Hola pues, la verdad... ya ni sé que decirles... comencé esta hostoria hace dos años y la verdad recien hará una semana me di cuenta de que estaba dejando correr el tiempo. En parte porque no estaba segura de como retomar este fic, hace dos años tenia la trama de esta hostoria bastante clara. pero ahora despues de dos años he escrito varias cosas e irremediablemente se me han salido de las manos conforme he estado escribiendo.
Sin mas, pues deseo bastante que no dejen este fic, no me gusta dejar las cosas inconclusas, el fic en su mayoria no va a cambiar, eso si, voy a corregir todos los horrores que haya teniado, sea ortográficos o de redacción, porque sinceramente he sentido que el fic tiene mas para dar pero no le doy la importancia que le corresponde.
La simbología:
-blablablá ….. diálogos
-blablabla ... en pasado.
-"blablablá" ….. pensamientos
Aclaraciones: Bleach no es mió, es Tite Kubo. Yo solo me divierto y escribo esta hostoria sin fines de lucro.
Bueno ahora sí los dejo leer:
Reaching For A Love!
Capítulo 1 •·.·´DESPERTANDO`·.·•
Londres:
Llevaba horas mirándose al espejo, se veía pálida y era para menos, luego de permanecer dos años en coma, pues era lógico que tanto su cuerpo y su apariencia no fueran la misma pero no llegando a un cambio extraordinario pero debido al coma lucía un poco más delgada y pálida de lo habitual.
Aunque recordaba ligeramente rasgos de su vida, podía decir sin miedo a equivocarse como fue que su historia empezó, pero siempre existían unos cuantos vacios…
-Será mejor que me vaya a descansar no quiero que Nii-sama o Renji se alteren… - dijo Rukia un poco melancólica –. No quiero que… - suspirando - ¿qué nos separó...Ichigo? – En su rostro se dibujó una sonrisa amarga y triste; ella no podía hablar con nadie, no podía decirle a nadie que recordaba, un poco pero lo recordaba…
Para entender esta historia todo se remonta hace 6 años cuando su familia vivía en Japón, para ser más específica una pequeña ciudad, Karakura.
IOIOIOIOIOIO
Japón, Karakura: Hace 6 años
Todo ocurrió muy rápido e increíblemente lento. Ichigo la había citado en su restaurante favorito, de eso no se olvidaría nunca, al parecer algo entre ellos había cambiado pero ellos seguían igual y no querían afrontar la realidad, tal vez miedo al rechazo, tal vez cobardía, tal vez y solo tal vez, en esta ocasión se sentían vulnerables ante la presencia del otro.
Apenas leyó el mensaje de Ichigo en su celular, se arregló, se puso un vestido azul noche de tirantes y unas pequeñas sandalias; claro que todo esto no lo hacía por el peli naranja, NO, nunca lo haría por él.
Así que se excusó ella misma de que por ser una Kuchiki no podía vestirse con lo primero que encontrara en su armario. Era ilógico, nunca habría querido utilizar su noble apellido para encubrir la emoción y felicidad que la embargaban, pero eso nadie debía saberlo, nadie, mucho menos Byakuya.
Cuando llegó al restaurante Byakurai, lo que vio la dejó en shock, con los ojos tan abiertos como si de platos se tratasen.
El restaurante estaba vacío.
Bueno, no 'vacío', pero ese era el punto.
Sólo se podía apreciar una tenue luz la cual alumbraba a cierto joven de cabellos naranjas. Vestía un terno negro tiza (impecable), sin corbata cualquiera pensaría que no se veía presentable, sin embargo su camisa azul desabrochada los dos primero botones…le daba un aspecto algo… hipnotizante.
-Acércate- le dijo el chico, Rukia no dijo nada sólo se preguntaba mentalmente ¿en qué momento Ichigo hizo que le temblaran las piernas?
-….
-Te ves bien- dijo para romper el mutismo que se había generado en ella.
-G-gracias…tú también…-le respondió algo abochornada
Ichigo se le acerco y la cogió de la mano: – Sígueme- le dijo a la vez que depositaba un cálido beso en el dorso de su mano. Hecho que la hizo estremecer.
-¿A dónde vamos? – inquirió una vez que pudo controlar tanto el ritmo de su corazón como su respiración.
