Los personajes pertenecen a Rowling. Solo la historia y redacción son mías.
"Y el amor roto, cuando vuelve a nacer, crece más bello que el primero, más fuerte, más grande" William Shakespeare
La Despedida
Una joven mujer entro a su departamento agotada. Su cabello estaba más desordenado de lo habitual y no le importaba. Fue directo al servicio, se mojo el rostro, una y otra vez, ese día había sido agotador. Mira su reflejo, y unos lindos ojos miel se veían reflejados. En ellos veía cansancio claro, después de un día de trabajo completo y las compras era comprensible, pero también se veía felicidad, satisfacción, y mucha. Hace varios días, semanas que sus ojos destellan un brillo agradable, un brillo de alegría que no se iba, y le gustaba. Era increíble como después de meses de relación él siguiera manteniendo la sensación de mariposas en el estomago solo con recordarlo, solo con que imaginara sus ojos verdes. Hoy no lo había visto, otro día mas sin verlo, él también tenia muchas cosas que hacer, y al igual que ella debía distribuir bien su tiempo. Como lo extrañaba… todo una semana sin él. Una verdadera tortura. Pero lo era aun más la preocupación que tenía en esos momentos…
Se tiro pesadamente en el sofá, pensando en su novio, en toda la felicidad que él le había dado, y también toda la que le daría, por que ella quería desesperadamente un futuro juntos, ya no quería pensar en las sensaciones dolorosas y preocupantes que tenia respecto a él, todo estaba bien. Fija su vista en un papel tirado cerca de la puerta de entrada. Se levanta y se aproxima a ver que era. Una carta. Seguro paso de ella cuando entro. La toma, no tenia remitente, no tenia nada. La abre impaciente y su rostro se iluminó al reconocer la letra.
Mi querida Hermione:
He tratado de concentrarme bien en el trabajo pero se me es imposible. Cada día que pasa es peor ¡como te extraño! No se si podré aguantar otro día sin ti, sin ver tus precisos ojos y tu dulce sonrisa. No se cuanto tiempo mas estaré aquí, los mortifagos parecen haber cesado su ataque, y eso es lo que nos preocupa mas. Mantendremos la vigilancia unos días más para asegurar todo por aquí. Hoy llego Ron, me a dicho que todos estos días a estado contigo, eso me tranquilizo, pero ahora estas sola, por favor, protégete y no salgas sola, mejor aun, no salgas. También me contó tu insistente preocupación por mí. Cariño…estoy bien, te lo aseguro. En cuanto pueda estoy por ahí.
Te extraña Harry.
Hermione intento no llorar, pero fue imposible. Era la primera noticia que recibía de Harry, y estaba muy preocupada. Por otro lado le conmocionaba todo lo que él le había dicho.
¡No tenia por que haber aceptado esa misión suicida! Le habían dicho que no era su obligación ir, pero él igualmente lo hizo. Maldijo su integridad moral…después de todo lo que pasaron ya era hora que él se empezara a preocupar de si mismo.
No se dio cuanta como sus pasos la dirigieron a la cama. Todos estos días se quedaba de inmediato dormida producto de su trabajo. Había trabajado mas esta ultima semana, tratando de ocupar sus pensamientos en otra cosa, y cuando tenia tiempo libre salía de compras, con Ginny, o simplemente leía. Pero tenia que tener la mente distraída en otra cosa. Sin embargo, esa noche no era así. Sabía que no iba a poder dormir. Y así fue. Apenas pego un ojo en toda la noche.
Tres días después estaba que explotaba. Los que trabajaban con ella se dieron cuenta. Era la más eficaz pero en esos momentos sus compañeros preferían que se retirara. No se concentraba en nada. Al llegar a su casa prendía de inmediato el televisor con la esperanza de obtener alguna noticia. Y estaba mirando siempre la puerta haber si aparecía algo por ahí. Le consumía la angustia cada vez que pensaba en él, y pensaba en él todo el día. Ya era pasada las doce de la noche cuando sintió un ruido de llaves. Estaban abriendo la puerta, legalmente… Su corazón dio un vuelco, solo una persona más que ella tenías esas llaves. Harry. Se levanto de su cama de un salto. Cuando llego hasta la entrada Harry estaba cerrando la puerta, la observaba detenidamente.
