Hola, soy nueva escribiendo en esta página pero hace un tiempo que vengo leyendo las historias y se me ocurrió publicar una también así que por favor les pido que me digan que opinan y manden reviews. Bueno aquí está, espero que les guste

Sentimientos encontrados

por

HiKaRi-09

"Ciudad diferente, una vida diferente"

El cielo comenzaba a aclarar en la ciudad de Tokio; era un soleado domingo por la mañana, la mayoría de las personas estaban durmiendo aún seguramente, ya que usaban ese día para descansar de todas sus obligaciones semanales. Sin embargo, en un pequeño departamento; una bella joven de unos 18 años de tez blanca, labios de un color rosa suave, cabello castaño claro casi rubio que ya no era tan corto como antes y que había dejado crecer hasta un poco más abajo de sus hombros, además portadora de unos resaltantes ojos verde esmeralda que mantenía abiertos hacía varias horas y que sólo reflejaban una profunda tristeza que parecía atormentarla; era tal vez la única que ya no dormía. Llevaba dando vueltas en su cama por bastante tiempo, por alguna razón su cuerpo ya no podía reposar profundamente como lo hacía cuando era niña, quizás porque no quería revivir en sus sueños aquellos sucesos que habían marcado su vida para siempre.

Hacía tres años que vivía sola en aquel departamento, y no porque quisiera, sino porque las circunstancias habían hecho que su vida perfecta en compañía de los seres a los que más quería, cambiara drásticamente de un día para otro. Hasta ahora no sabía cómo había sucedido todo, había despertado un día cualquiera como los demás otros y en la tarde de aquel mismo día se había encontrado sola, caminando sin rumbo por las transitadas avenidas de esa ciudad.

¿Y quién era ella? Esa joven que se encontraba acostada sobre su cama, dejando su mente divagar en recuerdos, con sus cabellos despeinados regados despreocupadamente sobre su almohada, era Sakura Kinomoto, una común estudiante de preparatoria, pero antiguamente en sus años de niñez, una Card Captor y poco después maestra de las cartas Clow, ahora llamadas cartas Sakura. Aunque todo aquello había quedado en su pasado cuando era tan sólo una pequeña niña con muchas ilusiones y sueños, con una vida feliz, sin demasiadas preocupaciones; pero ella ya no podía llamarse pequeña, hacía un mes había cumplido la mayoría de edad. La verdad era que los años la habían favorecido, convirtiéndola en una hermosa, ahora mujer, asediada por muchos jóvenes, pero que hasta ese momento no habían logrado que aquella felicidad perdida volviera nuevamente a su vida.

Debían ser más o menos las seis de la mañana, no sabía cuanto tiempo llevaba despierta, se había entretenido mucho recordando sucesos que siempre la hacían esbozar una pequeña sonrisa en su terso rostro, pero que se desvanecía al recordar ese día, aquel en que todo haba cambiado no para mejorar, sino lo contrario.

Decidió levantarse de una vez, después de todo, ya no podría volver a conciliar el sueño, añoraba aquel tiempo en que nadie la podía despertar y que siempre se le hacía tarde para asistir a la escuela, esos días cuando su hermano lograba hacerla rabiar diciéndole "mounstro"; su hermano…¡cuánto lo extrañaba! A pesar de que siempre estaba molestándola, deseaba tanto que estuviera allí a su lado. Con esos pensamientos se dirigió a su ropero de donde sacó sus toallas, dispuesta a tomar un refrescante baño que la ayudara a aclarar sus ideas.

Después de arreglarse adecuadamente, bajó rápidamente las escaleras, saliendo hacia la calle donde tomó un taxi que la llevaría a su antiguo vecindario, Tomoeda. Camino a la casa donde vivía antes, pasó por el parque Ueno, llamado por ella y sus amigos, "Parque del Rey Pingüino", por la enorme estatua de un pingüino con una corona justo al centro; al recordar aquello, no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas traviesas que rodaron por sus mejillas hasta que las limpió suavemente de su rostro con la manga de su chaqueta.

Pasó tanto tiempo pensando en el pasado, que no se dio cuenta de que ya había llegado; así que bajó apresuradamente del auto, encontrándose frente al que había sido su hogar cuando era más joven.

