Esto no va a durar más de quince minutos… sorry…
¡Hola! Cuanto tiempo. Ahora sí… Esta es la secuela de mi fanfic: ''De vuelta a la normalidad. ''
A leer.
Vidas renovadas.-¡Chicas! ¡DAOS PRISA!-Decía Becky emocionada con dos vasos pequeños de vidrios en sus manos. Parecía una niña pequeña. -Tenéis que recompensarme el hecho de que me he vuelto una niña buena otra vez… ¡PRIIIIISAAAAA!-Dijo pegando pequeños saltos en el suelo, y más que pena daba gracia, mucha gracia.
-Rubita…-La llamó Aisha. -Solo vamos a pedir comida china…-Dijo seria. -Tampoco es para ponerse así… em… ¿Dixie?-Miró a la sureña como hacía lo mismo pero moviendo a Reiko.
-¡Reiko! ¡RAPIDOOOOOO! ¡TENGO GANAS DE COMER!-Grito haciendo un puchero como si de un bebé se tratase. -¡PORFAAAAAA!-Puso ojos de cordero degollado.
-Vale… ya voy…-Dijo como pudo, a lo que Aisha hizo un faceplam.
-Parece que hablo con infantes…-Dijo la cantante.
-No eres a la única que se lo parece, querida…-Dijo Miss bebiendo de su taza de porcelana.
-La comida está en camino.-Dijo Reiko apagando su teléfono nuevo. -Dentro de diez minutos está aquí.-
-¡JOOOOO!-Becky se enfadó. -Yo la quiero ya…-
-Tranquila miss Welsh.-La tranquilizó su profesora.
-Aigle pensar que Becky ser bebé.-Dijo Aigle con su forma rara de hablar.
-¡AIGLE!-Se enfadó Makoto. -No le digas eso.-
-Parece que soy la única normal aquí…-Decía Anesthesia.
-¡JA! No me hagas reír… La que se encarga de controlar personas y ponerle a sujetos de prueba aparatos reproductores masculinos…-Dijo Fujiko Cabreada.
-Te lo vuelvo a repetir… te puse la inyección que no era, me equivoqué, ¿cómo iba a saber yo que el líquido azul era el de poner nabos y no el líquido controlador?-
-¡PORQUE TU MISMA LO CREASTE Y AL MENOS DEBERIAS SABER PARA QUÉ MIERDA SIRVEN LAS COSAS QUE HACES!-Gritó la mayor de las hermanas Hinomoto.
-Que sí… ¿Becky, qué es eso?-Dijo mirando los vasos de vidrio con líquido dentro de cada uno de ellos. Uno era rojo, y el otro negro. -Eso es…- Pensó durante unos segundos. -¡Espera! ¡NO LOS MESCLES!-La adolescente hizo caso omiso y mescló aquellas dos sustancias entre sí, lo que provocó una explosión…
-¡cof cof! ¡MISS WELSH!-Gritó miss como pudo debido a la tos.
-¡Lo siento!-
-¡PERO, ¿QUÉ COÑO90 HE HECHO?!-
-Au… mi cabeza…-Dijo Reiko
-¡AH! ¡MI JODIDA CABEZA!-Dijo una voz parecida a la de Reiko.
-¡QUIEN LO HIZO ESTÁ ARRESTADO!-
-¿Esa voz?-Se preguntó Dixie al escuchar una voz similar a la suya.
-¿Qué está pasando?-Preguntó Aisha.
De repente todas se desmayaron. Reiko despertó al oír sonar el timbre, no miró a sus compañeras, dado que de seguro se habían quedado dormidas como ella. Recogió la comida y la dejó en la cocina, escuchó unos pasos a su espalda, así que se giró llevándose un gran susto… Detrás de ella estaba Dixie, pero, iba vestida de diferente manera, ropa negra, gafas de sol, sombrero de policía. Le recordaba a… ¡La sargenta Clemets! Reiko no supo cómo reaccionar, simplemente se llevó una mano a la boca dado que las ganas de gritar eran notables. Detrás de la rubia apareció Dixie quien se quedó impresionada. La sargenta se giró y se echo a reír de una forma burlona.
