Notas de autor: Ni la Len y ni yo estamos muertas, pero tampoco estábamos de parranda. La vida es así, a veces actualizas y otras te pierdes en el perdido fandom. Total, como ayer fue nuestra aniversario, inspiradas por el trailer 2 y por F.R.I.E.N.D.S estamos aquí con una nueva historia, un takari. Nosotras escribiendo Takari, es una gran novedad. Bueno, les cuento que esta historia salió de los capítulos en los que Ross se entera que Mónica y Chandler son pareja, claro que tiene nuestras grandes aportaciones, esperemos que los disfruten, como nosotras. Quizás ya no se acuerden de los trolls más grandes y sensuales que el fandom de digimon tuvo alguna vez, quizás se emocionen por el regreso de pídeme esta, quizás digan que ya se pudrió todo con nuestras babosadas xD. Pero oh, aún hay mucho de nosotras.
Disclaimer: Digimon no nos pertenece, pobre del mundo si fuese de nosotras.


IN FRAGANTI

CAP I: Tontas teorías de amor


Apenas abrió la puerta de su departamento y vio a su siempre alegre hermano del otro lado. Aún así supo que algo no andaba bien con él.

—¿Quieres una cerveza? —ofreció el rubio mayor.

—¿Qué? A esta hora… ¿estás loco?

Matt sólo alzó sus hombros sin darle mayor importancia, para posteriormente estirar su brazo al interior del refrigerador y alcanzar su tan ansiada cerveza. No veía nada de malo beber una a las 11:30 de la mañana.

—¿Tomaste desayuno? —preguntó el menor, demostrando preocupación por su hermano.

—Ahora lo haré. —y alzó su cerveza demostrándoselo.

Era una causa perdida…

—Bueno… ¿Me dirás por qué viniste de madrugada o no?

¿Madrugada?, ¿a las 11:30? OK…

—Eh… Sí, bueno… Necesito un consejito de mi hermano mayor…

El mayor alzó sus cejas y desvió la mirada levemente. Él quería mucho a su hermano menor, pero, sinceramente, si había ido a molestarlo tan temprano sólo para pedirle un consejo —cosa que hacía muy a menudo—, podía simplemente levantarse, caminar hacia la puerta e irse a la real…

Suspiró. —De acuerdo…

Era su hermano, y pese a que ya sea un hombre hecho y derecho, seguía viéndolo casi como un niño. Además, Takeru y sus constantes peticiones de consejos no le ayudaban mucho a dejar de verlo como tal.

En serio, debía conseguirse más amigos…

—La verdad lo he pensado mucho, y no es que esté de acuerdo con esto, pero tampoco me quiero meter en sus asuntos, es decir, ella sabrá por qué hace o no las cosas, pero también es algo que me concierne y creo que también tengo derecho a opinar sobre esto, pero no quiero pasarla a llevar con este asunto. Por otra parte, siento que lo que hacemos no es correcto, que hay otras formas de actuar frente a una situación así, aunque no me molesta, de hecho, hasta me gusta en parte todo esto de la intriga, la emoción, el romance… me recuerda a las novelas, sobre todo a las que a ella le gustan, pero eso debería quedar sólo para eso, las novelas, no para la vida real, porque somos dos personas adultas y debemos actuar como tal… Creo. —pausó. —La verdad tampoco me siento muy adulto, menos en una situación así, es como si hubiese vuelto a la escuela, que las mariposas en el estómago volvieron al igual que las ansias de ver a esa persona que amas, que el corazón se te acelera cuando tomas su mano y…

Blah, blah, blah…

Matt mantenía firme su cerveza con una mano y la otra la utilizaba para apoyar su cabeza ya aburrida de las ridiculeces que hablaba su hermano.

¿Acaso no se callaba nunca?

La carrera de Literatura le venía como anillo al dedo, era un melodramático. Y la verdad, ni entendía realmente cual era el consejo que necesitaba, es decir, ¿en algún momento pararía de hablar y vendría una pregunta a la cual él tendría que dar respuesta?, ¿una respuesta tan melosa como su discurso?

Suspiró nuevamente.

Si bien ya tenía bastante práctica escuchando las empalagosas pláticas de que amada novia, esto era completamente distinto…

¡Ella era una mujer!

Ella podía darse lujos, y uno de ellos era ser melodramática, ¿pero su hermano?