- Hermione…
Ella corrió hasta él y lo abrazo fuertemente, Harry la sujetó atrayéndola más hacia él y hundiendo su cabeza en su cabello.
- ¿Me extrañaste? - Harry se aparto un poco para mirarla directamente.
- Mucho - respondió ella.
- No lo parece - Hermione lo miro ceñuda - ¿me vas a besar?- ella sonrió y le hizo caso a los deseos de ambos.
- ¡Merlín, como extrañaba esto! Tengo mucho que contarte Hermione…
- Espero que sea lo suficiente para justificar toda tu ausencia - replico - estaba muy preocupada por ti.
- Lo siento - dijo sentándose en el sofá. Hermione lo siguió - pero no podía permitir que esos malditos quedaran libres.
- No se cual es tu insistencia de atraparlos uno por uno tu mismo. Podrías dejárselo…
Harry la miro contrariado y Hermione se calló al instante. Entendía lo que le iba a decir ahora, solo que aun no perdía la esperanza de que él recapacitara. Ella podía convencerlo.
- Hermione, no quiero discutir contigo. - objeto - No ahora por favor. Además… ¿Cómo quieres que este tranquilo sabiendo que esos mal nacidos andan sueltos por ahí, mientras tú caminas por la calle libremente?
Hermione tiro una risa - ¿me estas diciendo que haces todo esto por mi? - pregunto con una sonrisa burlona. Harry la miro seriamente, sin una pizca de gracia en su rostro.
- Es enserio Hermione. Jamás voy a estar tranquilo hasta encerrarlos a todos. - dijo tomando el rostro de la chica entre sus manos - No podría dejar de preocuparme por ti. - agrego dándole un suave beso.
- Harry… - se tiro a él y lo tumbo en el sofá para desenfrenar una batalla donde el amor era protagonista.
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- Harry, me lo prometiste - reclamó Hermione - prometiste que a este baile no faltarías.
- Cariño…entiende, es de vida o muerte. No me hubieran solicitado de no ser grave.
- Sabes que esto es importante para mí. Estuvimos organizando este beneficio con mucho esfuerzo - suplicó - quiero que tú estés ahí. Conmigo.
- Hermione - dijo serio - entiende de una vez, es-una-emergencia -- puntualizó - ¿Qué sucede si los mortifagos se aparecen por ahí? Va a ser demasiado tarde…Lo siento pero tengo que detenerlos antes que creen una catástrofe - dijo con voz sin derecho a replica. Se puso la chaqueta y la miro significativamente. Oh no…ella no iba a permitir eso.
- No salgas. Quédate aquí…te informare de cualquier cosa - dijo Harry autoritario.
- Claro que no. Yo iré te guste o no
- Hermione…te quedas aquí. Eso no esta en discusión. Te puede suceder algo…jamás me lo perdonaría.
- Se protegerme bastante bien. Te lo aseguro.
- Aun así te quedas aquí. Protegeré el departamento antes de irme - dijo cerrando la puerta por fuera.
Genial. ¡Estupendo! Ahora no podría ir a la fiesta que tanto se esmero en preparar. De alguna manera desobedecería a Harry, tenía más de una posibilidad de hacerlo. Pero por otro lado ir sin él, no sabia si valdría la pena. ¿Estar angustiada, preocupándose por él, en medio de una fiesta?¿Donde todos ríen y celebran? Prefería estar deprimida en su propia casa que en otro lugar.
A la mañana siguiente despertó con el exquisito aroma de una café matutino. Se acomodo en su cama y a los segundos después entro Harry con una bandeja en las manos.
