DISCLAIMER: Este fic participa del minireto de junio "Cualidades vs Debilidades" del foro "el triángulo, donde tres, están unidos"
AVISO: Todo lo reconocible pertenece a J.K. Rowling, el resto es mío.
[HP, cualidad: Valentía]
Sé valiente, hijo mío
Harry Potter sabía que no vería un nuevo amanecer.
Intentaba desesperadamente contener el miedo en la parte más profunda de su mente, pero, a medida que se acercaba la hora, la terrible asimilación de lo que iba a pasar empezaba a hacer mella en su determinación.
Inspiró con fuerza; no podía rendirse. No ahora. No con todo lo que dependía de él. Solo si él moría, los demás podrían vivir. Ese era el único motivo que lo mantenía imperturbable, inamovible en su decisión.
Levantó el brazo, la varita apuntando hacia delante. Escuchó dos palabras, pero no procedían de sus labios:
—¡Avada kedavra!
En aquel momento, mientras veía el rayo de luz verde acercarse, la certeza de su muerte inminente lo golpeó con todas sus fuerzas.
De repente, como un susurro, una voz acarició sus oídos:
—Sé valiente, hijo mío...
Harry Potter cerró los ojos y sonrió levemente. Ya no tenía miedo. No moriría en vano.
