Hola! Em este es mi primer fic, y espero que les guste n_n

Aclaración: ninguno de los personajes de Naruto me pertenece solo le pertenecen a Masashi Kishimoto (por desgracia u_U).

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Shinigami?

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¿Qué es un shinigami? Siempre me hice esa pregunta, pero lo único que siempre apareció como respuesta fue, un dios de la muerte, pero en todo caso de que así fuera, ¿es malo un shinigami?

Se preguntaran el porqué de mis cuestionamientos, desde que tengo memoria siempre he estado encerrada en mi jaula de oro, afortunadamente o desafortunadamente para mí, mi padre posee una gran compañía, la cual le deja unas "aceptables" ganancias, en consecuencia de ello siempre he sido como de esa clase de animales de cautiverio.

Lamentablemente cuando nací fui una bebe muy débil y propensa a cualquier enfermedad, a pesar de los cientos de médicos que mi padre contrato para que me atendieran, ninguno de ellos fue capaz de mejorar mi salud, lo único que pudieron hacer fue prolongar mi vida un poco más, lo que es bastante irónico llevan años dándome un tiempo límite y siempre lo sobre paso, pero ellos insisten en que en cualquier momento podría estar mi vida en riesgo.

De forma que yo quede encerrada aquí en un enorme cuarto vacío, y todo para mi propia "seguridad", sin embargo, yo preferiría salir, estar con mis padres y mi hermana menor, cierto no les había dicho ¿no es así?, tengo una hermana 5 años menor que yo, ella y mi madre están viviendo en Francia, aparentemente mi madre no pudo soportar tenerme en esas condiciones o al menos eso es lo que ella argumenta, de modo que mi padre y yo nos quedamos aquí en Tokio, aunque él siempre está en su trabajo casi nunca lo veo, así que heme aquí con máquinas alrededor de mi cuarto las cuales están al pendiente de toda clase de cambio que tenga mi cuerpo, pero aún tengo la pequeña esperanza de que algún día yo pueda ser lo suficientemente fuerte para poder hacer cosas que la gente normal hace.

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–Srita. Hinata ¿puedo pasar? –me pregunta una voz detrás de la puerta

–Adelante–respondo, entra una de mis enfermeras y por cierto mi mejor amiga, Midori, tiene 23 años, ella empezó a trabajar aquí hace tres años, después de un tiempo se volvió mi enfermera personal, y por lo mismo empezamos a convivir más.

–Señorita, es hora de su medicina– me menciono mientras sacaba de un frasco las pastillas, yo solo la mire recriminatoriamente, después de un rato se percató de mi mirada –sé que puede ser horrendo tomarlas pero son necesarias–me dijo mientras me extendía su mano para que tomara unas pastillas de color blanco.

–No me molesta tomar mis m-medicamentos es s-solo que, pensé que ya habíamos d-dejado atrás las formalidades–murmure mientras me tomaba los medicamentos, ella sonrió, y se sentó cerca de mi cama.

–Perdona Hinata es solo que ya es la costumbre–dijo apenada, volteo a ver hacia un punto de mi cuarto y tomo un fuerte bocanada de aire, fruncí el ceño su comportamiento era muy raro – Veras, tengo un pequeño compromiso, y tendré que partir esta tarde y regresare pasado mañana así, tu padre accedió a mi petición pero yo que quería avistarte, de verdad lo siento mucho en especial por dejarte sola –dijo algo preocupada y con un deje de culpabilidad –y sobre todo mañana en un día tan especial, no todos los días cumples 16 años eh? –comento intentando alegrarme.

–Ya veo. . . –musite algo triste, en ese momento tomo mi mano para llamar mi atención –pero te prometo que te traeré un sorpresa y tal vez pueda traerme a escondidas un pastel o algo así, celebraremos tu cumpleaños te lo prometo –juro mientras apretaba mi mano fuertemente.

–De acuerdo, p-pero, que el pastel s-sea de chocolate –respondí bromeando un poco, ella asintió me dio un beso en la mejilla –Nos vemos luego futura cumpleañera –se despidió mientras desaparecía tras la puerta.

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La tarde paso increíblemente rápido, dándole oportunidad a la noche de que hiciera su aparición. Voltee a ver el calendario era cierto hoy era 26 de diciembre mañana seria mi cumpleaños, suspire acongojadamente, y cedi ante el sueño.

Se escuchaba una voz, ¿sería Midori? Enseguida descarte la idea al notar que esa voz era ronca y masculina, quien sería ¿mi padre?, tal vez el vino, mi corazón latió rápidamente abrí mis ojos, me senté en mi cama busque la procedencia de la voz con la mirada.

Solté un grito ahogado, definitivamente ese no era mi padre, mi mirada se encontró con un chico con cabellos negros, y ojos igualmente negros, su piel era nivea, y era realmente atractivo, vestía unos pantalones azules, y una playera blanca y nos zapatos negros, y portaba en su mano un extraño abanico de color rojo con blanco.

–¡¿Q-quién eres? –le pregunte un tanto asustada, en su cara se mostró claramente su perplejidad.

–¿Puedes verme? –pregunto seriamente exigiendo mi respuesta, ahora que lo pensaba en realidad si se parecía un poco a mi padre, yo solo asentí.

El soltó un bufido es frustración, camino en círculos, y finalmente se detuvo, y comenzó a andar en dirección mía, se detuvo una vez que estuvo frente a mí.

–Mi nombre es Uchiha Sasuke, soy un shinigami y vengo por tu alma –declaro tranquilamente, abrí mis ojos desmesuradamente, el simplemente sonrió arrogantemente, definitivamente esta no era la mejor forma de comenzar mi cumpleaños.

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