COSAS DE GUERRA

(EDAD ANTIGUA)


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Silencio: la tierra va a parir un árbol.

Es de mañana muy temprano. Hay poca luz, y el sol es un punto amarillo en un horizonte que se ilumina poco a poco. Wandering Wing apresuradamente pedalea hacia el instituto, sin importarle la poca luz. La subdirectora Luna le dejó muy claro lo que pasaría si llegaba otro día tarde.

"Mi mamá me matará si le digo que estoy suspendido por tres días".

Piensa el muchacho. Piel gris, cabello negro, ojos oscuros como miel quemada. Usa una chaqueta negra en combinación con pantalones de mezclilla. Ahora pedalea su bicicleta azul, tratando de llegar antes de que el tiempo dé la hora justa.

"Si llego cinco minutos tarde no tendré problemas. Lo feo será si llego quince minutos tarde".

No le entusiasma llegar al instituto. Durante las clases se sienta al final atrás, y tiene que esforzarse por poder ver algo en el pizarrón. "Sería más fácil si tuviera lentes". El resto del tiempo lo pasa en la biblioteca. Va tan poca gente ahí, que esconde bocadillos entre los libros; él conoce tan bien la biblioteca que sabe en qué parte está cada libro. "Malditos estúpidos que no leen. Gutenberg debe estar revolcándose en su tumba".

Así se pasa las horas donde no tiene que estar en clase. Ha leído el 75% de los libros: García Lorca, Parra, Cervantes, Neruda, Kafka, Mistral, Dostoievski, Huidobro, Nietzsche, Rokha, Descartes, Whitman, Steiner, Lope de Vega, Lovecraft, Sófocles, Quevedo, Poe, Aristófanes, Ende, Tolkien, Baudelaire, Wilde...

Y así varios más. Libros que la mayoría no conoce. Pero ahora pedalea con fuerza para tratar de llegar al instituto.

Silencio: la tierra va a parir un árbol.

Su grupo de amigos se compone principalmente por sus hermanos: Gale Travel, Dusky Cloud, Skulk y Leopard. Con ellos ocurre de todo: carreras en bicicleta, competencias de comer, técnicas de copia en exámenes, e incluso tienen una banda de folk metal llamada Sobredosis.

Pero de vez en cuando, siente la repugnante necesidad de tratar con otros seres humanos. A veces habla con Applejack, una chica que le cae bien, o con Fluttershy, una chica tan tímida, que se necesita primero hacer hablar al viento. Se lleva mejor con Lyra, una chica amante de los ponis de colores, y con Octavia, una chica que toca el contrabajo.

"¿Por qué mierda estoy pensando en mi vida?"

Se pregunta al pedalear. Vive a kilómetros de la ciudad, y su método de transporte es la bicicleta; debe levantarse temprano para poder llegar a la hora, y no está dispuesto a gastar en transporte teniendo buenas sus piernas. A pesar de ser de poca estatura y complexión delgada, es incansable. Puede pedalear por horas, caminar kilómetros con grandes morrales, golpear a sujetos más grandes que él. No es una criatura que deba ser subestimada, mucho menos si está con sus hermanos. Cuando la hermandad está junta, cada uno vale por cinco.

Silencio: la tierra va a parir un árbol.

Ahora debe bajar una pendiente. "Aquí es cuando dejo que la gravedad haga su trabajo".

Se deja caer. Empieza a agarrar velocidad. "No recuerdo que sea tan empinada..."

Antes de cualquier cosa, se fija en que va muy rápido. Trata de mantener la bicicleta bajo control, pero la bocina de un camión lo asusta. Detesta los vehículos con motor: por culpa de sus gases tóxicos se enferma en invierno; y por culpa de sus bocinas tiene una extraña reacción nerviosa que consiste predominantemente en un sobresalto.

Pero un sobresalto mientras se va en bajada tratando de controlar una bicicleta es algo malo. Zigzaguea un poco, y las luces del camión se van haciendo cada vez más grande. "¿Desde cuándo los camiones tienen una sola luz?" Y además, esta luz es muy grande. Termina saliendo de la carretera y cae hacia el borde en un estrépito. Pero la luz parece rodearlo, un albor como una estrella saliendo de la tierra. "¿Qué mierda? ¿Me secuestran los aliens?"

Silencio: la tierra va a parir un árbol.


El sol resplandece como un girasol.

La tierra es mullida como un colchón de hojas. Abre los ojos. "¡Debo estar hecho mierda! ¡Media caída que me pegué!" Pero no le duele su cuerpo. "¿Qué mierda?"

De hecho, se siente bien, pero raro. Como si hubiera algo que no estuviera bien. "¿Qué me pasa? Debo de estar mareado por el golpe..."

Trata de incorporarse. Sin embargo una fuerza superior a él le obliga a permanecer a cuatro patas. Entonces, se da cuenta que nada está bien. Para empezar, es un bosque, y no la carretera. No está su bicicleta en ningún lado. "Maldición. Fui abducido por un OVNI".

Quiere llevarse la mano a la mandíbula para ver si le ha crecido barba, como cuentan las historias de abducidos.

Su mano es un casco de caballo.

—¡¿QUÉ MIERDA?! —se mira el cuerpo. Es un caballo, un poni como los que le gustan tanto a Lyra, un poni con alas de color gris y una marca con forma de dos signos de interrogación— ¡MIERDA, MIERDA, MIERDA! ¡SE SUPONE QUE LOS ABDUCIDOS NO MUTAN! ¡MIERDA, MALDICIÓN, CONCHASUMADRE!

Grita desesperado mientras su mente tira y afloja. La mente de un humano con cuerpo de poni tira y afloja.

El sol resplandece como un girasol.