Los personajes no me pertenecen para nada, son parte de los creadores de Rugrats y Rugrats crecidos (All grown up!).
Después de haber transcurrido ya tantos años separados ninguno se había parado a pensar en los otros, no habían planeado detener sus ocupadas agendas para lo que pasaría a continuación.
Al graduarse cada uno tomo su propio camino separando así al gran equipo que formaban, pero esto no significa que les haya ido mal sin embargo tampoco puedo decir que hayan alcanzado aquello que habían soñado conseguir desde pequeños.
Día uno: La prima malvada
Había sido un día difícil para la chica rubia, haberse equivocado de esa manera al dar el reportaje era algo que seguramente afectaría en su carrera en la televisión, iba desquitándose con todo al que veía en especial con su compañero pelirrojo.
-Me hubieras dicho antes de empezar a grabar- le reclamaba la chica
-Lo intenté pero me dijiste que no te hablará- se defendía el muchacho y la chica solo gruño en respuesta, estaba furiosa -Vamos Angélica, no fue tan malo- la intentó calmar pero los nervios de ella volaron con ese último comentario
-¡¿Qué no fue tan malo?! No solo me equivoque con el nombre del lugar si no que en todo momento tenía popo de pájaro en mi blusa, fue terrible ni siquiera concluir- le grito a Harold, su fiel acompañante y entonces se topó con otro pelirrojo conocido, aquel sujeto extraño con su sombrero con dentadura, -Ten cuidado SOQUETE- le grito sin siquiera voltear a ver, cuando se dio cuenta de que era él su reacción fue aun peor -¿Qué haces aquí rarito?- le dijo acompañando sus palabras con un golpe en la frente
-Quería saber cómo estabas primita- le respondió el niño Pickles a la furiosa reportera.
-Muy bien, ahora no me molestes- respondió y continúo su camino al estudio.
Al llegar hasta la oficina central su jefe lo esperaba molesto, con aquel ceño fruncido y la frente llena de arrugas, tenía una taza de café en mano, probablemente esto lo ayudaba a relajarse un poco pero a pesar de tenerla se le saltaban los nervios y se veía a leguas.
-¡Lo has vuelto a hacer!- le grito al llegar y la rubia se sobresalto
-No volverá a suceder, lo que pasó fue que...- comenzó a decir pero el malhumorado señor la interrumpió -No me interesan tus excusas, tienes una última oportunidad para demostrarme que eres buena en esto, conseguí el reportaje de tu vida o estarás DESPEDIDA- el señor tomo un sorbo de su taza y respiro un poco más calmado sin embargo al volver a mirar a la rubia sin palabras se volvió a enojar y grito -Anda, ¡Fuera de aquí!- la reportera muy nerviosa se movió del lugar y salió diciendo -Le aseguro que no lo defraudare- y entonces cerró la puerta y no pudo ver más la cara arrugada del calvo de su jefe, ahora la única cara enojada que se veía era la de ella, su compañero pelirrojo se acercó temeroso -¿Todo bien?- pregunto con cautela, la chica lo fulmino con la mirada y se fue gruñendo de ahí mientras se preguntaba donde conseguiría un reportaje tan bueno como para seguir trabajando y conseguir aquel puesto tan deseado para ella.
Al salir al aire libre solo pensaba en cómo podría hacerle para convencer a su jefe, pero sus problemas se multiplicaron al ver al pelirrojo sentado tan cerca, su primo menor había llegado y no pensaba dejarla tan fácilmente.
-¿Qué pretendes aquí Pickles?- le dijo Angélica acercándose hasta él
-Tengo una misión importante- le respondió
-Ay ya estas con tus tonterías- dijo resoplando para ella misma, no estaba segura si escucharlo y pedirle ayuda o simplemente ignorarlo.
-No son tonterías, Izzy me dijo que era realmente importante lograr que...- empezó diciendo pero fue interrumpido por su querida prima -¿Izzy? Ya madura, es solo un amigo imaginario, lo que diga él no tiene importancia- le grito como solía hacerlo siempre.
-Lo dice la que aun duerme con su muñeca- respondió con hostilidad el pelirrojo y esto hizo enfurecer a Angélica.
-Si no tienes nada importante que decirme puedes irte- le grito y comenzó a alejarse de él -Cuando los reúna a todos volveré contigo y tendrás de nuevo una gran aventura- le dijo mientras ella se alejaba, ella se detuvo por unos instantes pensando si esa gran aventura podría utilizarla para su reportaje, pero luego recordó que su primo había mencionado a Izzy y continuo caminando lejos de aquel rarito.
Entonces Dil sacó una libreta y palomeo el nombre de Angélica en aquella lista en la que se encontraban los nombres de todos, el primero era el de la rubia y ahora seguía otra vieja conocida.
