Hola a todos... soy nueva XD y este es mi primer fanfic...me encanta esta pareja y como tenia la idea en mi cabeza quise escribir esta historia...

espero que les guste este primer capitulo... agradezco de ante mano sus reviews y también quisiera que me aconsejaran si es que hago algo mal o no les parece por donde llevo la cosa...

Advertencia: este es un Fic g!p Rachel así que si no te gusta mejor no leas.

Aclaraciones: la letra cursiva pude significar alguna conversación a través de algún medio o algo que se lee en algun lugar, cursiva y negrilla son pensamientos.

Los personajes no me pertenecen, son de Ryan Murphy, pero la historia si es mía XD

bueno no los entretengo mas... espero que les guste... :)


El amor de mi vida

Un pequeño cuerpo se encontraba enredado entre las sabanas sin dar una señal de querer moverse, Rachel, una morena de baja estatura, ojos color chocolate intenso, pelo castaño, quien a pesar de que su mejor amigo llevaba varios minutos tratando de despertar no mostraba ni un atisbo de movimiento.

"Vamos, arriba es hora de que te levantes" le decía su mejor amigo, un chico moreno con un gracioso mohicano.

"Mmm… no tengo ganas" decía la morena.

"Hoy tenemos trabajo que hacer en el taller" decía jalando a la morena de un pie.r

"¡Uhg! Está bien, ya voy" decía mientras se rascaba la cabeza "ahora ¡FUERA DE MI PIEZA!" le gritó.

"Ya, ya, que humor" salía de la habitación dejando a la pequeña morena sentada en su cama bostezando.

Rachel se dio una ducha y luego se cambió de ropa, se puso uno jeans gastados en las rodillas, una polera negra con letras borrosas en donde se leía mucho sexo te nubla la vista, sus converse y por ultimo empaco en una mochila su overol ya que no estaba dispuesta a mancharse la ropa. Después de media hora por fin bajo al comedor en donde se encontraba su mejor amigo, Noah Puckerman, aquel chico con el mohicano gracioso, que era más parecido a una ardilla muerta sobre su cabeza, y su único y mejor amigo a quien conoció en el orfanato, compañero de aventuras y locuras y también a quien consideraba como su hermano.

"Al fin te dignas a bajar" dijo con sarcasmo.

"No tenía ganas de trabajar hoy, pero como eres de insistente" el chico rodó los ojos.

"Me acaba de llamar Mike, dice que una vieja ricachona fue a dejar su mercedes al taller".

"Espero que no necesite mucho arreglo" suspiro cansada mientras tomaba un vaso de jugo que le había servido el chico.

"Hey chica! Pero qué te pasa, tú no eres así" le recriminó "parece que la falta de sexo te está matando" bromeó.

"Es solo que hoy no me apetecía trabajar, será mejor que nos vallamos a trabajar, asi terminamos luego".

"Pero prométeme que después nos iremos de parranda toda la noche" le tendió la mano para cerrar el trato.

"Está bien" sonrió mientras estrechaba la mano.

"Esa es la Rachel que conozco, además ya es tiempo de que le saques brillo al "gigantón", creo que debe estar oxidado donde no le das uso" sonrió.

"Ya, no molestes mejor vámonos" ambos salieron de la casa y tomaron se montaron en la camioneta de Puck ya que la moto de Rachel estaba en mantención.

Demoraron alrededor de media hora en llegar al taller. Aquel lugar lo abrieron una vez que cumplieron la mayoría de edad y tuvieron que dejar el orfanato, comenzaron trabajando para un señor que los trataba muy bien y les daba alojo hasta que juntaron suficiente dinero como para abrir un propio para poder mantenerse.

Gracias a ese taller es que tienen una casa ni tan grande ni tan chica, cómoda para ambos, con cuatro habitaciones, dos baños, un hermoso jardín y una piscina de unos 25 metros de largo, todo un paraíso para ellos.

"Hey viejo" saludo Puck a un chico de rasgos asiáticos, Mike se llamaba y lo habían contratado a principios de año ya que cada vez el taller se iba haciendo más conocido y muchas personas preferían llevar sus autos allí.

"Hola chicos" chocó los cinco con ambos.

"Que tal Mike" saludo Rachel "dime, cual es el auto de la ricachona".

"Es ese blanco que esta allá" señalo hermoso auto color crema que estaba estacionado dentro del lugar.

"Woow, un mercedes Benz clase S" dijo Rachel un poco sorprendida.

"Ese auto es muy caro, de seguro la viejita es millonaria" hablo Puck.

"La señora Fabray" se escuchó al asiático" dijo que hace días venia escuchando un ruido en la parte delantera del vehículo y que necesitaba un cambio de aceite.

"Eso es fácil, un cambio de aceite y una revisión de motor para el pequeño hablo Puck mientras acariciaba el auto.

"Vamos Noah, es hora de trabajar" dijo Rachel mientras se ponía su overol y Mike hacia lo mismo.

Los chicos una vez que estuvieron listos se pusieron a trabajar, Mike se ocupó de un Chevrolet Tracker, Noah de un Nissan Juke y Rachel se ocupó del Mercedes Benz clase S. Mike y Noah fueron los primeros en terminar luego de unos 45 minutos ya que los autos solo necesitaban un chequeo y cambios de aceite en los frenos y en la dirección mientras que la morena luego de cambiar el aceite descubrió que una de las correas estaba deshilachada y estaba a punto de cortarse asique tuvo que ir a comparar una nueva ya que en el taller no tenían para el modelo del auto. Luego de una hora y media puedo tener listo el auto.