Repentinamente una duda invadió sus pensamientos.

¿Acaso Takeru necesitaba consejos sobre cómo decirle al mundo sobre su sexualidad?

Ya estaba intrigado.

—¡¿Qué?! ¡Hasta cuándo! Dime de una vez por todas qué es lo que te pasa. —alzó la voz Yamato, ya harto de las idas por las ramas de su hermano.

Noto que su hermano abría los ojos considerablemente ante su alza de voz. Finalmente los cerro, suspiró y abrió su boca para lo realmente importante.

—¿Recuerdas a Kari? —pregunto inocente.

Matt lo mataba… Ahora sí.

El menor se dio cuenta que ya no podía mantener más su verborrea.

—¡¿Qué mierda tiene que ver Kari?!

Debió haberlo previsto… Eso, y su melosidad extrema debieron ser una pista muy obvia para él.

Pero no.

—Ella y yo somos novios.


Tai de vez en cuando desviaba la mirada hacia su lado, Sora sujetaba su mano mientras la acariciaba suavemente con sus dedos. Ambos escuchaban atentos el relato de la castaña y reían de ves en cuando al unísono.

—¡Eso es ridículo! —exclamó la pelirroja.

—¡No! —negó rápidamente. —Es totalmente comprensible. ¿Qué más podía hacer?

Conociendo a Mimi, nada.

—¿Qué harías tú si de la nada llega Kari y te presenta a su novio? —preguntó esta vez dirigiéndose al moreno. —Bueno, no es exactamente lo mismo, porque Kari ya es toda una mujer… Es obvio que en más de alguna ocasión te haya presentado a un novio, ¿no?

Por alguna razón, Matt comenzó a toser. No le dio mayor importancia, ya iba por su tercera cerveza, quizás sólo eran las burbujas de la bebida. Típico de un ebrio como él. —Pues te equivocas querida Mimi… Mi hermanita no está en edad de tener novios porque aún es una niña.

—¿Niña? ¡Por favor! Mi primo tiene 15, yo lo veo como un niño, casi como un hermanito, pero ya es un adolescente… Es normal que tenga una novia.

—Y si es tan normal —se atrevió Sora. —¿Por qué cuando te la presentó le hiciste la vida imposible?

—Porque no es digna de él… ¡Duh! Por eso digo que pensé que quizás Tai me entendería, pero ahora que lo pienso, esa situación sería totalmente distinta a esta.

—Kari es una niña de bien. —aseguró. —Ella nunca ha tenido novio, ni lo tendrá.

¿Novios?

¿En qué momento había pasado todo eso? Era ridículo, estúpido… más que obvio. ¿Cómo no se dio cuenta antes?, ¿cómo no se dio cuenta SOLO? Eso era lo peor…

Tantas preguntas pasaron por su mente —¿Cómo pasó eso?, ¿cuándo?, ¿era en serio?, entre muchas otras—, pero sólo una logró formular, una que DEBÍA realizar, y que en parte ya hasta podía intuir la respuesta.

¿Tai lo sabe? —Takeru negó. Que empiece el interrogatorio. —¿Alguien lo sabe?

Nadie. Lo hemos mantenido en secreto.

¿Piensan decirle?

Supuso que no, y realmente lo entendía de ser así.

Ella cree que no es el momento.

¿Piensan mentirle?

No mentirle —aclaró. —, sólo… ocultárselo hasta encontrar el momento indicado.

Con Tai nunca habrá un momento indicado para eso… —Matt suspiró. —Yo pienso que lo mejor es ir siempre con la verdad por delante…

Claro. Eso era algo obvio, mas no así con su moreno amigo… él superaba todas las leyes de la lógica.

Entonces… ¿crees que deberíamos decírselo?

Yo no he dicho eso… —reafirmó rápido. —Si ustedes están felices y se sienten bien en su relación, entonces adelante. No tienen que darle explicaciones a los demás.

¿Ni siquiera a Tai?

En especial a Tai… Él era capaz de hasta matar a cualquier hombre que osara acercarse a su "pequeña hermanita" antes de aceptar la realidad, que ella era una mujer adulta y podía hacer lo que quisiera con su vida.

Observó con atención a su amigo… Iluso.

—Amor, no seas tan radical…

—¿Radical? Sólo cuido lo que me importa… Con nuestra hija haré lo mismo.