- Creí que me desobedecerías - acomodo la bandeja y le deposito en beso en la comisura de los labios - ¿Cómo amaneciste?
- Preguntándome por que no lo hice - bebió un poco del café caliente - ¿Cómo te fue anoche?
Harry se levanto nervioso. Cosa que pasó desapercibida para Hermione.
- Bien. No sucedió nada grave.
- ¿Y de que se trataba?
- La verdad era…era solo vigilancia. Ya sabes, estar precavidos - agrego - no sucedió nada.
- No mientas
- ¡No lo hago! - se apresuro a decir - ¿Qué te hace pensar eso?
- No habrías hecho tanto escando solo por simple vigilancia - dijo - No creo que te hayan llamado de urgencia para eso ¿no?
- Una falsa alarma. Aun así debíamos estar atentos. - contradijo
- Dime que ocultas - Harry no podía ocultarle nada a Hermione. Era una verdad que había asumido desde siempre.
- Bien - dijo - hay algo importante de lo que quiero hablarte - disminuía la voz con cada palabra. Hermione lo miro contrariada - pero no hablemos de eso ahora - ella no demoro en mostrar su disgusto. Está bien, no se puede aplazar lo inevitable, pensó.
- Harry, no intentes asustarme ¿Qué puede ser tan grave? Ahora por favor, cuéntame - suplicó
- De verdad, es preferible que no. Debemos conversarlo con tiempo y calma.
- ¿Te parece que esas condiciones no están ahora? - Hermione pensaba que nada podía ser tan malo. Él era un gran auror, a parte de las preocupaciones que tenía sobre este por su trabajo, no era nada más. Su vida esta perfecta y solo debía mantener el equilibro y confiar en él. Cosas que hacia.
- Bien - se acerco nuevamente a ella, y se sentó a su lado - antes de cualquier cosa, por favor, quiero que me entiendas.
- Lo haré - como siempre, pensó ella.
- Ayer por la noche, cuando nos reuníos nos comunicaron algo. Algo muy importante y confidencial - se levanto, y comenzando a moverse de un lado a otro explico - en México, Sudamérica, encontraron un refugio - hizo una pausa y bebió el café de Hermione - un refugio de mortifagos. Últimamente han estado pasando conflictos en ese país, y debemos detenerlos antes de que formen una organización mas grade ¿me entiendes, Hermione?
- Si - pronuncio con un hilo de voz. Sabía a lo que se refería, pero quería escucharlo de él.
- No podemos detenerlos desde aquí. Y una operación entrecortada no tendría frutos. Debo ir a México Hermione.
- ¿Por cuento tiempo? - dijo - ¿y por que tú? - comenzó a levantar la voz.
- Yo debo ir, soy el principal interesado, siempre voy a estar conectados a ellos. Tu lo sabes… - dijo apenado - solo será por un par de meses - agregó - quizá un mes para empezar. - evitó mirarla.
Hermione, que había sufrido montones la más de una semana que no estuvo, no sabía si podría aguantar. Desde aquella vez todo había estado bien, todos los días con él. Lo más que había estado separada se él, desde que comenzaron la relación, había sido eso. Y ahora meses…
- No quiero
- Dijiste que me entenderías. No me hagas esto Hermione…
- Tu no me hagas esto - comenzaba a quebrase su voz - ¿podrías dejar de pensar en tu trabajo, y pensar mas en nosotros?¿o es que eso ya no te interesa?
- Sabes que no es así. Sabes que hago todo esto por… ¡Maldito sea! Entiende ¿Que sugieres?¿Crees que para mi es sencillo?
- Al parecer si. Lo pones sencillo ¿no? - dijo levantándose - te vas unos meses, o tal vez mas. Y mientras a mi me dejas aquí, esperándote. Así me lo dijiste…sencillo. - comenzó a caminar hacia el baño.
- ¡No! Espera. - la tomo del brazo, impidiendo que se encerrara - Hermione -la miro - jamás iré si tú no estas de acuerdo - Ella lo miro, analizando la situación.
