentaba.

-Mi querida señora…- dijo cupido en un tono bastante lambiscon

-Nada de querida cupido, no deberías estar trabajando?.-

-Si señora pero debo tratar un asunto con usted.-

-¿Un asunto?, se Trata del caso PS14-118.-

-Ese en efecto, vera señora… aun están separados y pues quería ver….-

-Pasa inmediatamente a mi oficina Cupido.-

-Hey señora, yo llevo 4 horas aquí esperando y sabe perfectamente-

-Conejo, espera tu turno, efectivamente cupido aun tiene su turno vigente, ya arreglare cuentas contigo sobre las facturas de las cajas de huevos que mandaste.-

-Pero señora lo mío son perecederos, se echaran a perder si no los refrigero… además podemos facturar para…..-

-Buenas tardes conejo.-

La concejal cerro las puertas de su oficina, le indico a cupido que se sentara, ella hizo lo propio sentándose del otro lado del escritorio

-Y bien.. veamos el expediente.- la concejal había sacado una carpeta donde venia toda la historia de aquellos dos rubios

-Por lo que aquí dice que ellos deberían haberse emparejado desde los 9 años? Eso quiere decir que esta misión se ha atrasado 8 años..pero ¿por qué? …mmm veamos… aquí hay registro de 4 besos y dos confesiones y algunas citas fallidas pero que demonios… cupido puedes explicarme que rayos sucede aquí.-

-Vera concejal…- suspiro cupido- eso es lo que quisiera saber…- él pareció visiblemente preocupado por la situación

-parece que ellos mismos se sabotean… han tenido tantas oportunidades que se han desincronizado, cuando él esta mas enamorado de ella, ella se asusta y se aleja y cuando ella parece estar lista, él empieza a salir con otra chica y así se han ido estos 8 años y el resultado es el mismo, pero ya no se que hacer.-

-Eso es me temo, quizás esta sea su ultima oportunidad cupido, sabes bien por ley que después de cierto tiempo si no se llevan a cabo las misiones están simplemente caducan y por lo que veo este año es tu ultima oportunidad antes de que empiecen la universidad, si no fortalecen su lazo antes de irse nada lo ara, y simplemente se enamoraran de otras personas.-

-Pero concejal no podríamos hacer una excepción, ellos de verdad se aman, sus corazones embonan perfectamente, es raro en estos tiempos que algo suceda así, podríamos quebrantar las reglas un poco e intentarlo con mas calma el siguiente año.-

-Cupido!, sabes perfectamente que el padre tiempo no perdona y el de ellos ya esta llegando a su limite, es este año o nunca, así que decídete, emparéjalos o déjalos ir.-

-Esta bien señora are el ultimo intento de emparejarlos si fracaso dirán que no lo intente.- suspiro pesadamente cupido

-Bien cupido se que no ha sido fácil, así que este año te brindare ayuda, se te asignara una asistente para que te facilite un poco mas tu trabajo, psique querida puedes venir…-

-Psique la misma de…. Eros y psique, La que fue ayudada por afrodita y que murieron trágicamente?.- pregunto incrédulo cupido

-No,no, esta es su tatara tatara tatara tatara nieta ya vez que esta de moda poner nombres raros a sus hijos- dijo encogiéndose de hombros la concejal

- oh! Mira aquí viene, querida te presento a cupido, cupido ella es psique.-

-Gusto en conocerte-

-El placer es mío.- dijo la chica de tez blanca, cabellera rojiza, ojos color verde y sonrisa radiante, si bien cupido no estuviese tan ocupado quizás caería rendido a los encantos femeninos de la chica y podría enamorarse.

-Bien vámonos, que solo nos quedan unos días para hacer que ese par se enamore.- pronuncio cupido antes de salir de la oficina de la consejal.


Escuela preparatoria Hillwood

Dos rubios se encontraban en el pasillo, cada uno sumergido en su propio universo, la campana indicaba que ya había terminado el periodo de clases y empezaba el de los talleres extra curriculares.

ella una chica rubia, 1.70 de altura, ojos azules, tez blanca, su figura asemejaba a una linda muñeca de porcelana, tenia una genética favorable pechos bien proporcionados y caderas bien definidas, le habían dado ventaja estos años, gracias a todo el deporte que hacia, una belleza natural la describirían muchos, vestía un blusa asimétrica color rosa, sobresalía su top deportivo blanco, sus jeans eran claros , prefería la comodidad de los sus tenis deportivos color blanco, su maquillaje era ligero no necesitaba mucho, llevaba el cabello suelto sostenido solo quizás por la diadema de los auriculares inalámbricos que portaba en ese momento, balanceaba su pequeña cintura al son de la música, el ritmo lo acentuaba con su cabeza, disfrutaba poner su play list favorita antes de ir a la practica de béisbol.

