Capítulo 1 - El pasado regresa
Otro día más comenzaba, se levantó con pereza de la cama y tomó una ducha para despertar por completo. El agua caliente le brindó esa reconfortante sensación con la que diariamente iniciaba sus mañanas. Se apresuró a vestirse con su típico vestido chino color azul, éste le llegaba a las rodillas pues en el trabajo no le permitían llevarlo más corto. Las medias blancas y unos bonitos zapatos azules de tacón alto completaban el atuendo. Su peinado jamás cambiaba, debido al abundante y largo cabello que tenía, era lo más práctico para ella, comenzó a trenzarlo y enredarlo para formar un chongo de cada lado en la parte alta de su cabeza, su fleco le daba un toque femenino e inocente.
Corrió a la parada del camión, donde un grupo de gente ya esperaba formada para abordar el siguiente autobús.
"Otro día más" - pensó sin demasiado ánimo de ir a trabajar.
Subió al camión que se encontraba lleno de gente, pues era la hora a la que todos se dirigían a sus trabajos y escuelas. Fue un viaje como cualquier otro, el vehículo se movía lentamente debido al tráfico existente en las calles de la ciudad.
Al llegar al local de comida rápida, la joven se apresuró a abrir para evitar los regaños del gerente que seguramente no tardaría en llegar.
- ¿Otra vez tarde, señorita Li? - amenazó una voz a sus espaldas mientras ella terminaba de subir la cortina de metal.
- Lo siento, señor Steveson. El camión tardó mucho en pasar - se disculpó sin obtener la credibilidad del hombre ante tal excusa.
El día transcurrió rápidamente debido a la cantidad de trabajo que había. Antes de salir tenía que recoger y limpiar todo para iniciar al día siguiente. Un cansancio impresionante se apoderaba de ella al salir del local, y no únicamente era cansancio físico. Estaba harta de esa rutina, ella sabía que no quería pasar toda su vida así y sin embargo no encontraba otra opción. Con la repentina muerte de su padre, y sin patrimonio que heredar, se vio obligada a dejar la escuela y trabajar.
Todavía recordaba a su padre, la gran disciplina con la que siempre deseaba que hiciera todo, las artes marciales... un suspiro salió de su boca y sus ojos se llenaron de lágrimas mientras caminaba, sin embargo resistió para no llorar, odiaba que la gente la viera en ese estado tan vulnerable.
Mientras caminaba a la parada del autobús, un anuncio llamó su atención y se acercó a leerlo:
"Universidad de Ciencias Humanas. Becas del 100% más pensión alimentaria. Interesados presentarse en la Recepción para entrevista..."
Los datos de las fechas y contacto aparecían a continuación pero la castaña dejó de leer para asimilar lo que esto podría significar para ella. Rápidamente copió los datos y se apresuró para no perder el último camión. A pesar de haber corrido lo más rápido que pudo no logró alcanzar el transporte.
- ¡No es posible! Tendré que caminar otra vez - dijo para sí misma con resignación, pues no era la primera vez que le sucedía esto.
Mientras caminaba iba pensando en todo lo que tendría que hacer para acudir a la entrevista y recolectar todos los documentos necesarios, estaba dispuesta a renunciar a su empleo para tener tiempo de hacer todo, ya que su jefe jamás le daba un día libre entre semana.
Parecía una noche normal, algunas personas caminando en las calles, las luces de la ciudad opacaban el brillo natural de las estrellas y una brisa fresca comenzaba a sentirse. La china iba tan concentrada en sus planes que no sintió al joven enmascarado que se puso a su lado y la empujó hacia un callejón cuando pasaban por ahí.
- ¿!Qué diablos te sucede!? - gritó instintivamente al sujeto mientras se incorporaba del piso con agilidad.
- ¿Es que no me reconoces? - sonrió cínicamente, aunque era difícil ver sus gestos con esa máscara blanca que cubría todo su rostro. Vestía una sudadera azul marino que hacía juego con su pantalón deportivo y unos tenis blancos con negro.
Por un momento la joven desconoció al rubio, hasta que éste se retiró la máscara y la miró directamente a los ojos. Todos los recuerdos se agolparon en su cabeza y un escalofrío recorrió su espina dorsal.