"Asi que te ha dado trabajo esta preciosura" bromeó Noah.

"Solo era la correa que está conectada al carburador y como no teníamos aquí tuve que ir a comprarla, menos mal que la encontré ya que el vendedor me dijo que era muy difícil de encontrar alguna pieza para este modelo" decía mientras se limpiaba las manos con un trapo.

"Sabía que podías con él" la abrazaba por los hombros "chico, ¿a qué hora vendrán por él?" señalaba el auto mientras le preguntaba a Mike.

"La señora me dejó su dirección, dijo que en cuanto estuviera listo se lo dejáramos en su casa" respondió levantando los hombros.

"Claro, como es ricachona cree que todo se lo van a dar en bandeja" decía Puck enojado.

"Ya cálmate, yo lo iré a dejar y luego te llamo para que me vallas a buscar" dijo la morena dándole pequeñas palmadas en el hombro a su amigo.

"Está bien, pero después de eso nos vamos a parrandear" le dijo a lo que la morena asintió con una sonrisa.

"Las llaves" pidió y el chico asiático en seguida se las entregó junto a una nota que tenía escrita una dirección "nos vemos dentro de un rato" dijo y se montó en el auto para luego salir del lugar.

Paso cerca de 35 minutos hasta que dio con la dirección que salía en el papel, miro buscando el número de la casa pero lo que vio la dejó asombrada, eso no era una casa, era una mansión de dos pisos por lo que dejaban ver las rejas, blancas paredes se levantaban desde el piso hasta el techo, grandes ventanales, un ante jardín del tamaño de su casa y en medio de este se encontraba una pileta con un ángel que tiraba agua por su boca, a un costado habían muchas hileras en donde crecían rosas de diferentes colores, tulipanes, girasoles y violetas.

"Woow, sí que es ricachona la vieja" no salía de su asombro. Se bajó del auto y tocó el timbrea lo cual una voz respondió.

"¿Que desea?" preguntaba la voz que salía por el parlante de la reja.

"Busco a la señora Fabray, mi nombre es Rachel Berry, soy mecánica y vengo a dejarle su auto" explicó.

"Enseguida la abro" dicho esto la reja automáticamente comenzó a correrse hacia un costado dejando ver la mansión que se encontraba detrás de ella.

"Señorita Berry, la señora la está esperando en el salón" le dijo el guardia que se encargaba de la seguridad de la mansión. La morena asintió y siguió un camino de cerámicas que conducía directo a una gran puerta la cual se abrió en cuanto llegó junto a ella, dejando ver a un mujer un poco mayor con una cálida sonrisa.

"Enseguida la atienden, por favor sígame" dijo la mujer y llevó a Rachel hasta un gran salón en donde habían sillones de cuero negro, una mesita de centro, varios muebles con premios, galardones, diplomas y encima de la chimenea se encontraba un retrato en donde salían un hombre, una mujer y dos niñas rubias.

"Mi madre no se encuentra" escucho que hablaban a sus espaldas, se volteó y sus ojos se encontraron con una hermosa rubia, llevaba el pelo tomado en una cola, una camisa rosada, un short cortísimo y unas sandalias de tacón, pero lo que más le llamo la atención fue lo hermosa que era aquella chica, rasgos finos y bien definidos, labios finos, nariz perfectamente respingada y sus ojos, de un color pardo con pequeños destellos dorados "puede dejarme las llaves a mi" le dijo sacando a la morena de sus pensamientos.

"Eh claro" respondió babosaQue hermosa…pensó mientras la seguía contemplando.

"¿Y las llaves" la rubia ya se estaba impacientando…pero que le pasa a esta chica, parece como atontada.

"Oh si disculpa" se metió las manos a los bolsillos de su jeans y sacó las llaves del auto para entregárselas a la rubia.

"Mi madre dijo que luego se contactaría con ustedes para ver cuánto dinero es"

"Está bien, no hay ningún problema"

"Bueno, me debo ir, supongo que ya conoces la salida" dijo en tono serio a lo que la morena solo pudo asentir. La rubia se dio la vuelta y estaba por salir del salón hasta que se giró "bonita polera" sonrió y se fue dejando con una sonrisa boba a la pequeña.

Que sonrisa más hermosa, definitivamente toda ella es hermosa…pensaba la morena mientras seguía viendo por donde se había ido la rubia… ¡demonios! no me dijo su nombre… se regañaba mentalmente hasta que el sonido de su celular la hizo reaccionar.

"Que pasa Noah" contestó.

"Estoy fuera de la mansión" dijo el chico "¿ya terminaste?"

"Si, ya salgo" cortó la llamada y salió de la mansión.

Volvió por el mismo camino de cerámicas y salió encontrándose con la camioneta de su amigo en donde se montó rápidamente.

"¿Lista para parrandear durante toda la noche?" le pregunto su amigo emprendiendo camino hacia el club a donde iban los fines de semana, pero la morena lo único que hizo fue asentir ya que en sus pensamientos aún estaba aquella hermosa rubia.