REENCUENTRO…
Era una fresca mañana de inicios de invierno, se podían escuchar las aves cantando, el sol brillaba tenuemente, un despertador se escuchaba insistente en una casa, al parecer la persona a la que trataba de despertar se negaba a hacerlo
-cinco…minutos…más – decía entre sueños una joven rubia acurrucada bajo sus cobijas, negándose a atender el despertador
-Serena, ya levántate – gritaba una mujer desde la planta baja – vas a llegar tarde – una gatita negra se despertaba perezosamente a los pies de la cama de Serena mirando a su dueña y al despertador esperando que lo apagara – Serena – repitió la mujer desde fuera de la habitación de la rubia – ¿no vas a ver a Rei hoy? – pregunto asomándose a tiempo para ver como la pregunta la hizo reaccionar obligándola a levantarse, lanzando las cobijas con gata incluida para salir disparada al baño, mientras trataba de deshacerse de su pijama de conejitos
-¿Por qué no me despertaste? – Pregunta la rubia mientras se mete en la regadera – voy a llegar tarde y Rei me va a matar
-hija, lleva horas sonando tu despertador y tu no lo escuchas – responde la mujer mientras acaricia a la gata que esta enfadada por el modo en que la tiraron de la cama – pobre de ti Luna, te llevas la peor parte ¿verdad? – La gata ronroneaba agradecida por los mimos - espero que Rei la golpee – bromeo mientras la gata maullaba en respuesta – si verdad que la golpee
-que buenos deseos mama – se quejo Serena mientras corría del baño a su ropero enrollada en una toalla buscando que ponerse, unos jeans, una playera rosa fue lo primero que agarro
-¿vas a desayunar con nosotros?
-no, vamos a ir donde Andrew a desayunar y luego nos vamos a la plaza nueva que está cerca de la bahía
-vaya, día completo – sonrió – te dejo para que te arregles – salió por la puerta – tengo el presentimiento de que tendrás un día maravilloso
-lo será si me gano la lotería – bromeo ella cuando la dejo sola – lo siento Luna, soy mala contigo – se disculpo tratando de acariciarle la cabeza, pero la gata la ignoro y se hecho en la ventana viendo el paisaje – tendré que compensarte –dijo mientras se colocaba la tanga y el sostén, un conjunto en color negro con aplicaciones de Hello Kitty en rosa después se vistió, se cepillo el pelo y se maquillo de manera sencilla, arreglo las cosas de su bolsa después se colocó sus tenis, tomó su chamarra y salió de su habitación
-pórtate bien hija – le comento su padre al tiempo que se encontraban en la escalera
-yo siempre me porto bien – comentó la rubia con un puchero – adiós a todos – dijo saliendo como torbellino por la puerta, afortunadamente pasaba un taxi libre que la llevo rápidamente al Crown Center, la cafetería con videojuegos donde siempre se reunía Serena con sus amigas al salir de la escuela, tenía tiempo de no pasar por ahí, pero sabia que seguía siendo dirigido por su amigo y casi hermano Andrew, compañero de prepa y novio de su amiga Lita
-hola Serena – le saludo Andrew desde la barra de la cafetería – que milagro verte por aquí – le dedicaba una hermosa sonrisa
-hola Andrew, quedé de verme con Rei – se acerco a su amigo para darle un beso en la mejilla - ¿ya llego? – pregunto susurrando en su oído con algo de nerviosismo
-no, no la he visto – sonrió al ver que su amiga suspiraba de alivio – creo que por primera vez desde que te conozco llegas a tiempo
-y casi no lo logro – decía mientras se escuchaba la campanilla de la entrada sonar, se giro para ver a su amiga de la infancia, con la que compartió sus años de primaria – Rei – grito corriendo a ella para abrazarla
-Serena tonta – respondió la pelinegra abrazando a su amiga – esperemos que hoy no haya un desastre porque tú llegaste antes que yo – bromeo con sorna
-hay Rei no me digas tonta, y por poco llego tarde – sonrió apenada
-eso no seria raro – se encamino a saludar a Andrew – hola Andrew ¿Cómo esta Lita?
-esta muy bien, agobiada con el trabajo, pero bien
-no es increíble – le comento a Serena – Lita y yo éramos vecinas hace unos años, tu conoces a Lita y Andrew de la prepa, si que es cierto eso que dicen que el mundo es un pañuelo
-sí, eso es cierto – de pronto sintió un ligero escalofrió pero no le hizo caso, tomaron asiento en uno de los gabinetes donde ambas se acomodaron, vieron las cartas y luego ordenaron – veras amiga – dijo Rei algo seria – Nicholas estará un tiempo fuera de la ciudad va a acompañar a mi abuelo a arreglar unos asuntos del templo y…
-¿pasa algo?
-se va mañana así que…
-no te preocupes amiga – Serena le tomó la mano con apoyo – dejamos la salida a la plaza para otro día
-la cosa es que…estaba pensando que si puede ir con nosotras
-claro que sí amiga – estaba entusiasmada, pero por dentro se sentía triste – "como siempre me toca ir como mal tercio, o quinteto…" – y es que como ella no tenia novio en comparación de sus amigas a veces era preferible no salir con ellas cuando estaban con sus parejas – por mi esta bien
-sé que no te gusta hacer mal tercio – dijo apenada la pelinegra – por eso y aprovechando que mi primo regreso de Estados Unidos hace unos días el también nos va a acompañar – el desayuno llego por lo que empezaron a platicar de cosas sin importancia, de los años que no se habían visto
-no estoy convencida de ir con tu primo amiga – dijo la rubia cuando acababan de desayunar
-¿Por qué no?
-no sé, me siento extraña
-amiga, si te soy sincera quiero matar tres pájaros de un tiro
-eso suena impresionante Rei – no pudieron evitar reír – explícame
-bueno, quiero salir contigo amiga, hace mucho no nos vemos, quiero estar con Nick y quiero que mi primo se divierta un poco
-bueno si dices que viene de Estados Unidos creo que se le ha pasado bastante bien
-no creas, mi primo se la pasaba estudiando, encerrado sin hacer amigos – lo medito un poco – estoy segura que tu compañía le caerá muy bien
-bueno, siendo que tú ves lo mejor de la situación y que tienes esa extraña cualidad de ver el futuro – sonrió – confío en ti
-excelente Serena tonta – bromeó – paso al baño, y los chicos no deben tardar en llegar
-de acuerdo, por suerte conozco a Nick – se burlo
-regreso
Mientras Rei se dirigía al servicio Serena se quedo mirando el Crown, tenia años de no estar ahí, y observándolo bien parecía que el tiempo no hubiera pasado por allí, la barra estaba donde siempre, los videojuegos iguales, aunque asumía que quizá ahora eran otros mas modernos, la maquina de peluches era la misma, cuando iba a la preparatoria regresaba de la escuela con Andrew que atendía el local y siempre le ofrecía malteadas y hamburguesas y le gustaba intentar atrapar los peluches de la maquina en especial los conejos… de pronto como si el tiempo hubiera retrocedido 8 años por la puerta del Crown entraba un hombre que pensó que jamás volvería a ver, y que hubiera deseado jamás volver a ver, era un hombre alto, de músculos definidos pero sin exagerar, cabellera negra, y aunque lo veía de lado sabia que aun conservaba esos ojos que la hipnotizaban, de un color azul profundo como zafiros.
-quizá Rei tenga razón sobre el desastre – comento mientras trataba de hacerse invisible, de pronto miro como su amiga de la infancia y el hombre que acababa de entrar se abrazaban con mucho cariño, una punzada en el estomago hizo dar un respingo a Serena, no era la primera vez que sentía esa sensación con aquel chico, siempre estaba rodeado de chicas bellas y a ella siempre le daba un retortijón en el estomago, y además como siempre empezó a sentir que el corazón se le quería salir del pecho – demonios, tantos años y siento lo mismo que antes – dijo con pesar
Rei corrió fuera del Crown a saludar a Nick que se acercaba a la puerta, mientras el chico se acercaba a saludar a Andrew, esperaba que se fuera antes de que la viera, miro por la ventana y vio que su amiga le hacia señas para que saliera, se levanto sigilosamente, se puso su chamarra y tomó su bolsa, trato de pasar desapercibida mientras salía
-¿ya te vas Serena? – pregunto Andrew en un tono divertido al ver que ella salía a escondidas
-¿cabeza de chorlito? – preguntó el recién llegado con burla pero también con algo que Serena no supo descifrar, entre sorpresa y gusto
-Darien – dijo con desprecio – tu no cambias ¿verdad?