Mimi alzó sus cejas y sonrío mientras estiraba su mano para alcanzar su trago. —Prepárate amiga. —dijo para luego beber del vaso.

¿Sora?

¡Tai es quien debía prepararse!

Por una parte estaba ansioso porque se destapara todo aquel secreto frente a las narices de Tai, aunque por otra parte, él era su mejor amigo… Lo conocía, y estaba seguro que no sería un asunto que tomar a la ligera.

En serio, Tai debía prepararse.

También su hermano, quien no dudaba de los impulsos homicidas que tendría el moreno más adelante contra el menor.

Y… ¿Cuánto llevan? —se atrevió a preguntar.

Tres meses.

¡Tres meses! ¿Y él no se había enterado? Vaya que eran buenos ocultando las cosas.

Eran como unos ninjas enamorados.

—¿Matt?

—¿Ah?

—Estás muy callado —habló la castaña. —¿Te pasa algo?

—No nada, estaba… pensando.

Por alguna razón no se quedó tranquila. Pero ella conocía a su novio, si algo le preocupaba no tardaría mucho en comentárselo. Lo sabía.

—¿A qué hora piensan llegar los chicos?

Tai fue el primero en impacientarse.

Mimi observó la hora en su celular. —Izzy pasó por Joe, Yolei y Ken. Deben estar por llegar. TK dijo que llegaría con Davis… Supongo que Kari también anda con ellos…

Supones bien…

Era obvio que esos dos andaban juntos, y también era obvio que antes de ir por el festejado, habían pasado toda la tarde juntos haciendo cosas de pareja… O quizás aún no terminaban y Davis yacía esperando en su casa aún… Podrían pasar horas.


Un mensaje de Kari a Mimi les avisó que estaban en el lobby del edificio, que subirían pronto. Era momento de afinar los últimos detalles antes de apagar las luces y esconderse, a la espera de que el rubio abra la puerta.

—Cállense —ordenó Sora en un susurro para Mimi y Yolei, quienes no paraban de reír. La de anteojos había llegado mucho después que ellas, pero al parecer se había puesto a la par de la castaña en cuanto a los tragos bebidos y ahora no aguantaban la risa.

Mimi presionó sus labios mientras que su acompañante optó por tapar su boca con ambas manos en un fallido intento de dejar las risas.

Finalmente TK abrió la puerta y le dejó espacio al moreno para que entrara al departamento, en ese momento el primero encendió las luces y todos saltaron en torno a un gran grito de "¡Sorpresa!", dejando al festejado impactado.

—¡Mierda! —exclamó el moreno en parte por susto. Realmente no se lo esperaba.

—Al fin llegó el motivo de esta celebración. —afirmó Tai, quien fue el primero en ir a abrazarlo. Davis lo correspondió, proporcionándole palmadas en la espalda. Abrazo de machos. —¿Estás emocionado?

—Mucho… Nervioso más que nada.

—Lo harás bien. Confía en ti mismo. —lo miraba casi con orgullo. —Aún no puedo creer que vayas al Mundial Sub-20…

—¿Por qué no? Es un excelente jugador, es obvio que el entrenador lo haya nominado.

Tai asintió, y el joven sonrió ante los halagos de ambos.

Uno a uno fueron yendo a saludar a Davis y felicitarlo por este nuevo logro, así se dio inicio a la celebración, que en realidad, sin desprestigiar al moreno, pero para el grupo no faltaban motivos para reunirse y pasar un rato agradable juntos.

La velada avanzaba normal, como siempre, todos compartían con todos, charlaban, bebían, reían, comían… Sin embargo había algo que al mayor lo tenía intranquilo…

Y es que es de esos con gran sentido de la responsabilidad, como el mayor del grupo y como médico de cabecera de todos los digielegidos, se dedica a diagnosticarlos, tanto física y mentalmente, en cada reunión que tienen y a las que él puede ir.

Había pasado ya bastante tiempo desde la última vez que los vio a todos juntos, o desde que él pudo asistir a una fiesta con ellos. Por eso, alejado en un rincón se dedica a diagnosticarlos, basándose en los viejos historiales que yacen en su memoria.

Joe Kido se dedica a beber té y relajarse, mientras agudiza sus sentidos al ver a sus amigos. Todos están en esa despedida para Daisuke, quien en dos días más se iría de gira con el equipo de fútbol.

