Bueno, como saben, acabo de terminar mi primer fanfic "cautiva" si no lo saben, los invito a leerla! (para los que sí, con el correr del día voy a subir el cierre) Y no pude esperar para publicar esta, que hace tiempo andaba dando vueltas por mi cabeza. Sí, buenas noticias fans de Kylo Ren, esta es otra de él, una mezcla de comedia, romance y drama? Ya veremos. Y tiene inicio después de la última película "The force awakens".
Obviamente, no soy dueña de Starwars, solo del nuevo personaje Ceres Omtal.
jeeeeeeeeeeeee espero que les guste y espero leerlos!
Se dice que para que haya una llama son necesarios 3 factores:
Un combustible.
Un aporte suficiente de energía de activación.
Y oxígeno. Si no hay oxígeno, la llama se extingue.
Y eso estaba sintiendo yo…mi llama, mi luz…se estaba extinguiendo. Me estaba extinguiendo con cada día que pasaba en este lugar. La soledad absoluta, la oscuridad enceguecedora, el odio. Yo estaba muriendo y a nadie le importaba.
Me llamo Ceres, Ceres Omtal y solía ser piloto de la república, posteriormente de la resistencia. Hasta que la primera orden, en manos de Kylo Ren, me secuestró luego de la destrucción de la starkiller base. Lamentablemente mis compañeros me dieron por muerta, suponiendo que no sobreviví al estrellar mi nave, y desde ese día nunca han vuelto, nunca los he vuelto a ver.
Han pasado 6 meses desde ese ambiguo triunfo de la resistencia, lastimosamente de alguna manera el imperio de los oscuros logró infiltrarse nuevamente en el gobierno de una república debilitada por la reciente destrucción del planeta que habitaban. Era el momento justo… La primera orden, estaba por lograr su cometido. Kylo Ren estaría al mando de toda la galaxia.
¿Qué si no intenté escapar? Numerosas veces, sin embargo… es muy difícil pasar desapercibida en un lugar así y fracasé en todas ellas, recibiendo castigos físicos, mentales, he pasado varios días encerrada en una celda sin un solo rayo de luz, me han amenazado con asesinar a todos los sobrevivientes de la resistencia si volvía a intentarlo, por lo que poco a poco me fui rindiendo.
Vivo en la oscuridad…
Raramente luego de que deje de intentar escapar, Kylo Ren me había permitido vivir en su casa… Algo totalmente sospechoso…¿Vivir con el enemigo? Pero él nunca estaba en ese lugar, pasaba días enteros en la nave de la primera orden, iba a misiones…de las cuales volvía con un humor insoportable y su atuendo generalmente estaba salpicado de sangre… Totalmente repulsivo.
Era un sujeto tan frío… era helado como la nieve del eterno invierno del planeta en que vivíamos. Su actitud era insoportable; soberbio, mal humorado, amenazante, todo el tiempo estaba a la defensiva… Una mirada intensa provocaba que utilizara su fuerza, que tan prepotente demostraba, para manipularme.
Mi mayor compañía durante el día eran algunos stormtroopers que solían estar parados en diferentes lugares de la casa haciendo guardia. Sin embargo eran demasiado callados y si alguna vez intercambie 2 palabras con ellos sería demasiado.
-Hola…
-Hola- y así termino mi gran y divertida conversación con el sujeto vestido de blanco.
La casa… para variar, casi todas las cosas de la casa eran negras, en serio, este sujeto tenía algún problema, o era daltónico quizás. Las cortinas, sabanas, mesas, etc todo…negro. Demasiado deprimente. Sentía que vivía en una película antigua, la nieve blanca y la casa negra.
Sin embargo debo decir que desde que vivo allí, no me han tratado mal, excepto Kylo, el resto de sus…servidores, habían comenzado a tratarme como si yo tuviera algún cargo, rango más alto. Y el señor oscuridad, ropa negra y casco, había insistido en que deje mi característico entero naranja de la resistencia, ya algo sucio por el paso del tiempo, y comience a usar la ropa que había en mi armario. Para mí sorpresa, cuando desesperada por usar algo que no esté tan sucio, fui a ese armario, me encontré con una numerosa cantidad de vestidos, muy…costosos, por lo que veía, podía distinguir telas como gasa, raso, apliques, joyería, parecían la vestimenta que usaría la reina de algún planeta lejano. Poco a poco caí en la tentación de muchas mujeres y los use… No podía negarlo, eran hermosos. A veces hasta se me dificultaba un poco el tema ese de la belleza… acostumbrada a que mi atuendo de gala, casa, reuniones y salidas solía ser la ropa de piloto.
Algunas veces debía acompañar, por la fuerza, a Ren a sus reuniones políticas.
-¿Por qué tengo que ir? Ni siquiera tengo que ver con eso, ni siquiera se para que me tienes, en serio. Soy un gasto – Vivía con el demonio y no me importaba ser sarcástica con él.
