La noche caía sobre el Reino Celeste, era un lugar maravilloso para vivir, lleno de agua, las noches eran tan azules, y las estrellas siempre brillaban con intensidad, en el rio abundaban los pokémons de agua, el palacio tenía su propio estanque y criadero de pokémon de agua, eran los favoritos de la princesa Misty, la más pequeña y heredera al trono al ser la única que logro sobrevivir a la gran guerra que se había desatado 19 años atrás, logrando su madre huir y salvarse mientras se encontraba embarazada de la princesa, ayudados por el Reino Paleta para lograr sobrevivir, por lo que el rey decidió ofrecer en compromiso a la princesa antes de nacer a los reyes como muestra de agradecimiento y unión, ya que los reyes de Paleta tenían un único hijo de 2 años de edad en aquel entonces, la madre de la princesa de Celeste murió al darla a luz, a pesar de eso, ella creció feliz como cualquier niña normal, desgraciadamente cuando ella cumplió los 18 años de edad, su padre cayo gravemente enfermo, los sacerdotes decían que podría morir en cualquier momento y lo único que deseaba el rey era dejar a su última hija, la cual sería la reina, desposada y al cuidado de un buen hombre que la ayudara a gobernar.

La princesa gozaba de una belleza única, sus hermosos ojos verde azulados, unos hermosos labios rosados, un cabello anaranjado y ondulado como el de su madre, el cual le llegaba a media espalda, unas finas y delicadas pero bien pronunciadas curvas.

Pero nadie se esperaba lo que sucedió esa noche de 4 de abril, mientras todos dormían en el reino, las luces del palacio eran tenues, el rey dormía plácidamente y la princesa se encontraba en sus aposentos durmiendo en la espera de su destino, sin que nadie supiera, con la agilidad de un gato y sin hacer ruido alguno, alguien se escabullo por el castillo buscando la habitación de la princesa, el buscaba cautelosamente el lugar donde descansaba la princesa, cuando por fin la encontró, entro, y se acercó cuidadosamente a la princesa, al verla se encomendó rápidamente a cumplir su misión, le arranco el camisón por lo que la princesa grito asustándola y la callo amordazándola con la propia tela de su camisón, todo estaba oscuro, ella no lograba ver el rosto, se sentía tan indefensa desnuda ante él, quien comenzaba a tocarla, mientras ella comenzó a llorar, sin poder hacer más, trataba de gritar pero la tela en su boca ahogaba el sonido, de forma inesperada el hombre que se había escabullido en su cuarto, se había montado sobre ella, separando abruptamente sus piernas, ella intento luchar pero él la abofeteo, y sin más de una sola estocada, la penetro, arrebatándole su pureza, ella grito de dolor, su llanto y gimoteo se hacían más fuertes, mientras el hombre la penetraba bruscamente, mezclando sus fluidos con la sangre que evidenciaba su pureza, hasta que por fin se vino dentro de ella, importándole poco lo que pasara después, mientras ella lloraba y trataba de ocultar su ultrajado cuerpo, el hombre se vistió y salió por la ventana de la habitación de la princesa, sin saber quién era, y que se encontraría atado a su destino.