Considera, sentado en el fondo, que los niveles de alcohol en cada uno de sus amigos son normales y que aún no es tiempo de interferir y hablar sobre los riesgos que acarrean los excesos.

El anfitrión estaba feliz, Tai lo aconsejaba y le daba técnicas para que las pusiera en prueba en los partidos, Ken compartía su opinión muy de vez en cuando —que la conversación era casi exclusiva de ellos dos—.

Al tiempo, Izzy y Matt charlaban y las chicas —Mimi, Sora y Yolei— están en una de sus pláticas de mujeres y es aquí cuando algo altera su diagnóstico de amigos: Kari es la cuarta mujer del grupo y no está ahí.

Y lo recuerda, ella y Takeru se han ofrecido a ir a comprar más cerveza y si lo piensa bien, esos dos se han prestado a hacer todo —servir, preparar botanas, ir a comprar—.

Interesante.

—¿Qué tanto piensas?

Mandó su vista a Koushiro, que lo ve con una ceja alzada.

—Como que Kari y Tk ya se tardaron, ¿no?

—¿Y?

—Solo pensaba.


—Tardaron mucho.

—Eh, bueno… —Kari pareció meditar la respuesta —hay mucho tráfico.

Arqueó una ceja. Como buen médico, para dar su diagnóstico necesitaba investigar el origen de los síntomas de los enfermos.

Enfermos de gravedad o enfermos de amor. Si era lo que sospechaba, ¡JÁ! Hasta se sentía viejo por ver cómo los más chicos crecían.

—Luces diferente, Takeru.

—¿Diferente cómo?

—No sé… ¿Más feliz?

—Pues me está yendo bien —contestó con simpleza, eso le pareció más sospechoso.

—¿En qué? —indagó más. Pudo apreciar un fugaz sonrojo en las mejillas del rubio.

—Eh, pues… ¡En todo! La escuela, el básquet, mis amigos.

Si le preguntaban, era curiosidad médica, solo buscaba aterrizar la teoría acerca de si las personas son más felices en pareja. Porque ese par, los más pequeños del grupo, habían estado sospechosamente bien felices y sospechosamente bien juntos.

—Izzy, necesito hablar contigo —y es que él era parecido como él: amantes de la ciencia.

—Creo que Tk y Kari son pareja.

—¿Bebiste de más? —se burló de él, pero Joe lo vio tan serio que enderezó su postura —¿Quieres hablar en privado?

Asintió e hizo una seña para irse a la cocina.

—Bien… —rodó sus ojos con fastidio —¿Qué te hace pensar que Kari y Tk están juntos?

—Precisamente eso.

—¿Qué?

—¡Qué están juntos! —exclamó desesperado. Hasta se sintió decepcionado que Izzy no estuviese atento a lo mismo que él.

—Siempre lo están, desde que eran chicos. Son amigos, si fueran algo Tai ya hubiera matado a Tk —respondió con toda la madurez que le caracterizaba.

—Tengo una teoría —dijo mientras sacaba una servilleta de su bolsillo y la ponía en su mesa.

—¿La escribiste en una servilleta? —él era un nerd, pero Joe lo superaba, lo acababa de descubrir.

Asintió, Joe consideraba eso normal porque como médico a veces se dedicaba a escribir notas: enfermedades, nuevos tratamientos, medicamentos, en cada papel que viese.

—Mira —señaló —estos somos nosotros —Izzy observó varias letras azules.

—La "T"es de "Tai" y la S de Sora. Y están juntos porque…

—Son las pareja —interrumpió —supongo que toda la servilleta es la sala —por eso le gustaba conversar con Izzy, él entendía rápido y amortaba mucho —cada letra representa el nombre de nosotros y las flechas nuestros recorridos —aclaró —este debe ser Davis —era el tercero en discordia, observó que a "S" de Sora tenía varias flechas que iban y venían a donde su novio y sus amigas.

—Ajá. Estos son Ken y Yolei.

—Los otros dos son Matt y Mimi. Y este —indicó el punto más lejano —eres tú.

—¿Ves algo extraño?

Izzy observó detalladamente. La letra que se supone que es él, estaba o con Matt y Mimi o acompañando al más solitario. Hasta había flechas que indicaban sus recorridos, cosa que le dio escalofrío.

—Tk y Kari están juntos… siempre—suspiró.

