¡Saludos a todos!
Aquí os dejo con una pequeñísima colección de tres Drabbles que narran tres tristezas distintas.
Dedicado a todos los lectores que me apoyáis con vuestras lecturas y reviews, especialmente a Victoria_Nike, por el cariño que tiene a los personajes del Inframundo y como agradecimiento por las historias que de ellos nos brinda.
Gracias de corazón por las lecturas que pueda recibir.
# TRISTEZAS EN HEINSTEIN #
Tristeza en violeta
Me creen engreída. Soberbia y consentida.
Quizás tengan razón...O tal vez erren en su ligera definición.
Pero no les culpo. No es fácil conocerme, como tampoco lo es fingir durante todos los segundos que respiro ante su presencia cuán vanidosa puedo llegar a ser.
No me pueden conocer...aquí está mi más terrible maldición. La misma que consigue ahogarme en un mar de soledad. No pueden desnudarme las ausencias que me esculpen débil. No deben ser testigos de la desesperación que me consume cuando necesito un abrazo y lo único que puedo recibir son reverencias de protocolo ante la lealtad ofrecida a un dios aterrador.
Porque lealtad a mí no me la han entregado, mis fieles espectros...Lo sé. Su inquebrantable lealtad se debe al nombre de mi dios hermano.
Lo acepto. Y suspiro hondo, y me creo un orgullo que no tengo. Una autoridad que me lastima. Un carácter que ninguna empatía siembra.
Y entonces me hundo...y no me vence el destino, sino la tristeza. Perenne. Enquistada y tan altanera como pretende ser mi siempre apagada mirada.
Sólo hallarme en sus ojos vestidos de ámbar me reconforta el espíritu, consigue llenarme de algo parecido a la vida que ya no siento. Sólo saberme observada por él me suaviza la tristeza que noche tras días me abruma y me lacera.
Pero él apenas me observa...
Baja la mirada cuando nuestros pasos se cruzan. La baja cuando mi voz le ordena. Y la mantiene esquiva y sumisa cuando mi deseo pugna por hacerle saber que no...que no hay piedra tras mi mirada...Que hay alma que anhela, que sufre y que clama...que esgrime gritos entre ensordecedor silencio. Gritos de auxilio. De amor...De condena.
Él quizás también me juzgue de forma tan severa. Y así debe hacerlo...a riesgos de contagiarse con una tristeza que reza por ser aliviada con su aliento.
Una tristeza ataviada de un apagado violeta...
...siempre escudada por el más estricto secreto.