- Está bien. Ve - dijo después de un momento de silencio. Harry le miro dudoso. - es difícil para mi…mucho Harry. Pero si es lo que necesitas, yo no puedo impedírtelo
- Aunque no lo creas, eres la única que puede impedírmelo, con solo oponerte - dijo - Hermione, no quiero que esto acabe lo de nosotros. De ser así no lo permitiría…
- No lo acabara - dijo Hermione, aterrada con solo la idea de que fuera así.
- Gracias - le beso tiernamente - prometo compensarte - dijo arrastrándola hacia su lecho
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- ¿Estas seguro que no quieres que vaya contigo?
- Por supuesto que no - dijo tajante - aquí estarás segura. Ron te protegerá como se debe
- ¿Le pediste a Ron que me protegiera?
- Cariño, jamás estaría tranquilo de no ser así. - Hermione lo miro con los ojos llorosos - no llores, volveré pronto. Solo será un mes, incluso quizá menos.
- Pero te podría suceder algo. No te preocupes tanto por mí, y preocúpate más de ti Harry.
- Imposible. Además solo será vigilancia, ya sabes… conocer el lugar. Nada me pasara.
Sonó un timbre y una voz comenzó a decir el vuelo de Harry por el altoparlante. En estos tiempos, hasta un avión era mas seguro.
Harry miro a Hermione y le desespero ver tanta pena en sus ojos. Tuvo el impulso de mandar todo a la mierda y quedarse con ella, ahí. Pero no podía…, no podía hacer eso. Entonces, la beso desesperadamente, tratando de recordar las caricias de ella por todo el tiempo que estarían separados. Pero si supiera…
Se escucho un carraspeo. Ambos se separaron - diría que Hermione esta demorándote para que pierdas el avión, amigo. - Harry saludo a Ron con entusiasmo.
- Y yo diría que llegaste muy tarde como para despedirte de mí como se debe.
- Siento la demora. - dijo - pero aquí estoy. Será mejor que te apures, no me gustan las despedidas, menos las largas. - Harry y Hermione rieron
- Tienes razón. Será mejor que vaya yéndome - dijo Harry. Se acerco a Ron y le dio un abrazo de despedida.
- Cuídate amigo. Y no hagas tonterías - dijo Ron con una mira reprochadora
- Lo tendré en cuenta Ron - dijo Harry entre burlón y dudoso, por la mirada severa de Ron. Después se acerco a Hermione.
- Te echare mucho de menos, Harry
- Yo también amor - le abrazo fuertemente - no me olvides - aproximo su rostro tranquilamente y la beso.
- Nunca lo haré
Después de una semana, Hermione aun no sea hacia la idea de que quedaba mucho para ver al hombre que amaba. Ron le había contado muy poco de él estos días. Le había asegurado que estaba bien, y que por el momento no corría ningún peligro aparente. Pero por mucho que le dijeran eso, ella jamás podía estar tranquila. Y Ron no colaboraba…No sabia si Harry le había dicho, de seguro era así, pero no la dejaba tranquila, y de lo único que quería hablar era de Harry, tener información de él, pero Ron se esforzaba en hablar trivialidades y evadir el tema de Harry, es mas, pareciera molestarse cuando ella lo nombraba.
Era cierto que aun era muy joven, pero a sus veintidós años le gustaba trabajar, y en esos momentos más, era su única fuente de distracción. Sus superiores incluso la habían felicitado por su desempeño, con llevar tan poco tiempo ahí, se notaba que llegaría lejos algún día. Le habían dicho eso y más, pero aun no se sentía del todo feliz. Había recibido una carta y una llamada telefónica de Harry, cada una muy corta. Era preferible usar la correspondencia normal que vía lechuza.