-Si esto es mucho, mirad en el salón…-Por fin habló, aunque no dijo nada nuevo para Dixie. Reiko se dirigió a aquella habitación encontrándose a sus amigas y a su hermana desmayadas, pero, al lado de cada una se encontraban sus alter egos… Evil Rose, Candy Cane, Mistress… todas, incluida Rowdy Reiko… La pequeña Hinomoto no se creía lo que veía… Ver a la ''Queen Cobra'' era como una pesadilla. Se giró encontrándose a Dixie mirándola de forma cariñosa… se podían oír los susurros de Dixie que le decían un ''Tranquila'' y un ''no va a pasar nada malo''. Miró a la sargenta Clemets, quien solo posaba su vista en la japonesa rubia que dormitaba tranquilamente en la sala. Parecía preocupada por la ''Queen Cobra'', tanto, que no aguantó ni un momento más y fue a comprobar si la menor se encontraba en buen estado. Se puso de rodillas y comenzó a mecer a la japonesa… -Rowdy… Rowdy…-Al ver que la japonesa no despertaba, le dijo a Dixie. -Necesitaré ser más sutil…-Dijo y acto seguido le gritó al oído… -¡REEEEEEEEEIIIIIIIIIKOOOOOOOO!-
-¡QUÉ ME LLAMO ROWDY!-Chilló la menor. -¿hum?- Miró a Reiko y preguntó. -Okey, ¿¡QUIEN FUE LA GRACIOSA QUÉ MESCLÓ EL SEPARADOR DE CELULAS CON EL LÍQUIDO CONTROLADOR!?-Gritó todo lo que pudo, cosa que despertó a Becky, quien intentó huir. -¡TÚ! ¡QUIETA! ¡¿A TI NO TE ENSEÑARON A NO COGER LAS COSAS DE LOS DEMÁS SIN SU PERMISO?!-
-Yo… ¡Lo siento!-Dijo arrepentida y triste dado que le estaba gritando alguien.
-¿¡QUÉ LO SIENTES!?-Se acercó furiosa.
-Rowdy.-Dijo la sargenta de forma seria. -Déjala, ya ha aprendido la lección.-
-…-Miró a la mayor seria…-De acuerdo.-
-Típico de una rubia.-Dijo Candy Cane.
-Tú te callas…-Contestó Becky. -Tomate…-
-¡LLAMAME ASÍ OTRA VEZ Y TE MATO!-Le retó.
-Calma las dos.-Intervino Dixie.
Pasaron alrededor de dos horas y media, comieron y se pusieron a pensar en cómo revertir el efecto, pero, nada servía. Decidieron quedarse así, Anesthesia se haría responsable de todo, y las alter egos pasarían a ser las gemelas de sus originales. El simple hecho de ser la hermana de Rowdy Reiko a la castaña se le ponía los pelos de punta, igual que a Dixie al pensar que sería la hermana de la soberbia sargenta Clemets, pero no podían hacer otra cosa.
Todas eran tan diferentes… Reiko era lo opuesto a Rowdy… La dulce y tierna Reiko siempre tenía las palabras ''amistad, amor y cariño'' en la mente y en la punta de la lengua. Le encantaba estar con Dixie y a la sureña le encantaba estar al lado de su ''pequeña'', como siempre la llamaba. Le encantaban los colores cálidos y sonreír a todas horas; pero, Rowdy… Era fría y seria, ''odio, enemistad, ira, desprecio y asco'' eran las palabras que rondaban por su mente. Odiaba estar cerca de la sargenta Clemets dado que le acabó cogiendo odio y desprecio. El negro y los colores fríos se volvieron sus favoritos además de que estaba seria siempre (menos cuando a la sargenta le golpeaban y se golpeaba, dado a que echaba unas carcajadas burlonas en contra de la joven policía). Eran totalmente diferentes.
Lo mismo pasaba con Dixie, ella era feliz, alegre, sonriente, cariñosa (lo último fuera de combate) y se notaba que quería muchísimo a su dulce ''pequeña''. Le encantaba pasar el rato con Reiko. Le apasionaba la lucha libre, y aunque ella fuera un ''poco'' bruta peleando, nunca pensó en romper las normas o ''jugar sucio''. Dixie amaba a Reiko, ya se lo demostró más de una vez, y aunque siguieran siendo amigas, ese sentimiento no desapareció... Pero, la sargenta era fría, cruel y soberbia. Le encantaba romper las normas y jugar sucio. Ella seguía amando a la japonesa, y le encantaba que la misma fuera un poco mala con ella (a veces parecía masoquista), esa era la razón de por qué prefería a Rowdy. Pero aun así le encantaba verlas enfadadas a las dos, al igual que a Dixie. Les parecían monas cuando se enfadaban.
