Mascara de la Muerte, Hyoga y Milo, se reúnen de nuevo para hablar acerca de sus vidas después de terminar la grabación de Saint Seiya.
Mascara de la Muerte:
—caballeros, conocí a un ser tan precioso, que por bello le di un oso, tiene los ojos azules tan lindos como una onda infernal.
Ayer caminando por el santuario, al parar de repente en la esquina, me la trompeé sentí que era mía aquella extraña mujer.
Ya, llevo seis sagas saliendo con ella es tan fácil de amar, todas las noches la llevo conmigo a mote liar y la regreso temprano a su casa para que se pueda cambiar
Ella, es tan frágil, tan dulce, inocente, sin ninguna maldad, esta llena de espinas, de maquillaje y silicona, lo más raro que he tenido en mi vida lo puedo jurar.
Milo:
—Camarada, esa mujer a quien dices que amas, es quien se traga mi cuerpo en la cama, una loba vestida de seda, muerta de hambre por mí.
Ella, hace el amor a la inversa, y en cuanto al sexo ella es una insaciable, me tiene el cuerpo rasgado y aruñado de tanto querer.
Ella, hace algunas ovas atrás es mi mosa prohibida, el placer ilegal, ni me deja, ni da permiso, ni puedo de sus garras escapar, es un vicio que me inyecta que no puedo evitar.
Ella, la que aparenta ser dulce, inocente, sin ninguna maldad, es la loba que llena mi vida de curiosidad, ha logrado envolver a los dos, ja, que casualidad.
Hyoga:
—¡Amigos!, me sorprende tanto que por fin se hayan hablado, calladito sin chistar a los dos he escuchado, ahora les pido que se callen y escuchen muy bien lo que voy a decir…
Después de tantos capítulos de estar separados, quiero decirles que al fin la he embarrado, con un caballero que un día a doce casas de aquí conocí Yo presentí que algo estaba pasando cuando un día lo vi.
Caminando de gancho de otro presente hoy aquí (como así), es difícil tener que aceptarlo esa loca es así. Ella la que es tu novia tan dulce y tu amante hambrienta de placer la que en las tardes a oscuras a ustedes logro enloquecer hace películas porno, ella es un el.
¡El-la jura que nos quiere!
Fingiendo ser dama se apoderó de mí y yo la hice feliz sin saber su homosexualidad.
¡El-la jura que nos quiere!
En la vida a veces se dan esos casos, ese hombre me dejo con la billetera hecha pedazos
¡El-la jura que nos quiere!
Jamás pude imaginar que con mis buenos amigos el se fuera a acostar y que los dos se fueran a dejar
¡El-la jura que nos quiere!
Mordí sus nalgas y se llevo las llaves del apartamento.
¡El-la jura que nos quiere!
El-la jura que nos quiere que sin nuestro amor se muere.
¡El-la jura que nos quiere!
En la saga de hades fue mi gran querer ahora en la morgue es donde lo yo lo quiero ver