Concentro su atención en el mesero que le había llevado un refresco. Mientras bebía pensó por que Ron le citaba todos los días si no le hablaba de lo que a ella le interesaba. Esta bien que se preocupe por ella pero no era para tanto. A veces deseaba que su amigo pelirrojo se hubiese ido con Harry, así estaría mucho mas tranquila, pero Ron trabajaba en otro departamento, alejado de los mortifagos, cosa que Harry no había hecho por más que todos lo trataron de convencer. Era muy obstinado, cuando tenia algo entre ceja y ceja nadie se lo quitaba, y solo por que era él y así Hermione lo amaba. Sonrió con extrañeza.
- Hola linda - escucho Hermione, y no pudo evitar dar un salto de susto
- Ron - grito dándose vuelta - ¿sabes algo de Harry?
- ¿Es posible que hayas perdidos tus modales? Ya ni saludas
- Lo siento - dijo a la defensiva - ¿Cómo estas?
- Mejor que tú - dijo tomando asiento frente a Hermione
- Oh, pero eso no es muy difícil, de hecho es muy fácil.
Ron ni se molesto en contestar, es mas, a Hermione le costo mantener la mirada quisquillosa de él. Era definitivo, por alguna extraña razón a Ron le molestaba el tema de Harry, o era eso o ella se estaba volviendo loca.
- Basta de decir esas cosas, Hermione ¿te gustaría ir a ver algún deporte muggle, mañana? Me dieron unos buenos datos. - dijo vano - ¿sabes? Es muy gracioso ver a unos tipos tras un balón
- Ya basta. Estoy harta Ron. Todos estos días he tenido que soportar tus habladurías. Trabajas en la misma índole que Harry, se que siempre se están comunicando. Es imposible que no sepas nada de él - dijo al borde de la histeria. Lo miro insistentemente durante unos segundos - ¿Por qué?¿por que no me dices nada de él?¿es que acaso le sucedió algo?
- Nada de eso, Hermione - concentro su mirada en el café, mandándole miradas ofensivas
Lo animó a que continuara, pero él no dijo nada más. No lo entendía, Hermione podía ver claramente que él sabía más de lo que decía. Su nerviosismo y su tosquedad lo delataban. El problema era porqué.
- ¿Entonces, me acompañas mañana? - musitó con aire despreocupado. Hermione no se molesto en contestar, basto con que lo mirara de la forma como realmente se sentía para que él entendiera. Pero se hizo el tonto - ¿acaso ya tienes que hacer? - Ron comenzó a hablar de lo importante que era la entretención, mas para ella en estos momentos. Y que se alegraba de que saliera a parte de ir a su trabajo.
- No tengo nada que hacer - interrumpió Hermione - y la verdad Ron, no tengo ganas de hacer nada. Así que si no te importa no hagas planes para mi ¿bien?
- Bien - musitó molesto - pero no te enojes conmigo solo por que tu novio te dejo botada
Eso era mas de lo que ella podía soportar ¿Cuál era su problema? Primero no quiere cooperar con ella, y ahora la hiere descaradamente. No supo que cara debió haber tenido para que la de Ron se suavizara.
- Hermione… - susurró
- No - dijo - No se que te pasa…de verdad que no. Harry no me dejo botada ¡bien lo sabes tú! - intentó relajarse - te agradezco todo lo que has hecho por mi Ron, se que te preocupas…lamento ser de esta forma contigo ¡pero es que mi único consuelo por ahora es saber de Harry! Y… tú impides eso ¿Cómo crees que me siento cuando evades hablar de él? Me siento irritada… - se levantó de su puesto y tomo sus cosas - y tu no cooperas en todo esto. - comenzó a marcharse.
- Está bien - escuchó gritar. Hermione se giro hacia él - si quieres saber la verdad, vuelve a sentarte - Hermione dudó, pero le duro poco.
