Había ocurrido, una vez mas lo inevitable estaba presente frente a él, el Rokudo Mukuro miraba desde una prudente distancia a su más reciente obsesión.
Hacia no mucho tiempo el arcobaleno les había comunicado en el futuro que ella seria la conyugue del Hibari Kyoya pero ¿Por qué?, todos los guardianes tenían que mantener las apariencia de personas normales y preferiblemente casadas, pero no entendía por que la pequeña chica que hipaba tenia que estar con Kyoya y no con el, una simpleza por supuesto pero cuando Rokudo Mukuro algo le llamaba la atención lo averiguaría hasta satisfacerse de su curiosidad.
Así fue como iba observando a esa chica en el pasado, ¿Qué mejor manera de averiguarlo? Después de todo Kyoya al saber que contraería nupcias con ella y el despertar de su inusitado interés tomo las medidas necesaria para que nunca estuvieran cerca, no en un acto de celos si no mas bien de un odio puro y profundo hacia la niebla o al menos eso pensaba el .
-deliciosamente divertido hacer enojar a Kyoya – murmuro siguiendo mas de cerca a Haru, Mukuro joven no debía estar lejos para atraparla a ella, la joven era amiga cercana de el decimo Vongola y una carnada impensablemente fácil desde su punto de vista. Tal como ya había vivido Haru fue capturada por el mismo de 15 años, bien todo marchaba tal cual lo recordaba pero… ¿Qué esta pasando?
La había llevado a los almacenes de la ciudad, algo simple, solo quería divertirse un poco, tal como en las películas ella amarrada a una silla con un solo foco encima. Recordaba la pelea pero el intervalo de tiempo entre eso y mientras estaba ahí era como un vacío, ¿el gran maestro de la ilusión había perdido la memoria? Umm lo mejor seria seguir observando.
-Kufufufu ¿Cómo te encuentras querida Haru?-susurro de forma ladina tocándole el pelo.
Por contrario a lo que se esperaba ella sonrió – Genial Mukuro-kun, demo ¿Por qué siempre que quieres ver a Haru haces esto-desu? –dijo poniendo una carita de desconcierto angelical.
El guardián de la niebla sonrió ¿dándole un beso? Eso definitivamente no lo recordaba, se toco los labios al verlo y siguió mirando.
-jeje es divertido mi linda Haru, ver a Sawada y a los demás venir por ti cuando tu también quieres estar aquí Kufufufu- abrió los ojos como platos le estaba besando el cuello y desatando lentamente su corbatín escolar, cada ves que movía la cabeza observaba una vivas marcas rojas en la piel de porcelana de Miura, ¿Por qué demonios no recordaba eso? Como Haru gemía cada ves que el mordía su piel, como ella se soltaba de las cuerdas para tomar acercarse mas a él, la manera que ambos sonreían cada ves que sus labios se unían, ella con verdadera felicidad y una completa inocencia y el por su parte con la malicia de siempre pero una mirada tierna y tranquila.
Se sorprendido de ver eso, su pequeña obsesión había resultado en descubrir una minúscula parte de su pasado que increíblemente ignoraba y daba por un común olvido, pero algo como lo que vivió en ese momento con Miura Haru no se podría olvidar tan fácilmente, se calmo por un momento sonriendo de medio lado, hay que seguir observando.
Cuando ambos terminaron el volvió a acomodar a la chica de los ojos chocolate, se acomodó el mismo su ropa, y se sentó no muy lejos sin dejar de mirarla.
-Haru piensa que Mukuro-kun solo le gusta jugar con Haru, que en realidad no la quiere-desu- dijo la muchacha, no lo dijo triste ni dolida, solo lo comento sin mirarlo fijamente como si solo fuera otra frase mas y si no estuviera pendiente de lo que decía.
Su yo de 15 años se vio extrañamente sorprendido, se levanto acercándose a ella pero en ese momento entro el resto de la familia Vongola llego para salvar a su Haru, fuera una entrada bastante violenta, el decimo capo junto con el guardián de la nube fueron tras Miura mientras que los demás se enfrentaban a él, obvio que para él fue fácil pero hubo un golpe en un punto ciego que le quito momentáneamente los sentidos.
