El día más cálido del verano embriagaba de energía las calles de Los Ángeles. Niños correteando por las calles molestando a los ancianos, madres disculpándose, chicas comprando ropas y chicos babeando por ellas.
Los únicos personas que estaban tranquilamente sentados observando el jaleo del día eran Brittany, Jodie, Sam, y Ana. La primera se caracterizaba por vivir en su mundo, que podríamos decir que es lo más ingenuo en ella aunque podría ser porque tiene una gran pérdida de memoria que hace que se le olvide como funcionan las cosas y todo lo demás, pero tenía otras debilidades mucho más graves como era su afán por el alcohol, las drogas y el sexo, preferiblemente elegía a mujeres pero si en un momento concreto se le pone por delante un hombre no le importaba tampoco.

Jodie era una española procedente de Barcelona que había pasado toda su vida en Estados Unidos. Se diferenciaba del resto por su larga melena trigueña, sus ojos color miel, y por un pequeño detalle, era la mayor de todas, tenía 22 años mientras que el resto se quedaban en los 17. Puede que fuera la edad o no la que le hiciera ser responsable, aunque eso no quiere decir que no le gustasen las fiestas, de hecho vivía su vida como si cada instante fuese el último, virtud o defecto que fue lo que hizo que Sam se fijase en ella antes de que empezasen a salir. Sin embargo y como es obvio no fue suficiente para mantenerles unidos hablando de forma romántica pues la relación duró poco tiempo al darse cuenta de que estaban mejor como amigos.
Sam por su parte era un chico muy propenso a enamorarse, en cada puerto un amor podría decirse que era su filosofía de vida. Ni era un mujeriego, ni era un sensible, era simplemente él mismo. Eso no quiere decir que no le gustase tener amigas con derecho a roce que las tenía de vez en cuando puesto que el ligar para él con ese cuerpo atlético y sus ojos verdosos era sencillo, pero si tenía que dejar de lado aquello porque estaba saliendo con alguien no le importaba hacerlo.
Por último teníamos a Ana que alguien como Jodie a pesar de haber vivido toda su vida en Estados Unidos procedía de España, en este caso de Madrid, se trataba de otra rubia de ojos azules como Brittany pero que no tenían ningún parecido entre sí ni física ni mentalmente. Ana era más baja que su compañera, sus rasgos más marcados, y sus ojos del color azul profundo, los cuáles si les mirabas directamente podías ver dureza. No era de dar datos de su pasado, ni de su familia, su silencio se compensaba con la facilidad que tenía para tramar planes de forma inminente.

Regresando al tema principal de la descripción de su día cuando estaban disfrutando del aire fresco, Brittany recibió una llamada de su nuevo jefe alemán. Al colgar le comunicó a sus compañeros el mensaje- Jodie, dice Markus que tú y yo debemos entrar al club Ego que pertenece a...a la hija de ese rockero que tiene los pelos como la gallina de Barrio Sésamo... ahh Lopez, el rockero Lopez, el caso que debemos matar a su hija.

Qué raro que nos lo manden a nosotras-dijo Jodie

Krauss y Philip estaban ocupados con asuntos muy delicados y de vital importancia, estaban follando con una mujer- Contestó Brittany.

No cambies de tema, ¿cuál es el nombre de vuestra víctima? - preguntó Ana interesada en conocer la afortunada en recibir un viaje gratuito a la otra vida.

-Santana Lopez.

¿Qué os parece?