Disclaimer: Los personajes aquí mencionados pertenecen a Nintendo

AVISO: Este fanfic está escrito en contexto de Super Smash Bros. 64


Mario andaba por los pasillos de la mansión. Buscaba a ese par de niños, los que habían dicho que iban a jugar al patio, lugar donde NO estaban.

Ya que sólo eran doce en esa gran mansión, las habitaciones eran personales, y muy grandes, lo suficiente como para que dos niños de seis y diez años entraran a jugar.

Escuchó de repente una puerta cerrarse de golpe. Se dirigió hacia donde el estruendo lo había llamado, resultó ser la puerta de la habitación del pequeño Ness.

Iba a abrirla, pero desde adentro le pusieron el seguro, por lo que intentar abrirla sería en vano. Sonrió, y se dispuso a irse, pero escuchó algo que despertó su interés.

— Bueno, aquí estamos

— C-creo que ya no quiero hacerlo, Link...

— ¡Hey! ¡Dijiste que si veníamos a tu habitación te sentirías más seguro!

— Pero, ahora que lo pienso...

— Basta, Ness, es ahora o nunca.

— T-tienes razón.

Mario se sorprendió mucho de aquella conversación. Por pura curiosidad, decidió quedarse a escuchar.

— Recuéstate, ponte cómodo.

— ¿Así?

— Mmmm, creo que sí.

Mario levantó una ceja.

— Link...

— ¿Si?

— ¿M-me va a doler?

Escuchó un suspiro por parte de Link.

— Es probable ¿Es la primera vez que...?

— Sí, y tengo miedo

Mario puso una mueca bastante graciosa de horror.

— ¿De verdad es la primera?

— Sí, y prefiero que tú lo hagas antes que otra persona.

Mario no podía creerlo. ¡Si sólo eran un par de niños!

— Bueno, tampoco es que se necesite ser experto...

— ¿Quieres decir que no sabes cómo...?

— ¡No! ¡No me refiero a eso! ¡Se lo hice a mi hermano, que tiene tu edad, y todo salió de maravilla!

"Incesto" pensó Mario.

— Ohh...

— En fin... ¿Estás listo?

— No...

— Ness...

— Está bien, sí estoy listo, creo...

— Bien, no te vayas a mover, que será más difícil.

— Ok

Mario se espantó.

— Bien, prepárate...

— Ahh, tengo miedo, Link

— Relájate...

Hubo silencio.

Al rato, Mario escuchó que dentro de la habitación salían gritos.

— ¡Ahhhhh!

— ¡Tranquilízate!

— ¡Duele! ¡Duele!

— ¡No grites!

"Imposible, esto no me lo cree ni Dios..."

¡Ya para! ¡Ya para!

— ¡No lo puedo sacar!

— ¡Hazlo rápido!

— ¡Eso intento!

Mario se pegó a la puerta. Le asustaban esos alaridos provenientes del más pequeño de la mansión. ¿Es que uno de los mejores amigos de ese pequeño le estaba lastimando?

— ¡Auu!

— ¡Te dije que no te movieras!

— ¡Es difícil! ¡Duele mucho!

— ¿Y qué esperabas?

— ¡Buaaa! ¡Sabía que debí haberle pedido al Capitán Falcon! ¡Él es mayor que tú y seguro lo haría mejor y con menos dolor!

— Ay, por favor...

Escuchaba con pena el llanto del pequeño.

— ¡Y yo que iba a hacérmelo solito!

— Oh, vamos, no llores, Ness, no es para tanto

— Claro, como tú estás ahí, y nadie te está haciendo doler...

— Oye, a mí me lo hizo mi padre, y estaba más pequeño que tú, y no se me escapó ni una sola lágrima...

"Pobre niño, seguro por eso busca a Ness"

¡Pero Link! ¡Sácalo de una buena vez!

— Te digo que está muy al fondo... ¡No quiere salir!

— ¡Ay, pero deberías...! E-espera un segundo...

Mario levantó una ceja

— ¿QUÉ ES ESTO, LINK?

— Ehh...

— ¡Es sangre!

— Sabía que debí habértelo dicho antes...

— ¡Buaaa! ¡Moriré desangrado!

— E-es sólo un poquito...

— ¡Ay, ay! ¡Duele!

— ¡Bueno! ¡Si deseas te dejo aquí y...!

— ¡No! ¡Ya empezaste con esto! ¡Ahora termínalo!

— ¿No dices que te duele mucho?

— Soportaré, ojalá...

— Dices...

— Qué va. Solo hazlo. Prometo no moverme... no mucho.

— Está bien. Aquí vamos de nuevo.

Mario volvió a escuchar aquellos gritos de dolor.

— ¡Está saliendo! ¡Está saliendo! ¡Oh, por Nayru!

— ¡Ahhh!

— ¡Cielos! ¡Sí que era grande, ehh...!

— ¡Tu deberías saberlo más que yo, bobo!

— ¡Como sea! ¡Deja de arañarme!

— ¡Lo siento! ¡No puedo evitarlo!

— Mira que yo también quedo con tu sangre, Ness...

— Sí, pero... ¡AHHHHHHHH!

Ese grito casi le revienta un tímpano a Mario.

— Listo, terminé. Ya salió.

— Uff...

Mario escuchaba la respiración agitada de Ness.

— Bien hecho, Ness, eres un buen niño.

— ¿A-aún estoy sangrando?

— Sí, creo que mejor vamos afuera.

— Auu...

— ¡Ya deja de quejarte! Andando...

Mario se escondió. La puerta se abrió, y ambos niños salieron.

Link cogía a Ness de la muñeca. Ness tenía la boca ensangrentada, al igual que las manos de Link.

El más pequeño sostenía entre sus manos un dientecito con sangre, mientras andaba con una mueca de dolor

Al cerrarse la puerta, ambos vieron a Mario, quien estaba en posición fetal, pose que suele poner cuando se esconde.

Ambos lo miraron, y le saludaron con la mano.

Cuando se aseguró que se habían alejado lo suficiente, Mario sacudió la cabeza, y aún en estado de shock, sólo pudo decir:

— Soy un enfermo


¿YO PERVERTIDA? Por favor! Cochinitos, pillines ¿QUien creyó que había hecho una especia de yaoi entre niños? Tampoco estoy tan enferma xd

(Ness, Lucas, Popo o T.L no cuentan, ellos son pubertos DIJE!)

EN fin ¿QUe les parecio?