La diversión era total, iban en un porche a 120 km/hr, por la costa, sin nadie viéndolos, pero a lo lejos se veía un jeep totalmente vació, se detuvieron un poco delante del automóvil, los chicos se bajaron y lo observaron meticulosamente por dentro y por fuera, el jeep era de una chica, se notaba ya que había una cartera con maquillaje y CDS de música romántica, pero no había rastros de una chica o de alguna persona por ahí, ya que la playa estaba absolutamente desierta.

Luego uno de los chicos; Mike un chico bajo de al menos 1 metro 57 cm., cabello de color rojo atardecer, pecoso y obeso, diviso un punto multicolor a unos cuantos metros de ellos. Tomaron su auto y se acercaron al objetivo.

-Es una chica-dijo Seeley

Era una chica esbelta que llevaba un bikini multicolor, alta de al menos 1 metro 74 cm., cabello ondulado, color castaño que le llegaba un poco más debajo de sus hombros. No se le podía ver la cara, ya que estaba mirando hacia el mar, no se podía ver lo que sentía en ese momento, pero Seeley supo que esa chica sentía dolor, un sentimiento tan grande y tan malo. Por unos segundos quedo pasmado al ver a esa chica con la pistola en mano apuntando a su cabeza, pero reacciono y salio al rescate, corrió rápidamente para detener el trágico acontecimiento que podía ocurrir si esa chica apretaba el gatillo de la pistola.

Cuando estaba a un metro de ella sintió su respiración agitada, podía sentir su llanto lleno de dolor y podía ver como su mano temblaba. El puso su mano sobre la pistola y se la quito, ella se dio vuelta inmediatamente y solo lo miro, el al ver su rostro se dio cuenta que estaba muy confundida, que no sabia lo que estaba haciendo. Comenzó a llorar con mucha pena y amargura, el solo pudo decir una cosa…

-Tranquila, todo esta bien…

Sus amigos solo observaban la escena de la pareja, el abrazándola y ella llorando en los brazos de un completo extraño, que la salvo de cometer un suicidio, pero que al fin y al cabo era un extraño.