Fics Basado en la serie Yu Yu Hakusho
Continua después de: Libro II YYH: La Diosa del Makai.
Libro III YYH: Más allá de la oscuridad
Por DarkCryonic
Cap. 1
De Profundis
"Camino tranquilamente dejándome llevar por mis pensamientos, mientras mis pasos me llevan a mi casa. No puedo evitar concentrarme en mí, para evitar percatarme de las incomodas miradas de los que se cruzan en mi camino y clavan sus ojos en mí. Debería estar acostumbrado a este tipo de invasión. Ya como Youko Kurama provocaba este tipo de situaciones, pero por lo menos en ese entonces podía cortarles el cuello sin remordimiento por sus osadías. Pero, en el presente, es diferente. Hasta en una manera extraña, he llegado a sentirme débil y sin fuerzas para defenderme. Desearía que me dejaran en paz. A veces pienso que hasta Hiei sólo busca mi compañía por causa del Youko y su atracción. ¿Si sólo fuera yo, vendría? ¡Que digo! Si no fuera Kurama, ni siquiera nos habríamos conocido... Sería un humano más, un ningen sin pasado..."
-- Kurama.
Me detengo. Miró a mi alrededor y no veo a nadie. Pero podría jurar que escuché que me llamaban...
-- Si que estás distraído...-- Dice una voz desde lo alto con su acostumbrado tono.
-- ¿Hiei? -- Preguntó mientras elevo mi vista a un árbol junto a mí. Una sonrisa aparece simultáneamente en mi rostro al ver sus ojos. Aún no sé por qué, pero siempre sonrió, y puedo jurar que no es mi sonrisa mecánica que uso la mayoría de las veces... Esta es de verdad. -- Hiei, ¿estás de visita?-- Preguntó tontamente, mientras las imágenes de la última vez que nos vimos cruzan mi cabeza a toda velocidad.
-- Hm...
-- ¿Qué haces por aquí?-- Preguntó. Hiei me mira extrañamente y se deja caer frente a mí, sin dejar de mirar fijamente mis ojos.
-- ¿Vives aquí o no?-- Dice.
-- ¿Aquí?-- Repito mirando a mi alrededor y notando que estábamos frente a mi casa.-- Sí, es verdad... jajajaaaaa
-- Si que estás raro, Kitsune.
"Si supieras en las mil tonterías en que he pensado..."-- Pensé.—¿Te quedas a dormir hoy?-- Pregunté.
-- Hm... -- Dice mirando el cielo.
"Es verdad, tú sólo te quedas si hay mal tiempo, y el cielo parece más tranquilo de lo común."-- Pienso mientras mis ojos también viajan por el cielo de la tarde.
-- ¿Quieres comer algo?-- Pregunto tratando de parecer normal.-- Mi familia está de viaje...-- Dije echándome a caminar hacia la puerta de entrada.
-- ¿Qué pasa, Kitsune? -- Pregunta Hiei parándose entre la puerta y yo, que ya tenía las llaves en las manos. No puedo evitar bajar la mirada.
-- No quiero estar solo...-- Digo casi en un murmullo.
Hiei no dice nada. Da un paso hacia un lado y me deja libre el camino. Por un segundo la idea de que me va a dejar solo cruza mi cerebro, pero noto su ki a mis espaldas. Entro dejando la puerta abierta, me quito la chaqueta y dejo mi bolso en el sofá. Camino hasta llegar a la cocina, para preparar té y calentar la comida.
Cuando volteo hacia el salón, encuentro que Hiei está de pie frente a mí apoyado en la pared blanca de la cocina, mirándome como si estuviera usando su jagan, pero sin hacerlo en realidad.
-- ¿Quieres té? -- Preguntó para distraer sus pensamientos.
-- Kitsune...
-- ¿Sí?
-- ¿No me tienes confianza?-- Pregunta.
-- ¿Por qué?-- Preguntó sabiendo de antemano a que se refiere.