Darien se rio mirándola descaradamente de arriba abajo – pues tu sigues igual de be… igual de tonta cabeza de chorlito
-veo que sigues siendo el mismo arrogante de siempre - respondió molesta
-¿se conocen? – preguntó la pelinegra que volvía a entrar
-por desgracia sí – respondió Serena
-en eso estamos de acuerdo cabeza de chorlito
-¿y tu primo? – pregunto la rubia a su amiga ignorando al pelinegro
-¿esta es tu amiga de la infancia? – Preguntó Darien riendo abiertamente – dijiste que era muy bella y simpática, pero prima creo que la sobreestimas
-vete al diablo idiota – respondió Serena – así que este arrogante es tu pariente amiga, de seguro es adoptado o lo cambiaron cuando nació, lo siento amiga, pero creo que será mejor vernos otro día – se encaminó a la puerta pero su amiga se atravesó para no dejarla pasar
-Sere por favor – suplicó su amiga – ya estamos todos aquí, vayamos a la plaza como quedamos – le pidió tomándola de las manos - ¿Darien? – miro a su primo con pesar
-por mi no hay problema – dijo levantando sus hombros restándole importancia
-de acuerdo – suspiro la rubia
-genial – dijo Nick que entraba en ese momento y saludaba a Sere – nos vamos ¿Cómo quedamos? – le pregunto a Darien con algo de cautela
-sí, ¿Por qué no? – en sus labios se formo una extraña sonrisa, algo picara, eso hizo que a Serena le diera un extraño escalofrío
-genial, entonces nos vemos allá – comento Rei tomando del brazo a su novio y apresurándose a la salida
-¿Cómo que nos vemos allá? Yo me voy con ustedes – se apresuro a su amiga para irse con ellos pero una fuerte mano le sujeto el brazo impidiéndole avanzar
-tu te vas conmigo – comento algo rudo
-claro que no – respondió tratando de zafarse pero logrando que se acercaran mas lo que la puso nerviosa haciendo que se quedara quieta y por un instante se perdió en la mirada profunda de Darien
-nos vemos Andrew – le dijo Darien sacando a Serena a jalones del Crown ya que él también se había puesto nervioso con la cercanía
-adiós chicos que se diviertan – respondió Andrew desde la barra – ese par no cambia – dijo para si mismo
-suéltame, que yo me voy con Rei – le dijo jaloneándose, pero solo la soltó cuando Rei y Nick se habían alejado en su carro
-ahora solo te puedes ir conmigo – se burlo el pelinegro mientras se acercaba a su deportivo rojo
-tomaré un taxi – respondió Serena haciendo ademan de acercarse a la avenida
-no, tú te vas conmigo – le dijo jalándola de nuevo con una mano y con la otra abriendo la puerta de su auto mientras ella trataba de zafarse, aunque trataba de no apretarla mucho para no lastimarla – o te subes tú o te subo yo
-no te atreverías – le desafió la rubia pero antes de que pudiera decir mas ahogo un grito ya que Darien la había cargado en brazos colocando un brazo en su espalda y el otro bajo sus rodillas, mientras ella pataleaba y trataba de que la soltara – SUELTAME MALDITO – gritó furiosa
-hay, que lindos los enamorados – comento una señora de un grupo de varias que pasaban por ahí, mirándolos divertidos, eso calmo los ánimos porque Serena se quedo quieta y roja como el tomate
-bájame – pidió la rubia en un susurro
Darien no le contesto pero la deposito con cuidado en el asiento del copiloto, le colocó el cinturón de seguridad y cuando Serena levanto el rostro noto que estaba ruborizado, algo en su interior se sintió extraño, ella estaba apenada por el comentario de la señora, pero también se sentía nerviosa por tenerlo tan cerca podía sentir el calor de su cuerpo, la fuerza de sus brazos que a pesar de sostenerla sin trabajo no la habían lastimado, pudo percibir su olor como a tierra mojada, no pudo evitar suspirar
-listo – dijo Darien para después cerrar la puerta y pasar al asiento del conductor, arranco el auto y la radio empezó a tocar música de antaño, se mantuvieron en silencio por un rato mientras la música los transportaba al pasado
…Whispered goodbye and she got on a plane
never to return again
but always in my heart
This love has taken its toll on me
she said goodbye too many times before (*)…
Flashback
Serena se encontraba de pie frente al salón de su clase, era su primer día, iba a empezar el segundo año de preparatoria en una nueva escuela, estaba nerviosa, aunque no sabia porque, nunca había tenido problema para integrarse a un grupo nuevo
-Señorita Tsukino – le hablo alguien que salía por la puerta del salón, la rubia asintió – soy la profesora Mónica, soy la coordinadora de segundo año – la mujer le extendió la mano para saludarla – pasa para que te presente a tus compañeros, ellos se conocen desde el año pasado, pero estoy segura en que serán muy amables contigo – le sonrió para darle confianza y luego la invito a entrar – chicos – le hablo a la clase para que guardaran silencio – quiero presentarles a su nueva compañera ella es Serena Tsukino
-buenos días – saludo la aludida con una tímida sonrisa a lo que todos respondieron el saludo con animosidad
-joven Chiba – hablo de nuevo la profesora, un chico que estaba sentado al fondo se levanto y la rubia casi se desmaya de la impresión, era el chico mas guapo que hubiera conocido, sintió que le temblaban las piernas, y que le faltaba el aire, temía estar roja como un tomate, por lo que decidió mirar a la profesora – Darien, quiero que te encargues de enseñarle a la señorita Tsukino las instalaciones y las normas generales de la escuela, Serena, deja tus cosas en este asiento – le señaló una banca vacía, ella obedeció mientras el chico se encaminaba a la puerta y le dedicaba una sonrisa a la rubia, la cual se limito a bajar la mirada, para después seguirlo
-Bienvenida a la escuela – le dijo Darien cuando salían del salón
-gracias – respondió ella tímidamente, por lo general ella era conversadora natural y hacia hablar hasta una piedra, pero estaba tan aturdida por la presencia de Darien que no sabia que decir
-así que eres nueva
-si – sonrió tímidamente
Darien le enseño la escuela, las normas y las distintas actividades que se llevaban a cabo, y trataba de ser agradable con la chica ya que le pareció que un ángel había bajado del cielo, porque jamás había conocido a una chica tan hermosa como ella, pero por mas platica que quería sacarle ella aunque no era grosera era muy callada.
-"como quisiera que me acorralara en uno de los salones vacios y me comiera a besos" – pensó de pronto la rubia que por un momento había puesto atención a la boca del pelinegro, pero esa idea la asusto logrando que se mantuviera muy seria
Ese primer encuentro cordial entre ellos fue el ultimo que tuvieron porque desde el día siguiente el la trataba con indiferencia en principio, pero cuando el notó que con todos era agradable y extrovertida con él era muy seria y callada decidió molestarla y hacerla enojar, logrando que fueran declarados por sus demás compañeros como enemigos jurados. En una ocasión a la hora de deportes una pelea típica de ellos termino en una visita a la enfermería
-yo no sé porque no te reportas enferma toda la temporada cabeza de chorlito, no puedes ni correr – decía el pelinegro molestando a Serena en un entrenamiento de futbol
-vete al diablo – contestaba la rubia furiosa corriendo a su lado
-es posible que me vaya al diablo pero tu ni siquiera puedes avanzar ni un metro a través de la cancha
-yo no entiendo como tu con todo tu ego puedes moverte
-es que soy un deportista y tu eres un bodoque cabeza de chorlito
La rubia estaba tan furiosa que cuando se movió para quedar frente al pelinegro piso un hoyo en el pasto y se torció el pie cayendo al suelo
-ni siquiera te puedes mantener en pie, ya levántate llorona
De coraje Serena se levanto con esfuerzo pero cuando piso su pie lastimado una descarga de dolor la hizo caer de nuevo, y no puedo evitar llorar en silencio esperando que Darien no la viera
-¿Qué pasa cabeza de chorlito? – pregunto el pelinegro regresando sus pasos para acercarse a ella – ya tan rápido te cansas – pero cuando miro su rostro contrariado por las lagrimas se preocupó – ¿te lastimaste? – pregunto con pesar, ella negó con fuerza moviendo la cabeza de un lado a otro – te voy a llevar a la enfermería – comento tomándola en brazos y avisando al maestro de deportes, la rubia estaba tan contrariada por el dolor que se dejo llevar a la enfermería, donde Darien la dejo en el pequeño cubículo y se sentó a esperar a que saliera
-¿Darien? – Se extraño la rubia de ver a Darien esperándola fuera de la enfermería - ¿Qué haces aun aquí? – era ya mas tarde de la hora de la salida
-esperándote – dijo poniéndose de pie – Lita nos trajo nuestras cosas, ¿Cómo te sientes? – su cara denotaba la preocupación que sentía - ¿Qué te dijo la enfermera?
