Todos los años se le celebraba un Festival de diferentes estilos de baile, en el que participaban todas las academias de baile de la ciudad, cada una con sus mejores bailarines, las parejas elegidas, ensayaban durante todo el año esperando ese día.
"PASOS DE BAILE", era el nombre de una de las academias que participaban todos los años, hacía 6 años que había abierto sus puertas, la verdad es que tenían bastante gente, pero pocos duraban hasta el final, el dueño se llamaba Slayter, era un erizo de unos 45 años tenía la piel de color azul marino bastante oscuro, con franjas blancas en las púas, y unos enormes ojos verdes, era guapo y tenia atractivo, había estado casado y tuvo un hijo, las cosas no fueron bien y al cabo de un tiempo se separaron, él quería irse de allí, y dejo que ella se quedase con el niño, el llegó a esa ciudad y no tardo mucho en abrir la academia de baile, con el tiempo casi había olvidado a su esposa y a su hijo, no sabía nada de ellos desde que los dejo, pero creía que era mejor así.
Había un bailarín que era la estrella de la academia, era el que siempre participaba en el festival junto con su pareja, casi dependían de él para poder participar, sin él, no podrían presentarse, era el orgullo de esa academia, los chicos le envidiaban y las chicas hacían cola deseosas de que eligiera a alguna como su compañera aunque solo fuera para bailar en la academia, pues él ya tenía su pareja, con la cual ya se había presentado 3 años consecutivos, su nombre era Shadow, era un erizo de piel negra, con franjas rojas, sus ojos eran de un rojo brillante que a más de uno de dejaba con la boca abierta, en la parte del pecho tenia pelaje blanco como el algodón, no le había falta traje claro, aunque parecía que ya llevaba uno, era muy guapo, elegante y misterioso, nunca sabias que pasaba por su mente, era demasiado serio, pocas veces se le veía sonreír, cuando no estaba bailando, estaba apoyado en alguna de las paredes cruzados de brazos observando a los demás.
Shadow era un tipo solitario, a no ser que estuviera ensayando, la mayoría del tiempo lo pasaba solo, le gustaba la soledad, no tenia pareja y tampoco la quería, estaba muy bien tal como estaba no necesitaba a nadie en su vida que le molestase o al que tuviera que dar explicaciones de cada cosa que hacía, él era libre y lo seguiría siendo siempre, al menos eso es lo que él esperaba, para él la música era lo mejor, trabajaba algunas veces enseñando y viviendo de ella, eso le gustaba, pero llevaba unos días sintiendo que a pesar de hacer lo que tanto le gustaba, le faltaba algo a su vida, pero no podía imaginarse el que, él no le quería prestar atención a aquello que sentía.
Algunas veces Slayter le pedía que diera alguna clase a los que estaban allí, que les enseñase algo de su estilo, a Shadow le gustaba bailar, pero a veces se lo tomaba demasiado en serio, y tampoco tenía demasiada paciencia para enseñar a los demás.
Cuando la academia cerraba y la gente se iba, el se quedaba a ensayar con su actual pareja, ya que antes había tenido otra, había sido un hombre, resultaba raro ver a una pareja de dos varones, pero la verdad es que era original y los jueces les gustaba mucho como bailaban juntos, su pareja se llamaba Mephiles se parecía mucho a él, negro pero con franjas azul verdoso y sus ojos verdes oscuros, casi siempre estaban peleándose si no era por una cosa era por otra, Mephiles era muy exigente, cada vez que Shadow se equivocaba se enfadaba muchísimo y le insultaba, Shadow tuvo mucha paciencia con él, hasta que se le agotó, no aguantaba más y le dejó, se separaron, ahora su pareja era una mujer, Rouge, era muy guapa, era una murciélago blanca, orejas algo grandes, y sus ojos eran azules, vestía siempre muy sexy, atraía la mirada de todo hombre que pasara por su lado, pero Shadow solo la veía como pareja de baile, era guapa y bailaba muy bien, la verdad es que se llevaban bastante bien entre ellos, se les veía muy compenetrados cuando bailaban y eso era lo importante.
En un pequeño pueblo no muy lejos de esta, era por la tarde, se veía un bar lleno de gente, tomando y bailando, llegando a una zona del bar, había un corro de gente que estaba aplaudiendo y aclamando a alguien, en medio de ese corro había un erizo azul, de unos 20 años de edad moviéndose de una manera que pocos han visto, era como si la música lo llevase a él, como si la llevase dentro, bailaba con todas las chicas una a una, sin perder en ningún momento el ritmo de la canción, tenía una sonrisa de oreja a oreja, ese era Sonic, era el alma no solo del bar si no de todo ese pequeño pueblo donde él vivía, llevaba la música y el baile en la sangre, desde niño le había gustado bailar, contagiaba a todos, siempre estaba alegre, era muy educado, se llevaba bien con todo el mundo, era una joya que el mundo aun no había descubierto. Después de estar bailando durante incontables horas, aprovecho un descanso para ir a ver a su madre.
