DxD: Uno para todos y todos para uno.
Prologo:
Escasos minutos antes de la cita de Issei, el castaño decidió pararse en una tienda de cartas en la que vio en exposición la nueva colección de cartas basadas en el juego de celular, Fate Grand Order.
-No sabía que habían sacado cartas del juego. ¡Lucky!
El joven no se lo pensó dos veces antes de entrar en la tienda y comparar un sobre de diez cartas, el castaño hubiera querido comprar más pero sus fondos necesitaban ser reservados para la cita con Yuma.
-¡Veamos si me sale alguna Waifu!
El joven abrió el sobre y rápidamente saco las doce cartas que contenía en su interior.
Primera carta emblema de Rider nivel 3, segunda sorcery ore, tercera prevención, cuarta Lancer Cu Culain, otra prevención, Destrucción, Emblema multiusos, Emblema de Rider nivel 1, Meditación, Asterius berserker, La moto de saber y por último Archer Euryale.
-Genial, solo dos Servants de plata, una sí que es chica, pero me ha tocado la plana. El otro Cu Culain no me da muy buena espina ya que siempre acaba muriendo.
El castaño soltó un suspiro pensando en lo bueno que hubieran sido Francis Drake o al menos Boudica.
-¡Oh, tienes a Cu Culain! ¡Te lo cambio por Kiyohime!
Un chico random que pasaba por el parque le ofreció el cambio, y viendo que no era la Kiyohime normal sino la versión dorada de Lancer no se lo pensó un momento y se la cambio al chico.
-Gracias hermano, con esta al fin tengo la colección entera.
El chico se fue todo contento saltando por la calle y el castaño coloco su nueva carta en el bolsillo delantero de su pantalón a modo de amuleto para su cita con Yuma.
-Lo siento. ¿Llevas mucho tiempo esperando?
-¡No! Acabo de llegar… jajaja.
El castaño siempre había querido decir esa frase, y una vez dicho eso estuvo completamente en el cielo en el momento que Yuma lo agarró del brazo colocándolo justamente en mitad de sus enormes Oppais.
-Lololololololo-
-Oye Issei.
-Si Yuma.
-¿Puedo pedirte una cosa?
"¡El momento ha llegado! ¡El beso de despedida en parque tras la primera cita!"
El castaño gritaba emocionado en su mente mientras que la pelinegra se acercaba juguetonamente a la fuente del parque.
-¿Te importaría morirte?
-Ah, perdona… ¿Podrías repetirlo?
Pregunta el castaño pensando que había escuchado mal.
-Que si te importaría morirte.
Responde la pelinegra mientras dos alas negras se extienden desde su espalda dotándola de un aura amenazante.
-Estos días que he pasado contigo… ¡Han sido divertidos!
La chica comienza a volar en el cielo y conjura una lanza de luz en su mano, hacto seguido la lanza contra el sorprendido castaño, el cual la consigue esquivar por pura suerte.
El castaño mira el lugar en el que se encontraba escasos momentos atrás y observa como el suelo está roto.
-¿por qué haces esto Yuma?
Pregunta el castaño asustado mientras el ángel caído vuelve a conjurar una lanza en su mano.
-Lo siento. Siendo una amenaza tenía que librarme de ti en algún momento. En todo caso, culpa a los dioses por ponerte ese artefacto sagrado en tu cuerpo.
El castaño no entendía nada y solo podía limitarse a esquivar las numerosas lanzas de luz que se precipitaban del cielo hacia donde él se encontraba.
"Artefacto sagrado… No sé qué es eso. Pero… Es cierto siempre esta eso…"
Piensa el castaño mientras recuerda cierto incidente cuando era más pequeño en el cual su profesora particular de inglés le prohibió emplear su poder especial a no ser que fuera estrictamente necesario.
"Lo siento mucho Sensei pero… Creo que no me queda de otra"
El chico malamente rebusca en su bolsillo y saca la carta dorada que le había intercambiado el niño del parque.