-…-Ichigo la miró podía apreciar sus ojos titilantes, llenos de brillo, le encantaban…Sin embargo le sonrió con su característica sonrisa torcida y un poco burlona- confía en mí, te gustará…
Siguieron caminando, adentrándose un poco más en el restaurante hasta que se detuvieron en una puerta.
Tocó suavemente pidiendo permiso, para luego ingresar con la morena aún sosteniendo su mano.
El salón estaba iluminado, con tenues luces, adornado con todo tipo de flores y un par de violinistas. La condujo por los pasillos hasta su mesa, ayudándola a sentarse.
Fue sin duda un gran paso para ambos, quién se imaginaría qué cierto día dos jóvenes dejarían las máscaras y las diferencias para ser completamente honestos y auténticos.
-La cena estará lista en unos momentos – anunció el mozo que a opinión de la ojivioleta en todas las veces que había visitado el restaurante no lo había visto.
Luego de terminar la deliciosa cena, Ichigo pidió la cuenta. Pero antes de salir Rukia se percató de que Ichigo parecía estar esperando algo, pero no le dio importancia, la cena había sido amena y deliciosa pero no había pasado nada de lo que ella quería.
-Rukia…- la llamó Ichigo sacándola de su ensimismamiento notando un atisbo de decepción en sus ojos-. Ya… podemos irnos.
-De acuerdo.
Fue algo extraño todo se veía perfecto pero a la hora de enfrentar la realidad todo parecía confuso, adverso, se sentían atrapados y no había salida.
-"Demonios, tengo que decirle, sí, sí lo voy a decir" – pensaba el peli naranja.
-"Vamos, ¿qué te ocurre?, ¿qué esperabas? Es sólo Ichigo, el no podría enamorarse de ti nunca, soy una idiota".
-Yo…-dijeron ambos.
-Tú primero- en coro otra vez.
-….
-…. – Comenzaron a reír, para luego ser invadidos por unos invitados no deseados: dudas, miedo, mutismo.
-"Esto es el colmo, ¿por qué me pongo así cuando estoy con ella? Por el amor de Dios ya no tengo 15 años."
Y era verdad, se conocían desde que tenían ocho años y en estos momentos ambos tenían 22 años. Sí, aunque suene muy patético Ichigo en esa situación no sabía qué hacer, se sentía impotente e inútil.
-"Sera mejor que le diga que la pasé muy bien y que ya es tarde y que quiero regresar…"
-Rukia…yo…yo…- el pobre muchacho había perdido la capacidad de hilar palabras, parecía un niño chiquito confesando haber comido las galletas de la alacena.
-….- Rukia no dijo nada, para luego percatarse de que Ichigo estaba muy, MUY cerca de ella - ¡¿Qué haces idiota?! – dijo empujándolo
-¡¿Qué hago de qué?! –Dijo Ichigo -. ¿Desde cuándo eres tan fuerte enana?
-Desde que pervertidos como tú aparecen…- dijo la morena con su conocido tono meloso – que tuvo como consecuencia que Ichigo carraspeara y frunciera el seño.
-Desgraciada… y yo que quería decirte algo importan- se tapó la boca con la mano, como si de un acto reflejo se tratase. Se había metido en un aprieto.
-¿…algo importante…? – Inquirió la morena -. ¿Qué pasa? ¿Kurosaki-kun tiene miedo de contarme sus secretos? – otra vez con su voz melosa.
-"Maldición, no me voy a poder contener si…ella, si ella sigue con su 'actuación' yo…; me tengo que tranquilizar…." – meditaba Ichigo, la única mujer capaz de hacerle perder los estribos era nada más ni nada menos que Rukia.
-Veras…Rukia ¿somos amigos, no? Desde hace ya cerca de 15 años.
-"No para qué le pregunté ahora me dirá…. lo que no quiero oír…" – sí somos amigos,sóloeso… - hizo una mueca en el intento de dibujar una sonrisa en su rostro.
-Rukia…sé que sólo somos amigos, pero… - acercándose a los labios femeninos – nosotros somos 'algo' más que amigos. – Ichigo ya había rozado ligeramente sus labios provocando en ella múltiples de sensaciones-. Perdón Rukia…peroyo no quiero ser nada más que tu amigo…
¿En realidad estaba pasando?
