¡Holass! Estoy emocionada y nerviosa, este es mi primer trabajo de este increíble y mágico universo, adoro Harry Potter y me he enamorado de esta pareja, no veía las horas para escribir de ellos, se me hacen tan maravillosos juntos, los amo n.n

*Situado en el sexto año de Draco y quinto de Ginny, el desarrollo traerá ciertos cambios en la historia*

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen son propiedad de la grandiosa y estupenda escritora J.K. Rowling, la responsable de hacerme soñar con volar a gran velocidad sobre una Saeta de Fuego.

Disfruten la lectura~ n.n

Amor para seguir

By. Emina Uchiha

PROLOGO

Traidor, ese era el calificativo que más lo identificada en los últimos tiempos, el desprecio era lo que más conocía; y por supuesto la soledad.

Él no era la marioneta de nadie, mucho menos de un estúpido ente que se creía superior a todos y deseaba la dominancia del mundo mágico y la destrucción del mundo muggle; era cierto que no compartía una gran simpatía por estos últimos, su padre se había encargado de engendrar ese desprecio en sus últimos 16 años de vida, pero eso no significaba que deseara la muerte de millares de personas; pero su padre no solamente lo había educado en odiar y despreciar a los impuros de sangre…¡oh claro que no!...su "queridísimo progenitor" se había encargado de dotarlo de grandes lecciones de superioridad y estatus, entre ellas se encontraba la cualidad del orgullo, esa características que nunca iba a perder, tal vez era lo único que recordaría de las largas y tortuosas lecciones que Lucius Malfoy le había impuesto; y es que el orgullo que poseía era la única herramienta que lo seguía manteniendo en pie.

Orgullo y odio, pero no cualquier resentimiento, era un odio vengativo, que lo motivaba a no rendirse y mucho menos a bajar la cabeza, por sus venas recorría sangre contaminada de desprecio y rencor, su corazón latía con la única meta de darle fin a la existencia de la persona que había convertido su infancia en un infierno, y que había asesinado al único ser que iluminaba su vida con muestras de amor y que le brindaba el calor que se necesitaba para sobrevivir en esa enorme y fría mansión, la que antes consideraba su hogar, pero sin la presencia de ella, Malfoy Manor era un horrible castillo al que nunca regresaría; de hecho podría ser que si volvería a pisar esa mansión, solo si en esa visita podría arrebatarle la vida al cruel villano que le quito su único tesoro; la única manera de regresar a la antigua casa seria para asesinar a Lucius Malfoy el asesino de Narcisa Malfoy, y así, vengar la muerte de su madre.

Después de la tortura a la que fue sometido logro un escape milagroso de las garras de su despiadado padre y de la desquiciada de su tía Bellatrix, la inútil hermana de su madre que no hizo nada por evitar que Lucius Malfoy desprendiera a Narcisa de su vida; y ahora se encontraba en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, el viejo director de su escuela se convirtió en el único que lo apoyo y le abrió las puertas para resguardar su seguridad, algo irónico teniendo en cuenta que toda su desgracia comenzó cuando rechazó la misión de acabar con la vida de Albus Dumbledore, pero ahora un nuevo curso iniciaba de clases y una vida de desprecio era lo que le esperaba a Draco Malfoy a partir de ese momento.

Desprecio de parte de las personas a las cuales consideraba amigos, esos estudiantes que portaban el escudo de la serpiente con grandeza y porte le lanzaban miradas de desaprobación y repugnancia, el rumor de su rebeldía ya se había corrido por todos los pasillos, todos sus compañeros le tenían prohibido pisar la sala común de Slytherin, fue expulsado de su dormitorio y rechazado por esos chicos que siempre lo seguían como sombras, la admiración y grandeza que los menores le demostraban años atrás se había esfumado, el gran Draco Malfoy era un refugiado en el gran colegio que ni casa tenia, un arrimado que se quedaba en una habitación fuera de las demás prestigiosas casas; y aun así, ese mismo chico rubio aun tenia las fuerzas para caminar por los pasillos de Hogwarts con la cabeza en alto, regalando miradas frías y altaneras de un tono gris acero que no le importaba lo que pensaran de él.

