Hetalia no es de mi propiedad le pertenece a Hidekaz Himaruya, este fic esta hecho sin fines de lucro ya tenía tiempo en querer escribirlo pero por falta de inspiración es que no subía nada, escuche una canción que será tomada para el fic y bla bla bla. La canción se llama Día cero de la Oreja de Van Goh El spamano es la pareja protagonista, mas algunas otras que solo serán nombradas. Gracias por leer y espero les guste el resto de la historia, dedicado a mi hermana Noda y a todas aquellas personas amantes de Hetalia…
Cap 1 Día cero
Todo era tan extraño, el sol pegando en su cara, el viento moviendo su cabello, las calles empedradas podía verse a sí mismo y a su hermano de pequeño caminando tomados de la mano de Austria. ¿Donde estaban? Miro a su alrededor y volvió su mirada hacia él pequeño Romano, vio como aquel pequeño miraba al cielo mientras era jalado al caminar, el viento soplo fuertemente tirando las hojas secas de los árboles y llevándose consigo un pequeño pañuelo que sostenía en su peña mano, un chico de paraciencia de 12 años, con cabello castaño, ojos verdes y piel apiñonada atrapo el pañuelo en el aire corrió hacia él y se lo entrego con un hermosa sonrisa.
El cielo se partió en Berlín
El tiro más preciso de mi vida fue a escogerte a ti
La vela se apagó, qué tonta discusión
Mirando las hojas caer
Cosiendo el tiempo a lágrimas, en el mantel me derrumbé
Crujió mi corazón, nunca tuve razón
Siempre supo que de los dos a pesar de ser el hermano mayor el torpe había sido él, su hermano en cambio a pesar de ser débil sabía hacer cosas que él no, Italia sabía perfectamente cómo hacer la limpieza y sin mencionar que se le daba muy bien la cocina. Y esto le quedo tan claro cuando ambos quedaron bajo la protección de Austria, incluso llego a sentir celos cuando España o cualquier otro país pedía a su protector que les cediera a Italia.
Cuando la oportunidad llego Austria se deshizo de él con el más idiota de todos los países y no, no era Francia, España para él era el más tonto de los tontos, especialmente porque no le quería, cuando paso a ser colonia española se sintió mal pues sentía que había sido el remplazo de su hermano pues el ojo verde quería a Italia, pronto su odio se convirtió en amor, suspiro, eso paso cuando España le defendió de Turquía, si todo comenzó esa vez.
Y vivo sin vivir en mí
Y muero a cada hora que se escapa sin saber de ti
Lo siento tanto, tanto amor
El jamás había pensado que algo así le pasaría, sabía que los países nacían, crecían y algunos morían, incluso de alguna forma extraña ellos mismos podían tener hijos o eso le dijo España, pero realmente jamás se imagino tener que cuidar de un bebé en especial cuando el bebé estaba tan relacionado con él, estúpido bastardo español como se pudo atrever a hacerle eso a él.
Me duele el corazón
El día cero se acabó y yo sigo sin tu absolución
Esta madrugada llueve en la ventana de mi habitación
-¡Hey cuidado!- corrió hacia el bebé al ver que este tras andar a gatas, había chocado con una mesita y el florero se caía en dirección del niño. –Realmente será un problema cuidarlo, él no tiene experiencia cuidado bebés y encima de eso el estúpido bastardo no aparecía por ningún lado. Levanto al pequeño niño en sus brazos, le miro y sonrió, camino hacia la ventana observo las gotas de agua golpeando su ventana. Nunca entendió como nacían los bebes entre países, o más bien el abuelo Roma ni España se lo explicaron bien, pero esa mañana cuando lo vio, supo que era suyo.
-Tsk maldición ¿Dónde estás España?-
&Hetalia&
Los girasoles de papel
Miran hacia otro lado en el pequeño cuarto donde ayer
Hicimos el amor, le dan la espalda al sol
Todo comenzó el día anterior cuando España llego a casa después de un largo día de trabajo en el huerto, traía consigo un canasto grande de tomates y en su boca a medio comer un grande, redondo y colorado tomate rojo. En un principio le siguió con la mirada hasta ver que el español dejaba el canasto sobre la mesa replico.
Y vivo sin vivir en mí
Y muero a cada hora que se escapa sin saber de ti
Lo siento tanto, tanto amor
Me duele el corazón
-Maldición bastardo, tardaste ¿dónde estabas? tengo hambre.-
-En el huerto cortando tomates, mira Roma que lindos y jugosos están – dijo mientras tomaba con su mano el tomate que sostenía en su boca – anda abre la boca y prueba-
El italiano desvió su cabeza evitando comer aquel tomate a medio morder que le ofrecía el castaño. –Tengo hambre- repitió.
-Sí, si ya te escuche- dijo el español mientras comenzaba a preparar la comida. –Sabes hoy fue un día muy lindo, deberías salir a tomar el sol y no quedarte tanto tiempo dentro de la casa-
-tsk estoy bien en casa –
-Hoy me encontré con Inglaterra, andaba cerca del huerto y me pidió algunos tomates para hacer un nuevo Scone, al parecer se lo regalará a América, pobre. ¡La comida esta lista!-
Miro como el español colocaba su plato de comida frente de él y le mostraba su linda sonrisa, esa sonrisa que aunque odiara admitirlo le encantaba, todo él le fascinaba. Pero lo que más odiaba era que el castaño hablara de otros países con tanta naturalidad como si los conociera de otra manera, eso lo irritaba demasiado pues recordaba como otras naciones se burlaban de él cuando no podía ni siquiera limpiar o cocinar.
Veo las sombras de algunas palabras
me miran, se ríen, me culpan, señalan
Me arañan con rabia al volar
No volverá a pasar
Qué lindo esta hoy el bastardo, pensó al ver como el español se daba la vuelta para tomar un plato y a acompañarle. Después de haber comido se encontraban en la gran cama del ojo verde. ¿Cómo había llegado hasta ahí después de la comida? Ni él lo sabía, pero disfrutaba tanto estar con el de esta manera, sintiendo aquellos cálidos labios sobre su cuello y aquella mano un poco bronceada por el sol recorrer su cabello y detenerse en su rulo el cual era enroscado y desenroscado provocándole una ya notable excitación.
-Roma hagamos un bebé-
Escucho que le decía España en su oído provocándole un leve escalofrío, su corazón comenzó a latir rápidamente, estaba realmente muy feliz, sentir aquellos besos y caricias le embriagaban como un embrujo era tan cálido y tan dulce, su cuerpo estaba completamente encadenado al español, la ropa comenzó a ser estorbosa, pronto las caricias y besos comenzaron a ser pocos para calmar el deseo de ambos, pronto ambas naciones se volvieron una sola. El nunca había sido tan bueno y aunque no lo parecía era débil, no, el se volvía débil cuando estaba con el español, gracias a esta debilidad termino tan cansado que se quedo dormido en brazos del ojo verde.
Estas eran las cosas que disfrutaba del español, aunque si lo pensaba bien se enamoro de el desde el día en que le regreso su pañuelo, amaba ver aquella sonrisa que le dedicaba, esos ojos verdes que le miraban con ternura, y especialmente escuchar el latido de su corazón le calmaban. Todo lo que estuviera relacionado con el español era su calma y su tempestad.
Y vivo sin vivir en mí
Y muero a cada hora que se escapa sin saber de ti
Lo siento tanto, tanto amor
Me duele el corazón
El día cero se acabó y yo sigo sin tu absolución
Esta madrugada llueve en la ventana de mi habitación
Esta madrugada llueve en la ventana de mi corazón