-que me torcí el tobillo – dijo sin importancia – pero nada de cuidado, se me va a hinchar y tengo que pisar con cuidado, solo eso – le explico – gracias por esperarme, pero no era necesario – dijo apenada, hizo ademan de tomar sus cosas
-te llevo a casa – dijo colgándose al hombro las dos mochilas
-gracias, pero no quiero molestarte – lo miro con ternura y agradecimiento
-no es molestia – le sonrió cálidamente – además no puedes irte caminando – le extendió el brazo y ella se apoyo en él, caminaron despacio, pero apoyada en él caminaba con mas seguridad, llegaron al estacionamiento de estudiantes donde solo había unos cuantos autos y motos
-¿Cuál es tu auto? – preguntó la rubia para hacer platica
-no es auto es moto
-¿motocicleta? – se notaba lo asustada que estaba
-te dan miedo – pregunto divertido pero sin afán de molestarla, su sonrisa era sincera
-si, me dan mucho miedo – confeso temerosa
-no te preocupes conmigo no te pasara nada – acomodo las mochilas y ayudo a Serena a subirse a la moto, para luego subir el a la misma – solo sujétate bien de mi – le tomó las manos para que lo abrazara de la cintura, podía sentir su pequeña figura apretada contra él y se sintió completo de algún modo y feliz, el trayecto a casa de Serena fue en silencio dado lo difícil que se hacia hablar en la moto pero era un silencio cómodo, al llegar se bajo de la moto para ayudarla a bajar colocando sus manos en su cintura
-gracias por traerme – dijo Serena totalmente ruborizada
-no tienes nada que agradecer, además me siento culpable – bajo los ojos arrepentido
-no te preocupes – le acaricio la mejilla de manera suave – fue un accidente – por un momento se miraron a los ojos
-de acuerdo cabeza de chorlito – dio un paso atrás sonriendo divertido – la próxima ten mas cuidado – le entregó su mochila
Ella se sintió desconcertada y triste –adiós – se dirigió a su casa sin mirar atrás y sin percatarse que Darien la observaba intensamente
Las peleas continuaron aunque no tan constantes, a veces simplemente se ignoraban mutuamente y así, los dos años que le restaban para concluir la preparatoria terminaron, y la ultima vez que se vieron fue en la fiesta de graduación una fiesta divertida, emocionante, casi todos bailaron y convivieron hasta la mañana del día siguiente, casi al final de la fiesta llevaron mariachis para que tocaran "Las Golondrinas" mientras todos los graduados se iban despidiendo y deseándose lo mejor en la pista de baile, sin querer Darien choco de espalda contra Serena
-lo siento – dijeron los dos al mismo tiempo al girarse, estaban cerca y por parte del rito de la despedida se abrazaron, durante un momento el tiempo se detuvo, no había mariachis ni fiesta ni nada a su alrededor, solo eran ellos
-me dio mucho gusto conocerte Serena – le susurro al oído
-y a mi también Darien – respondió elevando la cara y mirándolo fijamente, poco a poco, se fueron acercando sus rostros, de pronto alguien los empujo rompiendo el encanto, y haciéndolos separarse y ya jamás se volvieron a ver…
Fin flashback
-"…hasta ahora" – pensó Serena suspirando, de pronto, se dio cuenta que no iban rumbo a la bahía sino a un complejo de edificios - ¿A dónde vamos? – pregunto extrañada
-a mi departamento – respondió sin darle importancia
-¿Por qué? – su voz denotaba angustia
-tranquila se me olvido la cartera y vamos por ella – le comento con calma
-pero entonces me hubieras dejado irme con Rei – le reclamó
-es que me acabo de dar cuenta, no te pongas loca, es más ya llegamos – comentaba mientras entraba al estacionamiento subterráneo de un edificio de departamentos, estaciono su auto, bajo, y como vio que Serena no se había movido, le abrió la puerta para que bajara
-aquí te espero – dijo sin intenciones de moverse
-no te voy a dejar aquí sola cabeza de chorlito – dijo molesto – esta muy solo aquí abajo – comento mirando a los alrededores
-pues no me importa – se empecino
-o te bajas o te bajo del mismo modo en que te subí al auto – amenazo
Sin decir mas la rubia se apresuro a bajarse del auto antes que él la volviera a cargar, le resultaba bastante perturbadora su cercanía. Luego ambos se encaminaron al elevador sin decir palabra, ambos aunque trataban de no demostrarlo se sentían nerviosos, y aun en silencio entraron al cubo y Darien acciono el piso de su departamento
-¿Por qué me odias tanto? – preguntó la rubia en un suspiro de resignación, rompiendo el silencio
-yo no te odio – respondió tajante
-pues siempre me has tratado tan mal que da la impresión que me odias
-ya te dije que no te odio – salió del elevador rápidamente y algo molesto, la rubia lo siguió sin decir nada mas – pasa – abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarla entrar
-gracias – cuando entro no pudo evitar admirar el orden y la limpieza que había en el departamento – es lindo
-gracias – dijo con una sonrisa mientras entraba y cerraba la puerta, luego le señalo la sala – siéntate, ¿quieres algo de tomar? – le preguntó mientras se encaminaba a la cocina
-no gracias – se paseo tímidamente por la sala – no deberías buscar tu cartera para irnos
-relájate – le dijo a su espalda haciéndola dar un respingo y además sentir un escalofrío – toma, te traje un jugo – le entregó un vaso con jugo de manzana – siéntate, voy a buscar mi cartera – se dirigió a su habitación mientras la rubia se sentaba, dejo el jugo en la mesa ratona, se quito la chamarra y la dejo a un lado junto con su bolsa, se quedo quieta un momento, pero no pudo evitar ver los libros que había en su librero, se levanto hacia él, eran libros de medicina la mayoría, filosofía,, libros de historia, de Grecia, Italia, uno que otro sobre Estados Unidos, sin poderlo evitar tomó uno sobre la geografía de Estados Unidos, mientras hojeaba el libro encontró una fotografía, donde salía Darien con una chica de cabello aguamarina, y una mirada pacificadora, ambos estaban abrazados y se veían felices, en el reverso decía 'Michiru' y una fecha del año pasado, Serena sintió como si un gran hoyo se hubiera abierto a sus pies y cayera en él, se le seco la garganta y por un segundo dejo de respirar, escucho que Darien regresaba de su habitación y dejo la foto en su lugar igual que el libro
-cuidado, podría marearte tanta información cabeza de chorlito – bromeo mientras se acercaba al comedor y buscaba en una chaqueta que estaba colgada
-idiota – respondió molesta sentándose de nuevo - ¿ya podemos irnos?