Sí, aunque ella intentara convencerse de que su mente le estaba jugando malas pasadas, sin embargo, para su sorpresa, el primer roce de sus labios comenzó a prolongarse y no cayó en la cuenta de que ella también estaba respondiendo el beso. Se separaron por falta de aire.
-I…Ichigo… - apenas articuló la morena, no sabía que pensar y peor aún sus neuronas se negaban a hacer sinapsis, para procesar lo sucedido hace unos minutos.
Ella seguía apoyada en la pared e Ichigo parecía que no tenía interés en moverse de su sitio, seguía arrinconada, aprisionada, pero…no le desagradaba.
-La idea de traerte aquí…fue para pedirte que seas mi novia… – dijo Ichigo mirándola, pero a diferencia de las otras, esta mirada era única, tenía un brillo, un brillo que sólo se veía cuando la miraba a ella.
¿Qué debía responder ante tal declaración?
– Yo…yo no….-empezó titubeante
-Perdón si te incomodé…no era mi intención- dijo Ichigo alejándose de ella notando el aprieto en el que la había metido – Ya es tarde, si quieres podemos irnos. – Qué manera tan drástica de cambiar la conversación.
-No…Ichigo espera…- deteniéndolo de la mano, pero a causa de los nervios suelta su mano - yo no… quise decir….bueno eso…- titubeó algo colorada.
-"Se ve tan linda cuando tartamudea… ¡Ichigo! ¡Qué demonios estás pensando!" – se abofeteaba mentalmente
-Ichigo… ¿Ichigo? ¡IDIOTA! ¡¿Me estás escuchando?! – inconscientemente Rukia se había acercado peligrosamente al rostro de Ichigo y para cuando éste reaccionó solo tendió a bajar su cabeza y perderse en aquellas purpureas lagunas.
Como si de imanes se tratasen comenzaron a acercarse, increíblemente el ambiente cargado de tensión que los rodeaba hace unos segundos se esfumó, ahora solo reinaba complicidad, ternura y…
-…esta…es…-decía Rukia con voz queda-...mi respuesta…-terminado por acercarse y fundirse en esa muestras de cariño, que en un principio fue tierna y torpe, buscando una respuesta del chico que ni tonto ni perezoso correspondió la caricia. Sutilmente Ichigo hizo que Rukia retrocediera unos pasos, y ahora se encontraba acorralada otra vez entre la pared y el muchacho, a medida que el tiempo corría ese beso se volvía mas demandante y…ahora otro invitado indeseado.
La necesidad de respirar.
Se separaron, se sonrieron.
Él la abrazó muy fuerte atrayéndola hacia sí mismo, en un ademán protector, como si ella fuera a salir corriendo o huyendo.
Era estúpido reaccionar así, pera la idea de que se fuera de su lado, de que la apartaran de él era devastadora.
-Sinceramente, no soy bueno para esto… - a decir verdad su rostro estaba tomando una tonalidad rojiza - te…te amo…quiero que lo sepas… no te dejaré ir fácilmente – le dijo Ichigo –. Te amo…
-Yo también…- le respondió con una sonrisa en los labios…sabía que para Ichigo al igual que a ella se le hacía demasiado complicado exteriorizar sus sentimientos, razón por la cual, ella también se había ruborizado – no te desharás de mí tan fácilmente, Kurosaki-kun – profirió con su conocido tono meloso, drásticamente el ambiente abochornado entre ellos cambió, pero no les molestó en absoluto, todo lo contrario, aligeró el ambiente… - te amo y eso nada ni nadie lo cambiará – era satisfactorio darse cuenta de que la relación entre ellos no cambiaría, seguirían siendo ellos mismos después de estas confesiones…
Unieron sus labios en otra demostración del amor que se tenían.
¿Quién dijo alguna vez que las personas no estaban predestinadas a encontrarse a conocerse y hasta a amarse?
Bien, ese había sido su primer recuerdo, se sentía feliz, ahora recordaba que realmente si había ocurrido algo entre ellos… ¿quién se lo imaginaría? Los dos mejores amigos de la infancia, y aunque era cierto no todos los días conoces a tu mejor amigo y te enamoras de él.
