El Matrimonio ni el demonio.
Nota Autorial: Lisa Hayes y Rick Hunter aprenderán que el amor es solo una parte de la vida matrimonial y que la tolerancia es necesaria para coexistir.
Capítulo Uno: Un despertar inesperado.
Después de haberse escapado de la nave de Bretai, Lisa y Rick aún no asimilaban todo lo que se habían dicho en aquella nave.
Rick Hunter sabía que detrás de esa cara de "Disciplina y Orden", Lisa Hayes no era más que una mujer común y corriente que había sufrido y que necesitaba alguien que le diera cariño.
Lisa Hayes por su parte sabía que Rick Hunter, detrás de esa arrogancia característica de todos los pilotos varitech, era un hombre con un corazón noble y que no dudaría en arriesgarse por los demás.
Con estos pensamientos, ambos se fueron a sus respectivas habitaciones.
Rick Hunter pensaba que Lisa Hayes era una maravillosa mujer, que probablemente a su lado se acabarían esas largas noches de soledad e incomprensión, este mismo pensamiento rodaba por la mente de Lisa Hayes.
Lo que no sabían era que el destino los iba a poner a prueba a ambos.
Al día siguiente en el cuarto de Rick Hunter…
− Vamos Rick, anímate, vas a ver que todo va a estar bien, que puede pasar si vamos al casino un rato, ni que fueras a ganar.− Le decía el Comandante Roy Fokker a su amigo que no quería ir al casino, prefería estar solo en esos momentos en que su mente le estaba jugando una mala pasada.
− No lo se Roy, la verdad no tengo ganas, porque no van tu y los muchachos, yo solamente les causaría problemas, y la verdad soy muy aburrido.− Decía Rick con total fastidio ante la insistencia de su hermano mayor.
− Vamos jefe, no se puede quedar aquí como hongo, vamos a divertirnos un rato, va a ver que es divertido.− Ahora fue el turno de Max de insistir.
Finalmente Rick Hunter se animó y se metió a bañar.
Mientras tanto, en el cuarto de Lisa Hayes…
− Anda Lisa, que te va a hacer bien salir a despabilarte.− Decía una Claudia ante la negativa de Lisa de ir con ellas al Casino.
− Por favor Claudia, solo les voy a ir a estorbar a ti y a las chicas, además no soy buena compañía.− Decía Lisa tratando de convencer a sus amigas, ya que no tenía ganas de salir, todo el día un nombre rodó por su mente: Rick Hunter.
− No seas aguafiestas, anda párate y vete a bañar.− Le dijo Claudia quien en ese momento jaló a Lisa y la empujó para el baño.
Lisa de mala gana se fue a bañarse y a arreglar.
Unas horas después en el casino…
Rick Hunter se fue a sentar en la barra del bar, definitivamente el jugar maquinitas no era lo suyo, y las mesas menos, le pidió al barman un whisky en las rocas.
Unos momentos después Lisa Hayes se sentó a unos bancos de el, ella pidió un vino tinto.
Rick Hunter estaba perdido en sus pensamientos, todo giraba hacía una sola persona: LISA HAYES, se regañaba a si mismo, sabía que el no era más que un piloto de combate, nada que ver con la siempre distinguida Comandante Hayes.
Lisa Hayes al igual que Rick Hunter solo pensaba en el, "Si el supiera que gracias a el me volví a sentir mujer, pero como alguien me dijo: TU INSPIRAS MAS MIEDO QUE EL MISMO DEMONIO", Lisa Hayes no hallaba que hacer, sus instintos le indicaban que fuera por Rick, pero no era valiente, no sabría como enfrentarlo.
Rick Hunter al voltear su cabeza vio a la mujer que le había ocupado su pensamiento, en ese momento y gracias a los varios vasos de whisky que traía encima agarró valor y se dirigió junto a ella.
Lisa Hayes en cuanto sintió que alguien se sentó a su lado volteo instintivamente y ahí estaba, el hombre de sus sueños: RICK HUNTER.
Ambos se sostuvieron la mirada unos momentos antes de que Rick rompiera el hielo y se pusiera a platicar con ella.
