Habían pasado dos años desde la presentación de Albert en sociedad, donde se rebeló al mundo que él era el "poderoso tío

Abuelo William", a pesar de no tener mucho tiempo libre entre juntas de negocios, reuniones con inversionistas y

presuntuosas fiestas con la alta sociedad de Chicago, siempre hacia un espacio para ver a su pequeña, la persona más

importante en su vida, su princesa.

En estos dos años Candy se había esforzado por reconstruir su vida sin Terry, trato con todas sus fuerzas de olvidar, de

aparentar que su corazón no seguía anhelando esos ojos verdiazules, que no seguía esperando que el dejara a Susana y

regresara a ella.

Mientras tanto en NY Terry había tratado por todos los medios de olvidarse de Candy, sinceramente trato de enamorarse de

Susana, incluso hablo con el duque y fijo una fecha para la boda, estaba decidido a cumplir su promesa y ser feliz, a pesar

de que un pedazo de su corazón siempre le pertenecería a su pecosa.

2 años habían pasado y Terry a pesar de su esfuerzo no conseguía arrancarse a Candy del corazón, su rutina de ir al teatro

y después a la casa de las Marlowe comenzaba a hartarlo, sentía que se asfixiaba, que no podría seguir fingiendo un amor

que no sentía, que no podía seguir engañando a esa dulce muchacha, no podía corresponder el sincero amor de Susana con

hipocresía, Terry quería escapar quería gritar, correr pero no podía, su deber moral y su palabra de caballero ingles no

se lo permitían.

Pensaba en todo esto por enésima vez mientras se dirigía a casa de Susana, subió los escalones y toco la puerta desganado,

la sirvienta lo hizo pasar y el se sentó en la sala a esperar, preparándose para representar su mejor papel, el papel que

había estado representando por los últimos dos años, Susana entro caminando hacia la sala, la ligera cojera era apenas

perceptible, había mejorado mucho en los últimos meses, esperanzada en que si parecía una chica normal, tendría una vida

normal; entonces lo vio su mirada perdida en el espacio, sus ojos perdidos en algún lugar del pasado, nostálgicos, tristes

sin vida, definitivamente les faltaba el brillo del cual se enamoro -Terry- pensó-que te estoy haciendo? tanto te duele

estar lejos de ella y estar junto a mí?

En ese momento tomo la decisión más difícil de su vida. Tosió ligeramente para hacerse notar, el cambio su semblante

inmediatamente, su rostro melancólico cambio por una sonrisa fingida, triste, vacía, una sonrisa que a ella le rompió

el corazón

-Terry que alegría que viniste a verme-

-Susi, querida- contesto el al tiempo que le besaba el dorso de la mano -como haz estado?-

-muy bien gracias- a continuación pasaron al salón de té, y se sentaron uno frente al otro mientras la sirvienta les servía

te y galletitas. Hablaron acerca de la próxima obra a estrenarse, del teatro, de todo y de nada. Terry noto a Susana

ausente, como si su mente estuviera en otro lugar.

-Susi querida, pasa algo? te noto muy pensativa-

-no, querido nada... luego lo pensó mejor era ahora o nunca-bueno la verdad, tengo una pregunta que hacerte-

-adelante- dijo el

-pero prométeme que responderás con la verdad-

Terry se sintió incomodo ante la petición, sus ojos se tornaron fríos -por supuesto- respondió

Susana respiro hondo, titubeo un par de veces, Terry se estaba impacientando y ella no quería molestarlo así que se armo

de valor y pregunto, -eres feliz conmigo? te hago feliz?-

Terry la miro desconcertado-Susi, a que viene la pregunta-

-no me estas contestando-

Terry suspiro-Susana, tu eres muy buena conmigo, me conoces y sobre todo me comprendes, yo... yo te debo mucho, me salvaste

la vida y sabes que te quiero-

-Pero no me amas-

-Susana que cosas dices, vamos a casarnos en 3 meses, sabes cuánto luche para que el duque aceptara nuestro matrimonio,

porque tantas preguntas ahora?-

-Porque yo si te amo, o bueno te ame.

Ame? pasado? que está pasando aquí? pensó Terry

-Amaba al Terry que conocí, apasionado, impulsivo, incluso amaba tu mal genio, sin embargo ahora ya no eres el mismo, estas

apagado, vacio, tratas de fingir pero a veces veo como tu mirada se torna triste, y pienso si estoy haciendo lo correcto

al mantenerte a mi lado, al mantenerte lejos de ella, aun la amas?-

Terry no podía creer lo que estaba escuchando, el tema de Candy había sido un tabú entre ellos desde que retomaron su

relación, después de que el regresara a ella tras haberse perdido por meses, después de ver a Candy cuando Albert no le

permitió acercarse y de que ella lo viera a él en ese sucio teatro, borracho tambaleándose en el escenario, la mirada

triste de ella le hizo recobrar el sentido aunque el pensara que fue producto de su imaginación, recordó su promesa y

decidió regresar a Susana y rogarle a Robert por otra oportunidad.

Susana lo había recibido sin hacer ninguna pregunta contenta al tenerlo con ella y que él le prometiera que no la volvería

a dejar.

-Terry, contéstame, aun la amas?-

Terry pudo sentir como su máscara se resquebrajaba

-Si- dijo-aun la amo

-Entonces ve con ella, búscala, tal vez no sea demasiado tarde.

-No Susi yo te quiero y le prometí a ella... te prometí a ti-

-No me importan las promesas! Haz cambiado y mis sentimientos hacia ti cambiaron también, olvida las promesas Terry no

tienes ningún deber conmigo, lo único que me debes es la verdad y la oportunidad de ser feliz, no crees que merezco a

alguien que me ame solo a mi? que me mire como tú la mirabas a ella? que ame como tú la amas a ella?

-Susi-

-No digas nada, soy yo quien te deja ir Terry, tengo mucho que pensar, búscala, averigua si ella aun te ama, yo estaré bien

tal vez en un tiempo, tú y yo incluso podríamos ser amigos

Terry la miro, pensó en discutir, pero no tenia caso realmente no quería que Susana cambiara de opinión

-está bien- dijo, la miro con ternura-gracias-

-estás segura?-

-vete ya!- dijo ella sonriendo- no podría vivir con mi conciencia sabiendo que fue mi culpa que te alejes de ella, uds

están hechos el uno para el otro, y yo... quiero eso para mí también, soy egoísta y...

-no, no lo eres, esto es lo más generoso que alguien ha hecho por mí, Susi, te quiero, te escribiré, lo prometo!- le dio

un beso en la frente-gracias de verdad, te quiero!-

-y yo a ti ahora vete! es un viaje largo hasta Chicago!

Terry salió de la casa sonriendo, sinceramente por primera vez en mucho tiempo, aquí voy pecosa, pensó, se dirigió a su

departamento y comenzó a empacar.