- ¿Vega? - se aventuró a preguntar.
- ¿Quién más podría ser? - sentenció mientras se ponía su máscara y un guante con tres navajas bastante largas.
Chun-Li no lo pensó más y se lanzó contra él para intentar tomarlo por sorpresa, sin embargo el joven saltó para evadir su patada y contraatacó con otra patada desde arriba. La castaña no estaba en condiciones para pelear, llevaba mucho tiempo sin entrenamiento alguno y lo único que pudo hacer ante tal ataque fue bloquearlo con sus brazos, esta acción la aventó unos metros de espaldas. Se incorporó rápidamente, gracias a la adrenalina que ya recorría su torrente sanguíneo, y atacó nuevamente con una serie de patadas que el rubio esquivó con facilidad y respondió con varios cortes sobre los brazos y piernas de la joven, la cual lograba esquivar algunos.
La sangre empezó a gotear de sus piernas y brazos, sin embargo no estaba dispuesta a rendirse, era su oportunidad para vengar el honor de su padre e irónicamente no estaba preparada como le hubiera gustado para afrontar ese desafío. La impotencia y frustración comenzaron a apoderarse de sus emociones. Vega no le dió tiempo de seguir pensando y se lanzó con las navajas por delante para intentar herir el torso de la chica. Afortunadamente ella reaccionó rápidamente y se lanzó a un lado para esquivarlo, las navajas atravesaron su hombro y un grito de dolor se dejó escuchar en el lugar. Gracias a esto, las personas que por ahí pasaban se acercaron a presenciar la terrible escena de un joven enmascarado atravesando y sujetando a una castaña por el hombro con unas navajas. Nadie se atrevió a hacer nada, todos observaban incrédulos.
- Así que tendremos espectadores - afirmó complacido al ver que nadie hacía ni decía nada mientras la castaña intentaba zafarse, pero a cada movimiento el dolor en su hombro se hacía más intenso.
El rubio comenzó a levantarla del piso con las navajas y el dolor fue tan agudo que la vista de la chica se nubló por completo.
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Nunca le habían gustado los hospitales, sobre todo el olor a medicina, estaba acostumbrado a la medicina tradicional japonesa, pero su preocupación por aquella joven lo obligó a quedarse hasta saber algo de su estado.
- ¿Cómo se encuentra doctor? - preguntó angustiado un joven castaño de cabello corto, ojos obscuros, pantalón de mezclilla, sudadera blanca con varias manchas de sangre y tenis azules.
- Pues afortunadamente ninguna de sus heridas fueron en partes vitales, pero en estos momentos se encuentra en cirugía para reparar el daño en su hombro... - informó - ...no se preocupe, está con uno de los mejores cirujanos plásticos y vasculares, esperemos que recupere la movilidad total de su brazo - concluyó para tranquilizarlo.
- Muchas gracias doctor.
Sentía una preocupación incomprensible por la salud de esta joven, ni siquiera la conocía pero no podía evitarlo. Probablemente se debía a la situación tan terrible en que la conoció. No entendía cómo podía existir gente tan cruel...
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Flashback
Acababa de salir de clases, caminaba por la calle rumbo a su departamento como todos los días hasta que escuchó un grito que llamó su atención. Mucha gente se aglomeró para ver qué sucedía en ese pequeño callejón y fue entonces cuando vió a un hombre alto y rubio que tenía a una joven inconsciente y atravesada por el hombro con unas navajas que salían de una especie de guante. Todas las personas presentes querían hacer algo para detenerlo, pero su miedo se los impedía.
- ¡Aléjate de ella! - gritó con energía y determinación.
Vega no se esperaba tal reacción de la gente que lo observaba, se encontraba de espaldas hacia ellos y dejó caer a la castaña al piso sólo para voltear y ver quién era el estúpido que lo retaba de esa manera. Se encontró con un joven japonés castaño que no se veía demasiado fuerte.
- Qué gracioso que alguien como tú quiera meterse en problemas - comentó el rubio despectivamente y tras una breve pausa se lanzó contra el joven con sus navajas por delante.