Cuando despertó ahora era el quien estaba en la silla amarrado, los únicos que estaban en el cuarto ahora eran el arcobaleno, Kyoya, Sawada y su linda Haru.
Tanto en el como en su yo de 15 años una oleada de furia les atravesó el cuerpo al ver como Hibari tenia a su Haru en los brazos, al parecer ella estaba inconsciente, desconocía el motivo pero el solo echo lo molestaba sobremanera, tanto Kyoya como Sawada lo miraban con odio casi tanto como el.
En ese momento quiso salir de las sombras para sacar a Haru de ahí pero sabia que no debía intervenir, ahí estaba viendo como la mujer a la que había amado en su juventud era llevada por uno de sus mayores rivales lejos de él, apretó los puños – y Kyoya también la tendrá en el futuro-
Reborn dio unos pasos al frente mirándolo fijamente- Mukuro, eh estado vigilado cuidadosamente tus salidas con Haru – le soltó de pronto.
El joven guardián de la niebla abrió los ojos como platos pero sonrió – ah ya veo arcobaleno ¿y que pasa con eso?- dijo sonriendo
-Mukuro todos sabemos muy bien de tus deseos de destruir la familia, lo que nos témenos es que lastimes a esta chica- la señalo – Miura Haru también es parte de Vongola, tienes prohibido volver a acercarte a ella.
Se le descuadro el rostro, ¿nunca volver a estar cerca de Haru? No eso era imposible, eso ambos lo sabían, pero el que estaba en la silla no lo pensó cuando activo su ojo en el primer renio del infierno, je pensaba hacer creerle a Sawada y a Kyoya que nunca vieron nada de eso, todo seria perfecto asta que el arcobaleno saco un espejo, y tal como pasaba con medusa el mismo cayo en su trampa, ahora inconsciente y sin recuerdos.
El guardián de la niebla de futuro miro todo eso, ya entendía como no se acordaba de esos momentos con Miura, sintió como si todos esos años hubiera estado incompleto, y era verdad, no tenia a su querida Haru a su lado, alejada de el para siempre por culpa de los Vongola.
Reborn vio al peli azul inconsciente y sonrió de lado como solía hacer- Tsuna como jefe de Vongola tu te encargaras de que Mukuro no se vuelva a acercar a Haru, ella si ama a Mukuro pero creo que si dejamos pasar el tiempo puede llegar a olvidar un poco eso-
El joven mafioso asintió y miro triste a la pobre de Haru y se fue a hablar con lo otros mientras Hibari y Reborn se quedaron solos con ella.
-Hibari tu eres el guardián mas apto para protegerla, si cuidas a esta herbívora de Mukuro peleare contigo – y con eso él bebe se fue tras el capo de Vongola.
La chica en los brazos de la nube se revolvió en sueños murmurando el nombre de hombre de los ojos bicolor, Hibari frunció el seño y la apretó mas fuerte a su pecho – ya no tienes que pensar en Mukuro herbívora estúpida, yo no dejare que él se te acerque – sin saberlo en un futuro el como cualquier herbívoro se iría enamorando de su protegida, aunque por muchas veces lo negaría, sus pequeñas y esporádicas muestras de celos se harían ligeramente obvias después de que en el familia se hiciera inminente, por no decir obligatorio su compromiso.
El guardián de la niebla volvió a su época luego de ver eso, se pasaba el día en su cuarto encerrado esperando el día en que pudiera ver a su Haru otra vez, no estaría lejos ese día, Haru Miura le correspondía, no al frio Hibari, ella era suya.
-Kufufufu mi linda Haru, un día iré por ti, cuando este seguro de que podre derrotar a toda Vongola solo para estar contigo y aun mas importante si aun me amas- sonrió mirando su ventana, era la primavera en Italia y una suave neblina bajaba por la montaña- aunque claro, no dudo eso ultimo en ningún momento, solo quiero poder decir ese "yo si te amo" me dejaron pendiente hace 10 años-
