Disclaimer: HP no me pertenece.


Tras la sonrisa de un bebé

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Draco tarareó una suave canción mientras tomaba al pequeño bebé entre sus brazos y lo mecía con suavidad, deleitándose de su suave perfume. Lo acercó a él y le dió un beso en la frente, mientras le sonreía.

-Hola-susurró despacio-soy Draco, ¿quién eres tú?-preguntó.

El pequeño no hizo ademán de comprender, pero bostezó dulcemente, y el rubio acarició sus cabellos a la vez que lo arrullaba con suavidad. Caminó hacia la esquina de la habitación y se sentó en la pequeña mecedora, asegurándose de no hacer mucho ruido, por si había alguien alrededor que le demostrara que no era bienvenido. El viento pasó a través de la pequeña apertura de la ventana, y el carrusel móvil de la cuna sonó una pequeña melodía, que atrajo de inmediato la atención del pequeño, quien poniendo una adormilada atención al juguete, rió alegremente.

-Ahora lo entiendo-susurró Draco, mientras colocaba la cabeza del pequeño sobre su hombro, y se ponía de pie nuevamente. -Así que esto te hizo reír, ¿Sabes, pequeño? -exclamó separándose levemente de él y alzándolo para que se miraran a los ojos-cuenta la leyenda que, cuando un niño ríe por primera vez, en ese mismo instante, nace un hada; no se si eso sea verdad, pero cuando un bebé mágico ríe por primera vez y no hay nadie cerca para verlo, aparece a una persona para que esté con él. No sé por qué me elegiste, -exclamó tomando la pequeña mano entre sus dedos- pero me siento honrado de haber sido elegido. Besó la frente del bebé una vez más y lo sostuvo contra sí, hasta que el bebé durmió. Cuando los balbuceos no fueron más que leves respiraciones, el rubio cuidadosamente lo regresó a la cuna. Unos pasos sonaron cerca, así que el slytherin tomó su varita y lanzó un hechizo de silencio y uno de desilusión sobre él. Se puso en posición de lucha, por si tendría que defender al infante de quien sea que viniera.

La puerta se abrió.

-¿Teddy?-susurró la voz de una mujer mayor, quien solo se asomó por la puerta y suspiró tranquila al ver al infante en su cuna. Ella miró a los alrededores de la habitación y luego cerró la puerta, tras un melodioso 'Dulces sueños, Teddy', y luego lo único que escuchó Draco fueron pasos alejándose una vez más.

Cuando estuvo seguro de que esos pasos no volverían, el rubio se acercó a la cuna y miró al bebé.

-Teddy-repitió-Curioso nombre. Entonces Teddy,-susurró-¿Por qué me has traído, si tenías compañía?

No hubo respuesta a su pregunta, y realmente Draco no la esperaba de un bebé que apenas podía balbucear. Puso un hechizo de calefacción alrededor del bebé y cerró la ventana. Tomó su varita, preparándose para volver a Malfoy Manor y estaba a punto de agitarla cuando se detuvo.

-Dulces sueños, Teddy. Espero verte otra vez, algún día.

Le dio una suave caricia en el rostro y se apareció. Tras él, una pequeña hada de luz voló sobre Teddy, le acarició la nariz, lo arropó bien, y luego, haciendo girar una vez más el carusel, se marchó.

Teddy envuelto en sus mantas, sonrió.