Ella tenía 40 años, se llamaba Sonia era muy guapa, era una eriza de color blanco con franjas azules, y los ojos verdes claro, nunca le había dicho a Sonic quien era su padre, y Sonic nunca pregunto por él, ella creía que nunca llegarían a conocerse y no quería problemas ni para ella ni para su hijo, así que Sonic aprendió a vivir y crecer sin un padre. A ella le encantaba verle bailar, pero muchas veces le decía que debía de buscarse un trabajo, que no iba a pasarse la vida bailando no podría vivir de eso.
Sonic sabía que tenía razón, amaba la música más que a nada pero en ese pequeño pueblo no podría vivir de ella por mucho que él lo desease. Un día mirando el periódico vio el anuncio de una oferta de trabajo.
"PASOS DE BAILE. Se busca ayudante para la academia de baile", debajo ponía la dirección y un teléfono, le pareció bastante interesante y seguramente sería mejor que quedarse allí, fue a decírselo a su madre, esta se alegro y le animo para que en vez de llamar por teléfono fuera hasta allí personalmente.
Siempre es mejor que te vean y traten contigo en persona así no hay ningún problema,-comento Sonia a su hijo.
Si tienes razón, voy a hacer la maleta y me voy para allá en autobús, por suerte esa ciudad no está muy lejos de aquí,-dijo Sonic.
En la academia era un día como cualquier otro, había bastante gente ese día, y Shadow estaba explicando unos pasos de baile para que practicasen, a veces era un poco estricto, pero era el mejor y eso lo sabia la gente, para la mayoría de los que iban era una suerte que el mejor bailarín de la academia y el que se había presentado varias veces al festival les diera clase, sabían que si era estricto era porque era bueno.
Al poco rato entro cierto erizo azul, y se quedó esperando en la puerta, Slayter fue a ver quién era.
Hola buenas tardes, vengo por el anuncio de trabajo que he visto publicado en un periódico, de que necesitabais ayudante,-dijo Sonic.
Buenas tardes, si, ven a mi despacho y ahí hablaremos con más tranquilidad de todo esto,-dijo Slayter observándole.
Mientras se dirigían al despacho, Shadow que estaba dando clase, vio que las chicas se habían quedado paradas observando algo sin pestañear, y quiso saber que era lo que las había distraído así.
Se dio la vuelta y vio a un erizo con la piel de un azul muy bonito, parte de su estomago y brazos de color carne, no le pudo ver mucho más porque en ese momento se metía en el despacho del jefe.
Venga vuelvan al trabajo, no se distraigan tanto,-dijo Shadow intentando volver a su trabajo.
Con pocas ganas las chicas volvieron a retomar sus clases, eso si esperaban con ansias que aquel erizo tan guapo saliera del despacho y poder verle de nuevo.
En el despacho…
Bueno siéntate, mi nombre es Slayter,-dijo dándole la mano al chico.
Gracias muy amable, yo soy Sonic, encantado de conocerle,-contesto Sonic devolviéndole el gesto
Me parece que no eres de por aquí ¿verdad?, bueno te cuento, yo me estoy haciendo viejo, y este trabajo es muy cansado para llevarlo yo solo, necesito a alguien que me ayude aquí, limpiar, arreglar algunas cosas, vigilar a la gente y atender a la gente cuando yo no este, hacer recados, del papeleo ya me ocupo yo no te preocupes,-le conto Slayter.
Si, vivo en un pueblecito cercano, me ha sido sencillo venir hasta aquí. En cuando al trabajo puedo hacer todo eso sin problemas, mi madre y yo siempre hemos vivido solos, así que el hombre de la casa he sido yo, siempre he tenido grandes responsabilidades así que no se preocupe, puede confiar en mi sin problemas,-contesto Sonic.
Me alegra mucho oírte decir eso, por cierto, ¿tienes donde quedarte?, ¿un sitio donde vivir?,-le pregunto Slayter.
No, la verdad es que he venido tan emocionado pesando en este trabajo que ni si quiera he pensado en eso, pero ya encontraré algún lugar no se preocupe,-contesto Sonic sonrisa triste.
Puedes quedarte aquí en la academia, arriba hay un piso vacío que hace tiempo que no uso, podemos limpiarlo un poco y puedes quedarte ahí, tú te encargaras con el tiempo de mejorarlo y decorarlo a tu gusto, ¿Qué me dices?,-comento Slayter observándole.
Esta seguro Slayter, no quiero ser una molestia,-comento Sonic.
Sabes acabamos de conocernos y me das mucha confianza, no sé porque, así que sí, estoy seguro de que puedes quedarte con ese piso, y no eres ninguna molestia no te preocupes, al contrario, si vives aquí encima, puedes estar más cerca de la academia, podrás vigilarla mejor y venirte cuando quieras, ten aquí tienes las llaves del piso, y las de la academia, bienvenido a la academia PASOS DE BAILE,-le dice Slayter sonriéndole con un brazo en el hombro.
