Hera se estaba bañando y Sabine decidió acompañarla, se quitó toda la ropa y sin que su compañera lo esperara se metió a la regadera. De pronto sin decir una palabra las 2 ya sabía lo que venía, se había creado una gran tensión sexual entre ellas y hoy sería el día que rebelarían sus sentimientos. Sabine le jalo sus cuernos a Hera, los cuales empezó a lamer con placer ,ambas se reían sin parar y se besaban cada vez más intensamente con interrupciones para lamer cuernos y besar cuellos. Era algo verdaderamente hermoso. "Apuesto a que no se divierten así en el imperio" dijo Sabine con una gran sonrisa"