Hola! bueno este es el primer capitulo de mi primer fanfic así que no se que tan bien esté pero en serio espero que les guste y aunque el titulo sea un asquisimo asco lo hice con mucho amor (u°)/ 3

Pokemon no me pertece, es del maravilloso Satoshi Tajiri. Y este fanfic es sin fines de lucro.


Hacía una hermosa mañana en el pueblo Hojaverde, era uno de esos días en los que uno pensaba que nada podría salir mal, y justo eso pensó Pearl al despertar. Revisó el celular que tenía a un lado de su cama. Este tenía un aviso en la pantalla que le recordó lo bueno que sería ese día. Se levantó estirándose para desperezarse, y tomando una toalla y ropa se metió al baño.

Unos minutos después salió del baño listo para salir, y después de tomar su celular y reloj salió disparado con rumbo a casa de su mejor amigo.

Sus casas no se encontraban lejos, pero sí lo suficiente para que el chico pudiese admirar el paisaje. El vecindario en el que vivía era un lugar pintoresco gracias a las casas de vibrantes colores y a los frondosos árboles que adornaban las calles. De igual modo lo hacían las plantas de ornato que posaban bellas en los jardines de los vecinos. Finalmente llegó a una casa azul y tocó dos veces la puerta que, momentos después fue abierta por una mujer de mediana edad.

— ¡Buenos días, señora mamá de Diamond!

— ¡Oh! Buenos días, querido. Diamond sigue dormido, ¿Te molestaría ir a despertarlo? – le dijo adivinando sus pensamientos y dejándolo entrar a la casa.

— Por supuesto señora, yo me encargo. – accedió Pearl sonriéndole y dirigiéndose a las escaleras.

— ¡Qué descuidada soy! – exclamó repentinamente la mujer - ¿Te gustaría desayunar con nosotros? Eso claro si no has desayunado ya.

— Me encantaría, con las prisas ni desayuné – le agradeció él para después continuar su travesía al cuarto de su amigo.

El muchacho llegó al cuarto y azotando la puerta caminó hacia la cama del otro chico, que ni se inmutó por el escándalo de su amigo. Pearl inhaló todo el aire que pudo y lo sostuvo, se acercó a su amigo y

cuando estuvo junto a él pegó un grito que se escuchó hasta Hoenn: — ¡DESPIERTA!

Esto hizo que el joven se despertara. Abrió sus ojos lentamente. Miró a su amigo, quien lo miraba con exasperación, y que teniendo ambas manos en sus caderas esperaba a que el recién levantado dijera algo.

— …Hola, ¿ya es de día? — le preguntó el pelinegro frotándose los ojos y bostezando.

— No, ¿cómo crees? Todavía es muy temprano, regrésate a dormir… — le respondió éste con una sonrisa fingida. Al escucharlo el pelinegro cerró de nuevo los ojos, e irritado, el rubio continuó, — ¡Claro que es de día! ¿Y sabes qué día es? ¡El más importante de nuestras vidas! ¡Levántate ahora mismo, trasero de slakoth!

Diamond entonces recordó que día era, y se enderezó para sentarse. Su amigo lo miraba expectante y, suspirando, se tuvo que levantar de la cama.

Ambos salieron del cuarto del pelinegro y bajaron las escaleras dirigiéndose al comedor, del cual emanaba un delicioso olor. A los dos chicos se les hizo agua la boca y se dirigieron lo más rápido que pudieron a su destino. Esto era, Pearl corriendo y Diamond caminando un poco más rápido que un slowpoke. Ahí los esperaba la madre de Diamond, quien estaba poniendo la comida lista en la mesa. Les pidió que pusieran la mesa, lo que ambos hicieron encantados. Después de eso se sentaron los tres a comer los deliciosos hot-cakes que la experta en cocina, o sea, la madre de Diamond, había preparado.

Mientras comían, Pearl le hablaba a su amigo del asunto por el cual estaba ahí.

— …Y aunque ya no nos queda tiempo para perfeccionar nuestra rutina, tendremos que ensayar mientras te bañas, ya que esto es de suma importancia y… — le decía el rubio al pelinegro, mientras éste sólo asentía con la boca llena y llenaba sus hot-cakes de miel de combee.