Estaba siendo observada por cierto chico desde su casillero, admiraba sus movimientos, el balanceo de las caderas de la chica lo hipnotizaban, sabia que era hermosa, tantos años de ser su bulling personal lo frenaban, tenían una historia juntos, pero el simplemente desisto, por miedo, por conformidad, en realidad no sabia porque desistió?, solo le gustaba observarla.

Él un chico promedio, galante su educación la había convertido en un caballero, con su casi 1.80, no era muy delgado, las ventajas de hacer Rapel le habían concedido cierta musculatura, rubio, cabello rebelde, ojos verdes como zafiros y sonrisa radiante, mas de una había caído ante sus encantos, aunque el no buscaba una relación seria con ellas, por que la única chica que le robaba el sueño era aquella rubia que lo ignoraba o creía que lo hacia.

Helga también lo observaba, guardaba sus libros para poder tomar su maleta deportiva con el uniforme del equipo, tenia que poner el buen ejemplo al ser la capitana, se balancea así apropósito para que él la observara, le encantaba lograr captar la atención del chico de sus sueños, y pretender que no se daba cuenta.

Por un momento sus miradas se cruzaron, él le regalo una sonrisa y ella le devolvió el gesto con la mano despidiéndose de él, no cruzaban muchas palabras en realidad solo las suficientes durante las clases. En si habían pasado años desde que no tenían una conversación que durara mas de 60 segundos de forma tranquila antes de explotar, siempre molestándose, peleando y gritando, para después cada quien irse por su lado, frustrados por que sabían que san Valentín estaba por llegar, y ambos eran dos corazones que vagaban solitariamente, querían estar juntos pero no sabían como.

Cupido y psique veían la escena desde lejos, la ventaja de ser seres mitológicos les daba el poder de no ser visible ante los ojos de los mortales.

-¿Cupido viste lo mismo que yo?, ¿por que ellos no están juntos? si son la pareja perfecta- la declaración de psique era acertada

-Es lo mismo que yo me pregunto, querida, tengo años observándolos, ella tiene una pasión tan ardiente que podría compararse con el sol y el tiene tanto amor que faltarían números para saber con exactitud cuanto la ama, siempre negándose, siempre escondiendo lo que sienten… quizás…quizás sea que tienen miedo.-

-¿Miedo?.- pregunto con curiosidad psique

-Si como lo explico, mmm, ella no ha tenido una vida fácil, padres descuidados dando su atención a una hermana odiosa, que cree que con su belleza física obtendrá lo que quiera, mientras que ella tiene una belleza que proviene desde lo mas profundo de su ser, tiene miedo a ser vulnerable y por ende a ser lastimada, y él ha estado solo tanto tiempo, que de cierta forma esta acostumbrado, sus padres regresaron hace apenas unos 5 años, y ha ido llenado es hueco poco apoco, pero obvio a un le falta llenarlo con el amor de ella, pero no sabe como acercarse, tiene miedo a nos ser el adecuado para ella y que se de cuenta que no es suficiente, se molestan apropósito para poder estar de alguna forma juntos.-

-Ósea se molestan y gastan bromas para poder estar juntos?, no es algo infantil?.-

- Así es y es mas propenso a que no suceda su amor con esto, ya que ellos están creciendo y están tomando rumbos diferentes, veras su relación es como una liga, cada uno ha estado estirando su propio extremo y esta ya esta tan desgastada de tanto halar que llegara un día en que se rompa y al estar cansados de hacer esto, no querrán volverse a ver, así que es importante llevar acabo el plan.-Veamos- cupido había sacado de su bolsillo un aparato extraño muy parecido a una terminal de tarjetas de crédito, escaneo al rubio, en la pantalla se marco un 60%, posteriormente lo hizo con la chica y esta indicaba al igual que Arnold un 60%

-Que es eso cupido?.- Pregunto psique

-Esto es un barómetro del amor, debe sobre pasar el 90% del amor en cada uno para que las flechas tenga un efecto mucho mas duradero, si estas solo se disparan al estar al porcentaje que marcan, solo el enamoramiento será pasajero.-