Siguió rememorando su cita con su novio, tal vez le haría mal seguir pensando en él, pero ¿qué había de malo en querer recordar parte de tu vida que te robo un accidente si bien en una ocasión te hizo feliz?
Llevaban cerca de cinco minutos esperando el auto que los retornaría a sus respectivas casas.
No les cabía en la cabeza que por fin hayan terminado por afrontar, hacerle frente a esos sentimientos, y sin embargo ahí estaban cogidos de las manos renuentes a soltarse ni un segundo, como si de eso dependieran sus vidas.
Este sería el comienzo de mucha felicidad pero también el de mucho sufrimiento.
El auto llegó, subieron y emprendieron marcha a casa de la morena. El trayecto fue ameno, la pareja irradiaba un sentimiento que inexplicablemente podría decirse era complicidad y principalmente honestidad. No necesitaban decirse que se amaban, lo sabían no necesitaban más.
Bajaron del auto, Ichigo le dijo al conductor que esperara un momento, acompañó a la morena a hasta la puerta y se despidió de ella con un beso pero,… se mostraba renuente a separarse de sus labios, la atrajo hacia él para profundizar el beso pero ella lo alejó.
-¿Qué ocurre? – inquirió el muchacho con una cara de intriga.
-No es nada…es tarde debes irte… - concluyó ella acortando la distancia para dejar en los labios del joven un corto y tierno beso – Nos vemos…
-Sí, te vengo a buscar mañana -. Dicho esto el joven subió nuevamente al auto con el objetivo de retornar a su casa, pasando por alto la mirada inquisitiva del conductor, el cual, que había presenciado toda aquella escena melosa y cursi.
-Es linda tu novia…
Ichigo no contesto… solo se limitó a pasar por alto el comentario del conductor…que ciertamente, le incomodó, sabía que Rukia era hermosa, pero era sólo para él.
IOIOIOIOIOIO
Se rió ligeramente, recordando ese detalle. Se le dibujó una sonrisa en los labios por lo que ocurrió después de su cita… volvió a reír…jamás pensó que le mentiría a su hermano….
Rukia ya había ingresado a la mansión, caminaba cual ladrón evitando ser escuchado, sí, Rukia Kuchiki se había escapado de su casa para tener una 'cita', su primera cita con el peli naranja.
Mientras atravesaba el pasillo que conducía hacia las escaleras, el rechinar de una madera bajo sus pies la alertó. Rogaba a todos los dioses de que su hermano no se haya dado cuenta de su 'fuga' y no la estuviera esperando, pero con este ruido solo hizo que una luz proveniente de la habitación contigua al comedor se encendiera.
-"Estoy en un gran aprieto…" -. Apresuró los pasos disponiéndose a subir el tramo de escaleras que le faltaba.
-Rukia, ¿se puede saber dónde estabas? ¿Con quién? Y, ¿Por qué?
"Es mi fin….adiós mundo cruel" pensó Rukia.
-Verás Nii-sama… – Debía inventar algo, rápido, bueno y sustentable, y ¿qué haría ahora? Solo ella lo sabía –. Lo que pasó fue que surgió algo y…tuve que acompañar a…Rangiku-san a visitar a unos amigos…Sí eso pasó Nii-sama…
-Y para eso tenias que vestirte tan... ¿elegante?
-Ah… pues la ocasión era una boda y pues me pidió que la acompañara.
-Ya veo…-Byakuya no se tragaba nada de lo que le había dicho su hermana, pero para confirmar… - ¿De quién fue la boda?
-Ah… - Estaba en un aprieto, en realidad no estaba mintiendo del todo puesto que Rangiku le había pedido que la acompañara a la boda de su sobrino, pero se negó al recibir el mensaje del peli naranja – de su sobrino Hitsugaya Toushiro y Hinamori Momo.
-Ya veo… - al parecer Byakuya se tragó la mentira – la próxima vez me avisas y yo te llevo.
-C-claro Nii-sama – Rukia pudo respirar tranquilamente, su hermano le había creído, ahora solo quedaba llamar a Rangiku – Si me disculpas estoy cansada quisiera ir a descansar…
-Sí, ve…
IOIOIOIOIOIO
Pues espero contar con ustedes todavia.
Saludos a todos.