-no, aun no encuentro mi cartera
-vaya, parece que tu pseudo inteligencia no te sirve ni para encontrar una cartera – dijo con burla
-comparada contigo soy un genio
-vete al…. – su respuesta se quedo en suspenso porque el celular de Darien empezó a sonar
-bueno – contesto al teléfono – hola Michiru – respondió sonriente haciendo que Serena se tensará – como estas a parte de hermosa… yo muy bien… también te extraño cariño… sí, lo sé – se reía y hablaba en un tono muy seductor que hacia que a Serena le hirviera la sangre – platicamos después… si, es que tengo algo que atender – dijo mirando a la rubia – te mando muchos besos…gracias… ciao – colgó la llamada
-¿Quién era? – pregunto la rubia tratando de parecer indiferente
-no es de tu incumbencia cabeza de chorlito – dijo sentándose en un sillón y mirándola divertido –"pareces celosa" – pensó – pero para que no digas que soy grosero te diré que es una hermosa mujer que conocí en Estados Unidos
-ah, ya veo – fingió indiferencia
-es tan inteligente, y elegante – presumió
-bien – dijo tensa – ya no me digas nada, solo quería hacer conversación, pero no me interesan tus conquistas
-si no te conociera diría que estas celosa – se burlo
-¿celosa?, estas loco, no eres mas que un cretino arrogante con el ego tan grande que apenas debe caber en este departamento – grito furiosa levantándose del sillón
-veo que tu eres la que me odia – se levanto también
-yo nunca te he odiado – se defendió
-pero admite que estas celosa porque tu no eres mas que una niña caprichosa y llorona y tonta, y que a pesar de los años no cambia – gritó molesto colocándose frente a ella
-pero tú no eres mas que un idiota, un cretino, arrogante, que se la paso encerrado en Estados Unidos, según Rei, si, claro, seguro que te la pasabas de fiesta con tus amiguitas, aunque lo cierto es que eres aburrido y patético – estaba gritando roja de la furia
-cállate
-no me callo arrogante
-cállate o te callo
-inténtalo cretino – la sujeto de los hombros – solo falta que me pegues
-haré algo mejor – decía al tiempo que la atraía hacia él y sellaba los labios de la rubia con los suyos de manera demandante y desesperada, ella trato de zafarse empujándolo por el pecho, él se aparto sin soltarla – mucho mejor – la miro intensamente dejándola petrificada y poco a poco fue acercando su rostro al de ella y con ternura y delicadeza la besó haciendo una pequeña danza suave con sus labios, sus manos se movieron de los hombros, una a su nuca y la otra a su cintura, haciendo que se pegara mas a él, ella estaba temblando pero no de miedo, poco a poco fue subiendo sus pequeñas manos al cuello de él para rodearlo, el beso aunque tierno, se iba haciendo mas intenso hasta que él lo detuvo, y colocó su frente sobre la de ella – no tienes idea de cuentas veces soñé hacer esto – aun la tenia abrazada
-Darien… - suspiro y le acaricio la mejilla – me callaste – lo miro entre coqueta y divertida y con el rosto completamente ruborizado
-te lo advertí – la abrazó fuertemente para luego separarse
-Darien yo… - iba a decir algo cuando su celular sonó – de seguro es Rei, bueno…hola Seyia ¿Cómo estas? – Se sintió algo avergonzada y se giro para que el pelinegro no la viera – no, hoy no puedo… tengo cosas que hacer… si, otro día… cuídate… bye – con eso terminó la llamada – lo siento – se giro, pero se dio cuenta que Darien no estaba a su espalda - ¿Darien? – de pronto escucho ruidos que venían de la cocina, se acerco sigilosamente y asomo la cabeza por la puerta
-sí, es obvio, toda la vida rodeada de chicos – murmuraba el pelinegro dando la espalda a la puerta mientras buscaba entre los estantes –siempre coqueta y dulce y tierna con todos – se detuvo y daba la impresión que se iba a girar – claro con todos menos con Darien ¿verdad?
La rubia no sabia si reírse o entrar y ver si no estaba enfermo o algo así, pero como no supo que hacer se dirigió a donde la había dejado el pelinegro justo a tiempo cuando el iba saliendo de la cocina
-¿terminaste tu llamada? – Pregunto con fingida indiferencia – quizá deberías llamar al chico y ver si aun quiere salir contigo, quizá el sea mejor compañía para ir a la plaza – dijo con enfado
-¿te sientes bien? – atino a preguntar la rubia mirándolo con extrañeza - ¿ya no vamos a ir a la plaza? – pregunto con un dejo de decepción
-es que quizá yo resulte una compañía patética para ti – la rubia lo miraba extrañada, en ese momento un gato blanco salía de la habitación de Darien y se le restregaba en las piernas a la rubia
-oh, que hermoso gato – decía la rubia mientras se hincaba a acariciar y hacer mimos al gato
-ves – grito Darien –hasta a Artemis le haces mas caso que a mí – decía exasperado
-¿Qué te pasa?
-pasa, que estoy arto que a todo mundo le hagas caso, a todo mundo lo tratas con cariño, con alegría, mientras que a mí siempre me has tratado con indiferencia y desprecio – dijo molesto
-¿con desprecio? – Se levanto del suelo para mirarlo a la cara – ¿Cómo se supone que te tenia que tratar? Cuando todo lo que hacías era molestarme y ofenderme – contesto enojada
-claro que te molestaba – la tomó de los hombros – era la única manera de estar cerca de ti – le reclamó
-para ser tan inteligente a veces eres un cabeza hueca – trató de soltarse pero no pudo
-explícate – la zarandeo un poco pero tratando de no lastimarla
-nunca se te ocurrió que toda mi indiferencia se debía a que me ponía nerviosa tu cercanía ¿verdad? – Se puso roja de la pena – nunca se te ocurrió que todo eso se debía a lo mucho que me gustabas – agacho la mirada temerosa de verlo
-¿en verdad te gustaba? – Pregunto tomando su rostro entre sus manos para que lo mirara – yo te gustaba – afirmó con una sonrisa de arrogancia
-en tiempo pasado – comento ella tratando de soltarse – pero no eres mas que un arrogante y engreído – se trataba de soltar sin éxito
-así que ahora – la acercaba más a él rodeándola con los brazos – no te pone nerviosa mi cercanía ¿cierto?
-no – respondió tímidamente, sintiendo el fuerte latido de su corazón y la respiración algo más errática
Darien se acerco a su rostro como si fuera a besarla pero se acerco a su oído – entonces no tiemblas de nervios ¿verdad?
-no – pero no podía evitar sentir que temblaba de pies a cabeza
-así que si te beso – le decía mientras acercaba sus labios a los de ella – ¿no vas a sentir nada? – no le dio tiempo a responder mientras devoraba sus labios con ternura, pero con firmeza dejando que ella se relajara bajo sus brazos, cuando lo hizo él termino el beso pero sin soltarla
-Darien – suspiro la rubia con añoranza
-¿sabes porque te molestaba? – preguntó acariciando su cuello con su nariz – quería que te fijaras en mí, que me dedicaras tus hermosas sonrisas y tus miradas angelicales, pero como no podía conseguirlas me conformaba con tus miradas furiosas y tu sarcasmo – la estrechaba en sus brazos cada vez mas fuerte, haciendo el espacio entre ellos imperceptible, seguía oliendo su fragancia
Con algo de timidez ella rodeo sus brazos a su cuello mientras apreciaba su olor y la suavidad de su cabello
-tu olor es tan intenso y delicioso – besó su cuello para luego besar su oreja – rosas – mordió ligeramente su oreja haciéndola gemir – eres deliciosa – le daba pequeños besitos en el cuello
-Michiru – suspiro con tristeza
-¿Cómo?
-¿Cómo puedes besarme y abrazarme cuando tienes una novia a la que extrañas? – grito molesta empujándolo con todas sus fuerzas alejándolo
-¿de que estas hablando?