Llego el momento de escoger los nombres que tendrían.
-Um… Yo me quedo con Rowdy, es bonito.-Dijo Rowdy.
-Yo…-La sargenta pensó. -Dixay… Me gusta ese nombre.-Sonrió de lado.
-Me quedo con Candy, me encanta…-
-Yo… Miriam…-Dijo Mistress.
-Yo Ann, de Anna.-Dijo Sista, a lo la sargenta la miro con cara de '' ¿Enserio?'' -¡Es bonito!-
-Um… Me gusta Demi… De Demon…- Dijo Black Belt Demon.
-Yo querer llama a mí Empero… De emperor (Emperador)…-Dijo Great Khang. Demi la miró con una cara de ''un premio por la idiota. ''
-Yo… Ro… sa… Rosa…-Dijo Evil Rose como pudo.
-Benikage…-Dijo Dijo la ninja.
-Falta… Dr. Anesthesia…-Dijo la enfermera buscándola. -Se habrá ido…-
-De seguro.- Dijo Fujiko. -Tan loca como su… ''gemela''.-
Reiko miró a Dixay, y le vino a la mente un recuerdo de hace 4 meses atrás, de cuando todavía eran Rowdy Reiko y la implacable sargenta Dixie Clemets. De cómo estuvieron a punto de tener relaciones intimas. Dixie Tenía a su disposición a la menor, y no termino el trabajo porque no quería tener sexo con la japonesa, sino hacerle el amor. Recordaba como Dixie pasaba un dedo por la espalda de la joven mientras que con la otra, rozaba en aquella zona intima que tanto anhelaba. Como aquella japonesa se aferraba a la espalda de la joven policía deseosa de más. Reiko comenzó a temblar recordando esto.
Ella estaba enamorada de Dixie, no lo podía negar. Pero al igual que Dixie, no quería sacar el tema por culpa del maldito orgullo. Tampoco querían sacar el tema a miedo de que su amistad se fuera al garete.
-Reiko… Pequeña…-La llamó Dixie, quien se veía realmente preocupada. -¿Estás bien?-Decía acariciándole en cachete delante de todas, pero no le importaba lo que dijeran, solo quería estar cerca de su amada. -Reiko…-Se acercó más, a lo que Reiko la abrazó. -Rei…- La abrazó de vuelta. -¿Qué te pasa, pequeña?-Susurró al oído de la menor, la cual no respondía, solo temblaba en los brazos de su querida sureña. -Reiko… Dime qué te pasa…-Dijo la mayor abrazando a la menor. La texana acarició la espalda de la japonesa, quien al notar la caricia se aferró con más fuerza a la espalda de su amada. Reiko se acercó al oído de Dixie y susurró lentamente ''Dixie… quiero continuar lo que pasó en aquella noche…'' A lo que la susodicha respondió… -Reiko… no sé si deberíamos…-
-…-La menor entristeció mientras miraba a suelo.
-…-La rubia se acercó nuevamente al oído de la morena y susurró… -Yo también quiero… pero… ¿y si algo sale mal, nos peleamos y no volvemos a ser amigas?-La abrazó. La menor seguía mirando al suelo mientras que sus ojos se cristalizaban y seguidamente gotas comenzaron a caer de sus ojos. -Reiko…- Dixie no soportaba verla así, por lo que la besó con suavidad, lentitud y cariño. Reiko se asombró, y acto seguido, profundizo el beso con la lengua.
-…-Rowdy miraba la escena cabreada…-… ¡VAYANSE A UN MALDITO, PUTO Y ASQUEROSO MOTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEL!-Gritó asustando a Dixie y a Reiko provocando que la mayor cayera encima de la menor en una pose un tanto ''picante''.
-…-
-…-Parecían mudas.
-Ay madre…-Dijo Aisha.