- ¿Y bien? - preguntó una vez frente a él
Ron suspiró pesadamente. Miro su taza y se bebió el líquido rápidamente. Pareciera que estaba buscando las palabras adecuadas antes de hablar. Movía su cuello y ponía una actitud pensativa. Hermione no quería perder la paciencia, ya hablaría…
- Bien Hermione - dijo pesadamente - quizá sea algo que tú no te esperas. Quizá sea muchas cosas para ti. Pero mantén la calma - Hermione solo asintió. Desde hace un buen momento que no sabía si le saldrían palabras - Harry no va a volver
Hermione solo lo observó. Aun sin entender, o quizá no quería entender
- ¿Exactamente, que quieres decir con eso? - por que…,ella sabía que aun no iba a volver
- Veras… como explicártelo - comentó más para si - ¿recuerdas hace un tiempo, cuando Harry estuvo ausente poco más de una semana?
- Si - se limitó a contestar
- Bien, esa vez, cuando se cumplió una semana, yo viaje hasta donde estaba él - Hermione lo recordó. Harry se lo había dicho en la carta - Resulta que él debió volver ese día - continuó - pero no lo hizo. Así que me vi en la obligación de ir a buscarlo personalmente.
- ¿Por qué tuviste que hacer eso, Ron? - preguntó confusa - Digo¿Qué paso para que Harry no volviera? - preguntó mas aterrada
- Él no volvió, no por razones laborales. Él se quedo allí. Se quedo por que quiso. Y al parecer tubo razones excelentes para hacerlo, según su punto de vista.
- Bien - dijo contrariada - él debía volver antes pero no lo hizo. Ahora… - susurró - también tuvo razones - se aclaro ella misma - ¿Cuáles?
- Una mujer - dijo Ron precavido - ¿Por qué crees que siempre aceptaba las misiones? - agregó antes de que ella lo interrumpiera. Prosiguió al ver el rostro impávido de Hermione - ¿Por qué crees que te digo que esta vez no va a volver? Vio la oportunidad perfecta para escapar con aquella mujer. Dijo que volvería en unos meses para seguir teniéndote engañada. Pero no lo hará, no volverá.
Ella lo medito. Cada palabra que había dicho le parecía absurda, Harry jamás seria capaz de algo así. La semilla de la duda y la ansiedad la invadieron, tenia que saber de donde Ron había sacados aquellas estupideces
- ¿Como sabes tú todo eso? - aunque no estaba previsto, no pudo evitar que la voz se le quebrara.
- Como te dije lo fui a ver. Yo ya tenia sospechas, ya que cada vez que lo veía en una misión estaba ella. No sabía quien era, hasta ese día. Él no me lo pudo negar.
- ¿Me estas diciendo que Harry tenia una amante y que me dejo? - dijo alzando la voz
- Hermione…Lo siento. Quizá preferías no haberlo sabido, pero tenía que decírtelo
- No - dijo - mientes. Eso no es posible, Harry va a volver.
-Entiende, no va a volver. Se fue con esa mujer a México. Todo este tiempo ha estado alargando las misiones para pasar más tiempo con ella.
- ¿Quién es ella? - preguntó conteniendo las lagrimas
- Lauren Smithen – respondió después de un momento.
Una vaga imagen de ella llego a la mente de Hermione cuando reconoció el nombre. Alta. Con su cabello cobrizo suelto…Ella había sido la ordenadora del departamento por un tiempo, pero después desapareció. Hace unos dos meses…
- Ella se fue hace tiempo. Mucho más del que Harry partió.
- Pero lo suficiente para estar al tanto de todo y planearlo para que no se notara. ¿Entiendes? Se fue. Y Harry al tiempo después
- ¿Y como sabes que Harry no va a volver?¿él te lo dijo? - pregunto suspicaz
- No, él no me lo dijo. Pero yo lo se. Aquella mujer preparo todas sus cosas y partió con él.
- Eso no puede ser verdad ¡No puede! - sollozó - si tanto quería estar con ella ¿Por qué no me dejo antes de engañarme?
- No creo que él hubiera estado seguro de lo que entonces quería. Él te quería, pero…
- Pero ya no… ¿es eso?¿se decidió por ella y ya?