-No me gusta hacer esto pero no tengo opción. Lo siento Sensei.
El castaño observa la carta, cierra los ojos e inmediatamente comienza a tiritar al mismo tiempo que un torrente de partículas de luz se arremolina delante de él dando lugar a la aparición de una silueta.
-¿Qué demonios acabas de hacer?
Pregunta Yuma mientras la silueta de luz explota en un torrente luminoso dorado dejando en su lugar a una chica de cabello azul y ojos dorados, la cual llevaba una naginata y un Kimono blanco con motivos amarillos y negros.
-Fufufufu. Maestro~ ¡Soy tu Kiyohime! Aunque resulta un poco vergonzoso exponer tanta piel en público… Pero, es especialmente solo para ti. ¿Maestro?
El ángel caído parecía confundido ante la aparición de esa extraña mujer, por otro lado el castaño no podía evitar ponerse colorado ante las palabras que le acababa de dedicar la peliazul.
-No sé cómo has hecho eso pero… ¡Eso no quita que sigas siendo mi objetivo así que muere!
Grita Yuma mientras vuelve a lanzar una lanza de luz con el objetivo de ensartar al castaño. Sin embargo para la sorpresa del ángel caído, la mujer en quimono movió su naginata a gran velocidad, disipando con su movimiento el avance de la lanza de luz.
-¿Cómo lo has…?
-La naginata es una práctica común entre las doncellas… Algo así como la Espada del Dragón Verde Ascendente estaría bien, ¿verdad?
Explica la peliazul mientras mueve su naginata para apuntar al ángel caído que sobrevolaba el parque.
-Puede que sea una persona de malos modales, pero… Es mi trabajo proteger este matrimonio… como una esposa, ¡Yo seré tu oponente!
El castaño solo podía mirar con incredulidad como la chica con kimono aparecía y desaparecía a gran velocidad, mientras intentaba golpear a Yuma.
El combate, si es que acaso a esto se le puede llamar combate apenas duro unos segundos antes de que Yuma callera del cielo dolorida fruto de haber perdido un ala por culpa de la Naginata de Kiyohime.
-¡Maldición! ¡Saber que no pienso olvidar esta humillación!
Grita la pelinegra mientras desaparece en un círculo mágico de teletransporte dejando al castaño a solas con la chica dragón en kimono.
-Muchas gracias por ayudarme Kiyohime. Ahora es hora de que regreses.
Explica el castaño mientras intenta devolver a Kiyohime al lugar del que ha venido, sin embargo la chica Dragón no parece tener los mismos planes en mente.
-¡Noooooooo! ¡Ni hablar de volver ahora! Apenas acabamos de conocernos y ya quieres devolverme al Trono de los Héroes… ¡Ni loca!
Grita la dragona mientras zarandea al castaño como si fuera un muñeco.
"¿Por qué de entre todos los sirvientes tenía que invocar a Kiyohime? Aunque he de reconocer que es bastante mona"
Piensa el castaño mientras en su cara se dibuja una expresión divertida. De forma inadvertida para el castaño, la carta que había empleado como catalizador para traer a Kiyohime cae al suelo fruto del zarandeo.
-¡Lo entiendo! ¡Está bien! ¡Puedes quedarte así que para de zarandearme!
-¿En serio?
-¡En serio!
Responde el castaño con sinceridad sabiendo por su experiencia en el juego de celular que mentirle a Kiyohime es algo que un maestro nuca debería de hacer. Y mucho menos si no posee sellos de comando como es el caso de Issei.
-¡Gracias! ¡Maestro!
Responde la peliazul mientras le da un abrazo de oso a Issei, el cual está en el punto medio entre el placer que siente al sentir los Oppai de Kiyohime y la fuerza que esta procesa capaz de romper un hueso con suma facilidad.
