¡Hola!, Es la primera vez que publico en FF, y justamente lo hago con esta parejita que a pesar de que es crack me encanta. Espero que se animen a leer y me dejen un review de que les pareció el drabble.

Disclaimer: Los personajes de Hetalia son propiedad de Hima-papa yo solo los tome prestados.


I

Tomándose de la mano

Gilbert gira su rostro para mirar a Vash, quién tiene las piernas pegadas al pecho y el rostro escondido entre las rodillas, su pequeño cuerpo tiembla por el frío ocasionado por la lluvia. Las circunstancias en las que huyeron del pueblo no les permitió que llevaran consigo un abrigo, ni si quiera un poco de dinero.

A esas alturas esperan que la Santa Inquisición ya se hubiera cansado de buscarles. Por mucho que se esforzaron en ocultar su relación al final fueron descubiertos. Y ahora están escondiéndose debajo de un túnel de piedra en alguna parte de la España medieval.

Gilbert rodea el cuerpo de Vash posicionando su mano en su hombro, sin saber otra manera de reconfortarle. Es consciente que Vash está preocupado por su hermana menor, Lili, los de la Santa Inquisición son capaces de torturarla bajo el pretexto de ser cómplice en ocultar una relación homosexual.

Si tan sólo no hubieran sido tomados por sorpresa de una manera tan absurda la situación no sería tan desesperante. Incluso Gilbert está igual de preocupado por su hermano Ludwing, al cuál también le ocultó su relación.

Gilbert siente unos dedos entrelazarse con los suyos, es la mano de Vash. Pocas veces se dieron muestras de afecto, por temor a ser descubiertos y también por no saber el como actuar en una relación de noviazgo, después de todo, ninguno esperó a sentir algo por el otro. Los dos son demasiado opuestos y desde que se conocieron solían discutir por cualquier tontería, o en otras ocasiones simplemente se ignoraban, sin imaginar que algún día se enamorarían poniendo sus vidas y las de sus seres queridos en peligro por ese amor.

-Ellos están bien- asegura Gilbert.

Vash levanta un poco su rostro, sabe que trata de darle ánimos, pero también sabe que lo dice para si mismo y poder convencerse de que su hermano menor no corre peligro, porque a pesar de que Gilbert siempre se mostró como un narcisista, en realidad es una persona amable que se preocupa por los demás.

-Eso espero- responde el rubio sintiendo que sus cuerpos estando juntos generan calor -¿qué nos pasará?

Es una pregunta con respuesta obvia, ha habido varios casos de homosexualidad que terminan como actos públicos de tortura. La segunda vez que se tomaron de la mano fue durante un espectáculo de ese tipo, lo hicieron en un gesto para proporcionarse fuerzas mutuamente.

-Soy demasiado genial como para dejar que esa gente te haga algo.

Sin poder evitarlo, una pequeña sonrisa se forma en el rostro de Vash, a Gilbert no se le quita su egocentrismo incluso en esos momentos, pero lejos de molestarle le gusta, porque se siente más relajado con esa actitud del albino.

-No soy una chica en busca de protección. Yo tampoco dejaré que te hagan algo.

Dice Vash y siente la mano de Gilbert apretarle con más fuerza, su piel está fría y sus dedos son más largos y huesudos que los suyos. Desea con fuerzas que el tiempo se detenga y se queden así por un largo rato, juntos, solos, tranquilos.

No obstante, parece que el universo conspira en su contra, los pies de una joven chapotean en los charcos de agua y se acerca a ellos sin inmutarse por estarse mojando con la lluvia, su vestido rojo está totalmente empapado y su corto cabello dorado se pega a su rostro.

-¿Por qué incluso en esta situación se toman de las manos?, ¿por qué siguen aferrándose?- cuestiona la joven de nombre Ema con expresión dolida en su rostro -Gilbert… si vienes conmigo me aseguraré que los de la Iglesia dejen de perseguirlos... elígeme.

Gilbert sonríe con pena al verla, a pesar de que ella fue la que los acusó en un acto de venganza por haberle rechazado, él no puede odiarle. Sólo le tiene lástima, es una mujer despechada.

-A estas alturas ya deberías saber que ya he escogido.

Una lágrima brota de uno de los ojos de Ema confundiéndose con las gotas de lluvia.

-Los de la Iglesia se fueron por el sur, siempre que no vayan en esa dirección estarán a salvo- informa.

Le duele que el amor de su vida no le ame, pero le dolería más el ver como es ejecutado públicamente.

Los dos jóvenes quedan sorprendidos por sus palabras y se miran dudosos de seguir con su escape, de creer en quién los metió en ese lío.

-Váyanse antes de que se den cuenta que no están en el sur- vuelve a hablar Ema antes de darse la vuelta y caminar de regreso a su hogar, con el arrepentimiento carcomiéndole.

Gilbert y Vash se incorporan, quieren volver y ver que sus familias están bien pero no pueden, al menos no por el momento. Se toman de nuevo de las manos con fuerza, preparándose para el futuro incierto que les espera, el lado positivo de su situación es que se tienen el uno al otro y se protegerán mutuamente.

La lluvia ha dejado de caer y ellos emprenden un viaje sin destino fijo, pero con la determinación de seguir juntos.