- Cuando yo me entere tuvimos una charla nada tranquila… ¡Quería que entendiera lo que hacia! Y que no te tratara de esa forma. Tal vez para él esto es una forma de dejarte más fácilmente
- Para él… - se mofó
- Lo siento Hermione. En verdad…sabes que siempre conta-
- Ya basta Ron. No creeré esto hasta que haya pasado el tiempo suficiente. Él hablara por si solo. - dijo sacando las pequeñas lagrimas de su rostro - Ahora por favor te pido que me dejes tranquila.
Cuando Hermione llego a su departamento, no sabia si echarse a llorar o romper todo. Aun así desecho aquellas ideas y se fue a tomar un baño. Había estado analizando la situación. Si Harry hizo eso, ella no sabría si tendría la fuerza suficiente para seguir adelante. Pero no lo quería creer, no aun. Harry le había prometido que volvería, un mes o quizá menos. Aun recordaba sus dulces palabras de consuelo antes de la despedida. Su mirada tan triste como la de ella. Su promesa se amor silenciosa. Ella no podía dejarse llevar solo por que le habían dicho algo de la nada, algo que no tenía ni pies ni cabeza. Aquella mujer, Lauren. Harry apenas la conocía, trabajaron muy poco tiempo juntos, y parecieran ni siquiera hablarse. Es decir, no tenía por donde. Ella era una mujer diferente a ellos, preocupada de su apariencia, seguramente pensando todo el tiempo en ella misma. No. Claro que no. Harry volvería, ella esperaría paciente a que pasara el tiempo, y él muy pronto estaría de nuevo a su lado. Ella lo amaba, y él lo sabía. No se atrevería a romperle él corazón en miles de pedazos, no la destrozaría. Volveré pronto. Solo será un mes, incluso quizá menos. Su voz, resonó en ella tan firmemente, y vio la sinceridad de sus ojos cuando se lo dijo. No había nada que temer. Pronto solucionaría las cosas con él y de paso con Ron.
Harry no va a volver
La voz de Ron resonó en ella. Consumiéndola, destrozándola. Tal vez… no podía ser. Seguía con su trabajo. Aun más responsable, pero nada deseosa. Ansiosa, asustadiza. Saltaba con solo escuchar el teléfono. Un mes, pero hoy ya se cumplía dos meses desde que Harry se fue. Y aun no lo quería creer, confiaba en él, por que no le haría daño, no a ella. ¿Entonces por que aun no volvía? Por que hace semanas que ya no le escribe, que no la llama. Termino de recorrer el pasillo y entro a la oficina, buscando acabar de una vez su agonía.
- Disculpe - susurró cuando se asomo por la entrada. Vio al director de la agencia que le hacia gesto para que entrara.
- Señorita Granger ¿Qué se le ofrece por aquí?
- Bien. - dijo - seré rápida. Quiero saber de Harry ¿Cómo esta él?
- ¿Harry?¿su novio? - dijo con extrañeza
- Si
- Señorita Granger…me toma por sorpresa ¿es que acaso no sabe donde esta él?
- Ssi - siseó - en México
- ¿En México? - musitó alterado - El señor Potter no esta en México ¿Por qué ha de estar ahí?
- Por la misión - dijo obvia - la del refugio de mortifagos - intentaba mantener la calma. Vaya, eso no debería haber sido así, pensó.
- Aquello termino hace mas de un mes - dijo cortante - Si usted no sabe donde esta él ahora, menos lo sabré yo.
Una silla. Si, eso le haría bien. O por ultimo una pared. ¿Desde cuando el techo era tan inmenso?¿temblaba?
- ¿Señorita?
- ¿Quién? - logro conseguir decir - Lo siento. Yo…ya me voy
Era posible. Él la dejo. La dejo como a un animal molesto. Después de todo…Dolor. Mucho dolor. Sentía como algo dentro de ella moría. Debía ir a su casa. Ya.
Seis años después.
- No creo que sea suficiente - dijo molesto - debemos reforzar todo el edificio. Todo. Tenemos el dinero suficiente para hacerlo.
