Espero que os guste:)


Clary recorría los oscuros callejones de Nueva York, era muy tarde, se había quedado dormida junto a Jace en el Instituto. Claramente su madre alarmada al ver que no volvía la había llamado y exigido que volviera a casa.

Clary había maldecido su despiste sabiendo que su madre se pondría como una fiera por quedarse hasta las tantas con su novio, después de acabar la llamada, levantarse de la cama con mucho cuidado de no despertar a Jace y salir por la puerta se dirigía al apartamento de Luke.

Mientras caminaba absorta en sus pensamientos una sombra la seguía.

Hasta que no se escuchó un crujido Clary no fue consciente de que alguien estaba detrás de ella.

Rápidamente se dio la vuelta en posición de defensa y miro a su alrededor pero la oscuridad le impedía ver con claridad.

Sintió como unos fuertes brazos la rodeaba agarrándola por la espalda, la presión era tan grande que no pudo moverse.

-Te he echado de menos hermanita- susurró Jonathan a su oído mientras ella sentía que caía en el vacío.


Clary abrió los párpados poco a poco, la cabeza le daba vueltas y tardó unos segundos hasta ser consciente de que se encontraba en una amplia cama, en una habitación repleta de objetos lujosos con matices dorados y negros.

-Por fin despiertas, pensaba que seguirías durmiendo por toda tu vida- su hermano Jonathan en la puerta sonriendo maliciosamente se acercó a la cama.

Clary intentó incorporarse rápidamente pero no pudo moverse, tenía runas de paralización por sus piernas y manos.

-¡Enfermo idiota suéltame ahora!- exigió la pelirroja sabiendo que no serviría de nada.

Su hermano rió y saltó a la cama, se puso encima de ella.

-Creo que es hora de que te demuestre que eres mía