Capitulo 1 " El regreso de alguien esperado"
El amor es querer que el ser amado este bien, eso es lo que pensaba Hitomi. Habían pasado tres años desde había dejado atrás a toda Gaea, a Millerna, Merle, Allen, y a Van, su vida seguía como si todo hubiera sido un hermoso sueño, pero ella sabía bien que no había sido un sueño, solo que era parte de su pasado y ya no los vería más a ninguno de sus amigos de ese lejano planeta, ahora Hitomi podía entender a su abuela y todos los secretos que les había guardado, estaba segura que nunca sabrían todo con certeza, nunca sabrían toda la vida de su abuela y por eso Hitomi pensaba que cada día se parecía más y más a ella. Hitomi se levantó de la cama tenía que ir a trabajar, era verano y se había conseguido un buen trabajo de verano en una tienda departamental, se vistió con su uniforme para la tienda y se fue.
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El reino de Fanelia estaba reconstruyéndose a toda prisa, todos ayudaban con lo que podían y estaban ansiosos por ver al reino en su máximo esplendor, Van trabajaba al igual que todos, no importaba que fuera el rey, para reconstruir su amada Fanelia tenía que trabajar muy duro, ahora veía las cosas con más claridad, era más responsable ya que el tiempo y sus obligaciones lo hicieron madurar en esos tres años. En ese momento estaba sentado en un tronco de un árbol estaba descansando después de haber trabajado durante varias horas cuando de pronto vio a Hitomi caminando en las calles, se veía feliz traía ese uniforme que desde hace algunos días llevaba puesto, Van sonrió al ver a su querida Hitomi ya estaba acostumbrado a esas visiones, desde que traía el pendiente de Hitomi las tenía, podía ver como estaba Hitomi, la cuidaba y por eso estaba tranquilo por que sabía que ella estaba bien
Trent: (guardia de confianza de Van) señor? ¿Esta bien? Otra vez tenía esa mirada perdida en no se donde
Van: no es nada Trent, no es nada
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Hitomi también podía sentir a Van cuando este la veía, sabía que la cuidaba, ya no podía verlo pero si sentirlo, de alguna manera estaban conectados y eso nunca cambiaría.
Esa tarde Hitomi tenía como una de sus responsabilidades ir al banco y depositar el dinero que le encargaba su jefe, era dinero de la tienda y lo hacía cada mes.
Hitomi: (p) hace un momento volví a sentir a Van…me alegra que este bien…como quisiera verlo de nuevo
Señorita: Señorita ¿desea hacer algún otro trámite?
Hitomi: n n no gracias
En ese momento cinco hombres con armas en las manos y mascaras entraron al banco, querían robarlo, "todos abajo" gritaron, la gente de inmediato se tiro al suelo asustada, Hitomi solo volteo y pudo ver como los hombres querían robar el banco, traía el dinero de su jefe en las manos, uno de los hombres la vio y con actitud agresiva se le acerco, "dame el dinero niña" le dijo, Hitomi solo tomo el dinero con ambas manos y se lo dio al hombre, en ese momento un policía entró en el banco traía armas y detrás de el venían más policías, los asaltantes empezaron a ponerse nerviosos y tomaron un rehén: Hitomi.
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La noche ya había llegado a Gaia, Van estaba en su habitación, quería descansar pero en ese momento pudo ver como Hitomi era sostenida por un hombre, tenía una arma en las manos y le apuntaba con ella a Hitomi "¡HITOMI!" grito Van, pero parecía no suceder nada, no podía escuchar nada solo veía como el hombre cada vez estaba más asustado y sin pensarlo soltó a Hitomi la aventó para huir, pero Van vio como ese mismo hombre como venganza por haber sido capturado por los policías apuntaba a Hitomi desde lejos. En ese momento Van sintió una impotencia y desesperación al ver que su amada Hitomi iba a morir en manos de un hombre tan ruin como ese que solo atino a gritar "¡HITOMIIIII!" , el pendiente comenzó a brillar y concedió el deseo de Van de salvar a Hitomi, extendió sus alas blancas y desapareció en medio de una luz azul.
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Hitomi podía ver todo en forma muy lenta, el asaltante le apuntaba y solo esperaba que jalara del gatillo, y así lo hizo, Hitomi cerró los ojos esperando lo inevitable cuando de pronto sintió como alguien la había empujado, jalado para evitar el disparo, pero aún así una sensación de que un líquido cálido salía del su costado le hizo entender que le habían dado, Hitomi abrió los ojos y una sonrisa se dibujo en su rostro, aquel que la había salvado era Van, y solo podía sentir como se elevaban en el aire y desaparecían en esa luz azul que antes había traído a Van y desaparecieron del lugar.