Baja la cabeza, sus labios muestran una pequeña sonrisa y se dispone a salir de la cocina, cuando no puedo evitar decir su nombre...
-- Hiei... yo...-- Al escucharme se detiene y vuelve a mirarme. Mi corazón da un salto, mientras mis pensamientos pelean por salir de mi cabeza.-- Sólo es el invierno.-- Digo como si nada, como si mis palabras fueran suficientes para explicar toda la tormenta que hay en mí.
-- ¿Estás así porque es invierno?-- Pregunta como si no hubiera escuchado bien. No pude evitar bajar mis ojos y enfocarme en el "interesante" piso de la cocina.
-- Nunca me ha gustado el invierno, aun cuando estaba en el Makai.-- Digo.-- La naturaleza muere y me quedo solo.-- Al terminar mis palabras miré nuevamente a mi youkai amigo, que me miraba con fijeza.
-- ¿Solo? Pero si vives rodeado de ningen (humanos)...-- Me dice.
-- A veces creo que olvidas quien soy en verdad...-- Digo.-- Mas bien, el que olvida quien soy, soy yo.-- Dije reformando mis palabras.
-- Kitsune...
-- ¿Por qué me llamas Kitsune? -- Pregunté de improviso, sin siquiera darme a pensar el por qué de mi pregunta.
-- Porque lo eres.-- Me dice cruzándose de brazos, y mirándome detenidamente.
-- Es verdad.-- Digo dejando que mi espalda resbale por la puerta del refrigerador hasta quedar sentado en el suelo frío de la cocina.-- Sabes, Hiei, extraño el Makai.
Hiei abrió los ojos con sorpresa, quizás nunca creyó oír esas palabras salir de mi boca.
-- ¿Y por que no vuelves?-- Preguntó.
-- No puedo aún... Shiori... mientras ella esté con vida, yo permaneceré aquí bajo la forma ningen para cuidarla.
-- Hm...-- Soltó Hiei como si dijera "Eso ya lo sabía".
-- Después volveré a terminar mis días.-- Dije mirando el suelo.
Hiei guardo silencio. El sonido del agua hervida para el té me hizo cortar la conversación y ponerme de pie. Serví té y nos sentamos a comer en el comedor, estuvimos silenciosos por unos largos minutos, lo que no evitó que de vez en cuando Hiei me mirara detenidamente como si quisiera encontrar más significados a mis palabras en la profundidad de mis ojos.
-- ¿Cómo está Yukina?-- Pregunté.
-- Bien.-- Respondió Hiei.-- Pero no vine por ella.-- Dijo.
-- No... ¿Y a qué viniste?
-- Kurama... Han pasado más de 6 meses desde el asunto de la diosa.-- Guardé silencio esperando que continuara.-- y quiero hacerte una pregunta.-- Lo miré seriamente.
-- ¿Dime?
-- En aquella oportunidad dijiste...-- Hiei miró hacia otro lado.-- que cuidara a Shiori por ti...
-- Sí.-- Afirmé recordando y pensando en la escena. También recordaba decirle que no permitiría que le pasara lo mismo que a Kuronoe... sólo esperaba que no me preguntara sobre ello, sería demasiado difícil y embarazoso...
-- ¿Por qué me lo pediste?-- Preguntó clavando sus ojos rojos en los míos.
-- Porque confío en ti.-- Dije.
-- ¿Tanto como para encargarme a tu madre?-- Pregunta.
-- Sí.
-- Y si hubiera sido Urameshi quien hubiera estado ahí, ¿se lo hubieras pedido?
-- Creo que le hubiera dicho "Dile a Hiei que cuide a Shiori"-- Dije sonriendo, me divertía las extrañas preguntas de Hiei, más que parecía muy confundido.
-- Pero yo soy un youkai...
-- Yo también.-- Dije.-- Aunque a veces me vea más ningen que youko kitsune.