-de Michiru tu novia – se alejo de él caminando de espaldas – no tienes respeto por nada ni por nadie, será mejor que me vaya – se acercó al sillón para tomar sus cosas
-sí, claro – grito el a su espalda – busca un pretexto para correr a los brazos de Seyia
-¿disculpa? – se giró para mirarlo
-me escuchaste, lo que quieres es irte con Seyia, o con otro de tus tantos pretendientes – se acerco a ella
-no me cambies el tema, tu eres un infiel
-de donde sacas que soy infiel
-como te gusta hacerte el tonto, pero para que lo entiendas – hizo un teléfono imaginario con su mano y lo coloco en su cara y hablando con la voz ronca imitando a Darien dijo - … como estas a parte de hermosa… yo muy bien… también te extraño cariño – miró como el otro se reía de su interpretación – me das asco Darien Chiba – dijo con repugnancia – seguro tienes una colección de zorritas
Darien seguía riéndose de felicidad por ver lo celosa que se veía Serena, mientras ella cada vez se molestaba mas por su actitud divertida
-aunque tienes razón – dijo de pronto mas seria y tranquila – quizá debería buscar a Seyia para que salgamos, es tan atento, tan galante – suspiro ensoñadora – y tan guapo – en el acto la sonrisa del pelinegro se transformó en una mueca de desagrado
-la verdad, cabeza de chorlito – se acerco mas a ella, quedando uno frente al otro – yo no entiendo como te la pasabas rodeada de chicos, si no eres mas que una niña boba y aburrida, ¿o acaso se acercan por que la zorrita eres tu?
En cuestión de segundos la mano de Serena se impactaba sobre el rostro de Darien sonando tan fuerte que retumbo en todo el departamento, además que hizo que el pelinegro se trastabillara
-mi abuelo una vez me dijo – comento el pelinegro con el semblante serio y sobándose la mejilla – que si una mujer te golpeaba solo había una manera de responder
La mirada tan seria de Darien en verdad asusto a Serena pensando que quizá la golpearía, pero no se amedrento, se quedo de pie, mirándolo con decisión, el la tomó por los hombros y de nueva cuenta la beso de una manera demandante, desesperada, ansiosa, para luego ir bajando la fuerza, para convertir el beso en algo cálido y tierno, en una suave caricia
-no… - dijo Serena en un suspiro – no me tortures – sollozo – no juegues conmigo – mientras Darien le daba pequeños besos en el rostro y el cuello
-no quiero jugar contigo – susurro en su oído – yo no tengo novia – la miro directamente a los ojos - la única que me importa eres tú
-¿en serio?
-sí – confirmo con toda la convicción del mundo - ¿Qué hay con Seyia? – preguntó haciendo una pequeña mueca de disgusto, aun la tenia abrazada por la cintura
-nada – sonrió – él solo es un amigo – ella también hizo una mueca – aunque le encantaría ser algo más
-así que no tienes novio – sonrió tiernamente
-no – dijo tímidamente
El ya no dijo nada, pero siguió besándola, de manera tierna pero insistente, apasionada, como tratando de transmitir muchas emociones, que quizá no entendía, pero sentía, y quería que ella las sintiera, de pronto ella se sintió invadida por esa sensación de calor que los besos de Darien estaban despertando en ella, una sensación de querer convertirse en uno con él que jamás había sentido, había besado hombres, pero jamás había sentido todas esas sensaciones con nadie. Se sentía animada, así que decidió tomar parte en el beso, rodeo el cuello del pelinegro con sus brazos, se puso de puntitas, y empezó a besarlo con la misma ansia con que él la besaba, un suspiro salió de los labios del pelinegro mientras los mismos tomaban camino por su cuello
-Darien – jadeo embelesada por las caricias
-Serena – le susurro al oído
-dilo de nuevo – pidió en un susurro para después morder tímidamente su oído – di mí nombre
-Serena… Serena… Serena – repitió una y otra vez mientras acariciaba su espalda y su cintura y se inundaba del olor de su cabello
-Darien – ahora gemía tímidamente mientras trataba de besar la piel que tenia a su alcance, a través de la camisa que llevaba puesta, el abrazo era cada vez mas estrecho, las manos de Serena jugaban con el azabache cabello, después bajo sus manos por su pecho para sentir como se contraían sus músculos a cada tramo que tocaba, y como su corazón se aceleraba, ella también sentía su corazón correr a mil, curiosa quiso sentir mas directamente la piel de su pecho, con timidez fue desabrochando su camisa, mientras el seguía entretenido en su cuello y sus labios, no entendía porque lo hacia, era curiosidad, y tal vez las acaloradas platicas de su prima Mina que rondaban en esos momentos por su cabeza
-eres un pícara – dijo entre jadeos mientras se daba cuenta que Serena le dejaba besos húmedos en el pecho - ¿en que momento me desabrochaste la camisa? – pregunto mas conciente de las atenciones, no pudo evitar tomar su cabello entre sus dedos, mientras ella seguía besándole el pecho
-¿te molesta? – preguntó entre risas sin dejar de besarlo
-para nada – suspiro – solo que creo… - la separo tomándola de los brazos y soltándola para quitarse la camisa – quizá deberíamos estar en igualdad de condiciones – le dijo mientras le quitaba la playera que llevaba, ella solo ahogo un grito de sorpresa y se puso roja de la vergüenza – sí – la miro de arriba abajo – así esta mejor – sin dar tiempo a nada, se lanzo a besar su cuello y mas abajo, sobre el escote del sostén
Serena jadeo y enredo sus dedos en su cabello mientras se derretía por las intensas sensaciones mientras le besaba los hombros y le bajaba los tirantes del sostén
-tienes la piel tan suave – exclamo él entre besos – y hueles tan rico – restregaba su nariz contra su piel haciéndola reír – y eres tan sensible – sonrió el también
-y tu eres todo un galán – se burlo ella – y un tramposo, se supone que yo te estaba besando a ti – hizo un puchero, y le empezó a acariciar la espalda con sus manos, y arañar un poco
-me estas volviendo loco – jadeo contra su piel, sintiéndose atrevido y animado, le desabrocho el botón del pantalón, se quedo quieto sin dejar de besarla, como ella no se quejo le bajo el cierre, de nuevo hizo una pausa, como tampoco dijo nada metió las manos en su pantalón por las caderas, y ella dio un respingo - ¿Qué? – pregunto inocentemente sin sacar las manos
-¿Darien? – ella miro donde tenia las manos
-¿te molesta? – ella solo podía escuchar a la loca de su prima hablando de sus experiencias, de lo que leía en las revistas, sobre el calor, y la pasión, no podía pensar en nada mas que en tener sus grandes manos recorriendo todo su cuerpo
-en realidad… - hizo cara de meditarlo un poco – creo que no – comento restándole importancia
-entonces no te molesta esto – saco las manos de su pantalón pero lo sujeto por los lados, se los bajo hasta los muslos
-no – comento como distraída
-tampoco esto – se los bajo hasta las rodillas mientras se inclinaba un poco
-no – aunque jugando no podía evitar sentirse apenada
-ni esto – los bajo hasta sus tobillos agachándose mas – creo que me he encontrado con un problema –comento en tono serio
-¿Cuál? – se asustó
-tus tenis no me dejan hacer mi trabajo – se quejo
-eso se arregla – dijo riendo al tiempo que se descalzaba los tenis con los pies
-mejor – y le saco los pantalones con cuidado de no hacerla caer, se quedo hincado mirándola de pies a cabeza – jamás pensaré en Hello Kitty de la misma manera – comento de manera picara, mientras estaba embobado con la imagen que tenia frente a él – eres un ángel – dijo con devoción
-por muy adulador que seas – comento ella muy seria – no te salvaras
-¿de que? – pregunto extrañado
-pues de que tenemos que estar en igualdad de condición – le hizo una seña con la mano para que se levantara y rápidamente lo hizo, e igual de rápido Serena le desabrocho el pantalón, y tiro de ellos hasta los tobillos ganándose un gemido de él – fuera tenis – le ordeno y él rápidamente obedeció y también se deshizo de sus pantalones ya que la rubia se había quedado petrificada
-¿te pasa algo? – y además de petrificada estaba roja de los pies a la cabeza, su mirada estaba sobre un punto de la anatomía del pelinegro, él siguió su mirada y se fijo en su entrepierna, y en el tremendo entusiasmo que sentía esa parte de él, una enorme protuberancia sobresalía del boxer, el también se apeno y trató de cubrirse – lo siento… yo… - no sabia ni que decir, pero se podía dar cuenta que aunque ella estaba apenada no hacia intentos por parar lo que estaban empezando, además su mirada era picara y se mordía el labio nerviosamente, se acerco a ella - ¿ves lo que provocas? – su voz era un susurro seductor para luego jugar con el lóbulo de su oreja