-Por ahora lo mejor será volver a casa. ¿Puedes adoptar forma astral?
-Claro. Estaré siempre a tu lado así que no dudes en llamarme~ ¡Maestro!
La peliazul desaparece entre partículas de luz y el castaño decide regresar a casa, mientras tanto en unos arbustos cercanos una chica de cabello blanco y ojos dorados se acercaba al centro del parque para recoger la carta que había perdido el castaño.
-Presidenta. Necesitamos hablar…
-Lololololololololololo-
-Levántate, si no lo haces te besare.
El castaño apaga el despertador de mala gana y comienza a levantarse con ojeras muestra de haber dormido poco.
"Entre el intento de asesinato de Yuma y Kiyohime destruyendo todos mis posters y artículos H, el día de ayer no fue el mejor de mi vida. ¡Qué desgracia! "
Gritaba en sus pensamientos el castaño mientras derramaba lagrimas por la pérdida de su querida colección de debajo de la cama.
El castaño de mala manera tomo el desayuno y emprendió el camino hacia la academia Kuoh. El tiempo era estupendo y había un montón de chicas bonitas con grandes Oppais pero…
{¡No debes! ¡No mires a otras chicas aparte de mí!}
Sí, si bien en un principio Issei había pensado que sería increíble tener a una Yandere en su harem. Ahora mismo estaba replanteándose seriamente que eso fuera una buena idea.
-Disculpa Kiyohime… ¿Acaso ni siquiera puedo mirar a otras chicas?
{¡Por supuesto que no! ¡Conmigo es más que suficiente!}
"¡Qué desgracia!"
El castaño llego a la escuela y tras saludar a duras penas a la presidenta del consejo estudiantil, se dirigió directamente a su clase donde inmediatamente recostó su cabeza en su pupitre.
-Me muero de sueño…
-¿Qué ocurre Issei? Otra vez te quedaste hasta tarde viendo alguna película porno.
-¡Por supuesto qué no Matsuda! Mi querida colección… (snif, snif) Ha pasado a mejor vida.
El trió de pervertidos en conjunto comienza a lamentar la enorme perdida, ya que el joven castaño poseí la mejor colección de los tres.
Las clases para el castaño fueron más agobiantes de lo normal ya que tener a un espíritu heroico gritándote en tu mente no es algo muy normal que se diga.
En el descanso para la comida una persona inusual interrumpió en el aula.
-Kyaaaaaa. Kiba-kun.
Sí, de entre todas las personas que podrían entrar tenía que ser el guaperas de Kiba Yuto. El castaño con solo mirarle no podía evitar sentirse de mal humor.
-Perdón por la interrupción ¿Tú eres Issei Hyodou?
-Ah… Qué necesita el príncipe encantador de nosotros los peones.
Pregunta el castaño con desgana.
-La senpai Rias te está buscando.
-¿La senpai Rias?
{¡Nada de engañarme con otras chicas!}
Interrumpe Kiyohime en la mente del castaño haciendo que este se estremezca como si tuviera dolor de cabeza.
-Está bien. Te acompañare.
{¡No! ¡¿Por qué no me haces caso?!}
El castaño decide ignorar las pataletas del espíritu heroico y acompañar a Kiba hasta el club de investigación de lo oculto. Una vez allí tuvo que aguantar el mayor dolor de cabeza de su vida al escuchar a Kiyohime quejarse de la forma en que miraba a todas las chicas de dicho club.
"Qué bien me vendría una aspirina en este momento"
La presidenta Rias Gremory tosió levemente para ganar la atención del castaño, y una vez la tubo, decidió comenzar a hablar.
-Me consta que ayer tuviste un encuentro desafortunado con un ángel caído. ¿Me equivoco?
-¿Cómo sabes acerca de eso?
Pregunta el castaño al mismo tiempo que todos los miembros del club de investigación de lo oculto sacan alas con forma de murciélago de su espalda.