Terminando de comer, ambos volvieron a subir, no sin antes agradecer por la deliciosa comida. Unos veinte minutos después volvieron a ya bajar listos, se despidieron de la señora, y se marcharon.

En el camino iban practicando sus actos, y la gente que los veía se reía, lo que motivaba al dúo.

— ¡Cuando piensas en pokémon! — comenzó el rubio.

— Cuando piensas en pokémon… — le siguió Diamond.

— Diferentes pokémon tienen diferentes naturalezas ¿Cierto? —

— … como "relajado", "serio", "alegre", "tímido", cosas así. ¡Creo que el gastrodon que vimos hace rato debe tener una naturaleza "valiente"! —

— ¿Huh? ¿Cómo puedes saberlo? — preguntó Pearl con fingida duda.

— ¡Por qué trabaja en un periódico valientemente! ¡En horario completo! —

— … –

— ¡Es broma! —

— ¡Si, lo sé! — respondió Pearl dándole un golpe en la cabeza al otro.

— La naturaleza de un pokémon está directamente relacionada con el desarrollo de sus habilidades, así que es muy importante — comenzó nuevamente el rubio.

— Se dice que los pokémon de naturaleza "pícara" tienen mayor poder de ataque —

— ¡Mientras que un pokémon de naturaleza "osada" tiene mayor poder defensivo! —

—Y los fideos de naturaleza "instantánea" tienen un mayor olor… — dijo Diamond comiendo unos fideos instantáneos.

— ¡Tú y tu comida otra vez no!—

Después de un largo trayecto salieron del pueblo donde ya no había ni un alma, por lo que en vez de seguir practicando comenzaron a hablar de cosas sin sentido, como qué había comido Diamond el otro día o sobre la nueva película de los X-men, siguieron así durante un rato cuando él moreno se detuvo de repente y volteó a los lados en busca de algo, lo que le causo curiosidad al otro.

— ¿Qué haces? – le preguntó Pearl a su amigo, el cual regresaba sobre sus pasos.

— ¡Ah! Disculpa Pearl, es que oigo algo, ¿Tú no escuchas algo raro por aquí? – la pregunta de Diamond hizo que el rubio se pusiera alerta y lo ayudara a buscar la fuente del extraño sonido que el también acaba de oír.

— … espera Dia… digo Diamond, escucho algo por ahí — y señaló unos arbustos que a simple vista se veían inofensivos, pero si te acercabas más se podía captar un leve movimiento en estos.

— Dia – le susurró el rubio al muchacho.

— ¿Qué pasa Pearl? – le respondió igual en susurros aunque no sabía la razón del secretismo de su amigo.

— Por ahí – señalo a los arbustos – Se mueve algo, creo que es la fuente del ruido, escucha, ¿me estás escuchando? Necesitamos un plan para acercarnos – el rubio se quedó pensando mientras el pelinegro comía una dona que sólo Arceus sabía de donde había sacado.

— ¡Ya sé! Vamos a acercarnos lentamente – hizo un camino imaginario hacia los arbustos con sus dedos – Tú – con el dedo índice señalo a su amigo – Levantas con mucho, pero mucho cuidado los arbustos y yo – se señaló a si mismo con el dedo – ¡Lo golpeo! – E imitó un golpe — ¿Entendido? Bueno, ¡vamos! – dijo el rubio antes sin esperar la respuesta del otro.

— ¡Pero Pearl! – Le llamó el pelinegro angustiado y el otro lo volteó a ver — ¿Y si es mujer? – preguntó a su amigo y este sólo atino a caerse muy estilo anime para después golpearlo en la cabeza.

Los dos muchachos se acercaron lentamente a los arbustos, y siguiendo el plan tomaron sus posiciones, Diamond levantó con cuidado los arbustos y Pearl que ya estaba listo para golpear lo que estuviera ahí se detuvo en seco, ninguno de los dos podía creer lo que sus ojos veían.


Eso es todo por ahora, y opinen que les pareció, estoy abierta a comentarios, sujerencias, tomatazos, cartas amor, todo lo que quieran °° y pues chau (ouo)/