- Yo solo digo que no es necesario - contradijo - no podemos gastar una fortuna en algo tan innecesario. Ya sabes, las cosas no son como antes
- ¿En algo innecesario?¿se te olvida quien soy yo? puede que estemos en Norteamérica, pero aun así es a mi a quien siempre persiguen. Ya sabes.
- Eso habrá sido en tu país natal, pero desde que estas viviendo en estados unidos las cosas se te han hecho más sencillas. No te puedes quejar...además mañana viajas a...
- Cierto. Por eso mismo...quiero que a la vuelta de mi viaje este todo listo - musitó ya mas tranquilo - No quiero discutir sobre esto, solo hazlo y ya. Te dejare a cargo de todo, espero no estar cometiendo un error. - dijo burlón.
- No jefecito, claro que no - dijo en falso tono obediente - aunque he estado pensando en hacer algunas remodelaciones, nunca me a gustado el color de...
- En eso no te metas - rió - solo procura - pensó - Bien, no hagas tonterías
Harry dejo todo a cargo, a su socio y único amigo que había tenido en esos seis años Mark Leyton. Era un buen chico, a veces le recordaba a Ron, salvo por su aspecto físico. Mark era el típico norteamericano conquistador, que se enamoraba de todas pero solo le duraba un par de días, con suerte, para ellas, una semana. Tenía porte, el pelo castaño y ojos celestes, rió para si, ese hombre le había enseñado unas cuantas cosas de mujeres.
Mientras iba en el avión, no pudo evitar pensar en como estarían las cosas ahora en Inglaterra. Había ido muchas veces, pero todos eran periodos cortos, y para ser sinceros evitaba acercarse a esos recuerdos. Solo iba a hacer lo que tenia que hacer. Pero esta vez era diferente, esta vez se quedaría por un tiempo más prologado, que quizás le permitiera saber más de sus antiguos amigos. Tal vez esta vez pueda intentar hablar con Ron sin temer que le llegue un golpe, había pasado mucho desde eso y ahora quizás él lo entendería. Pero su amigo pelirrojo nunca debió haberse enojado con él, él sabía por lo que estaba pasando hace seis años y debió apoyarlo. Concentro su mirada fuera del avión, viendo las nubes lejanas bajo él, pero la aparto rápidamente, aquello solo había aumentado la nostalgia que estaba intentado no tener. Aunque durante todos esos años se negaba a recordar todo, cada vez que iba hacia su país, era lo mismo. Debía estar acostumbrado, pero la sensación le parecía lo suficiente desagradable como para darle importancia. Mejor pensaría en el nuevo futuro que le ofrecía Inglaterra. Aquel que alguna vez soñó tener.
Hablaría con el ministro de magia sobre las nuevas seguridades que deberían optar por tener. Con suerte aprobarían su proyecto y podría aportar un granito de arena al mundo para que mejore. Su objetivo eran los niños, lo jóvenes. Ya no quería mas amenazas sobre otro posible señor oscuro. Para eso tendría que plantear la importancia de la buena educación. El podía hacerlo. Inglaterra era uno de los pocos países donde aun quedaban sangres puras, y era en los hijos de estos donde mas debía concentrase. No iba a ser fácil pero al menos haría el intento, y más que eso.
Recordó a Hermione. Bien, seria mas sencillo todo esto si ella estuviera a su lado, apoyándolo. Pero no estaba. No se iba acomplejar por eso, él podría arreglárselas solo, pensó molesto.
¿Y que tal? Posiblemente es algo confuso, pero no olviden que todo tiene su razón de ser. Espero que les haya interesado y si quieren sabe que paso, pues háganmelo saber.
Sobre el capitulo no hay mucho que decir, especialmente por que no puedo. Pero en seis años pueden cambiar muchas cosas, y otras no.
Dudas, sugerencias, alguna idea… lo que quieran, me lo dejan un review ya?
Vero Cullen