-Ya veo y entonces ¿que vamos hacer para que los números suban?-

-Veras pequeña, aquí es donde nosotros intervenimos.-

Helga caminaba por los pasillos de la escuela ya había terminado la practica de béisbol, y después de ducharse se disponía a salir de la escuela, de nueva cuenta se había colocado sus auriculares y escuchaba "Holdin On" de Flume mientras bailaba al ritmo de la canción, el gustaba ese tipo de música la poco convencional, la música rara pero que podía alimentar su alma, se hubiese metido al taller de baile si no hubiese sido por dos razones: la primera ahí estaba Laila junto con Rhonda y todo el séquito de las populares que le caían mal y la segunda era por que el taller era al mismo tiempo que la practica de béisbol.

Iba tan inmersa en el ritmo de la música que no se dio cuenta que estaba a punto de chocar contra Arnold, el chico con cabeza de balón se quedaba tarde a impartir tutorías de historia y matemáticas, a pesar de pertenecer al equipo de básquet tenia que ganar créditos para la universidad de Rice, en Texas., Arnold había caminado rumbo a su casillero para guardar sus libros e iría a su casa, cuando de pronto choco contra lo que parecía un pequeño bulto bien formado, cuando cayo en cuenta de quien se trataba abrió los ojos y solo pudo ver un par similar en color azul y un aroma a vainilla que le fascino.

-Hey cabeza de balón fíjate por donde caminas!- dijo Helga quien se encontraba debajo de él, estaba visiblemente sonrojada por la cercanía del rubio

-Lo siento Helga déjame ayudarte.- de inmediato el chico se puso de pie y le ofreció su mano para levantar a la chica rubia.

Por primera vez Helga acepto el gesto amable de Arnold y tomo su mano para ponerse de pie, bastante había echo ella también por propiciar aquel encuentro accidental y se sentía tan cansada por la práctica que decidió restarle importancia a su orgullo y aceptar la ayuda.

-Gracias, melenudo!.- se puso de pie retirando su mano del suave toque Arnold y empezó a sacudirse el polvo, de nueva cuenta se coloco los auriculares que se desajustaron con el choque -Nos vemos zopenco.- se giro sobre sus talones y empezó andar hacia la salida.

Arnold había quedado sin palabras por las acciones que había tomado la chica, aun sentía el calor de la mano de Helga, la observo por algunos instantes, era agradable sentir su piel tersa y cálida, era como tocar el pétalo de una rosa.

-Cupido que dices si le disparas al muchacho un dardo de valor, aprovechemos que la chica a un no esta lejos para que la invite a salir.- sugirió psique

-Que comes que divinas querida, disparando en 3,2,1.- cupido había sacado una cerbatana con algunos proyectiles, sabia exactamente que debía proporcionarle al muchacho con la cabeza de balón

Arnold sintió que algo lo había golpeado en la cabeza, la sensación era extrañamente familiar, se había sentido como una bolita de papel de las que le arrojaba Helga durante clases cuando estaba en cuarto grado, de inmediato le surgió una idea y sin pensarlo dos veces salió corriendo detrás de la chica, cupido y psique salieron detrás de él para ver que rumbo tomaban las cosas.

Arnold tuvo que avanzar 3 calles antes de alcanzar a Helga, la chica caminaba rápido, cuando la visualizo se armo de valor para acercarse a ella, le toco un hombro, cuando Helga volteo a ver quien había llamado su atención, se sorprendió ver que era Arnold

-Que se te perdió cabeza de balón?- dijo Helga enmarcando una ceja

-Helga… ssaal, migo, el viernes…- decía un jadeante Arnold de verdad tenia que tomarse mas enserio el cardio se dijo a si mismo, por que no era posible que por correr tres calles se habia quedado sin aliento.

-Disculpa!.- dijo una confusa Helga

-Helga, quieres salir conmigo el viernes?.- dijo Arnold sonrojándose

-Estas loco!.- dijo Helga antes de retomar su camino, sabia que Arnold era una casanova y ella no seria una mas de su lista

-Vamos Helga, por que no lo intentas, tal vez te diviertas conmigo.- Arnold caminaba a su lado, se comportaba mas galante con ella, no sabia por que lo estaba haciendo solo sabia que tenia que hacerlo si no se arrepentiría.