Quedamos en silencio por unos minutos, mientras una pregunta semejante se me venía a la cabeza.
-- ¿Hiei?
-- Hm...
-- ¿Tú me pedirías que cuidara a Yukina?
Hiei miró hacia otro lado.
-- No.-- Dijo. Lo miré desolado.-- No habría para qué, ¿de todas formas lo harías o no?-- Dijo volviéndome a mirar.
-- Es verdad.-- Dije sonriendo.-- Veo que me conoces muy bien.
Nos volvimos a quedar en silencio, cosa que era bastante común en las ocasiones en que estaba con Hiei. Era extraño que después de tantos años de conocernos nos hiciéramos preguntas tan obvias, sería que le estaba pegando lo ningen a Hiei. No pude evitar sonreír al pensar en lo último.
-- ¿Por qué sonríes?-- Me preguntó Hiei sacándome de mis pensamientos.
-- Hiei... Creo que te estoy pegando lo ningen.
-- ¿Qué? -- Me mira enojado.
-- Sólo lo pienso.
-- Hm...
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Afuera el viento empieza a volverse más fuerte, puedo notar a través de los cristales de la ventana que el cielo se oscurece. El sol sólo se vuelve un recuerdo. Es invierno y por más que un día soleado trate de hacernos olvidar el frío, éste aparece junto a la oscuridad en el cielo y nos recuerda que la naturaleza duerme bajo la fría tierra junto con parte importante de mi alma. Hasta al antiguo Youko Kurama no le agradaba ver los árboles sin hojas.
-- El jardín en el templo debe estar desapareciendo-- Murmuro.
-- Aún hay flores en el.-- Dice Hiei como si nada. Volteo a mirarlo.
-- Entonces iré a darle un vistazo.-- Digo poniéndome de pie. Mi mente en lo único en que piensa es en ver las flores... aferrarme a su imagen antes que desaparezcas para siempre, y me quede totalmente solo...
-- En un rato comenzará a llover, Kitsune.-- Dice Hiei. Pero eso no me importa, la necesidad es más grande, más fuerte...
-- No hay necesidad de que vengas conmigo, puedes quedarte aquí. Yo iré y volveré en un par de horas.-- Digo mientras subo las escaleras hacia mi cuarto con rapidez. Hiei me sigue.
Me pongo un abrigo largo negro y una gorra del mismo color para cubrir mi cabeza, dejando parte de mi largo cabello metida en ella, viéndome como en el tiempo en que lo llevaba corto. Tomé algunas semillas de mi cómoda y las guardo como de costumbre.
-- Voy contigo. -- Me dice Hiei mirando por la ventana.
-- Si es por acompañarme no es necesario...-- Hiei voltea.-- Pero creo que lo haces por Yukina, ¿verdad?-- Digo tratando de parecer normal, aunque la cara de Hiei no mostraba ninguna emoción.
-- Cállate...-- Murmuró.-- No digas tonterías, no quiero quedarme aquí y aburrirme... Prefiero mojarme allá afuera.-- Dijo.
-- ¿Está lloviendo?-- Preguntó acercándome a la ventana.
-- Sí.
Era verdad, eran las dos de la tarde y estaba lloviendo, aunque no demasiado fuerte.
-- Vamos.-- Digo dándole la espalda.-- Espera.-- Me acercó a un mueble y saco una gorra negra y se la pongo en la cabeza a Hiei, quien me queda mirando con cara de "que diablos estas haciendo".-- Para que no te mojes la cabeza y te vayas a enfermar.
-- No soy un ningen.-- Dijo cruzándose de brazos, pero sin quitarse la gorra. Yo ya me imaginaba que me la tiraría por la cabeza o que encontraría la forma de matarme con ella.
-- Lo sé. -- Digo echándome a caminar hacia la salida.
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Fin Capítulo 1
De profundis*
DarkCryonic
Chile
2005
*latin: Desde la profundidad del abismo.