-Buenos días srta. Kinomoto, la esperaba un poco más tarde.-dijo una voz conocida detrás de ella, haciendo que se girara para encontrarse con un hombre de edad madura que aparentaba 45 años, Hiroshi Takeda, su abogado

-Gusto en verlo Sr. Takeda.-le respondió amablemente mostrando una pequeña sonrisa-lo que sucede es que me desperté temprano y decidí venir lo más pronto posible para resolver mis asuntos pendientes…

-En verdad lo siento, me dio a entender que no quería venir a este lugar, pero era necesaria su presencia para que pudiera retirar lo que se encuentra aquí, y así entregarle la casa al nuevo dueño

-Sí, y lo entiendo. Descuide, me llevaré lo que queda aquí, después de todo sólo son algunas cosas ya que lo demás me hizo el favor de enviármelo a mi departamento el mes pasado

-No se preocupe, y me alegro de que por fin haya podido acceder a su propiedades como única dueña de esta casa, y también a la herencia que le dejó su padre.-ante este comentario, el rostro de Sakura se ensombreció un poco, pero asintió tratando de ocultar su tristeza-bueno, por favor firme estos papeles para entregar legalmente la casa a su comprador

Sakura firmó rápidamente los documentos, se despidió de su abogado con un amistoso apretón de manos y prosiguió a entrar en su antigua casa. Tomó aire e ingresó.

Apenas puso un pie en el recibidor, no pudo evitar que algo de tristeza la embargara al ver todas las paredes de la casa, sucias y enmohecidas, además de muchas cajas amontonadas a un costado, donde quedaban todavía algunas cosas de ella y su familia. Ya no había ningún mueble, ni sillas, todo eso se encontraba ahora en su departamento, ya que su abogado había mandado a algunas personas a que lo recogieran y se lo enviaran hacía algún tiempo, un mes exactamente, cuando había cumplido 18 años.

Antes de eso no había podido acceder a la casa ni al dinero que había dejado su padre para ella y Touya, si algo le ocurriera, porque aún era muy joven, según los jueces. Sólo se había estado manteniendo con una pensión administrada por el seguro que poseía su padre, que pagaba su educación y que le permitía recibir algo de dinero mensualmente.

Como ya era mayor de edad, la herencia se le había entregado y también la casa que había decidido vender para así conseguir un poco de dinero extra que le sirviera para su futuro en la universidad. Pero sobre todo, no quería volver a aquel lugar que sólo lograba ponerla triste, en vez de alegrarla; por eso todas las gestiones referentes a la venta del inmueble las estaba realizando su abogado al que había entregado un poder para que se ocupe de ello. Ésta vez era un caso especial, pues era completamente necesaria su presencia para que retirara los objetos personales que quería conservar y lo demás lo donara a algún lugar donde se pudieran utilizar.

Empezó a revisar las cajas, que se notaba que no habían sido abiertas en años, ya que una gran capa de polvo las cubría, allí encontró algunos trajes que le había confeccionado su amiga de la niñez, Tomoyo Daidouji, de la que no había sabido nada desde que se había alejado de Tomoeda para no regresar. Siguió revisando y se dio una gran sorpresa al ver después de mucho tiempo, aquel libro de tapa color rosa con la imagen de una bestia guardiana en la portada, estaba un poco sucio, mas se mantenía intacto, al tenerlo en las manos únicamente lo abrazó contra su pecho mientras lo dejaba a un costado.

Luego de haber abierto todas las cajas, decidió llevarse algunos trajes de Tomoyo, el libro de las Sakura Cards, algunas fotos de su familia y por último, algo que había encontrado en la última caja, un pequeño osito de felpa color marrón oscuro, símbolo de aquel amor de niños que había compartido con Syaoran Li, y que ahora ocupaba su corazón como un bello recuerdo, pero nada más, o eso es lo que creía…

Luego de poner todo junto en una caja, salió de nuevo, volvió a tomar un taxi y se dirigió otra vez a su departamento, inmersa en muchos recuerdos y pensamientos que rondaban insistentemente en su cabeza.

----Fin del 1er cap.----

Bueno, este es como un prólogo en la vida de Sakura, poco a poco irán sucediendo algunas cosas que harán que todo cambie y después iré explicando un poco más que fue exactamente lo que sucedió, aunque seguramente ya se lo imaginan, díganme qué opinan para ver si lo continúo. Besos.