Hola! Bueno esta es mi primera vez posteando una fanfic Aoiha aqui, asi que por favor no sean tan duros conmigo!.Jaja espero que les guste, por favor haganme saber sus comentarios! No estoy haciendo dinero de esta fanfiction, la idea de la historia y algunos de los personajes son mios, no, lamentablemente no soy dueña de los chicos de The GazettE u.u solo soy dueña de la idea de la historia, algunos personajes y la PC :33 espero que les guste!

Prólogo

Otro día más en la vida. Otro día más de estar escuchando a gente que me quiere "ayudar", a mi madre diciendo todo el tiempo "¡Hijo es hora de tu medicina!", "Hijo ten cuidado, no te vayas muy lejos de mi vista", "Hijo, ¿cómo te sientes?", "Hijo, ¿crees que vayas a tener una fase en estos días?". Todo era tan cansado y repetitivo, salvo por los momentos en los que tenía una fase, pero esos momentos no eran nada más que puro horror y desgracia. En los momentos de mis fases me convertía en otra persona, por lo que había escuchado, yo nunca recordaba qué hacía una vez entrara en fase. Todo lo había escuchado de mi madre y mi único amigo, ambos se preocupaban por mí a un grado enfermizo, no me dejaban estar solo y cuando estaba en fase se adaptaban a mi personalidad aunque había momentos en los que sabían era mejor dejarme solo. Esos momentos me decían ellos eran los peores, porque salía de la casa donde vivía a mitad de la noche, con ese carácter tan frío, posesivo y depredador.

Mientras cambiaba los canales del televisor para encontrar un buen programa me tope con el noticiero, ahí anunciaban que había un asesino, daban características muy generales ya que nunca un testigo había visto de cerca al tan famoso asesino. La mujer que daba el reporte hablaba con voz suave y aterciopelada, diciendo que tuvieran mucho cuidado porque el asesino era en extremo peligroso, sus características físicas eran: Alta estatura, complexión delgada, piel pálida, cabello largo y oscuro. Mi madre, que estaba cerca dejo caer uno de los platos que lavaba.

"Kumiko, ¿te encuentras bien?" pregunté un poco angustiado

"Sí, estoy bien gracias cariño." Contestó ella desde la cocina

"Kumiko, ¿estás segura?" pregunté levantándome del sillón para ir a ayudar a mi madre

"Sí Yuu, no pasa nada" - contestó dedicándome una sonrisa – "¿Cómo te sientes?"

"Me siento bien Kumiko gracias, ¿por qué tiraste el plato?" pregunté tratando de ir directo al grano

"Yuu, ¿seguro que quieres saber? No te va a agradar lo que escucharás" – contestó ella con duda en la voz y los ojos – "Déjame llamarle a Yutaka para que venga, cuando esté el aquí hablaremos de eso"

Asentí y volví a la sala para seguir viendo la televisión, la noticia del asesino ya había terminado. Seguí cambiando los canales sin prestarle un poco de atención al aparato, que ahora en vez de darme una sensación de des aburrimiento comenzaba a molestarme; el sonido de las voces, los ruidos de fondo de cada programa, los anuncios inútiles, todo comenzaba a ser una masa de ruido indefinido que lastimaba mis oídos.

"¿Qué pasa Yuu?" – preguntó mi amigo Yutaka cerrando la puerta de la casa – "¿Te encuentras bien? Miko dijo hacías preguntas extrañas…"

"¡Yutaka! No es como si fuera a saltar y atacarte, lo sabes…" – contesté sentido por el comentario de mi único amigo – "No estoy en fase…"

"¡Yuu, no lo decía en ese sentido! Sólo estoy preocupado…" - contestó Yutaka angustiado por hacerme sentir mal – "Ven, ¡déjame saludarte como es debido amigo!" dijo Yutaka con esa sonrisa tan deslumbrante que tenía

Sonreí, ese era mi único y mejor amigo. Siempre sabe cómo hacerme sentir mejor, cómo hacerme sonreír. Me levanté del sillón y lo abracé, una sonrisa en labios de ambos. Mi madre salió de la cocina en ese momento, probablemente acababa de terminar con lo que estuviera haciendo allá dentro y salía a saludar a Yutaka. Ambos se saludaron con un abrazo y un beso en la mejilla, Yutaka era de la familia, para Kumiko era su otro hijo.

"Yutaka cariño, ¿cómo estás? ¡Ha pasado tanto tiempo desde tu última visita!" dijo mi madre con ese tono entusiasta y esa sonrisa brillante, reservada sólo para Yutaka y para mí.

"Muy bien gracias Miko" –contestó Yutaka sin dejar de sonreír – "¿Ustedes cómo han estado? ¡No ha sido tanto tiempo Miko! Apenas fueron dos semanas, lamento no haber venido antes, tenía montones de trabajo"

"No importa hijo, lo bueno es que pudiste venir" – contestó mi madre, haciendo un cambio de tono impresionante – "Quiero que me ayudes con algo muy difícil para mí, Yuu pregunta por el asesino que anuncian en las noticias…"

"¿Por qué estás interesado en eso Yuu?" – Preguntó Yutaka con cautela – "¿Paso algo?"

"Lo que pasa es que veía el noticiero, y cuando dijeron las características físicas del asesino Kumiko soltó un plato y se rompió. Tú sabes que ella no hace ese tipo de cosas por ninguna razón" contesté con la voz tan monótona como pudiera

"Está bien, pero no te va a gustar lo que vas a escuchar Yuu, y no creo que sea el momento más adecuado para que te enteres de ello…" – Yutaka al terminar de hablarme volteo con mi madre e intercambiaron una mirada que no supe descifrar – "Creo que lo mejor es que le llamemos a tu psicóloga Yuu… Ella sabrá mejor que nosotros si es tiempo de que te enteres."

"Está bien" – no tenía más opción que esperar a que llamaran a Hitomi y que ella les dijera si era correcto o no contestar mi pregunta – "No tengo otra opción, ¿o sí?"

Yutaka me dedicó una sonrisa que pedía disculpas y saco su teléfono móvil marcando el número de mi psicóloga de toda la vida. Él le comentó la situación a ella y hubo un silencio prolongado, unos minutos después se escuchó la voz de ella diciéndole varias cosas a Yutaka, él solo asentía, al terminar la llamada se dirigió más a mí que a Kumiko.

"Yuu, dice Hitomi que es mejor si te lo explica ella…" – dijo angustiado – "Cree que no puedas reaccionar bien ante la noticia, y que lo más correcto sería que ella te explicara las cosas. Te quiere ver mañana a media tarde, ya está en su agenda, dijo que no deberías negarte"

"Está bien, mañana iré con ella" – contesté algo enfadado – "Me iré solo, no ocupo que me acompañe ninguno de los dos, gracias"