Ella jadeaba presa del calor de la pasión – Darien – susurraba mientras lo abrazaba del cuello y revolvía su cabello, y besaba toda la piel que tenia a su alcance – siento… que…me quemo
-y yo… - gruño contra su piel – tenemos que apagar… ese fuego
-¿apagar? – pregunto decepcionada, pero por toda respuesta Darien la tomó en brazos y la llevo a su habitación mientras besaba su cabello y su frente y ella lo abrazaba del cuello y le besaba la mandíbula, la deposito suavemente en el piso, al pie de la cama, se detuvo un momento a admirarla, con el cabello revuelto, las mejillas sonrojadas, y los labios voluptuosos por tantos besos, le dedico una sonrisa calida y sincera, beso sus ojos, uno a uno, ella los cerro y los dejo cerrados después del beso, el rodeo su espalda con los brazos para alcanzar el broche del sostén, lo desabrocho con maestría, para luego tocarle la piel de los hombros hasta las manos mientras se deshacía de la prenda, se quedo quieto un momento admirando la belleza de Serena, pero a la vez indeciso por que hacer a continuación, ella levanto la cabeza sin abrir los ojos, como temerosa de que retrocediera, Darien le tomó el rostro con las manos y la beso, el beso se fue profundizando mientras sus manos tomaban un camino descendiente, hasta posarse en sus senos, haciendo que sus pezones se endurecieran a su tacto, ella jadeo sobre sus labios, después el fue bajando sus besos hasta sustituir a las manos, dejando besos húmedos en su piel, haciéndola jadear y enredar sus manos en su cabello, él jugaba con su lengua sobre sus pezones – eso… se siente… muy bien… "Dios, me siento arder… de verdad que todo lo que decía Mina era cierto…" – el pelinegro le mordió uno de los pezones haciéndola jadear – "creo que es mucho mejor de lo que dijo… quien dijo… que dijo" mientras ella perdía la conciencia en un mar de sensaciones y jadeaba y gemía él seguía torturándola con la lengua mientras la acostaba en la cama
-Serena – susurro Darien mientras sus besos iban hacia su ombligo – es buen… momento… para detenerme… - gruño contrariado pero tratando de controlarse, él quería tenerla en cuerpo y alma, fundirse con ella, pero quizá ella no lo permitiría – estoy llegando… al punto… sin retorno – colocó las manos en sus caderas y descendió los besos aun mas, al centro de su feminidad
-Darien yo… - dio un pequeño grito de placer al sentir su boca sobre su centro, y otro beso, y otro, sintió como además su lengua entraba al juego, sus jadeos eran mas sonoros
-estas tan… húmeda – poso sus manos en sus rodillas, levanto el rostro para mirarla y la vio con los ojos cerrados y una expresión de estar disfrutando - ¿quieres que me detenga? – pregunto
La rubia movió la cabeza de manera negativa – no – dijo en un susurro apenas audible – no te…detengas – dicho esto el pelinegro le quito la tanga para luego abrirle las piernas con delicadeza, y devorar su feminidad como había devorado su boca, ganándose una explosión de gemidos y jadeos por parte de la rubia, las atenciones del pelinegro duraron unos minutos más – siento… que voy… yo voy a… - un grito eufórico salio de su garganta cuando alcanzo el clímax –"esto es increíble" – pensó enfebrecida
-estas…tan…húmeda – Darien se había colocado sobre ella mientras se colapsaba en su orgasmo, para después frotarse – tan… estrecha – decía mientras se iba introduciendo en ella de manera decidida – y tan… - su frase se corto al sentir que traspasaba una barrera que no pensó que estuviera allí, la rubia grito de dolor mientras abría los ojos de golpe, se miraron con una mezcla de sorpresa, dolor y temor, Darien se quedo quieto aun dentro de ella mientras que ella derramaba una lagrima de dolor – no llores – dijo angustiado limpiando su mejilla con ternura – no quise lastimarte – su voz denotaba preocupación - ¿Por qué no me dijiste? – mientras se consternaba por el daño que le causo la rubia iba olvidando el dolor, quizá fuera por el hecho que él se mantenía quieto aun dentro de ella
-Darien – le acaricio la mejilla con cariño, él la miro –no te preocupes
-como no me voy a preocupar si te lastime – le beso las mejillas – y aunque no lo creas odio lastimarte – confeso, la rubia lo miro con amor, con el amor que siempre había sentido por él
-no me lastimaste – contesto con la voz estrangulada
-pero estas llorando
-es de alegría – sonrió entre las lagrimas que se escaparon de sus ojos – Darien, ¿quieres hablar ahora? – pregunto mientras levantaba un poco la cadera y sonriendo pícaramente – o podemos terminar lo que empezamos – volvió a levantar la cadera logrando que ambos gimieran, le jalo el rostro para que la besara, era un beso dulce, lleno de promesas, tímidamente el se fue moviendo dentro de ella, pero no pudo contenerse mucho porque se fue moviendo mas y mas rápido, se besaron por donde alcanzaban y se abrazaron como queriendo ser uno, el orgasmo los alcanzo de una manera que los hizo volar por el cosmos
Darien se desplomo a su lado para luego atraerla a su pecho, le beso la frente, mientras ella besaba su pecho, se quedaron en silencio como en una burbuja, hasta que el teléfono de Darien sonó un par de veces
-¿no vas a contestar?
-que conteste la maquina – dijo sin soltar a la rubia
-hola chicos – decía la cantarina voz de Rei a través de la contestadora, Serena se sentó en la cama tratando de cubrir su desnudez – no se levanten chicos, sigan en lo que están – se rio – por Nick y por mi no se preocupen, la plaza no esta tan impresionante como decían…. Darien asegúrate que Sere llegue a casa por la noche – ordeno divertida – me alegro que las cosas se arreglaran entre ustedes – para ese momento Darien y Serena se miraban asustados, divertidos y apenados – se cuidan eh… besitos – y corto la llamada
Serena se abrazo las piernas y enterró su cara entre sus rodillas y Darien la abrazó y colocó su mentón sobre su rubia cabeza
-no sé como lo hace – comentó Darien divertido – esa enana es una bruja
-hasta parece que lo hizo apropósito – comentó la rubia aun con la cara escondida
-sí, no me sorprendería – la estrecho mas entre sus brazos – Serena… yo… - aun la tenia abrazada y hablaba en un susurro, como apenado
-¿sí? – ella levanto la cabeza, estaba sonrojada, pero su mirada era dulce y feliz, él no pudo resistirse y la beso con amor, la rubia suspiro sobre sus labios, se hizo hacia atrás para recostarse en la cama llevándola consigo, se besaban y acariciaban
-creo que mejor paramos – comento el cortando el beso, ella lo miro triste – tenemos que hablar – le aclaró
-¿pasa algo malo? – se preocupo
-no, no es malo… pero
-¿te arrepientes? – se sentía angustiada y sus ojos se llenaron de lagrimas, se levanto rápidamente de la cama, pero una leve molestia en su entrepierna la hizo detenerse, lo que aprovecho el pelinegro para abrazarla por la espalda
-claro que no – dijo ofendido, para luego besar el cuello de la rubia, y darle pequeñas mordidas, sus manos acariciaban suavemente sus senos
-Darien – suspiro la rubia, removiéndose inquieta
-¿quieres darte una ducha? – pregunto en un susurro en su oído
-¿huelo mal? – pregunto indignada, él solo se rio y la llevo cargando al baño – y todavía te burlas de mí – se estaba enojada y se removía un poco
-esa es mi cabeza de chorlito – comento besándole la sien – créeme, te va a gustar – su voz era sensual y picara, ella ya no dijo nada, luego la dejo frente a la regadera – tina o regadera – preguntó
-tina – comento sin animo, él se agacho a abrir la llave de la tina y a mediar el agua, mientras ella aprovecho para mirarlo, veía sus hombros anchos, sus brazos fuertes, su espalda definida que se estrechaba hacia las caderas, sus firmes glúteos y sus torneadas piernas, suspiro con admiración, recordando lo vivido momentos antes, sentirlo sobre ella, dentro de ella, Mina y sus picaras conversaciones se quedaban cortas con el espécimen que tenia frente, y con lo que sintió con él – "¿habrá sido un error?" – se pregunto de pronto
-listo – se levanto y le tendió la mano para ayudarla a entrar, se apoyo en él para entrar a la tina pero antes que pudiera sentarse Darien se había metido con ella, se sentó y le ofreció las manos para que se sentara frente a él dándole la espalda, Darien tomo jabón y lo froto en sus manos hasta hacer espuma para luego frotar la espalda de la rubia con delicadeza, le tallo los brazos, la cintura, los senos, donde puso más atención y cuidado, para luego frotarle las piernas de los tobillos hacia arriba por sus rodillas, sus muslos y terminar frotando con delicadeza su centro, el cual limpio devotamente haciéndola suspirar
-esto es extraño – dijo removiéndose y sintiéndose apenada
-¿Qué es extraño?