—¡Exacto!

Y pareció extraño por un momento porque, inclusive las parejas más añejas tenían trayectorias que iban y venían tanto con amigos y ellos mismos, pero ellos no.

—Son amigos, esto no te dice nada. Davis y Tai han estado platicando todo el rato.

—Tengo otra observación —dijo un poco indignado.

Sacó otra servilleta de su bolsillo e Izzy se preguntó cuándo se acabarían.

—Felicidad en extremo, se sonrojan con facilidad, pupilas dilatadas, nerviosismo cuando se les pregunta del tema —empezó a leer.

—¿Síntomas de enamoramiento? —¿Joe veía al amor como una enfermedad?

—Sí.

Achicó los ojos, parecía que Joe tiene mucho que decir así que se resignó a pasarla lejos de la diversión por un rato más. —Está bien, hagamos esto interesante.

Se acomodó en una silla, estiró sus brazos y se tronó los dedos. —Ellos crecieron juntos. De hecho, siempre hacemos bromas de que se casen, es normal que sientan atracción, ya crecieron.

—Exacto. Son como dos gotas de agua.

—Mejores amigos que se enamoran. Puro cliché.

Joe suspiró. —No tiene nada de malo. Supongo que un día Takeru se dio cuenta de lo que sentía por Kari y ésta le correspondió, digo; es su confidente, su alma gemela, mejor amigo. Kari es dulce y Tk es un buen tipo, noble y tierno con ella.

—Ambos son de carácter ameno —analizó Izzy —parece romance de libro de época. Dos nobles almas que se encuentran y se complementan bien —pausó —cliché.

—¿Para qué buscarían otro si ya tienen a alguien que reúne todos los aspectos que uno busca en pareja? En una relación lo más importante es la confianza y ellos se conocen de siempre, saben tanto uno del otro que…

—La cuestión aquí no es por qué se enamoraron —intervino Koushiro —el amor te llega cuando menos lo esperas. La cuestión aquí es que yo los veo tan normal, si estuvieran enamorados no ocultaran su amor y menos con sus amigos.

—Se te olvida un factor: el hermano mayor celoso —explicó Joe.

El pelirrojo se quedó callado unos minutos, buscando más objeciones y tratando de defender a Tai, pero no las encontró. Para él, seguía siendo normal verlos juntos si son inseparables.

La puerta se abrió y Ken la atravesó. Observó las servilletas en la mesa y una chispa iluminó sus ojos —pensó que quizás hablaban de cosas de física—. Ya conocía la rutina, cuando estos dos debatían de cosas así, se alejaban de todo y Joe sacaba sus notas. Quiso unirse y aportar algo.

—¿De qué hablan?

—La química de dos almas —se mofó irónico.

—Ken, ¿Tú crees que Kari y Tk están juntos? —preguntó serio Joe, el de cabellos azules permaneció callado.

—Joe dice que son pareja porque toda la noche han estado juntos, que ve síntomas de enamoramiento en ambos —aclaró Izzy, mientras se recargaba en el respaldo —ambos decimos que si eso es verdad, su relación se fundamenta desde su infancia y cae en el cliché de "mejores amigos que se enamoran".

Ken asintió y se acomodó.

—Apoyo la noción del cliché. Los dos crecieron juntos, pero por lo mismo… No me parece válido el fundamento de que "porque no se separan, ya son novios" siempre lo han estado.

—Ambos ya crecieron, ya buscan romance, ya no más juegos infantiles.

—Eso es normal, pero que sean pareja. ¡Necesito más pruebas!

—¿Qué más quieres que eso? ¡Ambos son románticos y afortunados!

—Yo los vi besándose —interrumpió abruptamente, antes de que se gritaran más.

—¿¡Qué!?


Este es el final del primer capítulo. Nos pareció genial cortar el capítulo en la parte en que Ken manda a volar todas las analogías de Joe e Izzy. Intentamos hacer que quedara bien club de nerds xDD

Hagamos una dinámica, el que adivine qué va a pasar cuando Tai se entere de que su hermanita tiene un novio pervertido, tendrá una sorpresa.

Ya se dieron cuenta que Matt es el mejor hermano mayor de la historia, también que poco a poco se irán enterando todos. xDDD Esperamos que no se hayan aburrido con tanta teoría de los nerds y tanto romanticismo de Tk XDDD D