Mi primer Victoire/Teddy. Nunca pensé que iba a escribir de ellos, pero aquí me tienen. Es… muy loco y delirante. Pero bueno, es lo que hay =P ¡Espero que lo disfruten!

Rojo

Victoire tiene ojos grandes, y largas pestañas doradas. Pecas sobre sus mejillas y algunas traviesas sobre su nariz respingada. Siempre lleva el pelo atado en una media cola y le gusta el color rojo.

Teddy Lupin suele sonrojarse cuando la ve.

Desde que eran niños y él la perseguía mostrándole sapos y queriendo meterle gusanos por la remera.

Victoire se escondía tras las piernas de su padre y le sacaba la lengua. Sabía que Teddy le tenía terror a Bill. No le gustaban los mayores. No estaba acostumbrado a ninguno, salvo a su abuela Andrómeda. Y a Harry.

Harry, quien solía llevarlo a pasear y le contaba historias. Historias que le hacían conocer a su padre. Que le daban vida a fotos de un Remus Lupin de 17 años, que sonreía y era flaco. Era tan parecido a él mismo.

Teddy solía entonces correr hacia su abuela, tirando sapos y gusanos por el camino. Victoire sonreía satisfecha y le pedía su padre que la alzara y lo llenaba de besos. Recordándole que buen padre que era y que bello era su pelo rojo.

Un día Teddy no escapó y escuchó. A Victoire le gustaba el cabello rojo. Desde ese momento, su pelo se volvió rojo.

A Victoire le gusta que Teddy pueda ser tan cambiante. Que pueda darle sus caprichos. Que no sea alguien monótono. Victoire se aburre con facilidad.

Que terminaran juntos era lo lógico, lo predecible. Sin embargo tardaron demasiados años para el gusto de los familiares.

Teddy terminó el colegio y entró en la escuela de aurores. Victoire, aunque con nadie lo comentaba, pensaba entrar a la escuela de aurores también. Fantaseaba con alguna misión junto a Teddy, alguna misión en la que terminaran ellos solos, en medio de alguna selva o, ¿por qué no?, un lugar más romántico, la playa. A medida que pasaban los años, eso le daba igual. Mientras incluyera pelo rojo y besos.

En el verano de su sexto año, Teddy la invitó a una misión. Una misión tonta como registrar una casa abandonada.

Victoire pensó que no era cursi, pero aprovechó que era luna llena. La luna llena los llenaba de adrenalina, y amarrándolo por sorpresa lo besó.

Teddy entendió porqué nunca había pasado demasiado tiempo sin tener su pelo de color rojo. Entendió porqué le escribía tanto a esta chiquita rubia, y la besó.

Ahora Victoire sentada en su cama, con su desayuno ya hecho y con un auror pálido con pelo rojo acostado, durmiendo, a su lado, se toca suavemente el vientre y piensa en sí su primer hijo será pelirrojo.