-que me estés bañando – él le beso el cuello con ternura
-pensé que el agua relajaría tus músculos y que te gustaría asearte antes de irte – le hablaba con ternura, acariciando su oreja con la nariz
-¿me estas corriendo? – preguntó indignada y triste y a punto de levantarse
-parece que no digo nada bueno ¿verdad? – Comento abrazándola para que no se levantara – lo siento… lo siento – decía con pesar – no era esa la idea vamos a que te enjuague y volvemos a la recamara ¿sí?
-de acuerdo – suspiro resignada
Se levantaron y el pelinegro acciono la regadera, la enjuago con ternura, y luego él se enjuago, cerro la llave de la regadera tomó una toalla y envolvió a la rubia, para luego tomar otra toalla y envolverse él, ambos salieron del baño, Serena se quedo en medio de la habitación sin saber que hacer mientras el caminaba a la cama, quito la colcha que estaba desordenada y manchada, se recostó con la espalda en la cabecera
-ven conmigo – dijo palmeando la cama a su lado, ella fue a su lado y se acostó a su lado, con la espalda igual recargada en la cabecera, él la abrazo – tenemos que hablar Serena – lo dijo serio y la sintió tensarse – mírame – pidió mientras con su mano le giraba el rostro – esto debí decirlo antes, desde que te conozco – ella quiso hablar pero le puso un dedo en los labios – por favor – pidió – déjame hablar ¿si? – Ella asintió – cuando te conocí pensé que eras las chica mas hermosa que jamás había visto, eras como un ángel ante mis ojos – le acaricio la mejilla y ella sonrió – pero tu simplemente eras muy seria, al principio pensé que eras tímida, pero me fui dando cuenta que eres extrovertida, excepto conmigo, tu siempre me ignorabas
-Darien… yo – miro hacia abajo apenada
-déjame terminar por favor, como no me hacías caso, y yo quería tenerte cerca me dedique a molestarte, ofenderte, incluso te humille delante de todos – ahora el bajo la mirada apenado – no me siento orgulloso de lo que hice, pero era el único modo de oír tu voz, de que me miraras, pero jamás quise lastimarte porque ¿sabes? – se miraron a los ojos – me enamore de ti – le regalo una sonrisa – cuando salimos de la escuela pensé que quizá solo era un enamoramiento de estudiante, conocí personas, pero siempre pensaba en ti, sin querer las comparaba contigo, y cuando me fui a estudiar a Estados Unidos me di cuenta que algo faltaba en mi interior, una parte de mi, me sentía incompleto, por lo que solo me dedique a estudiar – sus ojos denotaban la sinceridad con que hablaba – ahora me doy cuenta que eras tu lo que me faltaba – para ese momento Serena empezaba a derramar lagrimas de felicidad – porque me doy cuenta que te amo con toda mi alma y que no podre amar a nadie mas… - se quedo callado un momento, le limpio las lagrimas, ella tenia un nudo en la garganta que no le dejaba hablar, pero después de un momento se calmó
-cuando… - carraspeo para aclarar su garganta y sus ideas – cuando yo te conocí me impresionaste tanto, que me quedé muda, en verdad toda mi soltura y mi forma extrovertida salio corriendo del salón cuando te vi… pero además sentí el enorme impulso de abalanzarme sobre ti y devorarte la boca – le acaricio los labios evocando recuerdos – y esa es otra cosa que no entendí porque jamás había sentido ese deseo tan repentino, tus labios me parecían tan apetecibles – no se pudo controlar y lo beso ligeramente – pero nunca hubo ese acercamiento, y cuando empezaste a molestarme sentí que yo nunca estaría a tu altura, que jamás seria la mujer que merecías, o que desearas… o que llegaras a amar, yo también me enamoré de ti, como la adolescente que era, pero todo se quedo en mi… cuando no nos vimos mas también sentí que algo me faltaba, pero me regañaba a mi misma si pensaba en ti… aunque nunca lo logré, conocí chicos, pero nadie despertó nada en mi… hasta hoy, nunca desee estar con nadie como estuve contigo– se sonrojo – y también me doy cuenta que te amo con todo el corazón – se abrazaron para luego besarse de manera lenta y profunda
Darien colocó su frente sobre la de ella – yo siempre supe que tu eras una mujer que se entregaba por amor
-si, tu cara de sorpresa lo dijo todo – se burlo con sarcasmo
-en ese momento no estaba pensando que lo fueras, pero solo porque estaba mas ocupado en complacerte – se rio
-te hubiera importado que no lo fuera – pregunto con algo de miedo
-no – respondió rápidamente – porque si no lo eras, yo me encargaría que no recordaras ni besos ni manos ni nada que no fuera de mí, porque yo borraría la huella de otro en ti, pero has despertado una fibra posesiva en mí aun mayor
-¿Cómo? – levanto la cara para mirarlo
-porque ahora eres totalmente mía – la abrazó con posesividad - y te juro que no te dejare escapar esta vez, eres y serás mía siempre
-que arrogante eres
-pero así me quieres cabeza de chorlito – ella le saco la lengua, y él aprovecho para atraparla en sus labios logrando que ella jadeara – para ser sincero ahora que lo pienso tu respondías bien a mis caricias, quizá por eso no me percate de nada
-¿Qué no dije que tu despertabas cosas en mi que jamás…? – de pronto se quedo calla, como reaccionando a algo
-¿Qué pasa? – la miro con preocupación
El rostro de Serena se desencajo, se puso blanca y hasta ojerosa, se levanto de la cama
-¿Qué pasa? – pregunto ya exasperado y muy preocupado
-no usamos… tu no usaste – Darien cayo en cuenta a que se refería - ¿y si quedo embarazada? – Empezó a caminar por la habitación - ¿y si me contagiaste algo? – seguía caminando de un lado a otro
-Serena… Serena – la rubia no respondía a sus llamados, solo repetía una y otras vez esas preguntas, y algo sobre sus padres, su trabajo, que no quería morir, mientras empezaba a llorar de un modo histérico – Serena, escúchame – le pidió mientras la sujetaba por los hombros, ella no dejaba de llorar – por favor, cálmate – le limpio las mejillas – no te preocupes, no te contagiaré nada porque estoy sano, no tengo ninguna enfermedad, me hice un análisis exhaustivo hace unos días cuando regrese de Estados Unidos, y estoy muy sano – levanto los brazos mostrando sus conejos, la rubia sonrió
-¿de verdad?
-Serena, nunca te diré una mentira, jamás te engañare ni te ocultare nada – le prometió
-pero aun cabe el riesgo de que quede embrazada – sollozo – mi papá me va a matar, seria una vergüenza para su familia, una madre soltera es…
-cabeza de chorlito, si que eres tonta – con eso la rubia se quedo muda mirándolo fijamente – si se diera el caso de que quedes embarazada, yo no te voy a dejar sola, los cuidare a ti y a NUESTRO hijo… y… si no lo estas… - la miro de forma picara – lo seguiremos intentando – la abrazo y le acaricio la espalda sobre la toalla
-Darien compórtate – lo amenazo alejándose de él
-lo cierto es que primero tengo que pedirte algo – le tomó las manos – Serena ¿quieres ser mi novia? – Ella solo movió la cabeza afirmativamente impedida de hablar por el nudo en su garganta – aunque el gusto nos durará poco – comento como si nada
-¿Qué? – grito asustada
El se rió – es que quiero que pronto seas mi esposa, y la madre de mis hijos, y la mujer de mi vida
-¿lo dices en serio?