Ryu esperó a su rival y se agachó un poco para después tomarlo por el brazo, darle la vuelta en el aire y lanzarlo de espaldas al piso. Mientras se encontraba ahí, el castaño aprovechó para darle un golpe en el estómago que lo dejaría sin aire por un tiempo. El español no podía creer que este muchacho ordinario lo dejara en tal condición, estaba intentando recuperar el aire, pero le era imposible, sólo podía observar desde el suelo como el joven tomaba en brazos a su presa y se la llevaba entre toda la multitud sorprendida de lo que acababa de presenciar.
Fin del Flashback
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Todavía recordaba el rostro de la chica, de la cuál aún no conocía su nombre, sus facciones tan finas y sus gestos de dolor. No comprendía cómo alguien era capaz de hacerle daño a una chica tan linda e indefensa. Su puño se apretó al recordar el estado en el que llegó al hospital, cortadas por todas partes y esa perforación en su hombro que no dejaba de sangrar.
"Sé que debí haberle hecho pagar más por lo que hizo, pero en ese momento era más importante la salud de ella" - pensó mientras salía del hospital.
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Su visión era borrosa al inicio, pero conforme se fue acostumbrando a la luz de la habitación pudo ver todo con claridad. Intentó incorporarse, pero un fuerte dolor en su hombro se lo impidió. Comenzó a observar la habitación vacía y limpia, como cualquier habitación de hospital.
Intentó recordar qué le había sucedido y las imágenes de su pelea con Vega regresaron con tal vividez que se asustó un poco, la impotencia que sentía durante la batalla volvió con más fuerza y unas lágrimas resbalaron por sus mejillas.
- ¡No Chun-Li! ¡No puedes ponerte a llorar en un momento como este! - se reprendió en voz baja. Se limpió el rostro con torpeza y empezó a respirar profundamente para tranquilizarse.
La puerta se abrió y una enfermera entró y al verla en sus cinco sentidos no pudo ocultar su sorpresa.
- ¡Oh! No pensé que se recuperara tan rápido de la cirugía, pero me alegra verla despierta - comentó con amabilidad.
- ¿Cuál cirugía? - preguntó confundida.
- Debido al estado de su hombro, tuvimos que realizar una cirugía. Voy por el doctor para informarle que ya despertó, él le dará más detalles - dijo mientras salía de la habitación.
Nuevamente intentó incorporarse, la simple idea de no poder volver a mover su brazo la horrorizaba, el intenso dolor se lo impidió.
- Qué bueno que ya despertó - afirmó el doctor al entrar y verla consciente. - Tenemos que hacerle algunos estudios ahora que ya podemos, pero en general se ve bastante bien después de la cirugía.
- Respecto a eso, ¿podré... - la voz se le fue por unos instantes - ...podré volver a mover mi brazo? - cuestionó angustiada.
- La cirugá salió según lo planeado, pero el porcentaje de recuperación total no lo podemos asegurar en estos momentos. Puede que recupere una parte o toda la movilidad, tenemos que esperar - concluyó el médico.
- Está bien doctor, muchas gracias - dijo con resignación. Las imágenes de la pelea regresaron a su mente y una pregunta surgió - ¿Y cómo llegué aquí?
- Un joven la trajo - contestó la enfermera mientras el doctor se retiraba.
- ¿Un joven? ¿Cómo era? - preguntó con ansiedad, estaba casi segura de que de haber sido por el rubio, la hubiera matado en ese callejón, jamás se hubiera arrepentido como para llevarla al hospital.
- Castaño, cabello corto, ojos obscuros, complexión mediana.
- Es extraño, no conozco a nadie así - dijo intentando recordar a algún conocido, pues no tenía amigos ni familia.
- No se preocupe, ya le tomaron su declaración sobre lo sucedido y se marchó. También vendrá un oficial a hacerle preguntas cuando se sienta mejor - le informó y salió de la habitación.
Un torrente de sentimientos y preguntas se hizo presente en la mente de Chun-Li. ¿Podría recuperarse por completo? ¿Qué haría después para localizar a Vega? No podía dejar las cosas así, aunque obviamente tendría mucho que entrenar antes de volver a enfrentarlo. ¿Quién sería ese joven misterioso que la llevó al hospital y cómo hizo para que el rubio se lo permitiera?
Tenía que descansar, su cabeza le dolía. Cerró los ojos y se quedó profundamente dormida.