-Mi nombre es Rias Gremory, heredera del clan Gremory y Demonio encargado del territorio de Kuoh. Un grupo de ángeles caídos se ha infiltrado en nuestro territorio, y debido al cese al fuego de las tres facciones no podemos emprender ninguna clase de acción en su contra a no ser que ellos ataquen primero. Es una suerte que hayas conseguido salir con vida de ese ataque. Si me permites la pregunta… ¿Cómo lo has hecho para sobrevivir al ataque de un ángel caído siendo un humano ordinario con un artefacto sagrado sin despertar?
Bombardea la pelirroja al castaño con toda esa información y esta simplemente responde con un ¿Qué? A lo que el demonio carmesí decide responder con mucha paciencia. Esta le explico acerca del mundo de lo sobrenatural, acerca de las tres facciones, y una vez metidos en detalles volvió a preguntar cómo se las había apañado para sobrevivir.
-Eso… Supongo que no tiene caso ocultarlo. Veras senpai, desde que era pequeño siempre he tenido un poder sobrenatural, poder que siempre he ocultado y sellado ya que Sensei me pidió que lo hiciera. No voy a entrar en detalles, simplemente me limitare a decir que ese poder me permite invocar cosas. Y en este caso… ¿Podrías presentarte Kiyohime?
El espíritu heroico decide materializarse ante la petición de su maestro, pero para la sorpresa de todos en la sala, y en especial Issei, esta lo hace apareciendo sentada sobre la entrepierna de Issei, colocándose en una posición que denota que el castaño es de su propiedad y nadie va a quitárselo.
-Sirviente de la clase Lancer. Kiyohime. No intentéis quitarme a mi master porque si es así (mirada amenazante) …Dudo que queráis saber lo que os podría aguardar.
Mientras que Kiba, Koneko y Akeno se preparaban para lo que fuera que esa amenazante joven pudiera hacerles, Rias se levantó de un salto de su asiento y comenzó a saltar como una niña pequeña mientras observaba al espíritu heroico.
El castaño no pudo evitar llevar su mirada ante los enormes melones rebotantes de la pelirroja, y por culpa de dicha acción se llevó un buen mordisco en el brazo por parte del espíritu heroico.
-¡Auuu!
-¡Te he dicho que nada de mirar a otras chicas!
El castaño solo pudo aguantar el dolor mientras Koneko miraba con aprobación la acción de la peliazul.
-¿Eres un espíritu heroico auténtico?
-Lo soy. ¿Acaso mi sola presencia no es suficiente para probarlo?
-¡Increíble! ¿Cómo has hecho para conseguir un espíritu heroico Issei?
-Ya he dicho antes que mi poder especial es la invocación ¿no?
La pelirroja no puede evitar las ganas de obtener al castaño dentro de su nobleza, y rápidamente decide poner sobre la mesa su proposición.
-Issei. Te ofrezco la posibilidad de volverte un demonio de mi nobleza, y así poder conseguir un harem en un futuro. ¿Qué me dices?
-¡Harem! ¡Por supuesto que acept-! ¡Kyaaaa!
El castaño es interrumpido nuevamente por un mordisco de la chica Dragón.
-¡¿Qué te he dicho antes?! ¡He dicho que nada de harem! ¡Conmigo es más que suficiente! Lo siento Rias Gremory, pero no puedo permitir que mi maestro acepte tu petición. ¡Buenas Tardes y adiós!
El espíritu heroico carga a Issei cual si fuera una princesa y en un rápido movimiento salta por la ventana dejando a los miembros del club de investigación de lo oculto completamente en silencio, haciendo que los gritos de niña de Issei al caer de un tercer piso en los brazos de una chica, resuenen en el interior del edificio.
-¿Qué demonios acaba de pasar?
No puede evitar preguntarse Kiba mientras Koneko asiente y Akeno se ríe maliciosamente al ver la cara de asombro de Rias.
