-¡Isabella! ¡Ya son las 7:45!
Grito mi madre desde la cocina. Así que tome mi mochila y me arregle rápido el cabello en el pequeño espejo de mi habitación, baje las escaleras y con un rápido –nos vemos mama- Salí de casa, dirigiéndome a la escuela en mi auto. Un Mini Cooper blanco. Había sido un regalo de mi padre en mi cumpleaños 16 hace dos años aproximadamente, pues en dos semanas será mi cumpleaños número 18.
Al llegar a la escuela todo parecía normal, mi amiga Alice saludándome desde la entrada, mientras daba pequeños saltitos con la mano levantada, Rosalie y Emmet abrazados junto al equipo de basquetbol, en el cual pertenecía el. Mike como siempre recostado sobre su auto besándose con una chica diferente a la de ayer, y la odiosa de Jessica junto con su nido de víboras… Digo…Junto a su equipo de porristas.
En su equipo estaba Irina, Tanya, Kate, Carmen y la capitana Jessica, las "reinas" de la escuela, como ellas mismas se decían. Todos las odiábamos, nadie de ese grupito le caía bien a alguien
Estacione mi auto en el mismo lugar de siempre, baje de él y me dirigí hacia Alice. Que me recibió con un abrazo, como de costumbre.
-Hola Alice- le dije mientras me deshacía de sus brazos.
-¡Hola Bella! ¡Vaya! ¿Acaso no dormiste? ¡Mira esas ojeras! y a ver… ¿Qué traes puesto? ¿Por qué no te pusiste el conjunto que te rega….?
-¡BASTA ALICE!- le grite, haciendo de más de una persona volteara a vernos. –Ya te he dicho que me dejes vestir a mi gusto, así me siento cómoda, no con falda y tacones….
-¡Ash! ¡Ya! Me canse de escuchar eso… mejor hablemos de lo que paso anoche. ¡Cuéntame cada detalle! - Me pidió Alice, mientras caminábamos por el corredor para dirigirnos a nuestra primera clase; literatura.
-Pues no sucedió nada interesante, solo fuimos al cine- le dije sin darle importancia
-¡¿Cómo que al cine solamente?! ¡Bella! Te arregle esa cita con Jacob por que le gustas, y tu, hace unas semanas me dijiste que te gustaba… pensé que habría más acción… me entiendes ¿no?- dijo con una sonrisa picara en su rostro.
-Alice…Como se te ocurre que aria eso!...Ok! Si… me gusta, pero no es para que en una noche me tenga y al día siguiente me diga adiós.
-Hay amiga! Son buenos amigos… ya es hora que salgan y sean algo mas… ¿no crees?
Alice tenía razón, éramos amigos de casi toda la vida, y ambos nos gustábamos, pero nunca hemos sido capaces de confesarlo.
Al llegar al salón, Alice me detuvo, y volteo a verme
- Hablando de…. Mira quién te está apartando un lugar- dijo mientras señalaba con la cabeza a Jacob que me miraba y me señalaba un asiento a lado de el.
-Anda ¡ve!- susurro mientras me empujaba hacia dentro de la pequeña aula.
Las dos caminamos entre las mesas, Alice con gracia y yo con la lentitud que me caracteriza, pues no quería tropezar con alguna mochila, algo tirado por el suelo o con mis propios pies.
-Hola Bella, te aparte un lugar, espero y no te moleste- dijo Jacob mientras hacía para atrás la silla para que yo pudiera sentarme.
-Claro que no me molesta Jacob, gracias- dije mientras me sentaba, dejando mis cosas en el piso.
Alice se sentó una mesa delante de nosotros… Para poder escuchar todo lo que habláramos
Los dos permanecimos en silencio, pues ninguno se atrevía a hablar. Alice volteaba varias veces incitándome a que comenzara a hablar, pero yo me negaba, haciendo que mi pequeña amiga se molestara mucho. Eso me daba mucha gracia.
Jacob fue el que decidió interrumpir el silencio entre nosotros.
-Emmm… así que en dos semanas es tu cumpleaños 18, ¿verdad?
-Si- dije mirando mis manos inquietas que estaban apoyadas en la pequeña mesa.
-Y…. ¿no vas a invitarme a tu fiesta?
-Ammm… lo siento no voy a hacer ninguna fiesta….
-Claro que si habrá fiesta Jacob, y por supuesto que estas invitado- me interrumpió Alice saltando de su silla.
Yo la mire con rabia, pues ella bien sabía que odiaba las fiestas y más si era una para mí, pero como siempre Alice me ignoro y continúo dando detalles hasta que llego el profesor y pudo poner orden en el salón.
-En la salida te doy la invitación Jacob- dijo la duendecilla, acomodándose en su lugar.
La clase se paso muy rápido, y ya no pude hablar con Jacob. Al sonar la campana, Alice fue la primera en pararse y sacar un pequeño pedazo de papel morado de su mochila.
-Aquí esta, Jacob, esperamos contar con tu presencia- dijo mientras le regalaba una de esas sonrisas que solo Alice podía dar.
-Ok Alice, gracias- Dijo Jacob mientras abría el pequeño sobre- Pero esta es tu dirección, ¿no?
-Sí, es que conociendo a la cumpleañera, no creo que le agrade mucho que hicieran una enorme fiesta en su casa, aparte mis padres no estarán durante todo ese fin de semana, así que… te esperamos- Dijo sonriendo y jalándome de un brazo, haciendo que tomara todas mis cosas muy rápido.
