Isn't something missing me? By Duthobloocha

Disclaimer: Ellos pertenecen a WB, así como ideas, logos y personajes… ojala Jensen fuera mio, pero como no es así… digamos que es de su mama también

-Nota-

Ese fic no es la continuación propiamente dicha de "Supernatural: The Curse of the Trailer of the Death", simplemente es otro capitulo mas en la vida de las hermanas Gutiérrez, y un encuentro mas entre nuestras adorables hermanitas. Espero que les guste y me den su más sincera opinión. Ahh, y estoy buscando a alguien que quiera ser mi editor. Hago lo mejor que puedo pero no estoy exenta de errores, lo acepto y si alguien quiere ayudarme, es bienvenido. Ahora si, enjoy it la lectura

Introducción

El sonido casi melódico de las teclas de la computadora al ser presionadas con extrema rapidez, unos segundos de interludio y la música continuaba. Era ella la que escribía tan afanosamente, era esa conversación tan esperada y a la vez tan temida. Sabía que la persona con quien hablaba no era tan confiable, y sin embargo era la única opción que tenía…

…un ruido…

Un ruido externo. Algo que la volvió a la realidad. Ese sonido que la hizo girar y acordar que estaba en una habitación de un hotel ubicado en medio de la nada. El mismo sonido que produjo su hermana como un recordatorio de que no estaba sola. La joven de cabellera castaña no tuvo mas remedio que ponerse de pie, y avanzo de puntitas. Ella se detuvo justo al lado de la cama donde su hermana dormitaba. Su rubio cabello le cubría las mejillas, su nariz dilatada por la respiración. Una dulce sonrisa escapo de sus labios antes de notar que su hermana temblaba. Ella encontró la solución muy pronto, estiro la sabana que se encontraba enredada en los pies, y la cubrió con dulzura…

la cubrió…

…como siempre hacia, como siempre lo hacían entre ellas. Era un pacto, eran mejores amigas, eran hermanas y siempre se cuidarían la una a la otra. Excepto ahora

Su computadora también reclamo atención. La persona con la que hablaba finalmente había respondido lo que la castaña esperaba. Su corazón dio un vuelco mientras avanzaba rumbo al improvisado escritorio. Ahora fue su turno de temblar, y no precisamente de frío. Su temblor fue producto de la ansiedad. La respuesta a lo que tanto temía y anhelaba se cernía sobre ella misma, como una fuerte lápida que intentaba cargar en sus hombros. Un suspiro involuntario se escapo de sus labios. La joven simplemente tomo una libreta y garabateo la información que le habían dado, acto seguido se despidió de su amigo de Internet para finalmente apagar la computadora. Otro suspiro y ella se puso de pie, miro la habitación complemente y el corazón se le encogió. Repentinamente se sentía tan pequeña

-No-. Negó con la cabeza

No, no era tiempo de ser cobarde. Ella continuó su camino hasta el closet y saco su vieja mochila guinda. Un par de objetos puso dentro y la cerró. De su chaqueta extrajo su celular y lo miro. Eran las 3 AM. Todavía tenía tiempo. Con extrema rapidez la joven salió de la habitación, abrió la cajuela del auto y extrajo otros instrumentos, después volvió a su habitación a tiempo para ver como su hermana se estiraba y cambia de posición en la cama. Conteniendo la respiración la joven se acerco y la volvió a cubrir. Tentada estuvo a darle un beso en la mejilla, pero la conocía tan bien que sabía que si eso hacía, lo más probable es que despertara. Ella negó con la cabeza y se conformo con darle una bendición. Una oración simple que su madre les había enseñando. Una plegaria por y para su protección

Con Dios me acuesto, con Dios me levanto

Con la Virgen María y el Espíritu Santo

Que no pase de este umbral, sin que jure por su vida

Que María fue concebida sin Pecado Original

Algo simple, era una cuestión de FE, algo que no siempre tenía pero que al menos con esa oración recuperaba. Una leve sonrisa antes de avanzar a la puerta. Un paso seguro por que sabía que su hermana mayor estaría bien. Ella tomo la perilla y la giro, cuando su hermana se quejo. Una pesadilla nocturna probablemente. Ella la contemplo sin decir nada, quería asegurarse de que estaría bien. Solo había una forma de aseverar eso, por lo cual volvió al sitió donde había dejado su laptop, y tras garabatear una nota de despedida, y asegurar su ya pesada mochila, salió de la habitación…

El sonido de su celular al vibrar hizo que reaccionara de sobresalto. Confundido el chico miro hacía ambos lados al tiempo que intentaba recordar donde podía estar. Es cierto, el se encontraba en un cuarto de hotel, su hermano mayor dormitaba a su lado. El último trabajo que habían tenido resulto más difícil y pesado de lo que esperaban…

…y su celular seguía sonando. El quejido de parte de su hermano lo obligo a apresurarse a buscarlo. Ha como pudo, el joven tentó el buró, pero su celular ahí no estaba

-¿Dónde demonios…?-. Se estiro para encender la lámpara de su buró, y lo encontró. El pequeño objeto gris brillaba a los pies de su cama, justo al lado del sitió donde había dejado sus zapatos deportivos. Una sonrisa antes de tomarlo y contestar finalmente

-¿Si?-.

-¿Sam eres tú?-.

Era esa voz femenina, la cual le produjo un fuerte escalofrío. El se mareo, por lo cual giro en su cama, el problema es que ya no había cama. El ruido de su cuerpo al impactarse contra el frío suelo

-¿Sam? ¿Estas bien?-. Dudo la voz

-Lo siento…-. Intento ponerse de pie, aun con el sentimiento de confusión atorado en su garganta

-¿Sam? ¿Te caíste de la cama?-. Hablo una segunda voz masculina

La voz proveniente del teléfono soltó una pequeña risa

-¿Acaso te asuste?-. Dijo con un tono de voz incluso mas dulcificado

-No, yo no…-. El miro alrededor hasta que sus ojos se encontraron con un extraño reloj de pared en forma de pez. Este marcaba las 5 AM. Tenía menos de 3 horas de haber llegado a ese hotel, no había descansado para nada debido a los dolores ocasionados por los golpes que había recibido, dolores que nunca le confesaría a su hermano mayor por temor a que lo considerara débil, y si a esos dolores, se sumaba el nuevo producido por la caída de la cama… y sin embargo, esa voz femenina lo hacia sentirse un poco mejor

-Lo siento, tuvimos un trabajo pesado pero ya reaccione-. Se acomodo en la cama, -¿Todo esta bien?-.

Ella tardo en responder, y eso lo preocupo enormemente

-¿Jean? -. La llamo suavemente, -¿Sigues ahí? ¿Esta todo bien?-.

-No Sam, Ann huyó-.