-No me cuestiones, ya envié a varias asistentes que te ayudaran a vestirte y maquillarte a tu habitación. Ve, ¡ahora!- Dijo mientras se colocaba el característico casco que tapaba su rostro…
-Oh, genial, ahora no necesitaré si quiera moverme para vestirme, tendré quien lo haga por mí- Dije burlonamente y me retiré por los pasillos hacia mi habitación, que como siempre, estaba vigilada por un stormtrooper.
-Hola Matt-
-¡TE DIJE QUE NO LES PONGAS NOMBRE!- Se oyó un grito a lo lejos.
-Oh sí perdón- dije burlonamente y entre a mi habitación.
Rápidamente unas 3 mujeres se acercaron a mí, una tenía el supuesto vestido que yo iba a usar en sus manos. Las otras se encargaron de quitarme el atuendo que yo llevaba puesto, lo que me provocó algo de vergüenza y rápidamente usé mis manos para cubrirme. Una de ellas se rio, tonta, desnúdenla delante de gente que no conoce y vamos a ver cómo se siente. Pronto me habían colocado el vestido, era…adivinen… negro, largo, tapaba mis pies y la tela era muy suave, parecía ser…seda, o algo por el estilo. A partir de la cintura era ajustado y la tela era algo brillante, finalizaba un lazo que rodeaba mi cuello. En mis brazos colocaron unos guantes que llegaban hasta los codos, de la misma tela que era el corset del vestido. Me indicaron que me siente frente al espejo de la habitación y comenzaron a desenredar mi cabello castaño y largo, mientras una se encargaba de peinarlo de una manera extraña, lo había recogido en una especie de nudo enorme y varias mechas caían entre mi espalda y hombros. El maquillaje era extraño, me delinearon los ojos desde el inicio de los ojos hasta mi cien…demasiado para mi gusto, mis parpados tenían una sombra oscura, y me pintaron los labios de un rojo encendido, mucho más rojo que la sangre.
-Hemos terminado, Señorita- Se colocaron detrás de mí.
-Supongo que la idea era que nadie me reconozca…porque si no, no veo motivo para que me hayan colocado el maquillaje suficiente como para pintar a una tropa entera- Reí un poco y mire a las mujeres, que algo tímidas y preocupadas me contestaron.
-Sí, esa fue la orden…- bajaron la mirada.
-Pueden retirarse- continué mirándome al espejo y luego de unos minutos Matt, el stormtrooper de pocas palabras, interrumpió.
-Señorita Omtal, el señor…ordenó que suba a la nave, él ya está allí, permítame acompañarla- Esperó a que yo avance y comenzó a caminar detrás de mí.
Salimos de la casa y la noche había caído. Sosteniendo mi largo vestido, que inútilmente pise varias veces comencé a subir a la nave y allí estaba Kylo, quién me miro de arriba abajo y se sentó.
-¿Qué? ¿Te gusto?- Me senté en la silla que tenía asignada.
Extendió su mano y usó su fuerza para estrangularme levemente, odiaba cuando hacía eso, maldito insoportable – Vas a estar callada toda la reunión y vas a sonreír cuando así sea necesario.
Asentí como pude y luego me soltó. Genial, ahora me había convertido en un títere. Luego de un viaje en silencio, bastante largo llegamos a la nueva sede de la república. A una pequeña sala de reuniones, donde varios políticos ya estaban sentados.
-Siéntate aquí- Ren me susurró y se sentó en la silla de al lado.
Y este es mi momento para que mi mente se desactive y olvidar que estoy aquí, comencé a vagar por mi mente, pensar en diferentes cosas, alternativas… ¿Cómo hubiera sido mi vida si no me hubieran secuestrado? ¿Habría logrado seducir a ese habilidoso piloto? Sin aguantar se me escapo una pequeña risa. Algo llamó mi atención y volví a la reunión.
-Como usted sabe Señor Ren, cuándo asuma al gobierno de la galaxia, esto se convertirá en una monarquía… Y usted pasaría a ser el líder. Pero… para ello, ya lo hemos hablado, usted debe casarse.
¿De qué mierda estaban hablando? Debería haber prestado atención.
Kylo asintió y me miró, o supongo que hizo eso, ¿Quién iba a saberlo con ese horrible casco?
-Es por eso que el día de hoy estoy acompañado, señor- Ren dijo y apoyó su mano enguantada sobre la mía.
¿Qué? ¿Qué estaba diciendo? ¡¿DE QUE ME PERDI?! Esto no podía ser cierto… miré a Kylo sin entender nada.
-sonríe- susurró y continuó- Ella será mi esposa – Estaba dando una noticia que cualquier persona diría con un entusiasmo inevitable, pero él no, él podría estar diciendo que moriría o se casaba…sonaban igual.
Me dieron unas nauseas horribles, por dios… ¿Por esto me había secuestrado? ¿Por qué yo? Este sujeto haría mejor pareja con un gungan, el pobre desgraciado.
-sonríe- insistió nuevamente y sonreí falsamente a todos los reunidos.
Mierda, mierda, mierda, estoy jodida.