Estuvieron más de dos horas platicando de todo, y cada que podían rellenaban sus vasos con más alcohol, fue tanto el alcohol que bebieron que no se dieron cuenta ni de lo que hacían, esa noche de copas tuvo algo que cambiaría su vida para siempre.
A la mañana siguiente…
En este día ni Rick ni Lisa tenían que reportarse a sus puestos, por lo que una "desmañanada" por no decir "cruda" Lisa Hayes intentó pararse con un fuerte dolor de cabeza, sin embargo al querer hacerlo un brazo la estaba sujetando firmemente apenas debajo de su busto.
Rick Hunter al sentir esos movimientos abrió sus ojos y se encontró con una cabellera idéntica a la de Lisa, después de parpadear y que surtieran efecto los primeros dolores de cabeza, separó su brazo de esa mujer y ella se giró lentamente hasta que sus rostros quedaron frente a frente.
Fueron unos instantes en que ambos se estudiaron y se reconocieron, el era Rick Hunter y ella era Lisa Hayes, acto seguido solo se escucho….
¡ZAZ! Una fuerte cachetada le propinó Lisa Hayes a Rick Hunter, en ese momento Rick se puso de pie al igual que Lisa con ganas de armar una guerra, sin embargo del coraje ambos no se dieron cuenta que estaban completamente desnudos y fue Lisa la que primero se dio cuenta…
− Aprovechado, como te atreves a estar en mi cuarto desnudo, TAPATE.− Le dijo una furiosa Lisa al ver que Rick estaba completamente desnudo enfrente de ella, claro que ella por dentro no veía aquello tan mal, sin embargo las palabras de Rick la regresaron a la realidad.
− Mira quien habla, la señorita que esta completamente desnuda enfrente de mi y "aireando" sus atributos.− Le dijo un Rick que traía una sonrisa en su rostro, nunca le había tocado ver un cuerpo tan hermoso y perfectamente bien proporcionado como el de Lisa Hayes.
Fue en ese momento en que Lisa se dio cuenta de que estaba completamente desnuda y como pudo se tapó, sin embargo en ese momento se dio cuenta de que traía un anillo en su mano izquierda, al girar a ver a Rick que seguía en su pose de divo vio que efectivamente el también tenía un anillo en su dedo.
− ¿Cómo es que traes un anillo al igual que yo?.− Preguntó una Lisa Hayes con mucho temor, en ese momento dejó de "taparse", total Rick ya había visto lo suficiente, que más da un poco más.
Rick Hunter apenas y vio el anillo se asustó, lentamente los ojos de ambos comenzaron a encontrarse y sin más prosiguieron, a ambos les gustó lo que veían en el otro y sobre el piso había un papel tirado que Lisa levantó y comenzó a leer en voz alta, dicho papel decía más o menos así…
"Siendo el tres de Noviembre del 2009, yo el capellán Wells doy testimonio que Richard Hunter y Elizabeth Hayes, viniendo por su propia voluntad ante mí, han decidido unirse en el Sagrado Matrimonio, y los Testigos Roy Fokker, Claudia Grant, Maximilian Sterling y Ben Dixon, a quienes se les ha preguntado si existe algún impedimento par que esta boda se realice, a lo cual respondieron negativamente, por lo tanto los declaro MARIDO Y MUJER hasta que la muerte los separe."
Rick y Lisa nomás no salían de su asombro, se habían casado y una mirada hacía la desecha cama confirmaba sus sospechas, varios condones usados hacían prueba de que habían consumado el matrimonio.
Aquel día seria muy especial para ambos, seria el inicio de una serie de aventuras y peleas, pero todavía faltaba lo mejor, un visitante de la tierra a bordo de un transbordador estaba por llegar, se pudo escuchar la respuesta de ese personaje hacía el piloto de la nave…
− Claro que si teniente Zander, estoy bien feliz de volver a ver a mi hija Lisa, solo espero que no tenga ningún "noviecito" o algo por el estilo, porque si alguien se atreve a maltratar a mi hija o hacerla llorar se las verá con el ALMIRANTE DONALD HAYES…
¿Cómo le irá a Rick y a Lisa ahora que están casados y que Rick tendrá en su "suegro" a una piedra en el zapato?
Continuará….
