El corazón delator

Basada en la obra literaria de Edgar Alan Poe del mismo nombre

Capitulo uno: Venganza

Muchos dirían que estoy loco… muchos dicen que mi acto no tiene excusa y tal vez tengan razón, pero ellos que saben… me gustaría que se hubieran puesto en mi lugar… haber sentido aquel miedo al futuro, aquella confusión en mi interior, aquel dolor al ver a mi ser mas amado partir sumado con el estrés de nuestra búsqueda… yo diría que procedí como cualquiera lo haría.

¿Pueden decirme loco?... no lo creo… ellos no han visto ni la mitad de cosas que yo… no han escuchado esas terribles voces del infierno… clamando por un alma… ¿estoy loco? No lo creo… con tranquilidad les contare mi historia y ustedes serán los jueces.

Desde que vi con mis propios ojos la partida de aquella mujer a la que había amado tanto no pude evitar sentir un gran vacío en mi interior… y aquellos humanos tontos solo empeoraban mi estado, rodeándome con sus "palabras de aliento"… mejor seria que me dejaran solo.

Pero aquella joven, fue la que mas me irritó, la reencarnación de mi amada kikyo… cada vez que la veía los terribles recuerdos me acosaban, una y otra y otra vez… repitiéndose en mi cabeza como se repite el día y la noche.

Su voz alegre y algo chillona me hacían enfurecer por dentro al igual que su usual alegría… ja… como si hubiera alguna razón para estar feliz.

Claro… ella si estaba feliz… siempre deseo la muerte de Kikyo… estaba feliz de que haya muerto… esa maldita solo deseaba eso, siempre lo deseo, y su deseo se realizo… obtuvo lo que tanto anhelaba... ella fue la culpable, ella mato a mi Kikyo, ¡ella la envió al infiero!... y ella pagaría por su crimen.

No puedo decir cuando fue que esa idea se instalo en mi mente… pero lo que se es que me acosaba día y noche… día y noche planeando mi venganza… perfecta, sin errores… pagaría la muerte de Kikyo… lo pagaría.

¿Aun podrían llamarme loco? Los locos no saben nada… no piensan, no planean, no asechan… en cambio yo… procedí con cautela, con habilidad y previsión pero mas que nada con precisión. Desde la muerte de Kikyo todos me vieron solitario, frío… pero no saben lo amable y servicial que fui con aquella chica la semana antes de matarla.

Todas las noches me quedaba cerca de ella, observando… esperando… sin preocupaciones, pues lo tontos humanos pensaron que ya había superado lo de Kikyo, por eso mi humor había cambiado, Ja! Que ingenuos… jamás podrían imaginar mis planes… claro… nunca sospecharían de mi… ellos creen que siento algo por esa estupida humana… me da repugnancia solo pensarlo, pero esa era mi cuartada perfecta… todo saldría a la perfección.

Mientras miraba su cuerpo totalmente relajado, sumido en el sueño, sonreía… sonreía al pensar que mi venganza estaba cada vez mas cerca… mi Kikyo descansaría en paz por fin… yo me encargaría de eso.

Al llegar el nuevo amanecer me acercaba a ella con una sonrisa, hablándole cortes y calidamente, preguntándole como paso su noche de sueño. Por suerte para mi esta chica era demasiado ingenua para siquiera sospechar que cada noche, a la misma hora le miraba mientras dormía sonriendo con el pensamiento de que mi venganza pronto se haría realidad.

Al llegar la octava noche, procedí con extrema cautela, por suerte para mi aquel molesto zorro no estaba junto a ella, perfecto… lentamente abrí la puerta para entrar a su habitación como de costumbre… profundamente dormida.

Nunca, antes de aquella noche, había sentido el alcance de mis facultades, jamás había experimentado tal sensación de triunfo, ¡Pensar que estaba allí, entrando lentamente a su habitación, abriendo la puerta con cuidado y ella ni siquiera soñaba con mis secretas intenciones o pensamientos! Me reí entre dientes, pero parece que ella logro escucharme, pues se movió un poco, como si algo la hubiera sobresaltado… pensaran que me hecha atrás en ese momento pero no, su cuarto estaba tan negro como la oscuridad misma, pues ninguna luz podía penetrar en aquella habitación, de tal modo que era imposible notar mi presencia a simple vista.

Estaba a poca distancia de su ser, pero en un mal movimiento una de las tablas de madera del piso rechinó, aquella muchacha se enderezo en la cama rápidamente, gritando:

-¿Quién esta ahí?

Continuará…

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Espero que les haya gustado el primer capitulo de esta historia, la cual esta basada en la obra literaria de Edgar Alan Poe.

Manden sus reviews si quieren la continuación.

Nos leemos pronto.

Atte.

Yami.D