Personaje principal: Miranda Lotto.
Desclaimer: Ningún personaje me pertenece, todos son de Katsura Hoshino.
Aviso: Este fic es parte del "Mes de apreciación: Miranda Lotto 2015", del foro "Resurgiendo entre las Cenizas"
Cuatro
Entonces el arma estaba en su cuello, ahí, posado de forma tal que parecía más una caricia que un aviso del final abrupto de su patética existencia.
Miranda a ello quiso cerrar los ojos. Cerrarlos hasta que todo haya acabado, y de ahí ya no abrirlos más, porque de hecho, sería un imposible. Ese sería su fin. No habría más. Ya no existiría Miranda la patosa, Miranda la torpe eternamente desempleada, Miranda… la que inspiró a niños para varias canciones repletas de mofas.
Pero al final la cortina de sus párpados no denegó su visión, y de acuerdo al sentido común de todas las personas, ella tampoco pensó en escapar. En sí, ya lo sabía, ella no se salvaría, el acecho constante venía con una razón. El no poder escapar, ya le comentó hace un mes que este sería su fin. Y al ver a su agresor –agresora-, supo… que lo merecía.
Así que bien, ella esperó. Con el cuerpo temblando, lágrimas en los ojos, y… con un miedo demasiado denso como para poder negarse; esperó.
Y al final con el tiempo transcurrió, y tras la duda de quién pondría punto y final a su existencia; el arma se movió. Y trepó a tientas hasta sus labios, el interior de su boca, y descansó ahí un momento, encima de su lengua. Miranda sintió el sabor a metal del revólver, y sus papilas gustativas saborearon otro gusto más. A lo mejor era pólvora. Y al pensar en ello, no pudo evitar dejar salir una respiración sofocada, que también se dio en su interlocutora.
Tenía miedo y… ella, también. La estaba viendo con un río desbordando de sus orbes, y un temblor tan fuerte que le impedían tener a lo que traía en manos, en perfecto control. Miranda quiso dar una risa derrotada por la imagen que tenía en su enfrente. Mira, ella era una inútil hasta en cosas como esa. Mira… hasta en su fin… ya era hora.
El arma retumbó en la habitación, y Miranda dejó de ver lo que sea que podía observar. Ella se desvaneció, y la ahora asesina no era más que un recuerdo lejano, o no… aún la sentía, hasta en su último respiro, ella estaba ahí.
.
Estaba presente, como en toda su vida había estado.
La historia ya era en sí confusa, pero… por como tenía que ser su orden, esto es más confuso aún.
Bien, como sea, les aviso, esta historia va en retroceso. O sea, empieza en el final, y acaba en el comienzo, supongo que varias dudas se irán resolviendo con el tiempo, y si no es así, tengo planeado resolver todo enigma en mis notas del capítulo final –o el comienzo, jajaja-.
Aún con todo… ¿A alguien le gustó la historia?