Pero el desprecio no solo era procedente de los estudiantes de Slytherin, los demás estudiantes, dígase Gryffindor, Hufflepuff o Ravenclaw también le demostraban rechazo y repugnancia, él nunca dejaría de ser un Malfoy, nunca dejaría de ser el hijo de un mortífago, su único destino era convertirse en uno y unirse a las filas del señor oscuro, esa era la idea que la mayoría de los alumnos tenían, su rebeldía solo era un capricho de niño rico que pronto se le pasaría y regresaría llorando al regazo de su papi; que equivocados estaban, era cierto que siempre sería un Malfoy, un mago de sangre pura procedente de una vieja familia de magos, pero él sabía que era más que un Malfoy; era Draco Malfoy, el mejor alumno de Slytherin, con un talento en pociones innato y una amplia variedad de habilidades mágicas que su despreciable familia le había inculcado, poseedor de un orgullo inquebrantable que lo ayudaba a ignorar las miradas que todo Hogwarts le brindaba, ningún patético alumno le provocaría bajar la mirada, ningún susurro envenenado le impediría pasearse con grandeza por los pasillos del colegio, ninguna muestra de rechazo sería un obstáculo para sentarse en el gran comedor en la mesa de su casa sin importarle la lejanía de los demás, ningún acto de desprecio evitaría que estudiara los libros de la biblioteca o que no tomara sus clases, su vida de estudiante era lo único que le quedaba y no la perdería, no le importaba que toda la comunidad mágica le aplicara una ley de hielo, los ignoraría y sobreviviría.


Traicionada y confundida; su interior era una gama de sentimientos que no paraban de confundirla, su vida no había estado rodeada de riquezas pero había sido una hermosa experiencia, creció rodeada de abundante amor, de excesiva protección y de sobrecargado calor familiar, ser la pequeña de 7 hijos la había convertido en la eterna niña de la casa y tener a 6 hermanos mayores le había asegurado una eterna sobreprotección que en varias ocasiones agradecía pero otras veces le asfixiaba, su vida estaba llena de alegría; o eso era lo creía, su mundo se había iluminado cuando conoció al mejor amigo de su hermano, el famoso Harry Potter, el niño que sobrevivió y que derroto al señor oscuro apenas siendo un bebé; Harry le ofreció su amistad de inmediato, era un chico tímido y curioso por el mundo mágico que estaba conociendo, muchas veces se sintió complacida al explicarle una de las maravillosas cosas mágicas que los rodeaban, su sonrisa curiosa y sus deslumbrantes ojos esmeralda la deslumbraban, su primer año en Hogwarts no había sido el mejor, pero sin Harry ella no habría sobrevivido, él se acababa de convertir en más que su amigo, era su héroe, el príncipe con el cual siempre soñó, el chico valiente que cada año escolar enfrentaba más de un peligro y siempre salía triunfante, fuerte y poderoso, así era su Harry; pero algunos de los sueños tenían la mala suerte de acabar dispersos y perdidos, y ese sueño de pasar su vida alado del chico de la cicatriz de rayo ya estaba terminado, ya que el chico de mirada verde nunca sería de ella, para él siempre seria su pequeña amiga hermana de su mejor amigo, nada más, para su desgracia Harry Potter ya había encontrado a la persona que le robaba el sueño, la persona que necesitaba para sobrevivir y que nunca lo dejaría, ese ser que lo llenaba de dicha y felicidad; y Ginevra Weasley no era esa persona, ella siempre lo supo, su interior se encargaba de llevarla a la cruel realidad, Harry Potter nunca la miraría como miraba a Hermione Granger.

Hermione Granger era una chica estupenda que siempre le brindó su amistad y la aconsejaba con la gran sabiduría que poseía, Ginny se había convertido en su fiel admiradora, cualquier duda que pasara por su cabeza la castaña la despejaría, además Hermione era fuerte y valiente, luchaba a lado de Harry Potter sin temor, era la cabeza de la razón del increíble trío dorado al cual pertenecía su hermano Ron, Hermione había tomado el lugar de la hermana que nunca tuvo, el lado femenino que le había faltado en su desarrollo, la chica confidente con la que compartía gustosa su cuarto en las vacaciones; y a partir de esa mañana, Hermione también se convertía en la chica que le había robado el amor de Harry Potter.

Pero nunca podría odiar a ninguno de los dos, Harry y Hermione no tenían la culpa de que su corazón se fijara en el hombre equivocado, de hecho el moreno y la castaña hacían una hermosa pareja, toda la sala común de Gryffindor estalló en aplausos y gritos al enterarse de la declaración de la nueva pareja, todos los felicitaban y ellos no soltaban su fuerte y cariñoso agarre de manos, Ginny sabía que lo había perdido pero también sabía que su corazón sufriría mucho en ese nuevo año escolar de Hogwarts, pero también sabía que podía ignorar sus sentimientos de dolor, que se dedicaría a convertirse en una poderosa bruja y que sobreviviría.

Este es el prólogo, espero que haya sido de su agrado y los motivara a querer seguir leyendo lo que se viene.

Sus reviews siempre serán muy, muy bien recibidos y por supuesto que agradecidos, no olviden que es lo que le da energía a todo escritor

Nos vemos

BYEBYE n.n