En medio de la habitación del rey de Fanelia una luz azul los dejo ahí. Van sostenía a Hitomi en sus brazos pero con una mano pudo sentir como sangre salía del costado de Hitomi "Hitomi, resiste, por favor Hitomi", la joven solo vio con agrado a Van y después se desmayo.
Van: ¡ TRENT UN MÉDICO RÁPIDO!
Trent: ¿ señor le sucedió algo?
Van: ¡UN MÉDICO!
El guardia al ver a la chica en los brazos de su rey entendió que era de vida o de muerte, así que corrió como nunca lo había hecho y en menos de cinco minutos llevó al médico a la habitación de su señor. El médico examino a Hitomi, con mucho cuidado la vendaba mientras que Van veía todo, su rostro lo decía todo, estaba preocupado, ni siquiera se había molestado en desaparecer sus alas que nunca antes había mostrado ante nadie, después de la guerra solo rumores de quienes lo habían visto quedaron, muy pocos sabían de la existencia de sus alas
Trent: o o (p) entonces los rumores son ciertos el rey Van es el último de una especie ya extinta…tiene alas…
Médico: no se preocupe su majestad, la chica va a estar bien, solo necesita descanso
Van: gracias, pueden retirarse
Todos salieron de la habitación y Van se quedo sentado en la cama donde estaba Hitomi, le acarició el rostro, después de tanto por fin la volvía a ver, estaba tan feliz de tenerla ahí.
De pronto Merle entró en la habitación, un guardia le había dicho que una chica de extrañas ropas estaba con el rey Van, ella sabía que podía ser Hitomi, entró corriendo y vio a su querido amo Van acariciando el rostro de Hitomi.
Merle: ¡amo Van!...pero…¿Cómo la trajo de regreso?
Van: Merle…está herida, yo solo pude verla y …el pendiente me llevó hasta ella, tenía que salvarla
Merle: amo Van…(p) no puede ser que después de tres años el amo Van siga enamorado de esa tonta…
Merle se acerco a su amo Van y se sentó junto a el, Van le acariciaba el cabello mientras veía a Hitomi, quería quedarse ahí para velar sus sueños y cuidar que todo estuviera bien.
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En Asturia y en Freid llegaron cartas dirigidas para Millerna y para Allen, eran del reino de Fanelia, esto no les extraño ya que con frecuencia recibían cartas de Van diciendo como iba todo, y preguntando como iba todo pero esa mañana la carta era diferente:
Queridos amigos:
Me gustaría saber como están todos, pero primero que nada quiero que sepan que esta carta no es para informarles de los avances que he tenido, esta vez es para informarles de algo que creo deben estar informados, el día de ayer ha sucedido algo que no me esperaba, Hitomi ha regresado, yo la he traído de vuelta, en realidad fue un accidente ya que en estos momentos se encuentra herida, les quise informar de esto ya que no se que consecuencias podría traer la llegada de Hitomi, mientras tanto creo que nos veremos dentro de dos semanas en la fiesta de Dryden en Asturia, me alegra su regreso sinceramente Millerna, les deseo lo mejor hasta entonces
Atte
Van Fanel
Allen había terminado de leer la carta y aún no salía de su asombro, Hitomi siempre había estado en su corazón, sabía perfectamente que ella amaba a Van pero cuando se ama no se puede evitar el recordar a esa persona, pero al saber que estaba herida algo oprimía su corazón, no podía dejar Freid, sus responsabilidades con el rey Chid se lo impedían, tendría que quedarse aunque quisiera estar junto a Hitomi.
Serena :¿Qué te sucede Allen? ¿algo malo pasa en Fanelia?
Allen: estabas aquí, no te vi llegar, lo que sucede es que…Hitomi regreso
Serena: recuerdo muy poco de ella, era de la Luna Fantasma ¿no es así? ¿vino con Van?
Allen: esta herida, eso es todo lo que dice la carta…
Serena hermano…(p) Allen parece estar muy preocupado por esa mujer…¿será ella quien ocupa los pensamientos de mi hermano?- ¿Por qué no vas a verla?
Allen: (se reincorpora, vuelve a tener ese semblante sereno y calmado que lo caracteriza) no hermana, mis responsabilidades están aquí, vamos aún hay mucho que hacer.