-no te dije que jamás te mentiría
-oh Darien me haces tan feliz – se abrazaron, pero Darien empezó a acariciar la espalda y mas abajo, Serena se estremeció – Darien, por favor
-¿quieres descansar un poco? – lo dijo mientras se apartaba un poco
-no – hizo un puchero – la verdad… - se sonrojo
-¿Qué pasa? – preguntó preocupado
-tengo hambre – su puchero se hizo mas marcado
-que te parece si preparo algo de pasta – pregunto
-¿sabes cocinar? – se impresiono
-después de vivir solo tantos años he tenido que aprende – levanto los hombros quitándole importancia
-me impresionas – se acerco a él y beso su mejilla
-y apenas vamos empezando – le tomó de la cintura y le dio un beso apasionado pero tierno – impresionada será poco – le besó el cuello para luego darle una pequeña mordida
-Darien… – jadeo cerrando los ojos
-vamos a preparar la pasta – la soltó para ir a su cajón y sacar una pijama, le puso el saco a ella para luego ponerse el pantalón, caminaron juntos a la cocina, entre los dos prepararon la pasta, aunque Serena casi no ayudo, mas bien lo acompañaba, comieron en la cocina, haciéndose cariñitos y disfrutando la comida, después se fueron a la sala a ver películas, de acción y romance, permanecían abrazados, disfrutando las películas, de vez en cuando bromeaban, se acariciaban y besaban, el día dio paso a la noche, cuando dieron las 8 Serena se levanto del sofá para empezar a recoger sus cosas, pero Darien la tomo por la cintura y la sentó en su regazo
-¿A dónde crees que vas? – pregunto besándole el cuello
-a mi casa
-esta es tu casa – enterró la nariz en su cabello
-gracias pero sabes a lo que me refiero – se quiso levantar de nuevo, pero el la tenia sujeta de la cintura
-no te vayas – le suplico con voz ronce – quédate conmigo – le susurro al oído antes de mordérselo delicadamente – "me he contenido mucho este rato para no lastimarte pero te ansío tanto" – pensó mientras seguía con su tortura en su oreja – anda sí – volvió a suplicar
-sabes que me encantaría… - suspiro – pero mi papa es muy especial… en ese aspecto, como no tenia… pensado dormir en casa de Rei pues… - las atenciones de Darien en su cuello y su oreja no la dejaban pensar con claridad
-pero puedes llamarlo – le desabotono la camisa de la pijama – y decirle que Rei te invito – cuando hubo desabrochado el ultimo botón atendió uno de sus senos con la mano, acariciando suavemente
-Darien… - gimió y se removió inquieta
-¿no quieres quedarte conmigo? – hizo un puchero mientras le acariciaba el otro seno – nos vamos a divertir mucho- prometió mientras su mano viajaba de sus senos a su cintura, su ombligo, y mas abajo, la rubia abrió un poco las piernas ansiosa por el contacto, en ese momento él la miro a la cara, tenia los ojos cerrados, la boca entreabierta respirando algo agitada, con total entrega, justo cuando iba a tocar su centro el celular de Serena sonó y la hizo dar un respingo, se levanto como pudo del regazo de Darien y empezó a rebuscar sus jeans, el teléfono seguía sonando – mas vale que no se Seyia, porque si no… – comento apretando un puño y frunciendo el ceño
-¿celoso? – Pregunto divertida mientras sacaba el celular – no te preocupes, debe ser mama – miro la pantalla y se sorprendió – es Rei – le dijo algo extrañada
Darien se levanto para ir a su lado, la rubia contesto y puso el altavoz
-hola tortolitos – se escucho la cantarina voz de la pelinegra – Sere, estuve pensando que medio día no es suficiente para ustedes, así que llame a tus papas hace un momento, les dije que estamos en mi casa y que tu habías ido al baño, así que le avise que te ibas a quedar conmigo, pero que quizá no te animabas a avisarle porque no teníamos planeado eso – a cada palabra que decía Rei, Darien y Serena se miraban cada vez mas extrañados – de todos modos le dije que les llamarías en cuanto salieras del baño – su voz era de entusiasmo y diversión – así que tienen tooooda la noche para.. ejem, bueno, no les tengo que explicar ¿cierto? – ambos se pusieron rojos de la pena – Serena llama a tu mama y dile lo que te acabo de decir, Darien, bueno, no te diré que te portes bien, pero espero que ya mañana la dejes en su casa temprano para que no tenga problemas, ambos, traten de no llevarse sustos como el de hace rato, se pueden pedir condones por teléfono, bueno, hablan a la farmacia y los piden, jajaja, bueno, ahora si los dejo, besitos – y antes que alguien pudiera decir algo colgó, Serena fue la primera que salio del shock y llamó a sus padres, poniendo antes distancia con Darien
-hola mama… si… si, me dijo… si, mañana estoy para desayunar… si, no te preocupes… que descansen, adiós – colgó la llamada
-¿Qué te dijeron? – preguntó Darien con mucha curiosidad
-lo que Rei dijo – lo miro sorprendida – tu prima me da miedo – se estremeció
-dímelo a mi, nunca podías jugar a las escondidillas con ella, parecía adivinar las intenciones de todo, de todos, sus fiestas sorpresa, sus regalos, todo
-no se le va una eh – se acerco a él y lo abrazó – bueno, parece que se te cumplió el deseo – se estrecho mas con el dejando sentir su pequeño cuerpo en el de Darien
-le voy a tener que regalar algo a mi bruja prima por este deseo – la abrazo para luego llevarlos a ambos al sofá, donde el se sentó y luego sentó a Serena a horcajadas sobre él, la beso profundamente mientras la abrazaba, la miro a los ojos - ¿quieres que llame a la farmacia? – pregunto en un extraño puchero, entre un niño que le van a quitar su juguete y un hombre que se preocupa por su mujer, ella le acario la mejilla, lo miraba con intensidad
-¿me amas? – pregunto en un susurro mientras sus ojos buscaban la verdad en los pozos azules de Darien
-si – su mirada no daba lugar a dudas, ni indecisiones, ella sonrió, y no dijo nada, lo beso, entregándole el alma, y a cada segundo el beso dejaba claro el amor que sentían el uno por el otro
-yo también te amo – dijo ella cuando acabaron de entregarse felices y extasiados, aun en el sofá, como para romper el encanto el gato maulló haciéndose presente – creo que Artemis tiene hambre
-bien, le doy de comer mientras tu te adelantas a la recamara y me esperas en la cama – se levantaron y ella se iba a poner la camisa de la pijama pero él se la arranco de las manos – no la necesitas en la cama – le sonrió pícaramente, después de darle de comer al gato y ver que todo estuviera apagado Darien regreso al lado de Serena, estuvieron bromeando y acariciándose un rato, para después dar rienda suelta a la pasión y al amor como si no hubiera un mañana, diciéndose con palabras, con caricias y besos lo mucho que se amaban concientes de que este reencuentro era solo el inicio.
FIN… ¿O SERA EL PRINCIPIO?
* This Love – Maroon 5
Hola chicas, aquí ando de nuevo con un pequeño one que se me vino a la mente, solo diré que tengo una mente loca, por lo que ya han podido notar, y de vez en cuando la inspiración me asalta, así que he estado trabajando en esto estos últimos días, espero que les guste y me dejes sus rw… ciertamente esta historia hubiera aguantado para un pequeño fic, si pero buee, la idea era un one, así que, les propongo algo, sé que ya vieron como acabaría la historia, pero quizá podamos hacer algo mas "largo", si así lo desean, pero depende de los rw que me dejen, no las condiciono, pero supongamos que recibo 5 rw, 3 dicen que lo deje en one y 2 en fic largo pues… se queda en one, o al revés, si votan mas por que se haga largo ya entonces me tronare los dedos para ver que pongo, jaja, así como nuestra querida Stela Nesha Moon yo también dejo el micrófono abierto, algo así, en fin, de aquí a lo que pasa el próximo 17 de junio, esa seria mi fecha deadline, a partir de ahí, vemos
Gracias, espero que les haya gustado, porque como todo lo que hago y adapto es con cariño para ustedes,
Besitos
Ángel Negro