-Y que te hace pensar que aceptaría una invitación tuya zopenco!, en primera se cuales son tus gusto y yo no entro en ellos, y si esto es una apuesta tonta con alguno de tus amigos, tu y él zoquete que haya aceptado conocerán a la poderosa Betsy, y dos el viernes es San Valentín y ni loca saldría contigo ese día.- dijo Helga con tono molesto

-Quizás por eso quiero salir contigo por que no eres como las otras chicas, además quien dijo que no estas entre mis gustos, eres realmente muy linda.- Arnold se detuvo en seco, de verdad había salido eso de sus labios

Helga también había parado su andar, a un no sabia por que Arnold estaba diciendo aquellas cosas.

-Y en segundo lugar no he echo ninguna apuesta con nadie, solo quiero pasar un agradable san Valentín con alguien que valga la pena y sea interesante y tu cumples con esas dos características o acaso me tienes miedo?. - Termino de decir Arnold, sabia que había 2 opciones en este punto, uno que la chica de ojos azules aceptara su invitación o era hombre muerto.

Helga negaba con la cabeza, tenia un debate interno muy grande, si aceptaba la invitación de Arnold podría ser este su ultimo intento por crear un vinculo con él, pero también corría el riesgo de ser lastimada, de verdad valdría la pena correr el riesgo después de tantos años de indiferencia?, y si la rechazaba sabia que se arrepentiría el resto de su vida. Que hacer?

Cupido y psique habían llegado a tiempo a la escena, de inmediato cupido levanto su cerbatana y lanzo un dardo hacia Helga, esperaron un momento cuando de pronto la chica rompió el incomodo silencio que se había cimbrado entre ellos

-Esta bien cabezón, acepto tu invitación para demostrarte que Helga G. Pataki no le teme a nadie, pero solo con dos condiciones.- Helga se cruzo de brazos para voltear a ver al chico.

-Las que quieras.-dijo Arnold posicionándose frente a al chica, quería que ella viera que esto era serio

-La primera- dijo Helga levantando un dedo de su mano derecha- a excepción de Phoebe y Gerald ,nadie debe saber que tu y yo saldremos el viernes, entendido?.-

-Ok, entendido.- asintió con la cabeza Arnold- y por que ellos si pueden saber de esto y los demás no? .-Pregunto Arnold

-Doih! Zopenco, por que ellos son nuestros mejores amigos y por ende creo que les contaremos sobre esto.- dijo Helga rodando lo ojos.

-Y segundo.- dejo escapar un suspiro

- Nada de cursilerías, ni globos, chocolates ni flores, nada de tonterías, no quiero ir a cualquier sitio convencional, al cine o a cenar a un restaurante de 5 estrellas, pero eso no quiere decir que nada de baratijas que todo sea de primera clase, por que yo no soy una chica común Arnoldo.- le dijo apuntando su dedo hacia su pecho- así que si quieres una típica cita con alguna de las tontas que tenemos como compañeras pídeselas a ellas, aun estas a tiempo, pero si vas a salir conmigo debe ser algo fuera de lo común, entendido o se cancela trato amigo.-

Arnold había quedado con la boca abierta, Helga no solo había aceptado su invitación si no que sabia exactamente lo que quería, llevaba años observándola pero eso no quería a decir que la conociera, así que? que podrían hacer en su cita?, le había dicho que el cine y una cena elegante quedaban descartadas, y las flores y chocolates que eran sus recursos mas socorridos también estaban fuera de la lista, ahora si tenia que pensar que podría ofrecerle a la rubia.

-Ok, aceptó tus condiciones Helga.- dijo tendiéndole la mano a ella para cerrar el trato- entiendo que nada de lo común, y solo queda entre nosotros y nuestros mejores amigos.-

-Bien si no tienes otra cosa que hacer, esfúmate- dijo la chica volviéndose para retomar su camino

-y Arnold nos vemos mañana en la escuela- se despido la chica de ojos azules

-Hasta mañana Helga!.- Dijo Arnold viendo como la chica doblaba la esquina para ir a casa, tenia que llegar a la pensión para contarle a Gerald lo sucedido y pedirle ayuda con su cita.

-¿Que fue lo que le lanzaste a la chica?- pregunto psique a cupido

-Le lance confianza.- respondió un sonriente cupido

- bien fase uno completa vamos por la fase dos.-


Nota 1: bien aquíi esta la primera parte!,que emoción, nos vemos al final de la historia

con cariño piscis34